Harry pasó la peor noche de su vida, en su espaciosa habitación. Intento lo mejor posible quedarse dormido pero los constantes golpes en su vientre lo impedían, el cachorro dentro de su vientre sentía lo inestable que estaba el omega.

Angustiado por la falta de su primogénito y esposo, aquel sueño que se repetía.

El día había comenzado hace unas horas, la nieve caía sobre los ventanales y, sus cachorros brincaban aun lado de él. Entusiasmados por preparas galletas y chocolate caliente.

"Mami" la voz de su cachorrita de nombre Diana lo llamo, "¿Puedo ayudar con la decoración?" sus manitas tenían varios recipientes con dulces de distintos colores.

Harry se levantó con dificultad, seis meses de gestación era totalmente agotador. Los sanadores decían que su vientre estaba demasiado extendido que lo más probable era un embarazo gemelar.

"Si Didi, solamente déjame checar la masa". Levanto el frasco donde la masa reposaba, y ya se encontraba esponjada. "Aurora, mi amor ¿puedes acercarte?"

La mayor de sus cachorros asintió, y se alejó de la estufa donde junto a Niall meneaban el chocolate.

"La masa esta perfecta, puedes hacer bolitas, Didi y yo decoramos ¿está bien?"

Aurora dejo un beso sobre la mejilla del omega, "Está bien mami".

Fue cuando estaban metiendo las galletas al horno, que el aire helado fluyo por la cocina y pasos seguidos. Los niños rápidamente corrieron al gran salón y ahí estaba su padre junto a su hermano.

Louis ll, el cachorro fue el primero en correr a los brazos de su madre y Harry, sintió que por fin pudo dejar de contener el aire en sus pulmones. "Mi precioso cachorro".

"Mamá" Louis ll, susurró con ansiedad. "Te he extrañado mucho, ha sido como una eternidad".

"Lo se bebé, también lo he sentido como una eternidad para mí, ¿Lou debes prometerme que nunca te apartaras de mi lado, nunca?"

Louis ll, se separó del cuerpo de su madre. "Lo prometo mamá, por nada ni nadie me alejare de ti".

Después de mimar lo suficiente a su primogénito finalmente lo dejo ir.

"¿Para tu Alfa, no hay mimos?"

Harry miro a su esposo y suspiro, dios. Ya no podía vivir sin él. Louis era como el oxígeno necesario para sobrevivir.

Harry negó sin embargo se acercó con delicadeza. "No debería, te llevaste a mi cachorro durante muchas horas, no he podido parar con esta angustia".

Louis beso suavemente los labios de su omega. "Lamento tanto haberte hecho pasar por ese sufrimiento mi dulce y encantador omega, pero" tomo con delicadeza la mano de su omega y le mostro uno de los pinos más magníficos.

"Te perdono, solo por conseguir este pino perfecto para nuestra navidad".

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El palacio, fue decorado con luces brillantes de navidad. Todos los sirvientes probaron las galletas hechas por los príncipes y finalmente cuando anocheció los niños fueron arreglados para presentarse en la plaza principal del reino.

Su madre, la reina debía hacer honor y prender el árbol de navidad iniciando las tan esperadas festividades. Los niños corrían persiguiendo dulces, y los adultos se abrazaban buscando un poco de calor.

"Mi pueblo-", inicio hablando Harry. Su cuerpo vestía un bonito vestido verde cubierto por una enorme capa del mismo color y en sus rizos brillaba la corona real. La corona del rey "Han pasado tantos años y nunca me cansare de presentarme frente a ustedes, mi querido pueblo. Un pueblo que renació de las cenizas, les deseo una temporada llena de amor y bendiciones para toda nuestra comunidad".

Y cuando el árbol se encendió, los aplausos llenaron el lugar con vitoreo dedicados a la reina. Su reina.

Los días pasaron rápidamente. Harry otorgaba estos días libres para sus sirvientes, deseaba que fueran libres para decidir donde pasar navidad. Así que por el momento el omega junto a su esposo eran los encargados de la maravillosa cena de navidad.

Harry adoraba a su esposo sin embargo debía ser totalmente honesto, su alfa no sabía cocinar. No era lo suyo.

"Bien, ¿tienes el arco para Lou?" Harry pregunto, estaba sentando en la sala de juntas. En el trono. Su mano acariciaba su estómago redondo y sus muslos se dejaban ver entre la bata de seda que tenía puesta "¿Alfa?"

El omega bajo la libreta y observo la mirada hambrienta de su Alfa. Sin embargo aunque el también deseaba entregarse a su amado esposo, debía preparar los regalos de sus cachorros, sus cachorros eran más importante que su deseo carnal.

Louis asintió, "Lo tengo, Hazz. ¿Podemos descansar?" Louis coloco su mano sobre el muslo descubierto de su omega.

Y cuando intento levantar más aquella bata fue alejado por su omega.

"No, es navidad hoy por la noche". Harry gruño con disgusto. "Debemos conseguir el arco de nuestro cachorro".

"Lo tengo amor, Lou el arco, Didi la muñeca de cabellos dorados, Noah el tren mecánico y mi querida Aurora tendrá su potro". Louis susurró, dejo un beso sobre los labios de su omega.

Harry por su parte, mordió levemente su labio y lubricante corría por sus piernas. "Eres un buen padre para mis cachorros". Sus piernas se abrieron delicadamente y debajo de aquella bata su cuerpo estaba totalmente desnudo.

Louis termino de desatar la bata y los pechos del rizado levemente hinchados cayeron. "¿Te gusta eso?"

El Alfa llevo su boca al pezón enrojecido de Harry. "Es lo menos que puedo hacer por mis cachorros, mis bebés que he puesto en ti. Joder, amor están tan lleno de mí y deseo llenarte más".

Harry no respondió. Ya no pudo, en su lugar abrió sus piernas e una invitación a su Alfa, y lo hicieron. Follaron durante horas con Harry recostado sobre el trono.

Fue en marzo que nacieron dos recién nacidos, sin embargo, uno de los niños sin latidos en su pequeño corazón. El bebé que logro vivir fue nombrado Erick.