Capítulo 15
Capítulo 15: no tiene una descripción coherente.
Así que, básicamente yo había cedido con tal facilidad a una disculpa de ese pequeño tamaño. Con sinceridad, las palabras de JungKook fueron más que suficientes para mí. Sin embargo, a los ojos de mis amigos, fue una burla majestuosa y totalmente explícita.
— ¿Qué él dijo qué? —NamJoon me miró atentamente desde su lugar.
— Pensé que serías un poco más... Difícil.
— Bueno, el movimiento resultó bastante bien entonces, TaeHyul.
Dos cosas que me molestaban: las diversas opiniones que rodeaban mi momento, y que YoonGi siguiera cambiando mi nombre interminables veces. Aparentemente, Jin esperaba más reacción, NamJoon se preguntaba mi facilidad al disculparlo y a YoonGi le daba, en cierta medida, igual, pero me decía que todo salió bien.
Era complicado guiarme de esa manera para reaccionar nuevamente en situaciones distintas. Aprendía poco a poco lo que debía hacer, pero que tres personas me aconsejaran, comenzaba a volverse tedioso.
— Es solo que no le vi mucho a esto de hacerme el difícil.
NamJoon me miró con confusión, pero terminó asintiendo para seguir con sus cosas. De ellos tres, probablemente Jin era el más preocupado. Aparentemente, una disculpa así era buena pero vaga al mismo tiempo; SeokJin mencionaba aquella importancia que mi mejor amigo debió tomar ante la situación.
— TaeHyung, realmente el tipo te dijo unas palabras bonitas y... ¡Caíste! Tan frágil como eso. Nada que garantiza que... —Jin movía su cuerpo de lado a lado hasta verse interrumpido con la voz de YoonGi.
— ¿Sabes, TaeHyuck? Yo creo que estuvo bien. Él no tenía que decirte un testamento como disculpa necesariamente.
Es lo que pensaba.
Yo no estaba enfocado, al menos en ese momento, a ser el centro de atención de JungKook. Tan solo quería que me tratase con normalidad, y que me hablara de sus problemas y todo lo que sucedía con él. Quería sentirme parte de su vida amistosa de nuevo, y salir a cenar a su casa por la noche cuando mis padres regresaban tarde del trabajo. Pequeñas cosas que mi corazón añoraba, no necesariamente sintiéndome atraído por él.
Claro que, eventualmente, se volvería un problema. Pero mi cabeza tenía esa pequeña esperanza que con la llegada de San todo se normalizara.
Miré a los chicos delante mío. Me sentía confundido por toda la situación, y llegaba a pensar en períodos largos de tiempo el cómo entrometí a esas tres personas en mis problemas amistosos y, progresivamente, amorosos. Tal vez debería de dejar de contarles eso.
— Sea como sea, arreglamos las cosas. Hoy JungKook estuvo feliz caminando conmigo por la mañana, hasta me hizo un sándwich. ¿Por qué estamos haciendo un problema de todo esto, chicos?
— Sí, qué importa. El lunes llega San, qué importa si el lunes llega tu archienemigo.
— No tenías que decirlo de esa manera, SeokJin —dijo NamJoon con media risa de por medio.
YoonGi recargó la mandíbula en el balón que descansaba sobre la estantería y arrugó la nariz, mirándome de poner medio.
— SeokJin, deja a TaeHyung respirar un momento.
— ¿No logran entender? Esto se está volviendo un gran problema. ¿Cómo quieren que me tranquilice si él va a salir lastimado?
NamJoon abrió los labios para decir algo pero no pudo hacerlo y los volvió a cerrar. YoonGi acomodó la otra mano en su mandíbula, y la acarició como todo un pensador. Mientras ellos intercambiaban miradas, yo me preguntaba la intensidad de las palabras.
Sí. Ya lo veía venir. Un montón de confusiones, y problemas y también el hecho de que JungKook tendría muchas ganas de hablar de San. Yo, sinceramente, me veía estando receloso y un tanto enojado; quizá no tan triste, pero bastante confundido. No había manera de evitar eso.
Y, siendo sinceros, alejarme de JungKook no era una buena idea. De hecho, ni siquiera me agradaba pensar en eso. Entendía perfectamente que ser egoísta por aquella vez, podría resultar como una buena opción para las demás personas. Para mí, no. Conocía mis reacciones; alejarme de JungKook solo provocaría quererlo más. Él no aceptaría tan fácil aquello, nos veríamos envueltos en más problemas, probablemente estaría ansioso de verlo. E indiscutiblemente, solo eran posibles dos opciones: dejaba de gustarme y seguíamos siendo amigos sin nada de por medio o jamás volveríamos a hablarnos.
— ¿Realmente debemos pensar tanto en eso? —preguntó YoonGi exasperado—. Hasta donde entiendo, TaeHyuck ni siquiera planea confesar sus sentimientos.
— Es TaeHyung —repetí desmesurado.
— TaeHyuck, no me importa.
— Sé que no planea hacerlo, es obvio —Jin recogía los lápices de su escritorio a la vez que hablaba—. Él no quiere arruinar las cosas, pero no se da cuenta que se está arruinando a sí mismo.
— Jin, eso no pasará —mencioné en calma, suspirando porque él estaba demasiado ocupado pensando en todo eso—. Quiero decir, siempre hay una posibilidad... Pero...
Todos escuchamos a NamJoon cerrar el libro que tenía en las manos con fuerza. El susto provocó una mirada fija en él; NamJoon de mantenía callado, perdido en su mundo. Sabíamos que quería decirnos algo, y el simple hecho de conservar aquel toque de misterio, nos exasperaba. Después de un segundo, alzó el dedo y sonrió.
— Tengo una solución, chicos.
Jin rodó los ojos con algo de enojo y decepción, porque él no soltaba la sopa rápidamente y nos mantenía al tanto.
— Vamos, viejo, solo dilo.
— Fácil y sencillo, TaeHyung... Consigue un novio.
Ahí íbamos de nuevo. Oculté la cabeza entre las manos, procurando sumergirme un poco en el aguado sillón viejo de la consejería. Podía oír que Jin aplaudía y YoonGi decía el tipo de palabras que aprobaban el movimiento.
— ¿De nuevo vamos con eso? —pregunté decepcionado.
— Ya te dijimos que la manera más fácil de olvidarlo es intentando sustituirlo por alguien más —SeokJin sigue removiendo las cosas en el lugar, como siempre.
Yo no entendía el afán por cometer los mismos errores de siempre. ¿Tendría sentido? Seguramente era fácil enamorarse de alguien cuando otra persona simplemente te gustaba. El problema era que... ¿Y si no funcionaba? No estaba dispuesto a ser una mala persona, jugando con los sentimientos de alguien más solo por experimentar una salida fácil.
— ¿Oh? Así que era para olvidarlo —YoonGi asiente unas cuantas veces, pero niega seguido—. Creí que era para darle celos a JungKook.
— Oh, eso también puede funciona-
— Chicos... No haré nada de eso.
Los tres me miraron fijamente, bastante salidos de su ser. Tal vez no podían comprender lo que estaban diciendo. Yo comprendía que eran demasiado cuidadosos conmigo, al menos Jin y NamJoon; sabía que YoonGi entendía de mejor manera las relaciones y lo que tenías que hacer para solucionar algunos problemas. Me gustaba pensar que se preocupaban por mí bienestar.
Pero me molestaba que no se dieran cuenta de lo egoísta que sería eso.
— Entiendo lo que planean. Pero no lo haré. No estoy de acuerdo en intentar reemplazar a JungKook, o a darle celos solo por un capricho. Ni siquiera le he dicho como me siento, ¿y ya planeo sabotearlo? Muy infantil.
NamJoon me miró, alzando el pulgar y sonriéndome.
— Tienes razón, Tae, muy bien por ti. Te seguiré apoyando en lo que quieras.
— Supongo que tienes razón, TaeHyung. Pero, solamente no des más de ti.
Jin revolvió mi cabello y me sonrió. Miré a YoonGi por un segundo, y él solo se alzó de hombros.
— Bueno, TaeHyul... Tu relación, tus decisiones. Avísame si necesitas ayuda.
Por lo pronto, mi atención estaría centrada a apoyar a JungKook con lo que me pareciera más sensato. Claro que sería difícil... Por otro lado el solo intentarlo no me costaría mucho.
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