Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo único.

Nunca me imaginé que al enamorarme me construiría un mundo lleno de ilusiones y esperanzas. Un mundo, en donde nuestro amor era la única barrera para todos los problemas que se avesinaban.

No obstante tu cobardía fue más fuerte, así como también tus miedos. Serían el mazo encargado de destruir cada parte de mi ser; de mi pobre corazón que solo esperaba a alguien a quien amar, con quien compartir su rayito de luz. Y ahora, sólo añora un poco de calor. Un poco de consuelo.

Me sigo preguntando que hice mal.
Los pensamientos intrusivos son mi tortura cada noche que actualmente por tu culpa se convirtieron en lágrimas y lamentos.

Tres años fueron suficientes para que dejaras tu aroma en mis sábanas, en donde me retuerzo de agonía con esa pequeña punzada en mi pecho y el recuadro de nuestra foto entre mis brazos.

Intento odiarte...

Busco razones cada segundo y minuto del día. Sin embargo, todo fue bueno. Un cuento de hadas que llegó a su fin cuando decidiste abandonarme en la fecha más importante de nuestras vidas.

Me arrepiento de muchas cosas, y sobre todo de estar allí esa noche, porque no tenía ni la menor idea de que tu serías la persona que siempre quise evitar...

Aún recuerdo cuando llegaste a mi veterinaria con lágrimas en los ojos y con un terrible temblor. Nuestro pequeño Bam, que actualmente ya no es tan pequeño, apenas podía respirar en tus brazos.

Por cosas del destino ese día decidí quedarme un poco más. Pasaba de la dos de la madrugada y según tu explicación no había otra clínica cercana abierta más que la mía. Me agradeciste en reiteradas ocasiones en una misma noche cuando logré salvar al pequeño cachorro, además de recibirte a pesar de la hora.

Me invitaste a salir en agradecimiento por lo que hice, y a pesar de explicarte que era mi trabajo y negarme rotundamente, tu insistencia y tu mirada de suplica me hicieron caer de inmediato.

Jamás olvidaré aquel parque en donde nos encontramos una semana después, con Bam corriendo libremente por el césped, ladrando a lo alto y lleno de vida. Sonreímos al mismo tiempo mientras tomábamos un helado. Hablamos como si nos conocieramos de toda la vida, y conectamos increíblemente bien, tanto, que me pediste un segundo encuentro.

Yo atrapado por tu peculiar personalidad acepte de inmediato.

Después del parque se convirtió en una cafetería; seguidamente de un restaurante, del cine, la playa, incluso me llevaste a una cena en casa de tus padres para presentarme como un buen amigo.

Las horas pasaban volando a tu lado, y después de cuatro meses en donde claramente me coqueteabas, y yo gustoso te dejaba, terminamos en mi departamento en una noche de alcohol y baile con nuestros cuerpos sudorosos, y con ansias de ser descubiertos.

Me hiciste el amor de una manera tan romántica y especial, que me terminaste de enamorar mucho más de lo que ya estaba. Hiciste que sintiera, que era tu mundo.

Que equivocado estaba...

Me pediste ser tu novio en una hermosa propuesta en el parque de nuestro primer encuentro a los ojos de varios espectadores en el lugar, quienes aplaudieron maravillados y sonrientes.

Fue mágico. En algún momento llegue a creer que todo era irreal; que tu eras un personaje ficticio como en los libros que leía cuando era un adolescente.

Te mudaste a mi departamento junto a Bam semanas después, y nos convertimos en la familia más hermosa del mundo.

Nuestras noches de películas abrazados los dos. Tu brazo rodeando mi cuello. Mis rodillas encima del sofá reposando en tu pierna. Mi cabeza descansaba en tu hombro y Bam dormido a nuestros pies.

Los días en donde jugábamos juegos de mesa y te hacía trampa, aunque sabía que era en vano porque siempre me terminabas descubriendo, y me acorralabas en el suelo para hacerme cosquillas.

Los momentos de pasión desenfrenada. No hubo un lugar en el departamento que no conociera el calor nuestros cuerpos.

Todo era perfecto, tanto, que me pediste matrimonio en año nuevo y bajo la mirada de nuestros padres y hermanos. Incluso nuestros amigos fueron testigos del fogoso "amor".

Pero ese mundo perfecto se destruyó gracias al complicado y oscuro mundo de la fama. La infelicidad fue arrasando con cada rayo de luz en nuestros corazones convirtiendose en la oscuridad misma. Por desgracia, no hiciste nada para evitarlo.

Te conocí cuando apenas eras un cantante que trabajaba de bar en bar a altas horas de la noche, siguiendo tus sueños y haciendo lo que te gusta. Ganabas poco, pero lo suficiente como para pagar tu alquiler y gastos básicos. Es por eso que te propuse mudarte conmigo, y así pudieras ahorrar para grabar tu primer disco, incluso te di parte de mis ahorros con tal de verte feliz.

Si Jungkook, así de grande era mi amor por tí.

Al inicio me encantaba acompañarte a los bares en donde cantabas, con tal de escuchar tu voz y enamorarme mucho más. Yo era la musa de tus composiciones, del sentimiento que plasmabas a la hora de interpretar una canción.

"Still Whit You"

"Euphoria"

" Closer to You"

"My You"

Todas inspiradas en mí.

Aún en mi memoria se mantiene el cálido recuerdo de cuando compusiste Closer to You. Yo estaba sentado en el mesón de la cocina comiendo helado, y tú te encontrabas entre mis piernas. Reíamos como tontos compartiendo anécdotas graciosas de nuestra infancia.

Enrolle mis brazos en tu cuello y juntamos nuestras frentes. Nuestra respiración era calmada, y al menos por mi parte, me sentía dichoso, feliz, y completo.

De repente, te sobresaltaste asustandome en el proceso. Saliste corriendo hacia nuestra habitación regresando a los segundos con tu mejor amiga la guitarra, un cuaderno, y un lápiz.

Tu componías las notas y yo te ayudaba con la letra.

No tenía ni la menor idea de cómo era componer una canción, pero tan sólo me deje de llevar por el amor tan grande que sentía por tí.

Tu ojos color azabache iluminados con un precioso destello, como si estuvieras viviendo tu primera vida. El cabello recién lavado y esparcido por tu frente. El torso desnudo con un pantalón chandal, y los pies descalzos.

Mierda Jungkook. Yo te amaba.

Tu te enamoraste primero, pero yo me enamoré más. Parecía un tonto cuando te miraba, y por cada año me jodía más.

¿Cómo pudiste?

¿Cómo pudiste ser tan cobarde?

Todo se arruinó desde el momento en que ese hombre magnate y dueño de una empresa de idols, te descubrió cantando en uno de los bares. Te dió su tarjeta ofreciéndote renacer en un mundo de brillo. Explotar tu talento al máximo.

Yo no podía estar más feliz por tí, e incluso celebramos como nunca. Terminamos haciendo el amor desbordando pasión esa misma noche.

Te acompañe a grabar tu primer disco, tu primer video, tu primera entrevista en televisión, tus presentaciones. Siempre estuve detrás de las cámaras, sonriendo con orgullo por todo lo que mi talentoso prometido estaba logrando.

Cada minuto me recordabas que yo era tu motor para continuar. Que sin mi apoyo te hubieras dado por vencido hace mucho. A veces llegabas a nuestro hogar con la cabeza abajo y a punto de llorar al creer que ya no tenías oportunidad; y yo, con mi corazón en tus manos, dejaba a un lado lo que estuviera haciendo con tal de consolarte entre mis brazos.

Tu cuerpo alto y corpulento caía como plomo en mis hombros por la diferencia de tamaño, y tus suspiros indicaban lo decepcionado que estabas.

Pero luego te daba ánimos nuevamente. Deseaba verte brillar en un escenario rodeado de personas cantando junto a tí.

En parte fue mi culpa...

Por creer que yo sería parte de tu mundo.

Por crearme una ilusión, una vida a tu lado inexistente.

Mientras más incrementaba tu fama, menos era el tiempo que pasábamos juntos. De cierta forma me alegraba verte a través de alguna TV, o por cada lugar de la ciudad. Pósters y carteles enormes, incluso en las pantallas de los grande edificios.

Era muy raro debía admitir, pero me sentía orgulloso. Llegue a creer que de cierta manera intentabas crear un futuro seguro para nosotros, y que nuestra relación no sería un impedimento.

Una vez más, me equivoqué...

Comenzase a rodearte de figuras importantes, contratos exclusivos y llenos de cláusulas que solo servían para hacerte quedar como un objeto ante tus fans. Sin contar a tu mánager, quien al conocer nuestra situación e incluso saber que estábamos en los preparativos para nuestra boda, te manipuló con tal de que terminaras con lo nuestro.

Es entonces que mis primeros días de tortura comenzaron.

Sólo éramos Bam y yo en nuestra inmensa cama a altas horas de la noche. El ambiente completamente oscuro con el reflejo de la Luna colandose por las ventanas. Ya daba inicio al invierno, y sin tu calor corporal y tus abrazos todo se sentía mucho más helado.

Me pasaba horas y horas llamandote sin recibir respuesta, creando escenarios de todo tipo. Sabías todos los problemas de ansiedad e inseguridad que creé a través de los años. Era el tipo de persona que hacía una tormenta en un vaso de agua, y se ahogaba en él.

Al siguiente día, mientras preparaba el desayuno decidido a llevartelo a la empresa y arreglar las cosas, el canal de noticias se encontraba a todo volumen. De repente tu rostro salió en él, y automáticamente sonreí. Mi pecho se lleno de amor al escuchar tu voz después de tanto tiempo.

Era una entrevista...

Escuchaba con atención tus respuestas en tanto seguía preparando tus tostadas favoritas, hasta que una de ellas me dejó en completo shock.

Y díganos joven Jungkook, alguien tan apuesto y carismático como usted ¿Ya fue conquistado por algún afortunado?

— Muy curiosa tu pregunta querida Alicia. Aunque mi vida personal prefiero mantenerla privada, no. Aún no tengo a nadie a quien amar...

El plato de cristal que tenía entre mis manos se cayó estrepitosamente en el suelo.

Algo dentro de mí se quebró de inmediato, y un dolor intenso se alojó en mi garganta por retener las ganas de llorar, cosa que fue imposible. La primera lágrima ya, descendía por mi mejilla, y parte de los corazón ya estaba roto.

Bam se acercó a mi lado con la mirada preocupada, y llorando junto a mí. Lo había entrenado para ser un perro de asistencia ante mis crisis de ansiedad, e increíblemente mi hijo canino, se había convertido en mi única compañía y soporte.

Ni mis amigos ni mi familia sabían que nuestra relación se estaba quebrando como una frágil porcelana. O debo corregir. Tú la estabas tirando a la basura como si nada.

El decirles por lo que estaba pasando sería arruinar la imagen impecable que ellos tenían de tí. No deseaba eso.

Así que era yo solo, contra mi estabilidad emocional.

Esa misma noche mientras intentaba justificar tu accionar con aquella respuesta, mi teléfono se iluminó en medio de la penumbre.

Mi corazón comenzó a latir desenfrenado, y todos mis sentidos se activaron al ver que era la primera llamada tuya después de casi dos meses.

— ¿Mimi...?

Fue lo primero que escuché al deslizar el botón verde, y pegar el aparato en mi oído.

Tenía tantas ganas de maldecirte y mandarte al demonio, pero al parecer mi cuerpo te extrañaba tanto que solo se dejó llevar...

—¿Kook...?

—¿Cómo estás bebé?

Sonreí ante el apodo. Limpie mis lágrimas, y me senté en la cama...

— ¿Todo bien Kook? Parece que haz estado muy ocupado.

— Uff ni te imaginas...— escuché un profundo suspiro al otro lado del teléfono— pero no te llame para eso cariño. Quería pedirte perdón, supongo que viste la entrevista.

Cómo negarlo. Mi situación emocional estaba en una balanza gracias a tí. Mentir solo iba a empeorar todo.

— Sí...— fue lo único que logre decir, pues otro nudo se me iba formando en la garganta resistiendo las ganas de llorar.

— Lo siento bebé, mi mánager horas antes me obligo a dar esa respuesta. Aunque me negué el de alguna manera me manipuló, me dijo que una vez famoso, mi vida ya no sería privada.

Tu tono se escuchaba sincero y algo apagado, quizás es por eso que llegué a creerte, e incluso eliminar falsos escenarios de mi cabeza.

— Está bien Kook, no te preocupes. Te entiendo.

— Muchas gracias mi amor. Te prometo que una vez estemos casados, todo saldrá a la luz...

Falsas promesas que nunca llegaron. Tus palabras no tuvieron valor alguno. Me sigo cuestionando como una persona puede "prometer" con tanta facilidad. Y como una persona tan tonta como yo, puede creerlo.

Un mes después y el día antes de nuestra boda, viajaste desde Estados Unidos interrumpiendo tu gira, solamente para estar conmigo.

Sí, hasta ese momento este estúpido seguía creyendo en tí. Estaba lleno de ilusiones en como sería nuestra vida después de casados. Yo deseaba adoptar dos niños y otro cachorro. Mi corazón saltaba de alegría al imaginar una escena en donde tu le cantabas a nuestros pequeños con tu melodiosa voz, aquella que me enamoraba cada vez más en cuanto la escuchaba.

La palabra idiota me queda corta. Yo mismo destruí el castillo de arena que tanto me costó levantar. Llegue a creer que el simple hecho de viajar miles de kilómetros para solamente estar conmigo y casarnos, tu amor era tan grande como el mío.

Me aferre a tí hasta lo último...

Gozamos la noche en una hermosa cena en el hotel más hermoso de la ciudad. Hicimos el amor en la piscina de nuestra habitación, y culminamos en la cama como un par de enamorados. Disfrutando nuestra última noche como hombres solteros.

Apenas y pude dormir ante la emoción. En unas horas te llamaría "esposo".

La mañana finalmente llegó, y extrañamente no estabas a mi lado.

Me coloque mi bata de baño, y comencé a buscarte para darte los buenos días y despedirme de tí. Debías ir con tu familia a prepararte, y la mía estaba a punto de llegar.

"Además, de que ver al novio vestido antes de la boda, es de muy mala suerte"

Que estupidez. Antes o después, igual tuve mala suerte.

Encontré una tarjeta blanca junto a mi traje, y sonreí ilusionado al leer como me explicabas que no me habías despertado ya que parecía un bello Ángel durmiendo. Que aún así te despediste con un dulce beso en mis labios, y que no podías esperar ni un minuto más para reclamarme definitivamente como tuyo.

"Nos vemos en unas horas esposo mío"

Fueron tus últimas palabras...

Olfatee el papel y aún se mantenía tu aroma en él. Observe tu delicada ortografía y nuevamente sonreí sin saber que "en unas horas" mi jodido mundo de amor y caramelo se vendría abajo.

Me observé en el espejo una vez estuve listo, y me sorprendí al notar lo hermoso que había quedado. Mi traje era blanco y de una tela satín. Mi cabello rubio se encontraba peinado hacia atrás, con una bella corona de flores blancas. En el rostro no había mucho maquillaje, apenas un poco de sombra en los párpados, en las mejillas un leve rubor, y mis labios brillosos y muy rojos.

Quería enamorarte mucho más, que vieras lo hermoso que me puse solo para tí, y sobre todo, que no te decepcionaras al ver todo lo que preparé yo solo para nuestra boda.

— Estás hermoso Chim, Jeon quedará mucho más colgado cuando te vea...— dijo mi mejor amigo Taehyung mientras apoyaba su cabeza en uno de mis hombros, y me observaba a través ves del espejo.

— Es cierto. Me costó nueve meses crear esa belleza, y quien piense lo contrario puede irse al infierno.

Me carcajee ante las palabras de mi madre, quien no paraba de comer dulces intentando apaciguar los nervios.

— ¿Listo...? — me preguntó mi papá, bridandome su brazo.

— Con ustedes, siempre.

Mis últimos segundos de felicidad. Mis últimos segundos de ilusión. De imaginarme una vida contigo.

Mi teléfono vibró en el colchón. Libere el brazo de mi padre, y casi corriendo me dirigí hacia él, con una tonta sonrisa que pronto dejaría de existir.

— Nos veremos en unos minutos tonto. ¿Para qué me llamas?— cuestione en tono juguetón.

— No puedo hacerlo...

Inmediatamente elimine cualquier señal de diversión...

— ¿Cómo dices?

— Lo siento Mimi. Lo estuve pensando, y no me puedo casar contigo.

Una presión en el pecho no me dejó respirar de momento, en tanto un fuerte mareo casi me hace caer. Si no fuera por mi padre y mi mejor amigo que me sostuvieron, hubiera aterrizado de rodillas.

— ¿De qué estás hablando Jungkook? Dime que esto es una maldita broma por favor, porque de ser así no es gracioso.

— No Mimi, lo siento tanto. El casarme contigo puede traerme mucho problemas para mi carrera. Mis fans no estarán contentos, y es muy posible que anulen mi contrato.

— Kook, pero ¿Por qué no me lo dijiste antes...?

— Porque no quería desilucionarte. Estabas tan entusiasmado con los preparativos. Se que soy un cobarde, pero no era capaz de mirarte a los ojos, por eso no me aparecí en ese tiempo.

— ¿Qué...? — mi tono de voz cada se escuchaba más bajo, y más roto. Hasta ese punto estaba temblando y a punto de llorar.

— Y lo cancelas todo un día antes. Me viste haciendo el papel de estúpido todos esos meses junto a mi familia, y no tuviste el valor para hablar conmigo y posponer todo...

Te juro que te iba a entender. Priorizar tu carrera antes que una boda.

— Lo siento mucho Mimi, de verdad. Espero y algún día puedas perdonarme, y quedar como buenos amigos...

Y colgaste...

Así de simple.

Destruiste mi mundo, mis ilusiones, mi vida, mi inocencia, mis estúpidas fantasías. Destruiste mi corazón.

Lo tenías entre tus manos, lo cuidaste por un tiempo, y luego...

Solo colgaste...

Lo único que recuerdo de esa mañana, es que me desmaye en brazos de mi padre luego de llorar y gritar por varios minutos.
Una de las crisis más fuertes que he tenido. Apenas podía respirar.

Tuvieron que llamar a una ambulancia, y lo que sería el día más feliz e importante de mi vida, se convirtió en un calvario. Tanto para mí, como para mi familia.

Los paramédicos lograron despertarme al cabo de una hora según cuenta mi madre, a quien le bajo la presión al verme por primera vez en aquella situación. 

Miraba a un punto fijo mientras seguía acostado en la cama donde un día antes hicimos el amor. Mis lágrimas no tenían planeado detenerse. Mi garganta dolía, mis labios secos. El dolor intenso en mi pecho. El cuerpo adormecido.

Apenas y podía escuchar lo que estaban hablando a mi alrededor, pues las voces se escuchaban lejanas. Veía a todos caminar de un lado a otro.

Mi padre furioso, mi mamá llorando y mirándome con lástima. Tae se encontraba con mi teléfono, al parecer cancelando todo lo que planee durante medio año.

Todos los recuerdo bonitos se juntaban. La relación perfecta que mantuvimos durante casi cuatro años.

Aun no podía creer que definitivamente te perdí. Al amor de mi vida, el chico lindo y coqueto que me atrapo en tan solo una noche, al mirarme con esos ojos tan hermosos.

Cerré mis párpados liberando más de las lágrimas, que hasta ese momento, ya se encontraban cálidas al entrar en contacto con mis mejillas. Mi garganta me ardía y apenas podía tragar por el fuerte dolor. Mi estómago era un desastre gracias a mis emociones.

— Chim...

El toque de mi mejor amigo me hizo despertar de mi ensoñacion. Lo observe, y pude notar como su mirada se deshizo al sentir mi dolor.

— Jeon está abajo. Me acaba de llamar. Dice que quiere hablar contigo...

No espere ni un segundo más, y sin notar que estaba descalza, y con el rostro hecho un desastre, salte de la cama y salí de la habitación.

Sin escuchar los gritos de mi familia, sin querer detenerme.

En ese momento mi cuerpo era guiado por el dolor y la incertidumbre de mi corazón.

Salí a recepción y te encontre afuera del hotel. Apoyado en tu auto y llamando la atención de las personas a tu alrededor.

No se en que momento llegué a tí, ni siquiera logre escuchar del todo cuando me dijiste que te arrepentias de tus palabras, y que si querías casarte conmigo, que solo estabas confundido...

Mi mano actuó por si sola, y esta vez mi cerebro era el que había tomado el control. Te abofetee tan fuerte, que tu rostro se giró hacia el otro lado, y casi caes cerca de tu auto.

— ¿Cómo te atreves?

— Mimi...

— Me llamas horas antes de casarnos, diciéndome que te dió lástima al verme tan emocionado preparando todo y que por eso no apareciste en dos meses. Y ahora vienes como si nada, inseguro de lo que vas hacer ¿Siquiera me amas?

— Lo siento mucho Mimi...

— ¿Cómo te atreves?— siempre odie la violencia, pero en ese momento el empujarte como lo hice, se sintió tan bien...— te di mi corazón, y solo lo destruiste.

El viento helado movía mis hebras y apenas podía sentir el frío. No traía mi saco. Mi camisa abierta con tres botones sin abrochar, y para sumar, sin zapatos.

Era un jodido desastre...

Llore con sentimiento mientras un jadeo de dolor se escaba de mis labios. Otras crisis se avecinaba.

Dijiste que no querías que lo nuestro se supiera. Pero ahora estábamos rodeados de personas que grababan todo, e incluso paparazzis que al parecer te estaban siguiendo camino hacia el hotel.

No podía sostenerme, y Tae vino a mi rescate. Me abrazo con fuerza en tanto me consolaba como podía. Yo estaba muy mal.

— ¿Mi amor...?

— ¡No!— gritó mi mejor amigo al ver que intentaste acercarte— No te acerques más a él...

Y fue lo último que supe de tí antes de ser llevado nuevamente hacia mi suit. Esa misma tarde me fuí a vivir con mis padres mientras Tae iba por mi ropa y por Bam. No podía estar ni un minuto más en donde en cada rincón, tus recuerdo se adherían.

Creí que aquello sería lo último con lo que tendría que lidiar. Pero como si mi dolor y mi depresión no fueran suficientes, tuve que enfrentarme a una ola de fans muy enojadas.

Mi única salida y que me mantenía aunque sea unas horas alejado de toda mi agonía, era trabajar en mi clínica haciendo lo que más me gusta. Pero, al parecer aquello iba a durar poco...

Salí temprano ese día. Debía acompañar a mi madre para visitar a mis abuelos, cuando me vi retenido por una multitud de jovencitas se encontraban afuera con huevos, tomates, globos de agua, y harina...

Siquiera me dio tiempo de hablar. En mi cabello impacto el primer huevo...

Baje la mirada, mientras cerraba los ojos esperando lo que se estaba por venir.

¿Que clase de Karma estaba pagando?

— Esto es por nuestro Kookie pedazo de zorra...

Inmediatamente en mi cuerpo se comenzaron a estrellar los primeros tomates y globos con agua, seguidamente de la harina y los huevos podridos. Me dolía todo, y el ardor en mi piel era insoportable.

Mi corazón que ya de por sí estaba destruido y hecho pedazos, tuvo que lidiar con aquello. Mis lágrimas y sollozos escapaban en cantidad. Mis manos entrelazadas por debajo de mi cadera, junto a mi mirada que no se despegaba del suelo.

Quería que aquello acabara, que me hicieran algo para acabar finalmente con ese dolor que me estaba consumiendo.

Los vecinos al ver aquella situación inmediatamente intervinieron, en tanto otros llamaban a la policía.

Yo quedé hecho un desastre. Física y sentimentalmente. Por mi labio descendía un poco de sangre que al parecer se había roto. Mis pómulos hinchados y rojos, cubiertos de mucha harina. Uno de mis ojos quedo inflamado, y mi cuerpo marcado de pies a cabeza.

Quedé internado por cinco días...

Días en lo que no dije ni una sola palabra. Lloraba en silencio cubriendo mi boca para no hacer ningún ruido y despertar a mi pobre progenitora.

Las noches se volvieron un infierno gracias a mis crisis. Vomitaba lo que comía, y apenas podía tragar. Mi cuerpo estaba en mi contra.

Se supone que en ese entonces debía estar casado, y viviendo una vida feliz. En cambio, solo deseaba acabar con mi vida.

Gracias a un excelente psiquiatra que conocía mi padre, pude sobrellevarlo un poco mejor. Aunque el dolor seguía allí, así como también los recuerdos.

No fuiste capaz siquiera de protegerme, de dar una entrevista para explicar todo lo que la prensa se inventó.

Mi veterinaria quedó destrozada y llena de grafitis. Me ví en la obligación de cerrarla, y olvidarme por un tiempo de ejercer mi carrera.

Yo quedé como el culpable ante todos, y tu seguías viviendo tu vida como si nada. Quien perdió todo fui yo. Mi autoestima quedó por el suelo.

Actualmente me veo en la obligación de odiarte. Aunque en el pasado fue imposible, es la única manera de escapar de mi dolor.

Odiarte...

Odiar tu cobardía, tu inmadurez. Aceptar que no me amaste como yo lo hice. Que no estuviste dispuesto a enfrentar todo junto a mí.

Aquí dejo todo lo que en algún momento llegue a sentir por tí. Ese amor tan ingenuo y tierno, quedará atrapado en esta carta, porque ahora sólo buscaré motivos para odiarte, hasta lograr superar todo.

Compuse una canción en mi momento más vulnerable, e incluso, podrás ver cómo la tinta se encuentra esparcida en algunos lugares del papel. Señal del dolor con el que decidí dejar todo, por mi salud mental.

Espero logres encontrar la felicidad que yo no pude darte, así como también la dicha de sentirte completo...

Te amé Jeon Jungkook, pero ahora te odio. Me creare una vida lejos del país, en donde alguna vez fuí feliz...

Adiós...

Hate You.

Quisiera que me hubieras traicionado
I wish you went behind my back.

Y me hubieras contado mentiras y cosas así.
And told me lies and stuff like that.

Quisiera que hubieras besado a alguien que conozco.
I wish you kissed someone I know.

Y hecho lo imperdonable.
And did the unforgivable.

Tal vez odiarte sea la única forma de evitar el dolor.
Maybe hatin' you's the only way it doesn't hurt.

Así que voy a odiarte, voy a odiarte.
So I'm gonna hate you, I'm gonna hate you.

Voy a pintarte como el villanobque nunca fuiste.
Paint you like the villain that you never were.

Voy a culparte por cosas que no haces.
I'm gonna blame you for things that you don't do.

Odiarte es la única forma de evitar el dolor.

No éramos perfectos, pero estábamos cerca.
We weren't perfect, but we came close.

Hasta que puse todas nuestras penas bajo el microscopio.
Until I put all of our pain under the microscope.

Y todavía no puedo enfrentarlo.
And I still can't face it.

Todavía estoy enamorado, si eso sirve de consuelo.
I'm still in love, for what it's worth.

Tal vez odiarte sea la única forma de evitar el dolor.
Maybe hatin' you's the only way it doesn't hurt.

Así que voy a odiarte, voy a odiarte
So I'm gonna hate you, I'm gonna hate you.

Voy a pintarte como el villano que nunca fuiste.
Paint you like the villain that you never were.

Voy a culparte por cosas que no haces.
I'm gonna blame you for things that you don't do.

Odiarte es la única forma de evitar el dolor.
Hating you's the only way it doesn't hurt.

Uh, uh, uh, uh-uh
Ooh, ooh, ooh, ooh-ooh

Uh, uh-uh, uh-uh
Ooh, ooh-ooh, ooh-ooh

No es la verdad.
It's not the truth.

No es la solución.
It's not the cure.

Pero odiarte es la única forma de evitar el dolor.
But hatin' you's the only way it doesn't hurt.


Contexto:

(Hate You- Jungkook)

La letra revela la lucha interna de una persona que desea encontrar una razón para odiar a su expareja, con la esperanza de que este sentimiento le ayude a superar la ruptura. El protagonista de la canción desea que su antiguo amor cometa errores graves, como la traición o la mentira, para justificar su odio.

Escogí esta canción porque el sentimiento que nuestro golden Maknae le puso al interpretarla es realmente hermoso. Su voz tan suave y dulce, queda perfecta. Y si ya viviste un desamor, te sentirás conectada con esta.

Por eso la escogí💖

💔💔

Experiencia:

Aunque ya las tengo mal acostumbradas con mis historias de smutt y románticas 😑 desde hace mucho deseaba crear una historia triste, y con algo de drama.

Aunque debo admitir que mi especialidad no son las tramas intensas, ya que no me gusta leerlas, y tampoco escribirlas. No obstante quise hacer una excepción esta vez. Hacer algo diferente.

Ya tengo una historia de angustia, pero no es de Kookmin. Quizás no sea la última que escriba, no lo sé.

Espero les guste, y no me aniquilen. Un beso para ustedes😊❤️

















































































Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro