Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo O1

Capítulo O1: Habla sobre cómo JungKook voló mi cabeza.

Llámenme loco. Pero si tuviera que elegir un día específico para morir, probablemente sería el primer día de escuela. No, no, no. No me mal entiendan. Puede que por muy mal que fuera en la mayoría de materias (a excepción de historia), yo amaba el colegio. Absolutamente, me gustaba ir, porque podía pasar tiempo con mis amigos y charlar. Pero, exactamente ese primer día, se convirtió en la pesadilla más temible de mi vida.

    Estaba esperando a JungKook, como de costumbre. Regularmente me siento en el borde de las escaleras de mi portal para esperar a que él salga. Siempre he salido más temprano yo, y es que JungKook tarda horas en arreglarse. Al final siempre termina eligiendo cualquier playera, que no fuera la roja de navidad, y unos pantalones de mezclilla. Ajá. Pues bueno. El punto es que yo estaba sentado, mientras jugaba con la manzana que cumpliría su tarea como desayuno. Lo peor de todo: en el momento exacto en el que JungKook sale de su casa, le veo con esos pantalones de vestir.

    — ¿Vas a ir así a la escuela? —cuestiono desde mi lugar, apuntando con mi dedo índice.

    El muy tonto, mira su atuendo: sus zapatos de vestir negros y bien pulidos, sus pantalones negros de vestir con el corte justo por la mitad (hasta a plancharlos se había dignado, él ni siquiera lavaba su ropa interior) y una playera (al menos) blanca sin ningún dibujo. Vuelve a alzar la vista hacia mí, y asiente.
  
    — Así es, TaeHyung. Iré de esta manera al instituto. ¿Acaso no es correcto?

     Él me espera de pie, así que me levanto de done estoy y me acerco un poco hasta llegar a él. Justo en ese momento me siento enojado. ¡De todos los días de nuestras vidas se le ocurrió hacer su estúpido cambio radical el primer día de clases! Le miro de reojo, con las cejas fruncidas y él también me mira confundido.

    JungKook a veces era muy pesado. El ambiente hasta se siente diferente (quizá por mi mal genio), de todas maneras me abstengo a darle malos comentarios sobre lo ridículo y aseñorado que se ve su atuendo.

    — Buenos días, por cierto.

    — Ajá, ajá —muevo mi mano de lado a lado, restándole importancia—. Buenos días, good morning, buenos dieshon. Lo que sea.
  
   Si hay algo que odio -y JungKook lo sabe muy bien- es que la gente diga "Buenos días". Porque NO TODOS LOS DÍAS SON BUENOS. ¿Estamos de acuerdo con eso? Tampoco me gustan los demás que siguen de eso, ya saben, con la tarde y con la noche. Es mejor que solo saluden con un hola o que se yo. A JungKook se le estaba olvidando todo eso.

    Bueno, mi supuesto "buen día" iba de mal en peor.

    — No logro entender por qué estás tan enfadado —JungKook habla con un tono estúpidamente irritante. Le miro de nuevo y ruedo los ojos—. ¿Te molesta mi presencia?

    Quiero darles entender algo. Las rutinas forman parte de mi vida. No diré que siempre he sido alguien correcto, pero sí rutinario. Ya saben. Llegar a la escuela, sentarme en el lugar de siempre, pasar una hora conversando con JungKook de cualquier cosa. Luego salir a desayunar, él comía si sándwich o lo que sea que le diesen, y yo mi fruta. Después regresábamos a clases; JungKook se ponía a jugar con su celular y yo tomaba apuntes que después le pasaba.

    Y en ese momento, JungKook tomó mi esquema de la primera hora de la mañana, y lo partió en dos. LI-TE-RAL. No tan literal.

    — Joven, usted me da miedo —JungKook menciona a mi lado, comenzando a caminar.

    Le sigo el paso con tranquilidad. Había tiempo de sobra para llegar, tardábamos en promedio unos 30 minutos en llegar a la escuela. Así que salíamos temprano de casa.

    Las palabras de JungKook hacen que me estremezca y le dedique una mirada fugaz.

    — El que da miedo eres tú —admito—. Todos tus repentinos cambios me dan dolor de estómago.

    — Oh, deberías de tomar un té.

    — Qué demonios, JungKook. Ese internado está a unas horas de aquí, no fuiste a Inglaterra. ¡Deja de actuar como un inglés!

    Antes de que me percate, JungKook saca de su mochila un sobre. Es amarillo, de esos típicos que las escuelas usan para enviar avisos o reportes. Dentro de éste parece haber algo que a JungKook especialmente le emociona, bufo en voz baja. Casi para mis adentros. Le veo sacar unas fotos, que me tiende emocionado. Mis ojos se van hacia él, y retomo el paso junto al pelinegro.

    Las fotos son de él, y otros chicos que no logro ubicar. Todos sonríen, pero de una manera extraña. ¿Ubican cuando un fotógrafo dice "sonríe" y termina siendo una sonrisa diabólica? Pues todos los de la foto lucían de esa manera. Busqué con los ojos a JungKook, y lo logré encontrar. Parecía ser que esa foto era de su departamento (división, grupo o como se le dijera). Estaba de pie a una señora de lentes, que claramente parecía europea o algo así. La sonrisa de JungKook parece ser un poco más sincera que la de los demás. Los colores de la foto me revuelven el estómago: tan serio, tan raro, todos estaban en un estado serio-divertido.

    — Todos ellos fueron mis amables compañeros.

    — Ya veo —No me importa mucho. Simultáneamente, miro hacia el frente porque no quiero chocar con alguien.

    Paso a la siguiente foto. Ahora está JungKook, serio, de pie al lado de la señora y otros directivos. No entendía por qué JungKook tenía fotos de eso, o por qué aquellas personas se prestaron a tener fotos. De todas maneras, la seriedad y esa sonrisita a la vez que cargaba JungKook era inexplicable. Es decir, era el mismo tipo que se ocultaba detrás mío cuando alguien tomaba una foto. La única imagen que tenía con JungKook saliendo un poco "presentable" él salió a la mitad de su cara, y todavía hizo una seña de amor y paz con sus dedos. Paso la foto una vez más, y después me topo con algo no muy agradable.

    JungKook sale con un chico -a quien realmente no logro ubicar, ni siquiera tengo idea-. Los dos sonríen, mirando fijamente a la cámara. El señor "deberías tomar algo de té" sale completo en la foto use lo ve alegre. El sobre se lo arrebato de las manos a JungKook, guardo las fotos, y se lo vuelvo a tender en las manos.

    — Bonitas fotos.

    — No viste ni la mitad, darling.

    — ¿Darling? —repito confundido. Me hago a un lado para empujarlo con ligereza—. Basta. Das miedo, JungKook.

    Nunca había recibido ese tipo de palabras por su parte. Regularmente, lo más cercano (y de broma) que había tenido de su parte era "TaeTae". Diré particularmente que JungKook no era del tipo de chicos menores que te hacían querer tomarles las mejillas y agitar los como si fueras su abuela. JungKook, más bien, era de los chicos que te miraban fijamente hasta que te pusieras nervioso, ese tipo de chicos. Sí. Era un desastre, claro que la mayoría del tiempo terminaba por hacer sentir a todo el mundo una pequeña bolita de nervios, y muy gracioso y animado. Pero, ¿tierno? No. Nunca hubiese dicho ese tipo de cosas.

    Le veo poner una mano encima de mis hombros y soltar una risa (una muy estúpida, por cierto).

    — Oh, pero qué tierno eres —canturrea muy cerca mío.

    ¿Han sentido esas ganas de darle un golpe a alguien porque te está poniendo, especialmente nervioso?

    Tomo su brazo, y lo quito de encima mío con rapidez.

    — Ya, eres un pesado —bufo medio molesto. Era una actitud terrible en mí—. No hagas esas cosas de repente.

    Hemos llegado a la estación del metro. Dado a que teníamos un pase compartido, es decir, lo utilizábamos los dos, me pongo delante para mostrar el pase y cobrarlo dos veces. JungKook viene por detrás de mí con sus típicos pasos rápidos y pesados. Sus pantalones me están causando un grave estado de estrés, y además que lleve ese tipo de zapatos me harta. Esperaba que fuéramos bromeando o algo, pero el ambiente se convirtió en un mar desconocido.

    Desde que entré en nuestro vagón y me senté, a la vez que él estaba de pie sujeto al barandal, inconscientemente comencé a observarlo con rencor. ¿Qué has hecho con mi mejor amigo? En algún momento me detuve de verle y comencé a hacerme muchas preguntas. Hasta que sentí una mano tomando mi mejilla y apretujándola.

    — Deja de ver a la nada, luces tan tierno haciendo eso.

    Bien. Los voy a contextualizar en esto. Imaginen que están sentados en el metro, y que llevan a un chico o chica enfrente suyos. De repente, éste fulano que claramente te siempre ha actuado de una manera en especifíca, les toma de las mejillas y les mira a los ojos. Ustedes, se sienten abrumados por eso. Les dice cosas como "luces tan tierno". ¿Qué harían?
 
    Probablemente ustedes se lo tomen a bien. O a mal. O como quieran. Pero yo, lo primero que hice al ver eso, fue quitar de un manotazo su mano de mi mejilla. Él me alzó una ceja, viéndome por medio de sus lentes redondos.

    — ¡Qué crees que haces! —exclamo medio enojado, porque si actitud fue repentina.

   Su risa me dejó anonadado. Es decir, ¡se estaba burlando de mi actitud!

    — Te pones tan histérico y dramático —dice aun entre risas.

    Mis mejillas están completamente enrojecidas, y he cubierto mi rostro entre mis manos. Siento que mi cuerpo quema a causa de la vergüenza. JungKook no solía molestarme de aquella manera. ¡Esa mañana se estaba pasando!

     — ¡No me gustan ese tipo de bromas, JungKook!

     — Pero si no estoy bromeando —las risas que vienen desde su estómago salen por el aire como una melodía. Vuelve a poner su mano en mi mejilla y le estira un poco—. De verdad luces tierno así. Estás raro.

    ¿Yo, estar raro? ¡Qué demonios! Probablemente era el más cuerdo de ambos. Quito de nuevo su mano abruptamente, le suelto un golpe en la pierna dado a que es lo que tengo más cerca. No le dolió, claro. JungKook me mira aun sosteniéndose del tubo y rueda los ojos.  
 
    — Qué falta de modales —molesta.
  
    Le doy un golpe de nuevo, aún más fuerte. Esta vez logro hacerlo gruñir bajito.

    — Tú estás raro —le digo—. Idiota.

    Sí, bueno. JungKook tenía este comportamiento, que dudaba poder soportar.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro