Pero en este crepúsculo nuestras elecciones sellan nuestro destino.

El frio nocturno era helado y siniestro, los omegas se escondían dentro de sus viviendas y los alfas gruñían de impotencia. El reino se había convertido en un infierno andante, los rebeldes habían tomado la plaza principal y la guardia real no había movido tan siquiera un dedo, no tenían a un rey que los defendiera, su rey había desaparecido.

"Han robado todo el mercado principal" Gabriel hablo era uno de los asesores reales, "No tardaran en ingresar al palacio"

"Debemos tomar la corona, el rey ha sido clasificado como impotente para este cargo, ha desaparecido" fue la voz de otro de los hombres, el reino se había convertido en cenizas.

"El rey Tomlinson es el único heredero legitimo a la corona, si lo destituyen solo provocara que la corona quede desprotegida".

"La corona ha sido desprotegida, el rey ha decidido esconderse detrás de los muros de su habitación". Era completamente real, dos días atrás el rey apareció empapado de lluvia y con un olor amargo dentro que lo cubría. El no hablo, tomo una botella de vino y se encerró en su habitación.

Habían pasado tres días desde aquel momento, y los hombres se sorprendieron cuando vieron al rey entrar desnudo con solo una bata cubriendo su anatomía inferior. "Thomas tiene razón, esto es una mierda, debería llamar a Athenaïs esa bruja puede hacer un mejor trabajo".

"Su majestad," fue Gabriel quien hablo, su mirada en el suelo. "Usted es nuestro rey, debe tomar su cargo".

Louis lo miro por un segundo y negó, "Soy un imbécil, el bastardo del rey. Fui engañado por un simple omega y he perdido a mi luna".

"Majestad, no lo ha hecho. La reina es sabia y lo entenderá". Fue Gabriel, quien se acercó y coloco una mano en el hombro del rey. "Lo ha hecho bien majestad, usted le otorgo su confianza al omega, él le fallo. No usted".

Louis miro la mano, y suspiro sin poder evitar sus ojos azules se cristalizaron, una presión en su pecho creció. "Le falle, le falle a mi omega, a mi luna. La madre de mi heredero, creí en un ex amante antes que en mi esposo".

"Se lo puede decir. Si lo lamenta, se lo dirá. La reina está por llegar, ha navegado desde hace cinco días, su majestad".

Louis lo miro como si de un loco se tratase. "¿Harry está volviendo?"

El alfa asintió. "Las doncellas han preparado su habitación, en el momento que embarque, será enviado". Tomo uno de los pergaminos y fue entregado en las manos del rey. Era una carta, firmada por Harry. La carta avisaba en palabras cortas su viaje de regreso al palacio, y también la condición de su avanzado embarazo.

"No puede, le harán daño." Louis se acercó a uno de los ventanales y desde ahí se podían observar la manada de personas afuera del castillo exigiendo ver al rey. Exigiendo un poco de misericordia y justicia.

"Mi rey," hablo uno de los beta. "No lo harán, el pueblo está molesto, sus mentes han sido envenenadas por murmullos venenosos, pero ellos atesoran a la reina y el fruto que crece en su vientre, el pueblo desea la vida de la reina. Jama lo lastimarían".

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El mar rugía en dirección del barco. Harry aferraba sus manos en el rosario que colgaba alrededor de su cuello pálido. Su vientre era acariciado por la mano de su madre, las contracciones habían comenzado a volverse exactas.

"¿Se puede ver el puerto?" Harry pregunto en un susurro cansado, sus ojos pesaban y cedería ante el impulso de dormir, si no fuera por los calambres dolorosos que atravesaban sus caderas.

Alice dejo de suavizar el vientre extendido de su cachorro y se puso de pie. El viaje fue detestable para la omega, con los dolores de su pequeño cachorro. "Lo veo amor, solo espera unos minutos más".

"¿Ya escuchaste mi pequeño cachorrito? Unos minutos más y podre conocerte". Sus piernas, se comenzaron a mover de manera energética cuando otra contracción lo atravesó.

El viaje fue tardío, al principio su cachorro no dejaba de presionar sobre su vejiga y robaba el poco oxigeno que llegaba a los pulmones del omega, pero se movía. Y Harry no quería lucir preocupado, pero tenía dos días donde no sentía a su bebé. Cuando el barco anclado y después de ahí, fue demasiado rápido.

"Toma mi mano". Alice susurro, el rizado con poca fuerza sujeto el brazo de su madre. El puerto estaba casi vacío, frente al carruaje sujetado por dos betas doncellas y detrás de ellas cuatro alfas de la guardia real.

"Mi reina". Fue la voz de Niall lo que escucho cuando se sentó dentro del carruaje, "Alteza, ha sido un desastre sin su compañía, el pueblo ha estado molesto desde su partida y si le suma los murmureos por parte de los rebeldes".

"¿Qué han hecho?" la voz del rizado es baja y su piel comienza a volverse brillosa debido al sudor que escurre de su frente, "Ah-h, dios mío".

"Su alteza, ¿está bien?" pregunta, una de las doncellas. Sus ojos azules lucen preocupados.

"Esta en trabajo de parto, ha llevado doce horas. Debemos prepararlo para el parto" Alice la madre de Harry dice, sus manos retiran los rizos del rostro de su cachorro. Afuera del carruaje las calles del reino lucen apagadas.

Gente rodeada de palos con fuego, sus rostros cubiertos por telas y cuando se percatan del carruaje real comienzan a acercarse con ardor en sus ojos. Las betas chillan asustadas.

Niall asoma su cabellera rubia. "La reina ha llegado," grita para que los habitantes lo escuchen. "La reina y el futuro príncipe están aquí".

Una mujer, una alfa mira al omega y alza una ceja. "Pruébalo, queremos ver que sea la reina y no, el rey intentando huir".

"Por favor, les pido que nos deje llegar al palacio y podrán ver a la reina e incluso hablar con él".

"Lo veo, está dentro del carruaje". Dice una mujer, por su complexión Niall deduce que es una omega, aun ritmo lento el carruaje termina de llegar al palacio y finalmente la puerta se abre.

La primera en bajar es Alice enseguida las betas y al final con ayuda de Niall se ve la melena rizada de Harry, sus pasos son lentos y en su rostro se nota el dolor de las contracciones.

La alfa que al inicio había cuestionado las pruebas al verla inmediatamente se arrodilla y seguidos de los demás alfas e omegas, todos inclinándose con respeto.

"Salved a la reina, salved a la reina, salved a la reina, salved a la reina..." oraciones comienzan a escucharse y los ojos de las omegas presenten se llenan de lágrimas.

"Reina, no nos abandone, se lo rogamos" una mujer omega dice, "el reinado se convertirá en una bazofia si seguimos siendo gobernados por alfas egoístas que nos han dejado morir de hambre".

Harry lleva su mano libre a su vientre mientras con la otra acaricia el rostro demacrado de la mujer. "Nadie los abandonara a su suerte, todos son nuestro pueblo y cargo en mi vientre la fe de un nuevo reinado". El rizado miro a sus piernas las cuales dejaban escapar una fuente de agua. "El príncipe no puede esperar más, me ruega por nacer".

Las personas se comienzan alejar mostrando respeto y la puerta del palacio es abierta, del otro lado está el rey, su rostro luce más delgado y sus ojos se ven grandes y vacíos. "Los has calmado".

El rey susurro, con sus ojos puestos en el grupo de personas que comenzaban a inclinarse frente a la hora cerrada puerta del palacio.

Harry asiente, "Es nuestra gente Louis, nuestro pueblo no nos van hacer daño. Ordena a la guardia que deje de lastimarlos. Ahora necesito hacer que nuestro cachorro nazca".

"¿Nuestro?" Louis pregunta. Y Harry asiente.

"Nuestro alfa, es nuestro bebé, pero llévame a la habitación".

Sin esperar mucho tiempo, una de sus manos rodea la cadera del rizado y con la otra guía el camino. Lo siguiente es demasiado rápido, le quitan aquel abrigo y debajo de ello su vestido luce húmedo de sus piernas.

"Alteza, recuéstese" una beta pide, es la partera y cuando Harry lo hace inmediatamente le hace abrir sus piernas y dos de sus dedos cubiertos con un guante comienzan a tocar su entrada, hasta que lo siente. Es cabello puro. "Mi reina ha coronado, siento al príncipe, debe comenzar a pujar".

Los primeros pujidos son fuertes, pero no hacen que el cachorro se mueva. "Con más presión mi reina".

"Ah-h no puedo, l-lo s-siento. Necesito a mi alfa". Después de intentar dar a luz a su cachorro las lágrimas recorren las mejillas del omega y sus rizos se pegan en su rostro.

"Mi alteza, está prohibido que un alfa entre". Una de las doncellas habla y le coloca un paño mojado en su frente.

"No es cualquier alfa, es el padre de mi cachorro. Tengo miedo y quiero a mi esposo".

De manera discreta, Niall camina lentamente a la entrada de la habitación y al abrir la puerta se encuentra con un grupo de Alfas y entre ellos. El rey "Mi señor, debe entrar. El bebé se rehúsa en nacer y Harry lo necesita".

Louis no asiente, pero de inmediato avanza a la puerta siendo detenido por uno de los obispos presentes. "Majestad tendré que detenerlo es nuestra tradición".

"Su santidad soy su rey, si necesito entrar y tomar la mano de mi omega lo hare. No discutiré sobre eso".

Nadie respondió. Louis siguió a Niall, al entrar lo primero que vio fue varias sabanas esparcidas sobre el suelo húmedas de color carmín y en la cama en medio con su parte inferior desnuda y cuerpo sudoroso se encontraba su omega, su luna.

Lagrimas inundaban el rostro de su omega y sus facciones demostraban sufrimiento. Sin fijarse en las miradas sorprendidas e incomodas de las betas presentes se acercó a la cama y tomo la delicada mano de Harry.

"Amor, mi dulce esposo". Musito cuando los ojos verdes como esmeraldas gigantes lo voltearon a ver "Estoy aquí, y no me iré de tu lado".

"Louis" susurro lentamente, su rostro se convirtió en una mueca cuando otra contracción lo ataco.

"Reina la cabeza está saliendo, solo un empuje más y esto terminara". Pidió la partera, con sus dedos ayudando abrir la entrada y de ahí sintiendo la redonda cabeza del bebé.

"Ah-h, jesus" grito el omega y con un fuerte empuje expulso a su heredero. La partera inmediatamente lo saco del interior, y comenzó a limpiar el rostro del cachorro que al aspirar por primera vez aire propio soltó un fuerte llanto.

La beta inmediatamente lo envolvió en una sábana de lino y, lo coloco frente al rey. "Ha sido un niño su majestad".

Su rostro estaba ensangrentado y sus ojitos se cerraban debido al llanto. Sus cabellos dorados era lo único que podía ver el omega. Harry quiso pedirle a su alfa que le acercara su cachorro, pero otra sensación de pujar lo lleno.

"Madame" una omega llamo, era la que se encontraba entre las piernas del omega y lo limpiaba. "Algo viene".

"Es la placenta, reina debe pujar". Y así lo hizo Harry, volvió a pujar con fuerza y cuando lo hizo la omega soltó un jadeo.

"Madame es otro cachorro, puedo ver su cabello". La partera inmediatamente se colocó entre las piernas de omega, y lo vio otra pequeña cabeza se asomaba en la entrada ensangrentada del rizado.

"Reina necesito que puje lo más que pueda, debe ser rápido". La partera coloco su mano sobre el vientre desnudo del omega y comenzó a presionar con fuerza en un intento de ayudar al omega.

"N-no puedo, ya estoy muy agotado". La voz del rizado fue demasiada baja parecido a un murmullo y sus ojos comenzaron a cerrarse.

"Luna mira es nuestro cachorro, ¿deseas verlo?" Louis se acercó a la altura del rostro de Harry y le coloco al bebé en su pecho, el cual al oler el aroma de su madre dejo de sollozar.

"Es bonito" musito el omega e intentando enfocar su mirada en su bebé, su precioso cachorro que busca entre sus pechos. "Hicimos un bonito heredero, lo hicimos Louis".

"Reina puje un poco más..." Fue lo último que escucho Harry antes de que sus ojos se cerraran completamente y su mente se envolviera en una nube negra.

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"Athenaïs viuda del Rey Fabien Tomlinson condenada a ser decapitada por alta traición a la corona". Fue Sir Theodoro Boleyin quien recito la sentencia de quien fue en alguna ocasión la reina. "¿Algo que desee decir?"

Athenaïs que mantenía una sonrisa en su delicado rostro, lleno de suciedad y cubierto de cortes alzo la mirada y la enfoco en donde se encontraba el rey Tomlinson. "Un bastardo jamás será digno de la corona, hemos sido manchados en nuestro linaje".

Louis asintió en dirección del verdugo y la espada fue levantada al cielo segundos después dejada caer y sin una gota de sangre la cabeza de Athenaïs rodo sobre el suelo bajo los ojos del pueblo.

Un recordatorio que nadie podía oponerse contra el rey Tomlinson.

"¿Lo han encontrado?" Louis le pregunto a Edin quien en las últimas semanas se había convertido en su nuevo general al mando.

Edin asintió. "Lo hemos hecho mi señor, estaba sin vida dentro de una cabaña en el oeste del bosque, ¿quiere que sea enviado juntos a sus padres?".

Louis negó, "Henriette no merece ser recordado, envíen su cuerpo a una fosa común. Ahora deseo retirarme".

Edin asintió y con un movimiento se alejó del rey quien comenzó a caminar en dirección de su habitación. Al entrar lo primero que lo recibió fue Alice, quien le ofreció una sonrisa y salió del lugar.

En un nido cerca de la ventana, se encontraba su omega, Harry. Sus ojos miraban el jardín y con su mano sostenía a uno de sus cachorros que succionaba su pecho derecho mientras otro de sus bebés dormía en medio del nido.

"Ha muerto, me lo ha dicho una sirvienta". La voz de Harry era delicada y tranquila, sus ojos verdes se alejaron del jardín y se enfocaron en los dos orbes celestes de su pequeña cachorra que succionaba su pecho, su pequeña Aurora.

Louis asintió y se hinco sobre el nido donde cargo a su cachorro. "Lo ha hecho, fue decapitada en el patio principal a puertas abiertas, me he ido muy temprano y, estaba dormido he regresado y sigue dormido".

"No molestes a mi pequeño Louis, me refería Henriette". Louis acaricio con su pulgar la barriga del pequeño Louis ll y suspiro.

"Lo envié a las fosas comunes, no lo quiero cerca de mi familia".

Harry separo a su cachorra de su pecho y comenzó a darle palmaditas para que eructara. "¿Estas bien amor?"

Louis lo miro por un segundo con sus ojos azules brillando. "Lo estoy, me has dado la felicidad completa, luna mía".

"También te amo Alfa, a ti a nuestros cachorros".

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Esa misma noche, Louis ll Tomlinson-Styles y Aurora Marie Tomlinson-Styles fueron presentados ante el pueblo con los herederos a la corona y dos meses después, Louis el rey temible entrego su corona su esposo, Harry Styles príncipe de Maelia.

Fin. 

Finalmente, llegamos al final. 

Espero sea lo que esperaban, en un momento me senti perdida sobre como terminar esta historia, pido una disculpa por la tardanza. Se que quedaron cabos sueltos pero tendremos capitulos extras asi que... nos leemos pronto. 

Por cierto, no se olviden leerme en otra de mis historias.