Jungkook caminó hasta el estacionamiento, suponiendo que se vería con Yoongi en el lugar. Durante su trayecto, no pudo negar que sus pensamientos estaban enfocados en el omega y su forma de actuar a su alrededor, desde interferir con la práctica donde lo estaban moliendo, su forma servicial por hacer que comiera algo, hasta el desagradable momento donde Jaewoo apareció y su forma de referirse a él.

Al parecer los chismes corrían demasiado rápido, o no sabría de qué otra forma llamarlo ante los murmullos que se esparcían por los pasillos de la escuela como si de pólvora se tratara, todos enterándose de como Kim Taehyung se encontraba comiendo con otro chico que no fuera Park Jaewoo, el alfa que se había auto coronado como su pareja. 

—Escuché que Jaewoo tuvo que marcar a Taehyung con su aroma para que ese otro chico se apartara de ahí.—El beta escuchó decir eso por parte de una chica, alardeando con su grupo de amigas. 

—Yo escuché que el chico era otro alfa, que por ello Park se sintió amenazado.

—Kim es el omega más bonito y codiciado de la escuela, no me sorprendería si tuviera a más de dos alfas peleando por él. 

—Eso todo lo tenemos claro, pero ¿Cambiar a Park Jaewoo, el jugador estrella, por otro alfa de menor rango? Chico, debes de estar mal de la cabeza. 

—Yo ví que los dos son del equipo de la escuela, así que estarían en el mismo rango.

—Que incómodo será para los del equipo, son todos alfas y resulta que dos están detrás del mismo omega, no puedo esperar para verlos en el siguiente partido. 

—Pero, ¿No todos los del equipo son como subordinados de Park? ¿Por qué faltarle el respeto con su omega? 

—Hubo convocatoria para nuevos miembros al equipo de fútbol, supongo que fue uno de los nuevos miembros que se atrevió a ello.

—¡Que valor! Lo conoceremos en el próximo partido.—Las tres chicas caminaron por el estacionamiento, sin estar conscientes del beta que escuchó todo su parloteo. 

Lo último que había esperado era formar un escándalo por algo tan simple. Lo único bueno que sentía en ese momento era que lo estaban confundiendo como si fuera un alfa, por lo que los ojos curiosos estarían lejos de él hasta su primer partido jugado. De igual manera, consideró por un momento si seguir en el equipo sería una buena idea, ¿Por qué pensó siquiera que sería buena idea aplicar? Debió de seguir buscando más actividades que no implicaran alfas revoltosos, chismes y diretes por parte de la comunidad estudiantil y simplemente terminar el año escolar sin dramas innecesarios. 

Se detuvo para sentarse debajo de un árbol, percatándose que su amigo aún no había llegado a su encuentro. Pasó una mano por su cuello, sintiendo como sus extremidades comenzaban a tener un leve ardor por la fuerza ejercida en la mañana con el entrenamiento, deseando poder llegar a casa y descansar tanto como pudiera. 

No tuvo que esperar mucho cuando el beta apareció en su vista, con el celular entre las manos al tiempo que un mensaje entró al suyo. Alzó los brazos para llamar su atención, saliendo de sus labios un jadeo de dolor ante el movimiento, dejándolos caer sobre su regazo mientras se reponía. 

—Te ves jodido.—Fue lo primero que escuchó decir a Yoongi cuando lo tuvo frente suyo. 

—¿Cómo estás? Yo muy bien, gracias.—Sonriendo de manera sarcástica, se levantó de su lugar con una mueca de dolor.

—¿Cómo te fue en el entrenamiento? 

—Tan bien como lo esperaba, me saldré del equipo.—Comentó, colocándose la mochila sobre su hombro con pesar. 

—¿Por qué?

—Porque son un montón de alfas creyéndose superiores, ¿Sabes de qué trató el entrenamiento? De molerme a golpes, tuve que superar todas sus pruebas porque creyeron que así estaría a su nivel, y si no fuera por Taehyung, seguiría siendo molido allá en el campo.

Yoongi notó el detalle, deteniendo su andar.—¿Qué hizo Taehyung para detenerlos? 

—Mintió de que el entrenador buscaba a Jaewoo, él estaba liderando el entrenamiento y estaba haciendo que todo su equipo me usara como su saco de boxeo. Estaba por tener que lidiar con los pases cuando Taehyung entró al campo, paró el entrenamiento y salimos de ahí, pero igual Park se enteró de su mentira. 

—Primero, que pésimo que compares el boxeo con el fútbol; segundo, ¿A dónde fueron Taehyung y tú?

—A la cafetería, íbamos a comer algo cuando Park llegó.—Explicó, no percatándose de las expresiones de su amigo. 

—¡Fuiste tú! Tú eres el chico del que todos están hablando con quien se le vio Taehyung comiendo, y que por ello Jaewoo parecía cabreado.—Palmeó su espalda con fuerza, sacándole un quejido.—¿Y no pensabas contarme? 

—Te lo estoy contando.—Siseó, recuperando el aire. 

—Sabía que el equipo había sido una buena idea, sino no hubieras tenido la oportunidad de comer con Kim Taehyung, tu amor imposible desde que tenemos memoria.

Jungkook estampó su mano contra la boca del beta, frunciendo la frente.—No lo digas en voz alta. 

—Nadie se sorprendería si tienes al omega como tu amor imposible, todo el mundo lo tiene, es popular.—Se encogió de hombros, restándole importancia. 

—Como sea, me saldré del equipo mejor, estaré solo con el club de lectura.—Comenzó a caminar a la parada de autobuses, dispuesto a llegar a casa pronto. 

—¡No! ¿Acaso no lo ves? Ya capturaste la atención de Kim al estar en el equipo, ¿Que no las veces que han hablado es gracias a que estás en el campo?

—Sí, pero de igual manera nos veremos en el club de lectura, con ello será suficiente. Además, compartimos clase, también puedo acercarme a él en ese tiempo, puedo hacerlo.

—Jungkook, seamos honestos.—Adelantándose para quedar frente suyo, detuvieron su andar.—Tuviste demasiado tiempo de sobra para hablarle, pero jamás te atreviste a hacerlo. Ahora que estás en el equipo, no solo es para ganar créditos, sino que estás logrando que Kim te note y te hable, él te ha hablado sin necesidad de lucirte más allá de lo necesario o que tú tengas que hablarle, sino que él se ha acercado. Ahora que tienes los dos primeros pasos resueltos, ¿Estás dispuesto a dejarlo y pensar que puedes por otro medio captar su atención? 

El beta balbuceó, queriendo contestarle que sí, que él podría de otra manera que no tuviera que ver con el equipo, pero ninguna respuesta salió de sus labios. 

—Es lo que pensé. Aún tienes el resto del día y mañana temprano para reconsiderarlo, solo piensa que haces esto para poder gustarle a Kim, ahora que lo tienes acercándose, ¿Lo dejarás a la deriva? 

Sin decir más, siguieron caminando hasta la parada, donde Jungkook tuvo un viaje de vuelta a casa con muchas dudas rondando por su cabeza. 

Esperaba que su amigo tuviera razón, y que la decisión que fuera a tomar, que realmente valiera la pena y no tener que arrepentirse en un futuro.