Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

⚜️ Capítulo 9 ⚜️

💙~Maratón 3/3~💛


9 años antes, Busan.

Jeon se paseaba por la habitación principal de su finca en Busan sin dejar un centímetro cuadrado por abarcar, procesando en que hace tan solo tres horas estuvo a nada de morir, pero entre tanta rabia encontraba paz, gracias a un exquisito aroma a vainilla y proveniente de un omega que dormitaba entre sus sábanas de seda.

Y era cuando se detenía para observarlo.

Nunca imaginó que el portador de semejante delicia para Nochu fuera tan hermoso, de hecho, cuando lo vio en aquel cuartucho por el cual lograron escapar, se quedó sin habla y aturdido por unos segundos. En otras circunstancias le hubiese disparado sin meditar, pero su físico le impactó antes de comprobar que tenía el mismo aroma que tanto le afectó cuando llegó al club. Que ese fue el omega causante de su desconcierto.

Era delgado, de piel blanca como la porcelana, con unos ojos llamativos de color avellana, unos labios gruesos que perfilaban la figura de un perfecto corazón, y un rostro que encajaba de forma excelente con su cabello dorado y sus delicadas facciones. Sin hacer hincapié en que a pesar de su extremada delgadez, el chico poseía curvas en los lugares correctos. Cuando coincidieron en el taquillero no lo notó porque fue muy rápido, pero su lobo hizo de las suyas y aprovechó la situación de su inconsciencia para detallarlo desde la uña del dedo gordo del pies hasta la última hebra rubia de su cabellera cuando estuvo en sus brazos y necesitaba supuestamente acostarlo limpio en su cama.

Sí, obvio que se sintió como un canalla, más cuando se escudó cobardemente en que debía cambiarlo de ropa porque las del omega estaban sucias, no obstante, se contuvo y no lo tocó por mucho que su lobo rogara y él siempre le hiciese caso a su fiel compañero de toda la vida. Lo que en el fondo algo le decía que eso estaba mal, que no era correcto y que ya la cagó por no contener los impulsos salvajes de Nochu. Así que se dignó a mirarlo desde la distancia, como hace ahora, y es que no era una tarea fácil. Jungkook fue educado como un rey, como alguien que se ganó el favor de todos solo por nacer y con la consigna de que nunca se cohibiera de lo que deseara. Lo que el heredero Jeon quería, el heredero tenía y punto, no había pauta para la negociación.

¡Y ahora quería al omega!.

Lo que algo remoto muy incrustado en su pecho se lo impedía y era por eso que luego de quedar ensimismado por lo bien que se veía en la comodidad de su cama, siendo iluminado por la tenue luz de la lámpara de noche, desviaba sus ojos y lo ignoraba; o eso trataba, porque ese patrón se repetía en bucle en el joven alfa desde que retornó a casa con dos omegas.

Jimin, nuestro Jimin.

Así se llamaba... y una sonrisa le nacía al recordarlo.

Era un nombre con gran significado y adecuado para alguien tan bello como él. Le comentaba en silencio a su eufórico animal, quien concordaba plenamente, es más, hasta parecía que entró en un estado de celo raro porque sentía una electricidad recorrer su piel que lo atraía hacia el omega, pero no era excitación como tal. Era algo como encantamiento; y en el instante en que se convencía así mismo de que era una etapa momentánea, rompía la química y retornaba a analizar los hechos de hoy.

No se podía distraer, planeaban matarlo para robarle el trono, como mismo predijo su padre antes de morir y es por eso que debía mantenerse enfocado.

"Jungkook, hijo mío, nunca olvides que entre tantos omegas que conocerás, habrá uno que será tu desgracia, es una maldición en nuestro linaje porque ese poder que nos fue entregado debe tener su equilibrio"

Y esa frase que su padre le repetía continuamente desde que era un niño o escuchó a bocas de su bisabuela, hizo acto de presencia.

Aunque con una parte no estaba de acuerdo, él no creía en mitos ni maldiciones, él todo se lo achacaba a la naturaleza y es que era consciente de que cuando un alfa marcaba a un omega, este se convertía en la causa por la cual respirar y viceversa. Por eso juró en el lecho de muerte de su progenitor que nunca permitiría que el amor entrara a su vida y que evitaría a toda costa a los omegas. Pero, al parecer, Jimin llegó para que se replanteara su juramento y es que cuando lo vio removerse entre las sábanas grises, todo pensamiento en Jungkook se esfumó y al recuperar la razón ya se encontraba a un lado del omega para que sea lo primero en ver una vez despertara.

Jeon tenía presente que Jimin no fue herido, solo que perdió el control. Pues desde que salieron del club hizo un intercambio con Hoseok, le entregó a Mark y él tomó a Jimin con posesión, su aroma le volvía loco y le recordaba a las famosas galletas que le hacía su madre de pequeño, por lo que lo quería cerca, muy cerca de él. Fue en ese instante, en que lograron introducirse a una de sus camionetas, que notó las perlas azules en los orbes de Jimin y supo que estaba frente a su omega, que el humano se había sumergido en su subconsciente. Dedujo que era un mecanismo de defensa ya que su actitud cambió a ser más arisca, pero un gusanillo le empezó a carcomer en la huida.

¿A qué le temía ese chico para darle completo control y autonomía a su lobo?.

Debía confiar mucho en su animal para hacerlo.

«Como tú»

Y eso le gustó porque Nochu tuvo razón.

—¿Tú quién eres? —una voz suave y aguda taladró el silencio de la habitación, consiguiendo que el alfa fijara sus ojos en el portador, pero este rehuyó de su mirada— ¿Dónde estoy? —y preguntó el omega con un evidente sonrojo en sus mejillas que le fascinó a Jeon.

Por unos segundos se quedó admirando su timidez, tanto que le hizo hablar sin pensar.

—Por ahora llámame tu príncipe encantado, omega tonto... —y calló de forma abrupta.

¡Mierda!.

Su madre siempre lo llamó así, su pequeño príncipe encantado, tanto que él terminó creyéndoselo, pero de ahí a que ahora sonara tan cursi había un gran tramo, por lo que gruñó para él y endureció sus facciones. No debía omitir que lo conoció hace nada y para colmo en terreno hostil.

—¡Mírame! —y ordenó con rudeza que hizo saltar al contrario.

—Por favor, no me lastimes... y-yo no... —tartamudeó el rubio con temor e incapaz de sostenerle la mirada.

Los ojos del alfa eran hermosos, sin embargo, un atisbo de oscuridad resaltaban en aquellos redondos luceros y hacían temblar a cualquiera. Jimin no era la excepción.

—Todo dependerá de ti.

—¿Qué? —y el estado de nerviosismo en el omega incrementó hasta picar con fuerza en el desarrollado olfato de Jeon.

—Mientras seas honesto no debes temer —respondió el alfa con la intención de calmarlo, sus mejillas estaban encendidas haciéndolo lucir más adorable, pero su aroma aunque se volvió más dulce, alteró a su lobo.

No le gustaba la sensación que le provocó ese omega con su miedo, ya que un instinto de protección conllevó a que Nochu gruñera y arañara para salir, sin importarle su pedido silencioso de que se mantuviera al margen. La primera bandera roja para Jungkook, su lobo y el siempre tuvieron una excelente comunicación desde su despertar, y ahora era como si lo estuviera retando en su interior. Se sentía en llamas y enojado.

—¿Qué hacías en Face, omega? —y volvió a cuestionar sacudiendo sus pensamientos.

—Trabajo ahí, soy mesero.

—¿Solamente mesero?.

—Sí —respondió el omega de forma contundente, no le agradó la sugerencia en su tono— ¿Qué insinúas? —y no sabe de donde le nació el valor, pero le reclamó al alfa.

Jeon iba a hablar, iba aprovechar la situación pues tenía conocimiento de que el club era el antro de la más sucia lujuria en Busan; y le divirtió el giro en la actitud del omega. Lo que dos toques en la puerta lo interrumpió y lo hizo levantarse del filo del colchón en el cual hace rato se sentó de forma involuntaria, sin darse cuenta, pues ahí estaba más cerca del rubio.

Y la plática con el guapo chico llegó a su fin.

—Jeon, —la figura de su amigo Kim traspasó el umbral dándole un golpe de realidad.

—Tae... —saltó lejos del omega y recompuso rápido su aura déspota— ¿Qué pasó? —y demandó al notar que su segundo recién nombrado se quedó en silencio por observar al omega que tenía en su cama.

—Ohh, Wang ya avisó que estaba de camino hacia aquí.

—Perfecto —dijo colocándose de frente a Taehyung e impidiendo que sus ojos captaran a Jimin.

¡Solo él debía admirar su belleza!.

Aunque muy en el fondo comprendía cual era la curiosidad de sus empleados y conocidos, ya que el heredero Jeon alejaba a los omegas de su radar. Y ahora no solo tenía a dos en su finca, sino que uno de ellos, el qué olía a vainilla, lo llevó directamente a su cama cargado en brazos y no lo había dejado solo ni por un instante.

—Informa al anillo de seguridad que avisen de su llegada y que no lo dejen pasar sin antes hacerle una exhaustiva revisión o comprobar si vino solo.

—Enseguida, Jeon —y Taehyung reverenció para desaparecer, no sin antes volver a mirar a Jimin.

Y es que no lo pueden culpar, le daba gracias como su mejor amigo había activado su modo territorial de macho alfa dominante. Hasta creyó que lo mordería o que lo escuchó gruñir por lo bajo cuando salió de la habitación, y eso era un comportamiento nuevo en Jungkook. No obstante, el silencio que abarcó a la estancia luego de la partida de Kim, no ayudó al ambiente que habían creado juntos. Jimin tuvo más miedo, y Jeon intensificó su dominio.

—Vamos a ver que negociación me trae tu jefe —musitó Jeon lo suficientemente fuerte para que el omega levantara la mirada— Pronto nos volveremos a ver, Jimin, te lo prometo —y sin permitir que el rubio asentara esas palabras en su mente, dio media vuelta para seguir los pasos de Taehyung.

Jeon no debía perder el foco, y era evidente que Jimin era una gran distracción. Así que no se arrepintió, dejó la habitación principal y recorrió el corredor que lo llevaba hasta su despacho, donde estaba el omega que intentaron hacerle creer que era un beta, Mark Tuan. Ahí esperaría al alfa Jackson, quien probablemente no salga vivo de su finca por colaborar en un atentado contra él, aunque le dará la oportunidad de redimirse porque al final lo ayudó a escapar ileso. Y desgraciadamente también necesitaba al jefe del pequeño clan Wang.

Busan siempre fue la ciudad principal para los negocios familiares, ahí fue donde su tatarabuelo se asentó al liberarse del yugo esclavista japonés. El señor Jeon Seung I —según la historia que conoce Jungkook—, fue raptado de su madre patria a los 10 años y esclavizado por el imperio japonés unos años antes de que Corea fuera declarada territorio de este, lo que desde pequeño sobresalió por su fuerte casta que antes era más común ver y a sus dieciséis años fue subastado al gran Makoto el tuerto, quien decía ser un comerciante, pero en realidad era el pirata que gobernó el mar de Japón por casi medio siglo y de quien aprendió mucho. Logrando así su libertad cinco años después como su mentor le prometió, que aunque le sirvió durante otros cinco por gratitud y la necesidad de recaudar fondos, decidió separarse de la tripulación del tuerto y comenzar su propio negocio de contrabando, aprovechando la estratégica ubicación de Busan y convirtiéndola en su sede.

El inicio de un mundo oscuro y criminal para los Jeon.

Aunque fue su mejor decisión, dos años después de su retiro como pirata, la tripulación del tuerto fue capturada y enviada a la horca sin excepción de ninguno. Desde entonces su familia ejerció gran poder en las costas sureñas de Corea, concentrados en expandirse tanto en territorio como en descendencia mientras blanqueaban capitales, lo que en cada futura generación que llegó se les hizo más difícil mantener la fórmula de Seung. Las épocas cambiaban, la competencia crecía y las traiciones llegaron hasta los que compartían la misma sangre, por lo que empezó hacerse cotidiano que cada vez hubiese menos genes dominantes en los Jeon y que al final el más fuerte ganara.

No obstante, su padre tuvo una idea que para Jungkook fue a causa de su temprana desestabilización mental, y eso fue mantener en anonimato a su único heredero para que fuera su carta maestra. Por lo que ahora todos creen que es débil y le quieren arrebatar el legado que por más de un siglo han enorgullecido a los Jeon. Todo empezó cuando él apenas tenía cinco años y sus padres decidieron separarse por mutuo acuerdo, lo que provocó su gran despertar como alfa lupus, pese a que Jeon Gong Yoo siempre dedujo que su hijo sería uno. Pero fue cuando lo comenzaron a esconder y a preparar como el próximo sucesor del clan. Causa por la que todos aquellos que le juraron lealtad a su abuelo y luego a su padre, creen que él no es un legítimo Jeon de pura sangre por un rumor que surgió a causa del divorcio de sus progenitores. En el cual acusaban a su madre de infiel, motivos que no fueron infundados de la nada, pero que de cierto modo fueron tergiversados; y que Gong Yoo avergonzado había exiliado a su supuesto heredero.

Y ahora querían darle un golpe de estado.

¡Ilusos!.

Principalmente los Lee quienes controlan Busan en representación del clan regente, de los Jeon, que orquestados por el alfa Lee MinHo se revelaron no aceptándolo como su líder y ahora lo querían matar, además de alentar a que otros lugartenientes siguieran sus pasos, creando un complot contra él. Pero lo que no saben es que Jeon Jungkook salió peor que su padre, que antes de aprender a leer y a escribir correctamente, ya te desarmaba un arma y que desde que quedó aislado del mundo, fue entrenado para ser un líder feroz, con más inteligencia y fuerza que Gong Yoo, con unas barreras de hierros rodeando su corazón para que no tuviera clemencia con nada y no cometiera los mismos errores que su antecesor.

Además, él no ascendió a la cima con la muerte de su padre hace un año, no, él dirigía la organización desde las sombras prácticamente desde que cumplió sus dieciocho. Pues no sabe con exactitud que secreto tienen sus progenitores, pero Gong Yoo se resguardó en una terrible depresión de un momento a otro en su adolescencia y la locura se hizo habitual en su comportamiento, por lo que fue entregándole poco a poco las riendas del control a su hijo en lo que perdía las ganas de vivir hasta que una sobredosis se lo terminó de llevar. Motivo por el que Jungkook llevaba años estudiando a su entorno, conociendo quien es leal, un recurso o un estorbo; y ahora llegó el momento de limpiar para empezar su era dorada como el rey de la mafia coreana. La cual jugaba a la par de grandes ligas como la japonesa y por lo que eran rivales desde tiempos lejanos. No obstante, el joven alfa quería lograr lo que otros de sus antepasados no pudieron; y es terminar con esa enemistad creada por el dominio y la competencia entre los Jeon y los Yakuzas, ambos dueños del continente asiático.

¡El nuevo rey ya estaba preparado para revelar su rostro al mundo y hacer historia a sus cortos 22 años!.

Con ese pensamiento calmó a su lobo, oscureció sus facciones, mentalizándose para comenzar su juego frente a la puerta de su estudio en la finca, y borró cualquier extraña emoción que le provocó Jimin antes de entrar de golpe, asustando a Mark.

—Jeon —el omega en cuestión pese a estar preso del pánico dejó su asiento para enfrentar al alfa— ¿Y Jimin, qué has hecho con él? —y reclamó.

—¡Siéntate! —ordenó la voz de la persona que los acompañaba, la de Hoseok, y quien había vigilado a Mark desde que abandonaron el bar.

No obstante, solo bastó una mirada de parte de Jeon y que intensificara su aroma para que el omega bajara la cabeza mostrando sumisión y retornara a su asiento, un cómodo sofá al costado izquierdo de la puerta y frente a su escritorio.

—Así me gusta más —comentó con superioridad en lo que caminaba hacia la licorera de roble que adornaba su despacho a juego con el librero, allí todo era de una exquisita madera con tapiz de gamuza roja.

El silencio se adueñó de la estancia, donde lo único que se escuchaba eran los hielos chocar contra el vaso en manos de Jeon mientras se preparaba un whiskey y la respiración calmada del omega Jung, ya que Mark contenía el aliento.

—No se como osas reclamarme algo luego de lo que tu alfa y tú tramaron hoy, después de que deshonrosamente me vendieran a los Lee.

Y al cabo de un minuto, esa frase melodiosa y potente se merodeó entre las paredes, provocando que Mark temblara.

—Por favor, señor, no tuvimos opción —musitó en un ruego sollozado el omega en cuestión, no aguantando la presión y quebrándose.

—Ohh... —se burló el alfa— Viste Hoseok, ahora vuelvo a ser el señor —y el nombrado carcajeó.

—Pobrecito, Jeon, deberías dejar que te siga suplicando —expresó Jung con sarcasmo.

No van a negar que estas bromas ayudaban a aligerar el ambiente, pues hoy se la vieron un poco en aprietos. Desde que Jeon puso un pies en el club, intuyó que las cosas no le iban salir como quería. Todo en Face le gritaba a traición, sin embargo, la actitud altanera que demandó Jackson fue lo que se lo confirmó y es que cuando lo atendió en su oficina hace tres horas atrás, le restó relevancia y respeto a su figura que tan siquiera lo quiso oír o revisar el informe que le trajo. Es como si solo quisiera ganar tiempo.

Gran error...

Jungkook desde el momento uno supo que Mark era un omega al sentirle un débil aroma dulce a almendra, lo que le causó sospechas, pues planearon inhibir su aroma que si él no hubiese sido quien es, no se hubiese dado cuenta. ¡Es qué hasta Namjoon pensó que era un beta!, eso sí, un beta que apestaba a alfa y lo que trasladó a que Jeon se percatara del segundo error que Jackson cometió. Al parecer el alfa jefe del club, inconscientemente marcó con su aroma a Mark Tuan de punta a punta, y otra vez le hicieron sonar las campanas de alerta al heredero. No obstante, fue una ficha que jugó a su favor para que Wang se delatara porque el alfa que cometiera tal acto es para establecer su territorio o protección a lo que es suyo. Es un instinto que actúa solo cuando tienes pareja.

¡Y se los hizo saber!.

Fue un movimiento rápido en las oficinas de Jackson, y menos mal porque cuando tomó la decisión de convertir a Mark en un rehén, ya sus hombres afuera le estaban avisando a Hobi que una lluvia de camionetas estaban a nada de llegar al parqueo de Face para acorralarlos. Jungkook dio la orden de abrir fuego para que ellos pudieran escapar mientras lo entretenían, pero fueron superados gigantescamente en números y las bajas en sus hombres empezaron a notarse. Sin embargo, no contaban con que el joven alfa Jeon rendía por tres de los enemigos y que Jackson lo ayudó a escapar por un pasadizo secreto que tenía por el cubículo de los trabajadores del bar, donde coincidió con Jimin. Así que el heredero está enojado por mucho que salieron ilesos. El problema es que nada más fueron Namjoon, Hoseok, los omegas, él y un par de sus guardaespaldas.

Acción que cobrará muy caro...

—Tienes razón, Hobi, hoy estoy misericordioso —refutó Jeon siguiendo el juego del omega Jung— A lo mejor por esta experiencia que es la más cercana que tuve de la muerte —caminó hasta recostarse en el filo de su escritorio cara a cara con Mark en lo que hablaba en el mismo tono jocoso y saboreando su trago— Por lo que te escucho, omega, ruégame por tu vida, explícame que los llevó a intentar engañarme.

Mark levantó con sigilo la cabeza, ese alfa tenía gran poder en su aura, lo cual ya era un hecho pues no le quedó duda que en las venas de Jungkook corre la legítima sangre Jeon. Lo sintió desde que lo tuvo al frente, sus feromonas lo ahogaron fuertemente, y después lo vio como semitrasmutaba en un parpadeo para asesinar a sus enemigos con sus garras y colmillos, algo que solo pueden lograr las castas dominantes. Así que debía ser juicioso, Jungkook podía darse cuenta que mentía en un segundo y en realidad ellos solo son una víctima en este juego de poder.

—El eslabón más débil es el que sufre, señor, no sabemos como, pero el señor Lee se enteró de que usted contactó a mi alfa hace una semana sin avisarle y usó sus recursos en el gobierno para mandarnos una inspección al club. Por dos días nos mantuvieron cerrados pese a que nunca fallamos en nuestros pagos, ya sabe, nuestra contribución para que el gobierno mantenga sus ojos apartados de nuestro negocio. Fue cuando nos enteramos de que era obra de Lee Minho y que se aprovechó para plantar bombas en el bar, desde entonces nos tiene amenazados, si no hacíamos lo que él quería, nos borraría de la faz de la tierra.

Jungkook prestó atención a cada palabra que le decía Mark y le creyó aunque no lo demostró en sus expresiones, pero él ya había descubierto al infiltrado que Miho osó poner en sus hombres cercanos y no lo había delatado para usarlo a su favor, para que inconscientemente les ayudara en la trampa que le estaba tejiendo al traidor Lee. No obstante, ahora entiende que lo subestimó, nunca creyó que tuviera tanto alcance para espiar una conversación que tuvo en privado personalmente. Fue su error y eso lo enojaba.

—Hay algo que no acabo de comprender, omega... —musitó como si lo estuviese diciendo para él— ¿Por qué te hicieron pasar por un beta, fue una prueba? —y cuestionó ganándose una rápida negación por parte del aludido manteniéndose ambos en el mismo lugar sin moverse, Jeon con su cadera recostada a la mesa y Mark sentado en el sofá.

—No sabemos, señor, eso fue idea de Minho, según él a usted le gustan los betas y mi misión era...

—¿Entretenerme? —y el contrario asintió.

—Debía ganar tiempo coqueteando sutilmente con usted, que le juro que yo no quería, de hecho, no podría porque ya tengo un alfa al cual amo —y Mark deslizó su cuello bajando un poco su camisa para que notara la marca que Jeon ya había visto de refilón.

—¿Por eso trajiste a otro omega de la casa, para que cumpliera lo que tú no podías?.

—¿Qué?.

—No te hagas el loco, Mark, sabes que me refiero a ese omega que encontré en los taquilleros —aseguró Jeon.

—¿Jimin? —Jeon asintió antes de dar el último sorbo al whiskey y dejar el vaso en la mesa— No señor, se lo juro, él es solo un mesero que estaba en el lugar y momento equivocado, por favor, él no tiene nada que ver con nuestro clan y es inocente —expuso Mark en súplica que se le notó hasta en el tono.

El alfa lo analizó por un minuto, no puede negar que le interesaba conocer cuál era la participación de Jimin en este lío o que todo en él le llamaba la atención. Así que convencido en descubrirlo, chistó con sus dientes mientras se le acercaba a Tuan y se arrodillaba a su altura.

—¿Por qué tengo la impresión de que no me estás contando toda la verdad, que ese omega te preocupa más de lo que intentas demostrar? —le susurró y Mark tembló.

Definitivamente a Jeon Jungkook no se le podía mentir, pero tampoco podía arriesgarse a revelar que Jimin es como su hermano, menos cuando ni él o su alfa tienen la seguridad de salir vivos de la finca Jeon. Lo que para su suerte el teléfono del alfa timbró y este no insistió, al contrario, le prestó absoluta concentración a la llamada.

—Tráelo Tae, estoy ansioso de poner mis manos en Jackson.

Veamos lo que él tiene por decir...


¡Y colorín colorado este maratón se ha acabado!!!.

Espero de todo corazón que esta historia les esté gustando, se que por ahora puede ser un poquito tediosa ya que va lenta, pero recuerden que esto es solo el principio, como la presentación de la trama y sus personajes. Sin embargo, falta poco para que se desate el caos 👀.

No olviden dejarme su apoyo y nos leemos mis amores.

KATH

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro