El último año había iniciado, pronto la preparatoria acabaría y la etapa universitaria iniciaría para la mayoría de los estudiantes presentes en el gimnasio, donde la ceremonia de bienvenida se estaba llevando a cabo.

Jungkook giró su rostro para ver como su amigo estaba durmiendo a su costado, con la boca levemente entreabierta y leves ronquidos salían de ella. Mostró una expresión de horror y siguió escaneando a la multitud en las gradas hasta que una característica cabellera rubia le llamó la atención, enfocando su mirada en el bonito omega que reía por algo que la directora de la preparatoria había dicho. El azabache se escuchó a si mismo soltar un suspiro, sonriendo cuando Taehyung también sonreía, el omega lo traía enamorado desde la época de la secundaria.

Nunca habían intercambiado palabras más que saludos de buenos días o miradas disimuladas cuando se encontraban en los pasillos. Habían compartido un par de clases en los últimos años de escuela, pero el azabache jamás se había atrevido a dirigirle la palabra, quedándose quieto en cuanto obtenía la atención del omega.

Y no era para más, no había visto un solo omega tan etéreo como Kim Taehyung, con su cabello rubio y unos bonitos labios de color rosa, unos ojos marrones que le hacían suspirar, una nariz de botón que le provocaba querer besar y unas mejillas que quería morder, tan agraciado como su casta lo podía permitir pero con un caracter encantador y risueño, por dios toda la escuela amaba a Taehyung, ¿Quién no podría hacerlo? Era el chico perfecto.

Solo había un detalle, se trataba del alfa que siempre lo procuraba y el mariscal de campo, Park Jaewoo, el alfa más detestable con el que Jungkook había tratado, si es que se le podía decir así al par de veces que compartieron clases y con verse en los pasillos. Con una actitud arrogante y prepotente, presumía del Omega como si de un premio se tratara, molestándolo cada que lo escuchaba; además de pertenecer al equipo de la escuela, era estimado por todos los estudiantes y directivos de la institución, tenía autoridad dentro y fuera del lugar.

Jungkook se limitó a mostrar una expresión en blanco tan pronto como el alfa se metió en su visión, envolviendo su brazo alrededor de los hombros del rubio. Observó a detalle el encogimiento del omega, tomando distancia de una manera discreta hasta que la directora terminó su discurso, haciendo que los estudiantes se levantaran rápidamente para terminar la bienvenida.

—Recuerden que este es el último año para muchos de ustedes antes de irse a la universidad. Aprovechen de las diferentes actividades que el consejo estudiantil presentará para juntar créditos y cartas de recomendación, es sumamente importante para todos ustedes recolectar tanto como puedan. ¡Que tengan un lindo día! A partir de hoy pueden comenzar a inscribirse, sean todos bienvenidos a este nuevo año escolar.

Yoongi despertó con los aplausos de los demás, tomando lugar de manera rápida a un lado del azabache, aplaudiendo de igual manera mientras se adaptaba a la iluminación del lugar.

—¿De qué me perdí?

—Actividades para sumar créditos y cartas de recomendación, ¿Qué tal te suena eso?—Colgó la mochila sobre su hombro cuando vió como el resto de estudiantes se dirigían a la salida.

—Demasiado aburrido para mi gusto, prefiero saltarme todo ello.

—Buena suerte, no creo que podamos hacer eso este año, no cuando es el último.—Tan pronto como salieron, pudieron visualizar el pasillo atestado de estudiantes que obtenían folletos de las mesas instaladas fuera del gimnasio, promocionando todas las actividades disponibles.

Taehyung se encontraba al costado de una de las mesas, reconociendo rápidamente a su amigo que estaba liderando la promoción. En el cartel se lograba apreciar el "club de lectura", siendo este de las pocas mesas que conseguían reunir a estudiantes. Jungkook no estaba tan familiarizado con la lectura, maldición si podía contar con una sola mano todos los libros que había leído en toda su vida sin contar aquellos que la propia escuela le obligaba a leer. Jamás se consideró bueno en actividades extras más allá de sus estudios o pasatiempos, prefería perder el tiempo en compañía de su mejor amigo o jugando videojuegos, le parecía más agradable.

—El equipo de fútbol está buscando nuevos aspirantes, ya puedo imaginar los requisitos que piden.—Escuchó al beta murmurar, apartando su atención de la mesa hacía donde su amigo se refería.—Ser alfa, venir de una familia llena de alfas, tener el deporte en la sangre y ser un jodido dolor de cabeza todo el tiempo.

—¿También es necesario ser alfa?—Cuestionó divertido el azabache, siguiéndole la corriente.

—Todo lo que tenga que ver con alfas es el indicado para irse al equipo de la escuela.—Siguieron su camino de largo, dejando las mesas detrás suyo.

Al beta no le gustó seguir a su amigo y dejar atrás las actividades escolares, sabía que tarde o temprano tendría que unirse a alguno para poder conseguir sus últimos créditos necesarios para graduarse, pero por el momento no sabía a cuál irse. Mordiendo la parte superior de su pulgar, pensó si hubiera sido buena idea siquiera agarrar un par de folletos.

Luego podría atormentarse con todo ello, ahora tenía que llegar a su primera clase del día.

(...)

Taehyung observó la lista entre sus manos, viendo los pocos estudiantes que se habían inscrito al club para ese ciclo escolar. Era el último año en el cual pertenecería, pero sabía también que si no recolectaba el mínimo de participantes, sería el último año en el que estaría vigente el club.

Dejando la tabla sobre la mesa, pasó sus manos sobre su rostro.—Debemos de reunir a más estudiantes.

—Lo sé, Taehyungie.—Jimin habló a un lado suyo, palmeando su hombro.—Apenas es el primer día, lograremos juntar a más en lo que queda de la semana.

—Tengo la presión encima, de no juntar el mínimo necesario entonces se disolverá, ¿Sabes lo que significa eso?

—Ya no habrá más club de lectura, los fondos se irán a otras actividades y, aunque no nos afectará directamente a nosotros porque es nuestro último año, sí afectará a los demás.—Contestó con una mueca.

—¡Es terrible! Necesitamos llamar la atención de los estudiantes para que se unan.

—¿Y qué podemos decir para llamar su atención? ¿"Únanse al club y obtendrán una cita con Kim Taehyung"?—Tan pronto como lo expulsó en un tono alto, varias miradas se dirigieron hacia ellos, haciendo ruborizar al rubio.

De no ser por lo avergonzado que se sentía, no había pasado por alto el ataque de tos que a cierto beta le había dado a un par de mesas detrás suyo, siendo auxiliado por su mejor amigo.

—Bien, tampoco ofertaremos una cita, pero no sé que podamos decir para llamar su atención.

—Habrá algo por hacer, simplemente es cuestión de tiempo para que la idea se nos venga en mente.—Trató de sonreír con optimismo, alzando su puño.

Probablemente ya había conseguido la atención de un estudiante para unirse al club sin siquiera proponérselo aún.