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01

Han Jisung fue educado para ser un rey, nunca tuvo actitudes de un omega. Desde pequeño fue autoritario y determinante en sus decisiones, aunque su olor era tenue nunca le preocupo a sus padres.

Asistido por la mejor institutriz Jisung aprendió hablar en diferentes idiomas, le apasionaba escuchar sobre la historia de su reino y adoraba escuchar a su padre hablar con el consejo, solía sentarse en las piernas del rey, y en silencio lo veía discutir las estrategias.

Cuando cumplió catorce años, fue enviado al servicio militar donde terminó con menciones honoríficas, era de los mejores en su escuadrón. Sin duda era un digno gobernante.

Y aunque su hermana mayor, Gaeul era una alfa brillante todos sabían que las mujeres no podían ser gobernantes, ese era su puesto. Un rey.

Esa noche su padre repasaba la historia de batalla de su bisabuelo cuando sucedió, el calor de su cuerpo comenzó a ser sofocante y su vientre ardió de dolor, a pesar de haber cumplido dieciocho años todavía no se presentaba todos sabían lo que sería, un alfa.

Su olor comenzó a extenderse en la habitación y un gruñido por parte de un alfa lo alertó, era un guardia pero lo veía como un pedazo de carne, y Jisung sintió temor cuando su cuerpo convulsiono y su entrada se apretó a la nada de ella se escapó espeso lubricante.

Las doncellas de su madre inmediatamente lo llevaron a su habitación y su padre alejaba a los alfas que intentaban alcanzarlo. Fueron cinco tortuosos días, donde él rizado lloraba por el nudo de un alfa.

Cuando su calor terminó y su mente no estaba nublada bajo a cenar, su padre lo miraba con asco. Heechul se preparaba para salir de expedición.

— Padre. — Jisung dice. — ¿Puedo ir contigo?

— No. — fue una respuesta cortante. — Iré con Sunghoon el prometido de tu hermana, tú debes enfocarte en otras cosas, tu madre te dirá.

— ¿Sunghoon? — Jisung pregunta y mira a su padre como sí fuera un demente. — Ese alfa no sabe nada.

— Cuida tu lengua. — gruñe Heechul. — A ningún alfa le gusta un omega irrespetuoso, ten presente tú lugar.

— Heechul por favor. — Momo dice con sus ojos angustiados. — No ha pasado ni una semana.

— El debe entender cuál es su posición.

— ¿Cuál es padre? — Jisung no puede evitar preguntar, pero un grupo de emociones se acumularon en su pecho y un nudo en su garganta se formó. — Dímelo padre.

Su voz era baja y pequeñas notas de llanto se escapaban.

— Debes enfocarte en buscar un alfa para unirte, debes aprender hacer un omega decente y no dejarnos en vergüenza. — Heechul le dice, toma su chaqueta. — Ni siquiera puedes controlar tu olor.

Cuando el olor desaparece, Momo corre para abrazar a su hijo, el cual inmediatamente suelta el un doloroso llanto. En tan solo segundos su vida estaba arruinada.

Jisung nunca deseó a un alfa, Jisung quería ser un buen gobernante. — Estarás bien amor. — lo consuela su madre.

No lo estuvo. La mujer que alguna vez le enseñó sobre historia o física ahora le daba clases sobre como tratar a un alfa.

— Jisung, esto es muy importante. — Miyeon dice, su voz se escucha cansada. — ¿Quieres que intentemos coser?

Jisung cierra los ojos y niega. — ¿Quiero saber que esta sucediendo con el consejo? Llevan más de dos horas.

— El rey de Sterulia busca un omega, él le está ofreciendo a tú padre una alianza, es por eso que debemos retomar las clases.

Jisung cierra los ojos cuando estos se llenan de lágrimas, — No ha pasado ni un mes desde que me presente. — se recuesta sobre el sillón y las lágrimas bajan sobre sus mejillas.

Escucha un suspiro y después el peso de alguien a su lado. — Yo le sugerí a papá que tu debías casarte con el rey Lee. — la voz de Gaeul se filtra.

— ¿Porque? — Jisung cierra sus ojos pero le pregunta. — No quiero unirme a nadie.

— Yo, pensé que te gustaría gobernar el reino más poderoso. — susurra su hermana. — Eres inteligente y la gente te va amar por ser su gobernante.

Jisung abre sus ojos verdes brillosos, — No seré su gobernante, seré el omega del gobernante.

— Tecnicismo, — dice Gaeul. — Mamá es amada por el pueblo y, ni siquiera se interesa por gobernar, usa tu ingenio de omega y ten a ese alfa comiendo de la palma de tu mano.

— Gaeul eso es imposible.

— No tonto, ¿tú crees que los alfas gobiernan? — se burla la rubia. — Son los omegas, usan su encanto, aprende a usarlo.

Jisung asiente y mira a Miyeon quien estuvo todo el tiempo callada escuchando la conversación. — ¿Podemos hacerlo de nuevo?

La institutriz sonríe y asiente en dirección del rizado.

Al día siguiente, la costurera del palacio es llevada a los aposentos del rizado. — Es magnífica la naturaleza. — dice Momo. — Hace unos meses no tenías esas caderas y mírate ahora, un precioso omega.

— Un encanto. — Momo dice con alegría. — Cualquier alfa estará feliz de tenerte amor mío.

El sol golpeaba su rostro, lo único que el omega escuchaba eran los golpes del mar contra el barco. A lo lejos miro detenidamente la bandera dorada que señalaba el territorio de Sterulia.

— Es un lugar vivo. — escucho la voz de Heechul, él alfa no le había hablado, no hablaban desde que se presento como omega. — Te gustara.

— No logro entender como me gustara estar en un reino donde nadie parece querer a su rey.

Jisung había robado los pergaminos de su padre, donde su consejero real relataba la situación de Sterulia. Un reino rico pero sin amor al pueblo.

— Los temas políticos no deben ser de tú interés, debes enfocarte en dar un heredero, es tu única tarea.

— Padre. — Jisung lo llamó cuando el alfa comenzó alejarse. — ¿Sabes que puedo ser de mayor utilidad que Sunghoon?

Heechul lo miró y en sus ojos apareció un deje de tristeza. — Es una lástima que te presentarás de esta forma.

Jisung descansa su rostro sobre la borda y se permite imaginar como es el tan temible rey de Sterulia, era consiente que tenía un enlace roto y fue miembro importante de la guardia militar, era un alfa de batalla.

— Príncipe, — escucho la voz de Félix, su dama real* — Debe limpiarse, estamos por llegar.

Jisung abre lentamente sus ojos y se permite mirar el cielo azul oscuro, están a escasos metros del muelle. Asiente y acompaña al omega.

Dentro del camarote él rizado es limpiado con paños húmedos, le colocan un vestido ostentoso. La falda de aro lograba volumen y el corset ajustado dejaba al descubierto una pequeña cintura. Coral fue el color elegido por Momo, la omega decía que era un color inocente.

— Perfuma. — Momo le indica y como su madre le enseñó dejo salir su olor a naranja con toques de florales. Jisung lo detestaba pero su madre había dicho, que era un encanto.

Ellos bajaron del barco y fueron subidos a un elegante carruaje de color dorado, fueron solamente unos minutos de viaje, nadie habló y al rizado no le apetecía. Su estómago daba vueltas y en cualquier momento regresaría su desayuno.

— Todo estará bien. — Félix, fue quien lo consoló cuando el carruaje se detuvo y la puerta fue abierta. El alfa inclino su cuerpo y extendió una mano para que Jisung bajara seguido de su madre y Félix.

El palacio majestuoso se extendía frente a sus ojos, su jardín era gigante incluso podría admitir que era del tamaño de su palacio en Maelia.

Cuando entraron al palacio fueron atendidos por los sirvientes, un alfa de ojos marrones y cabello castaño levemente rizado se acerco. — Rey y reina de Maelia. — inclinó su cuerpo en respeto y beso la mano de su madre, Momo. — Consejero real, Christopher Bang.

— Caballero Bang, es un honor ser recibido. — Heechul habló con respeto. — Tengo que extender mi gratitud.

— Rey de Maelia es un privilegio poder unir esta alianza. — Chan respondió y después sus ojos cayeron sobre el rizado. — Debe ser el príncipe prometido.

Heechul asiente. — Le presentó a mí hijo menor Jisung, espero sea del agrado del rey.

Dama real: Una dama real era la asistente personal de una reina, princesa o alguna otra dama de la familia real. Con frecuencia se trataba de mujeres de noble nacimiento pero de un rango inferior al de la persona a la que asistían.

Mapa con el acomodo de los reinos.

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