Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 19.

Taehyung se mantuvo con su mirada sumergida en el rostro del beta, anonadado por la manera en que las facciones del azabache deslumbraban por la luz reflejada a través de la ventana de su habitación. El omega aún se encontraba sin creer posible que estuvieran compartiendo un mismo espacio, inclusive estar compartiendo su propia cama, pero tampoco deseaba que terminara ese momento. 

El omega se había encargado de convencerlo de curar los rasguños que adornaban su rostro y la herida sobre su labio, pero para ello tenían que ir a su casa para aplicar los ungüentos que su abuela guardaba. Jungkook no había estado seguro de aceptar, pero al final terminó siendo arrastrado por el rubio sin poder objetar ante ello. 

Ahora, mientras se encontraban en la comodidad de la habitación del omega, el azabache se sentía que no podía respirar adecuadamente al asentarse la realidad. Ni en un millón de años podría haber imaginado estar en esa situación, ¿Estar en la habitación de Taehyung, y además estar acostados uno frente al otro? Sí, Jungkook se reiría tanto porque jamás podría pasar. 

Claramente si estaba pasando. 

Jungkook se atrevió a levantar la mirada, encontrándose con los ojos del rubio que parecían estar prestándole demasiada atención. Un ligero rubor se tornó sobre sus mejillas, pero no desistió ante el intercambio de miradas, manteniendo el contacto  el tiempo suficiente para también hacer ruborizar al omega. 

—¿Cómo se siente tu labio? ¿Aún duele?—Cuestionó en un tono bajo, como si temiera romper la tranquilidad del lugar. 

—Está mejor, gracias por el ungüento.—Murmuró, con una pequeña sonrisa surcando de sus labios. 

—Me alegro poder ayudar.—Con una pregunta surgiendo en sus pensamientos, se mordió el interior de la mejilla pensando si sería buena idea lanzarla, pero tampoco quería quedarse con esa duda.—Jungkook, si Jaewoo sigue molestándote hasta lograr que salgas del equipo, ¿Qué harás al respecto con ello? 

—No puedo hacer nada, él siempre tendrá la razón sin importar si sea verdad o no, su jerarquía está muy por encima de la mía.—Contestó, soltando un suspiro resignado. 

Desde que entró en el equipo se encontraba esa posibilidad en su mente, Jaewoon no solo era el capitán del equipo, sino su jerarquía imponía tanto que no tenía ninguna forma de combatir lo que el alfa decía en contra suya. 

—Las jerarquías se pueden ir al carajo.—El omega murmuró, haciendo reír por lo bajo al beta. 

—No pensé que fueran algo que en verdad te trajera problemas. 

—Por supuesto que traen problemas, los alfas son los únicos beneficiados de esto.—Frunciendo la frente, bajó la mirada.—Jaewoo no era así, cuando recién lo comencé a tratar era amable, inclusive simpático. 

—¿Desde hace cuánto lo conoces? 

—Casi desde el jardín de niños, vivíamos en el mismo vecindario y nuestros padres solían congeniar en algunas reuniones, por lo que fue con el tiempo en que nos conocimos. Fue en séptimo año en que compartimos salón y todo fue bien, pero tan pronto como llegamos a la edad de descubrir nuestra jerarquía y él supo que su casta fue alfa, solo pareció pensar la idea de que algo podría surgir, como si fuera el destino. Cuando se enteró de mi casta, él insistió mucho en que éramos una pareja destinada, que nuestras vidas estaban destinadas a entrelazarse, pero mi lobo jamás lo sintió de esa manera y siempre lo rechazó, algo que no pareció entender. 

—¿Ustedes realmente pueden sentir el estar entrelazados con otro lobo?—El beta cuestionó con cierta fascinación, y en el interior con algo de envidia por ese conocimiento. 

Asintió.—Cada uno de nosotros tiene una pareja destinada, nuestro lobo es quien nos avisa cuando lo conocemos. Jaewoo insistía que eso pasaba conmigo, pero no lo sentí de igual manera hacia él, lo que no pareció gustarle y simplemente comenzó a mentir de que éramos pareja porque así lo decidió el destino, cosa que no es cierto. 

—¿Jamás has sentido eso de conocer a tu pareja destinada?—Por supuesto que no quería conocer una respuesta que dañara sus sentimientos, pero tampoco podía quedarse con esa duda. 

Mordiendo su labio, Taehyung creyó que podría ser sincero en ese momento.—Mi lobo y yo hemos estado enamorados de una sola persona desde hace tiempo atrás. 

—Oh, ¿En verdad?—Tragando en seco, apartó la mirada. 

—Sí, realmente han pasado muchos años y aún me sigue gustando, pero nada ha pasado.—Explicó, una sonrisa tratando de escapar de sus labios. 

Taehyung observó la manera en que el beta pareció sumergirse en sus propios pensamientos, ¿Realmente no captaba el mensaje detrás de sus palabras? Podría sentirse herido, pero solo estaba divirtiéndose con ello. A pesar de haberse declarado, tal parecía que el azabache aún estaba siendo despistado con algunos detalles de sus confesiones. 

—Él es un buen chico, pero en ocasiones logra desesperarme, como en estos momentos porque parece ser que no está comprendiendo mis palabras.—Susurró, tomando asiento sobre la cama. 

—¿En estos momentos? 

—Jeon Jungkook, eres el beta más despistado que he conocido en toda mi vida, creo que he sido lo suficientemente claro desde tiempo atrás y aún pareces dudar con todo lo que digo. 

El beta se enderezó sobre la cama, ofreciéndole una mirada perplejo ante sus palabras. ¿Cuál era la posibilidad de...? No, no podía ser real, pero tampoco había otra interpretación con ellas. 

—Nunca necesité de ningún alfa, mi lobo simplemente quedó encantado con una persona en particular que tal parece no entender todo lo que digo. Desde el primer año que compartimos salón me gustas, Jungkook, y eso es de hablar antes de que siquiera supiéramos de nuestras castas, ¿Comprendes cuántos años han transcurrido desde entonces? Han sido tantos que ni siquiera puedo imaginar sentir por otra persona cuando todo este tiempo solo te he visto a ti, y me parece tan injusto que nos tomara tanto tiempo hablar porque siento que solo hemos pasado desapercibidos en la vida del otro cuando hemos coincidido en tantos lugares posibles. 

—Taehyung...—Fue interrumpido cuando el omega se acercó tanto a su espacio que sus rodillas rozaron, enviando escalofríos por todo su cuerpo. 

—He pasado tanto tiempo enamorado de ti, que a estas alturas ya no quiero simplemente estar conforme con una interacción o pensar en qué hubiera pasado si fuera honesto desde un principio. Las cosas no se dieron como pensaba cuando aparecieron nuestras castas, y desde entonces solo han sucedido percances de los cuales no tiene sentido mencionar ahora, pero todo lo que hemos pasado en el último tiempo... ¡Nos hemos besado! Y sabes de mis sentimientos, y yo sé también cómo te sientes, ¿Por qué aún así parecemos estancados en la misma forma en que nos conocimos? 

Inclinándose lo suficiente para quedar a la altura de su rostro, el beta pudo captar la manera en que el anhelo se reflejaba en los ojos del omega. Jungkook sintió una ola de emociones inundarlo. Nunca había imaginado que Taehyung, aquel omega por el cual se había mantenido en un enamoramiento de tantos años, había sentido lo mismo. Sin palabras, se inclinó hacia adelante, rompiendo la poca distancia que había entre ellos, y presionó sus labios contra los de Taehyung en un beso suave pero lleno de promesas no dichas.

El beso comenzó lentamente, sus labios explorándose con una delicadeza que hablaba de años de sentimientos reprimidos. Taehyung respondió con igual ternura, sus manos aferrándose a la camisa de Jungkook mientras el beso se profundizaba. Fue un momento de pura conexión, donde ambos pudieron sentir el peso de sus confesiones y la alegría de finalmente compartir sus sentimientos. 

Cuando se separaron, ambos estaban respirando con dificultad, pero sus ojos reflejaban la misma emoción.—Taehyung, dios me siento tan apenado contigo. 

Con una risa divertida, negó.—Hay una manera de remediar esto. 

—¿De qué manera? Te escucho.—La determinación en sus ojos hizo sonreír aún más a Taehyung, enternecido por sus acciones. 

—Nos damos una oportunidad. Nos conocemos aún más, y construimos algo que nos hemos tardado mucho en descubrir, sé que podemos hacerlo. 

Sin balbucear sus palabras, asintió.—Eso me encantaría. 

Se abrazaron, compartiendo un momento de paz y promesas para el futuro. Sabían que no sería fácil, que habría desafíos por delante, pero también sabían que juntos podían enfrentarlos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro