Capítulo 17
Capítulo 17: explica la nueva situación en la que me veía envuelto.
— Oh, tú debes ser TaeHyung. Un gusto en conocerte.
Compostura, elegancia, porte. Palabras que eran una definición concisa sobre el chico que tenía delante mío. Me mantuve de pie, al lado de mi amigo, mientras un castaño oscuro con lentes y apariencia totalmente desconocida para mí, estiraba su mano para estrecharla con la mía. JungKook me miró por un segundo, puesto que tardé en reaccionar al saludo; observé fijamente la mano del castaño y me dispuse a saludar a Choi San.
Básicamente, el chico llegó casi tan temprano como JungKook y yo. Aún faltaban algunos minutos para que empezaran las clases y cada uno de nosotros nos dirigiéramos a nuestras aulas correspondientes. JungKook lucía neutral (lo cual era extrañamente entendible y característico últimamente en él), sin embargo, era obvio que estaba nervioso. Podía notarlo en el simple mover de su zapato de lado a lado que constantemente cambiaba de ritmo: rápido, lento, rápido.
— Hm... Sí, tú debes ser San.
— En efecto —menciona muy propio—. JungKook hablaba mucho de ti durante la estancia en el internado.
Me sentía ligeramente interesado en saber ese tipo de datos, aunque sabía no tenía que tomarle demasiada importancia.
San era de mi contextura; parecía una persona amable. A primera vista lo que pensé fue en el increíble parecido con JungKook: pantalones amplios y bien planchados, camisa blanca, zapatos negros, lentes que al parecer no tenían aumento. Tenía una sonrisa cálida, y en los costados de sus mejillas lucían unos hoyuelos remarcados. Sus dientes eran blancos, y su piel estaba especialmente destacada en su persona. Era entendible el por qué le gustaba.
— Qué bien —digo—. Espero que te diviertas aquí. Creí que JungKook vendría hoy contigo a la escuela.
Me sentía extraño al relacionarme de aquella manera con alguien que en lo absoluto me interesaba. Él parecía sentir lo mismo hacia mí, una comprensible incomodidad creciendo entre nosotros; como si supiéramos lo que piensa el otro. Casi podía sentir que su mirada me decía lentamente "Yo sé que él te gusta, y a mí también".
— JungKookie —le escucho decir suavemente. Abrí los ojos con impresión, pues era extraño escuchar un apodo tan pequeño como ese—. ¿Podrías acompañarme a clases? Estoy algo perdido.
— Claro.
JungKook me mira por un segundo, como pidiéndome la autorización para hacerlo. Eso me hizo sentir un tanto mal, así que simplemente le lancé una palmada curiosa en el hombro antes de que me rodara los ojos para acompañar a su conquista. Me quedé quieto en mi lugar analizando la situación y también observándolos desaparecer vívidamente por la esquina del pasillo.
Crucé mis brazos y suspiré un poco antes de sentir una palmada caer en mi hombro. Regresé la vista hacia SeokJin, que miraba impaciente algún punto fijo del lugar.
— Eso fue extraño.
— ¿Viste todo eso? —pregunto algo avergonzado—. ¿Estabas espiando?
— ¿Cómo es que saludas de esa manera a una persona con tal trascendencia en tu vida?
SeokJin estaba sobre exagerando las cosas; probablemente él pensaba que yo odiaba a San. Pero sería un tanto irracional hacerlo, mientras que yo ni siquiera lo conocía. El tipo no tendría la culpa de nada porque, hasta donde yo sabía, lo único que había hecho era conocer a JungKook y llevarse de cierta medida bien con él. Pasé el brazo por el hombro de Jin y también le di unas palmadas.
— Porque yo no lo odio, Jin.
— Es que no estoy hablando de ti, TaeHyung. Hablo de JungKook, ¿cómo saludas a alguien que te gusta de manera tan superficial?
Explicaciones, de sobra. No sólo la increíble manera de reaccionar de JungKook (siempre tan irregular y poco convincente), también estaba el hecho de mi quizá incomoda presencia, o la distancia por la que habían pasado. Algo así como dos meses sin verse pudo haber afectado la cercanía de ambos. Quién sabe, ¿y si a San no le gustaba estar cerca de otras personas?
— Ellos se saludaron.
— Sonreírse y agitar la mano no es algo demasiado común.
— ¿Y si solo tienen vergüenza?
— Bien, puede ser, pero no quita el hecho de que sea raro. Por otro lado... ¿Por qué actúas tan a la ligera con esto?
Estaba actuando a la ligera justamente porque no quería preocuparme. De por sí era un tanto dañino estar tan cercano reprimiendo mis apenas visibles sentimientos, entonces, mis demás amigos se preocuparían si le daba importancia a todo y comenzaba a sentirme peor.
Por lo pronto, y como lo repetía constantemente, mi amistad con JungKook era completamente invaluable.
— ¿Por qué debo actuar distinto?
— ¿Hola? ¿Tierra a TaeHyung? Tu archienemigo apareció en tu propia escuela —SeokJin golpetea mi cráneo en forma de burla, lo que me provoca reír—. Y te gusta quien le gusta, interesante triángulo amoroso.
Pueden decir que simplemente estaba ignorando mis sentimientos. Pero no. Era extraño todo lo que me envolvía en esa temporada de mi vida; no solo una pequeña parte mía se sentía recelosa, todo lo que sobraba de mi cabeza se preguntaba qué había en él que lo hizo atraer a alguien como JungKook. Esa parte mía a la que le atraía Jeon, estaba lastimada. Pero era pequeña, muy pequeña y comprensiva. De todas maneras, yo no hablé de mis sentimientos. Tampoco tenía todo el derecho a preguntar algo, hacer suposiciones, reclamar situaciones. Yo solo era amigo de JungKook, y nada más.
— Jin, no va a pasar nada. Esto tendrá que ir bien de una u otra manera.
Después de decir eso, mis ojos se centraron enfrente mío. JungKook venía a paso rápido, mirando su celular. En el momento que alcé la vista, distinguí esa expresión fresca y una sonrisita pequeña que me hizo trastabillar. Jin puso su mano en mi espalda, pero lo podía notar enojado, en guardia ante la cercanía del pelinegro.
— No te has ido, vamos, vamos juntos a clase.
— Tardaste muy poco con él, ¿huh?
— Estará bien —agita la mano. Sus ojos se detienen en SeokJin, y le dedica una sonrisa firme—. Buen día, SeokJin hyung.
Jin emite un sonido, cruzándose de brazos y haciéndose a un lado. JungKook me mira, y después pasa su brazo por encima de mis hombros incitándome a caminar con él.
— ¡No olvides que tienes que ayudarme hoy con las cajas en la oficina, Jeon JungKook!
Mis ojos cayeron en SeokJin cuando JungKook se dio media vuelta, soltando mi cuerpo por un momento.
— Por supuesto, SeokJin hyung, ¡iré hoy! —después de decir eso, JungKook tomó mis hombros de nuevo apresurándose entre las personas.
— ¿Ayudas al maestro SeokJin en la oficina?
— Lo mencionó el viernes.
No tenía un buen presentimiento de eso, Jin era alguien intensivo, si pretendía utilizar sus méritos de ayuda, empeorando las cosas, me iba a poner completa y totalmente enojado. Todo se echaría a perder de nuevo; un futuro así no se veía tan distante.
Por un momento me sentí alarmado, pero terminé por dejarlo pasar confiando en Jin y en mis demás amigos.
— ¿Dijo algo San?
— Le agradas.
— ¿Eso es bueno?
— Es maravilloso —dice feliz—. Pero no te preocupes por eso, TaeHyung.
Mantuve la mirada fija en los que caminaban por la escuela hasta sus aulas, con las manos metidas en mi bolsillo y la mochila golpeando mi muslo. Pensaba en un sinfín de cosas, como la estadía de San, el humor de JungKook (excediendo de radiante), o tal vez que yo no estaba del todo incómodo.
— No preocuparme... No me preocupa del todo, tan solo me intereso por ti.
— Lo sé y gracias por ser tan comprensivo, TaeHyung —me sonríe amablemente pero lo miro algo enojado—. Sé bien que no te agrada hablar de él.
— Es solo porque me sentía mal, porque dejaste de comportarte como mi amigo.
— Gracias, Tae.
Volví a mirarlo enojado, y quité su brazo abruptamente de mi hombro, ganándome su confusión y expresión de perro regañado.
— ¡Odio que hagas eso! —le dije inmediatamente—. Ahora ya estoy acostumbrado.
Inclinó la cabeza por un momento, con los ojos fijos sobre mí. Yo no me moví. Debía saber a lo que me refería. Me sentí orgulloso en el momento que abrió la boca y asintió unas cuantas veces, provocando que sus lentes se resbalaran un poco por el puente de su nariz.
— Gracias, Darling.
Conocer a Choi San no fue tan destructivo y dramático como pensé que lo sería, lamentablemente, la cosa solo iba apenas colina arriba.
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