Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Uno




Te pintare como el villano que nunca fuiste



Nadie pensaría que con solo una frase de sus labios el mundo del otro caería a pedazos, derrumbando todos los sueños construidos en su imaginación, esos que nunca nacerian a la realidad, esos que poco a poco se esfumaban y desvanecían, tanto o más que el brillo en los ojos de ambos.

- ¿Que dijiste?

Las palabras tambalearon en un desentono que se quebró con el nudo de su garganta, no quería oírlo nuevamente, pero, debía confirmar que no escucho mal.

- Te engañe

Fueron las palabras que hicieron definitivamente derrumbar lo poco que había sobrevivido en su corazón.

Con lamento cerro sus ojos, no debió pedir que repitiera aquello.

¿Que rayos paso que no se dió cuenta de las banderas rojas?

¿Falló?

Giro en su eje caminando hasta el cuarto, de camino estaba aquel saco de box en el que se desestresaba de vez en cuando, el mismo que ocupo para ejercitarse, dió un golpe con tanta fuerza que este se tambaleó de un lado a otro, y con el sonido Joe sobresalto su cuerpo.

- Yo no quería -sonó en un desespero y soltando el dolor que había guardado esos días por esconder el putrefacto secreto.

- No me vengas con esas estupideces, Joe, eres lo suficientemente madura para saber que me fuiste infiel -gritó en respuesta.

- Jungkook, ambos somos responsables en esto, tanto tu cómo yo somos culpables.

- ¡No! -camino a ella amenazante, acorralando su espalda con la pared- ¡No me hagas responsable de tus calenturas, Joe!

Los ojos oscuros de Jungkook estremecieron todo su ser, eran fuego, odio, rabia, impotencia, nada que ver aquella vez en la que se conocieron por primera vez en la universidad.

Joe caminaba pendiente de su teléfono, su madre le había hablado hace poco para saludarla el día de su cumpleaños, aunque en Corea había sido un día antes, ella contestaba animosa aquel mensaje.

Hace unos meses llegó de intercambio en ciencias nacionales, quería aprender todo lo que fuera posible sobre la historia de Corea del Sur y quién sabe, algún día enseñarle a niños de primaria, o incluso, llevar su conocimiento a su país.

Pero ella no optaba con que ese mismo día conocería a quien sería el hombre de su vida.

Y fue así como la más estúpida acción se volvió en su esperanza de vida.

Cruzaría la calle cuando su turno no correspondía, y gracias a un alma piadosa que la interrumpió con un jalón de su cuerpo no fue brutalmente atropellada por un camión que para variar, aviso con el claxon tarde, casi encima de ellos.

Del miedo, Joe escondió el rostro en el pecho de aquel fornido sujeto, además de sentir sus fuertes pectorales el aroma que emanaba la hipnotizó al instante, este, aún no la soltaba de su espalda, ella tampoco se apartaría de ahí si fuera su decisión, pero no quería quedar como una acosadora extranjera.

Como si fuera en las películas románticas, levantó con lentitud su rostro quedando embobada más aún de aquel sujeto hermoso de ojos oscuros y brillantes, pelo ennegrecido, lunares perfectos y nariz extrañamente respingada, que decir de aquella mandíbula marcada...

Sí, estaba siendo como lo que no quería ser, una acosadora extranjera.

- Perdón -dijo separándose y arreglando su ropa.

- Debes tener más cuidado, -ella le miró nuevamente, un suspiro se arrancó de sus labios, en serio, ese chico era de ensueño.

Pero, todo hombre tiene un detalle que no lo hace perfecto...

Las lágrimas recorrieron el rostro blanquecino de la chica, le estaba causando daño con sus palabras, con esa terrible confesión, años se iban a la basura en ese instante, años que a ella y a él le costaron tener, sus vidas totalmente diferentes, debieron adaptarse, debieron aprender, debieron soportarse.

- ¿Con quién?

- Jungkook, no...

- ¡Maldita sea! ¿Dime con quién? -escupió en su cara agresivo, cólico e insoportable.

Pero ver el cuerpo de Joe contraerse así mismo no le bastó, no le bastó con verla llorar de esa manera terriblemente dolorosa, no le bastó con las súplicas a que la perdonase una y otra vez.

- Te lo ruego... -hablo con dolor- ya déjame ir

- ¿Por qué? -apoyó su frente en el hombro de ella.

Había sido un susurro agotador, combatía con él mismo, con su orgullo, con su agresividad, y por un momento quiso... comprender.

- Necesito irme, déjame ir.

- ¿Ya no me amas? -su voz tirito, pensar en perderla le estaba causando un tardío dolor- Joe, superaremos esto también -rogó con una voz suave.

Y ahí estaban, esos ojos oscuros llenos de brillo que la habían enamorado miles y miles de veces, ahí estaba el niño adulto nervioso y romántico, ahí estaba el Kookie detallista y hermoso de corazón...

- Te odio -respondió ella en un tono severo- te odio por la persona en que me convertí contigo, Jeon Jungkook, te odio por qué sigo esperando lo que nunca tendré de tu parte, te odio por qué es menos doloroso.

Pero apresar de aquellas palabras Kook esbozó una débil sonrisa y beso de los labios de su chica, fue correspondido como siempre, como cada vez que tenían una fuerte discusión y el intentaba arreglar todo con besos y sexo.

Ella siempre cedía de esa forma.

¿Quien la culpará al ver semejante hombre?

- Por favor, no -suplicó cuando sintió que poco a poco las prendas de telas eran removidas de su cuerpo- Jeon...

- Te haré olvidar a ese tipo -ella empujó su cuerpo.

- No es solo una aventura -confesó y para Kook fue el puñal que terminó con su vida.

- Mentira...

- Eres el hombre perfecto, Jungkook, pero no para mí

Las palabras inmovilizaron su cuerpo por completo, por su cabeza pasaba cada momento en que eran felices el uno con el otro.

¿En qué había fallado?

¿Cuándo comenzó que ni siquiera se dió cuenta?

Ahora mismo, Josefine se alejaba de él con aquella maleta en la que llevaba sus pertenencias, las pocas cosas que llevo para cuando se quedará en el departamento del que supuestamente era su novio.

Pero aquí va...

Jeon Jungkook, jamás quiso formalizar o ponerle nombre a la relación, a pesar de los tres largos y bellos años que salían.

Decía que su alma era libre y sin compromiso, tenía su pareja pero nunca quiso ir más allá, no creía en el matrimonio, no quería hijos, él simplemente era solo.

Por eso siempre que sus amigos le preguntaban por Joe, respondía con un "somos buenos amigos", tenía sus encuentros casuales en los que estaba con otras chicas, pero siempre se molestaba cuando "su chica" hablaba con otro, aunque fuera por indicaciones.

Joe no, ella era una aventurera, una que soñaba con el compromiso, una boda, una luna de miel en un lugar hermoso, hijos, quizás dos o tres, envejecer juntos y disfrutar de una familia.

Pero ese sueño se vio roto la primera vez que coincidió con Jeon en un pub y este se besaba con otra chica, guardó silencio esperando algún día formalizar, no podía reclamarle por algo que no existía como infidelidad.

A eso se refería Jeon cuando decía que lo superarían como otras veces... pero ella ya no soportaba más, a pesar de que lo ama con todas sus fuerzas, a pesar de que no puede estar sin hablarle, que extrañará la manera en que se saludaban, o como a veces eran lo último en hablar antes de caer rendidos a sus respectivos sueños, aunque sabía que no amaría nunca a nadie como él, era mejor dar un paso al lado.

Porque... muchas veces, no es suficiente lo que hagas, no es suficiente con lo que intentas hacer, si no es suficiente para el otro, no puedes, no debes ser infeliz.

- Jungkook -miro el horizonte viendo cómo el sol se escondía tras el mar, pintando el cielo de colores hermosos

- ¿Que pasa?

- ¿Que sientes por mi?

- ¿Qué pregunta es esa? -rio suavemente

El corazón de Joe se apretó ante esa respuesta, ¿alguna vez él le diría que la quiere..?

- Ya sabes, eres linda, me gustas, me enloqueces -con un poco de remordimiento lo miró esbozando una sonrisa.

- Algún día me gustaría encontrar a alguien que me ame.

- Si estás conmigo nunca lo encontrarás, para eso deberías alejarte de mí, no permitiré que me arrebaten lo que es mío.

- ¿Para que me quieres a tu lado?

- Simple -acercó su rostro a ella- me amas, me amas tanto que sé que nunca me traicionarás.

Ese simple recuerdo que llegó a la memoria de Jungkook le hizo entender que el único que falló fue él, metió su mano al bolsillo de su jean, las lágrimas se asomaron con desespero, tanto la daño que al final simplemente la perdió.

Abrió su puño viendo aquella sortija que había comprado para ella, una que cambiaría el rumbo de sus vidas.

Lastima, que Joe ya abrió sus ojos.

La odio en ese momento, decidió odiarla, su mente decidió voltear los papeles, y la única villana de esa historia de amor fue ella.

Odiarla era más fácil, o eso esperaba, solo así, no dolería tanto.

Se dejó caer sobre sus rodillas, terminando de sentarse en el piso, su pierna flexionada sujetaba su brazo y entre los dedos de su mano estaba el anillo que se veía distorsionado por las lágrimas.

- ¿Que haces Joe? -atravesó el ventanal llegando hasta el balcón, una brisa cálida soplo en ese momento.

Los cabellos castaños revolotearon, Jungkook quedó encantado con la imagen y su corazón latió con fuerza.

- Nada, solo pensaba en algo.

- ¿Quieres contarme? -abrazo de su espalda

Últimamente ya no podía controlar sus sentimientos si se trataba de Josefine, llevaba dos semanas quedando en su departamento y cada vez que ella quería irse al propio le ponía una excusa.

El calor de las manos contrarias acariciaron sus dorsos con ternura, estos estaban sobre su vientre sujetando el agarre.

La sintió sollozar como últimamente lo ha estado haciendo, pero nuevamente hizo la vista gorda.

- Nada importante -dijo en un hilo de voz.

- Vamos a la cama entonces

Tomo su mano y la guío casi obligatoriamente, Joe acomodo su cabeza en el pecho de Jungkook.

- Me enloqueces -le dijo como siempre

- Te amo -contesto y finalmente ambos durmieron.

Pero al despertar de esa noche, Josefine arreglaba su maleta para partir y dar las peores noticias que Jungkook nunca quiso oír.

Te culpare de cosas que nunca hiciste









Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro