Capítulo 13
Capítulo 13: habla sobre la cena y el movimiento que mantuvo mi amistad a flote.
Yo no era un fan de cenar en las habitaciones. De hecho, el peor lugar para tener una cena era, al menos en mi opinión, en una recámara, sentado al borde de la cama viendo la televisión. Muy a diferencia mía, JungKook amaba comer en su cuarto.
— ¿Estás cómodo?
— No... —menciono metiendo una cucharada a mi boca—. Pero tampoco quiero cenar en el pasto de afuera.
— Mm... Deberíamos bajar a cenar a la mesa entonces.
Bien... Eso hubiese sido una genial idea. Pero mi plan se vería seriamente frustrado si después de eso él decidía salir a jugar con un balón y sus hermanos, mientras yo los observaba desde su sala, conversando con la señora Jeon. Curiosamente, JungKook y sus locas manías de cenar en su habitación, había dado una genial oportunidad pare realizar este "movimiento de intimidación" de la que YoonGi me conversó. Prácticamente, tendría que hacerlo sentir miedo con contacto físico (cosa que comenzaba a darme nervios también), seguido de algunas palabras duras como "Esto me está molestando".
— Por ahora estoy bien aquí.
— Bueno.
JungKook no había hablado de ese tema desde hacía unos cuatro días, que fue la pelea de la colonia. Aunque al principio hubo algunos cambios, por ejemplo, cualquier mínima cosa que le sucedía, iba directamente a mi casa a contármela. Me invitó algunas veces a jugar su consola por la tarde, y fui una vez pero al parecer él perdía su toque. También quiso incitarme a usar sus lentes sin aumento, pero yo me negué.
Prácticamente quería enmendar su error, de maneras muy absurdas. Después de unos pocos intentos, terminó por olvidarlo. No le funcionó claramente porque yo me daba cuenta de eso y lo ignoraba.
— Estás muy callado, Darling.
—Mmm... No tengo nada qué contar.
— No hablo de hoy. En general. Desde hace unos días-
Debía seguir escuchando lo que él me decía. No lo hice. Por alguna razón comencé a plantearme lo que haría, y cómo lo haría. ¿Se supone que era uno de esos movimientos amistosos? ¿Y si él lo malinterpretaba? Mis ojos se perdieron en un punto del rostro de JungKook, sin estarlo observando necesariamente. Solo estaba fijo ahí, como si nada.
A pesar de verlo mover los labios, yo tan solo podía distinguir que en mi cabeza regresaba este mar de dudas tan confusas. Me impedía moverme y prestarle atención. Comprender que esto me estaba pasando por JungKook era aún más difícil, ¿cómo es que alguien como él podía llegar a gustarme? Tan complicado, molesto, cambiante. No tenía idea de lo que era el cinismo, y olvidaba todo lo que era importante. Suspiré, llevando las manos hasta mi frente.
— Oh... ¿Te molesta que hable de él?
Removí mis dedos, haciendo que mis párpados se movieran también, terminé estirando la parte inferior de la piel en mis ojos. Miré a JungKook confundido.
— ¿Hablar de quién?
— De San.
— Ah —solté sin importancia—. No, no importa.
Él asintió unas cuantas veces e inició de nuevo con su conversación. Como era de esperase, no entendía nada. Estaba más preocupado pensando, ¿tal vez debería golpear la puerta y acercarme a él apuntándole con mi índice? ¿Sería mejor tomarlo de los brazos y moverlo de lado a lado? ¿Cuánta cercanía era la necesaria?
Coloqué la mano en mi barbilla, asintiendo de vez en cuando tan solo para no parecer un maldito desinteresado. Así es, ¿qué importaba si San iba a llegar a la escuela el siguiente Lun-...?
— ¡¿Ah?! ¿¡QUÉ DIJISTE?
JungKook me miró confundido pero después abrió la boca, como recordando todo.
— ¡San! ¡Él viene el siguiente lunes!
¡Estábamos a miércoles! Es decir... Yo ya vería a ese tipo. Y no quería imaginarme todo lo que iba a presenciar. Ni siquiera estaba preparado mentalmente para recibir a San y no tratarlo como la bolsa de basura que mi corazón sentía que era. Entendía que San, de hecho, no tenía la culpa de absolutamente nada. Que JungKook gustaba de él y que mi obligación como bien amigo era no interferir.
Pensé muchas veces en cambiar a JungKook. Darle una probadita de su propia medicina. ¿Pero, en realidad era útil hacer eso? Es simplemente caer en un infantil juego de rivalidad. ¿Por qué tenía que seguir esa estúpida corriente? No tendría sentido, y mucho menos si al final JungKook terminaba por olvidarme.
Ese pensamiento, me llevó a hacer algo que me dejó confundido.
— ¿Darling? ¿Estás bien?
Me puse de pie, en un intento vago de salir a respirar aire fresco. JungKook me detuvo por la mano, antes de que yo pudiera estar a dos pasos de la puerta. Suspiré intranquilo, pero se me vino a la cabeza algo: NO, tu toque no me va a intimidar. ¡Yo te intimidaré a ti!
— Darling, ¿qu-...?
— ¿Sabes qué? Deja de decirme así —solté en un tono más duro de lo que podía imaginar.
¡Genial! Sentía toda esa adrenalina recorrer mi cuerpo. Como si yo tuviera el control de mis sentimientos, de los suyos y los de cualquiera. Recordé poco a poco lo que YoonGi me recomendó, todo aquello de usar las palabras y las miradas como la mejor arma. Intentaría que JungKook me hablase con la verdad, con sinceridad, y me explicara si yo era parte de sus planes a futuro o no.
¿Estaba siendo un tanto egoísta? Tal vez. Tal vez era a lo que no quería llegar. Titubeé un poco antes de seguir hablando, porque me sentí mal. Aunque esto se recobró a sabiendas que JungKook hacía lo mismo cuando yo no quería decir algo.
— ¿Por qué estás...?
— Te diré por qué... ¿Sabes qué es sentir que tu mejor amigo pase de ti por sobre los demás? —di unos pasos hacia él, pero se mantenía inmóvil—. Bueno, en caso de que no lo sepas, no es algo lindo. Porque piensas que estás cometiendo, no solo un error, sino muchos.
Era como una escena dramática. Irrepetible. Pero un tanto útil y necesaria. Él se veía confundido, algo extraño, más de lo normal. Y aunque yo me acercaba a él con la intención que retrocediera, JungKook estaba quieto en su lugar mirando unos centímetros hacia abajo por la desigualdad de estatura.
Yo tenía un sentimiento vago en el borde de mi estómago.
— TaeHyung, pero...
— Sin peros. No me preocupa... ¿Sabes? Ni siquiera me importa que alguien te guste y que le des ciertas prioridades... Como una foto. El problema aquí es que, simple y sencillamente, pasas de mí como si no existiera. ¿Realmente crees que ser amigos es ir juntos a la escuela y cenar juntos? Oh, no. Es mucho más.
— Espera, es que n-
— ¿Qué me dices de decirme lo que sientes? ¿Ahora tengo que adivinar tus problemas y simplemente pretender ayudarte? Todo tema de conversación es él, él, y él y yo ya estoy harto de eso.
Para ese punto, mis palabras salían solas. No tenía idea de a dónde quería llegar, mi propósito estaba perdido en alguna parte de mi subconsciente. Comenzaba a hablar por mis verdaderos sentimientos.
JungKook miró mi rostro, con simpatía pero confusión y melancolía. Prestaba la más firme atención a mis sentimientos, como siempre lo fue, como siempre lo había sido. Por un instante, vi el reflejo de aquel extrovertido chico que tanto quería.
— ¿Debería sentirme de esta manera? ¿Debería sentirme desplazado?
— ¿TaeHyung...?
— Debería decir que estoy celoso de todo esto... ¿Es lo que debo hacer?
JungKook abrió un poco sus labios para decir algo pero los cerró de inmediato. Mis ojos enojados caían sobre él, como si lo estuviera juzgando.
— ¿O simplemente debo aceptar que... Me has reemplazado?
JungKook abrió los ojos sorprendido, llevando sus brazos hasta mis hombros, abrazándome. Entonces, me dijo:
— No llores, por favor.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro