Las olas de la marea se escuchaban y el aire frío se colaba en su habitación. Dos meses desde que partió a Maelia.

"¿Cielo, estás listo?" Alice entró de manera silenciosa a la habitación de su cachorro, el olor a tristeza y desolación era demasiado fuerte y recostado en medio de la cama de sábanas blancas estaba el omega rizado, su vientre demasiado grande para las semanas que llevaba, sus pies demasiados hinchados como para caminar por más de veinte minutos por los jardines. "Déjame ver".

A petición de la omega mayor y sin dar una respuesta verbal simplemente ladeo su rostro para dejar a la vista su cuello, su marca su lazo roto, la que en algún momento era una mordida roja y sana ahora simplemente quedaba un recuerdo oscuro un recuerdo de que alguna vez tuvo un Alfa. El padre de su cachorro. Alice de manera sigilosa comenzó a limpiarla intentado quitar las costras que se formaban alrededor.

"Hazz, ¿Cómo te has sentido?" Alice volvió a preguntar y como todas las ocasiones pasada, su hijo, no respondía ni una sola palabra. Demasiado consumido por la tristeza. "El médico real ha dicho que es probable que el cachorro nazca en cualquier momento, incluso en estos días. Entiendo que puedas estar nervioso pero nuestro cuerpo es muy sabio, lo sabrás cuando estés en labor".

"Mi cachorro debe regresar con su padre, no puedo destruir la fe de su pueblo". Fue un susurro muy pequeño y bajo, probablemente Alice no hubiera escuchado si no estuviera tan cercas de su hijo. Una lágrima silenciosa recorrió la mejilla pálida del omega "Ningún omega sobrevive aun parto sin un lazo, lo siento. Sé que Louis cuidara bien de mi bebé".

"Amor, no debe ser de esta forma, podemos enviar una carta y estoy segura que su majestad el rey Tomlinson tomará el primer barco en tu búsqueda". Alice dice, sus dedos largos y suaves acarician los rizos de su cachorro. Harry nunca mencionó el motivo de su huida ni tampoco Alice pregunto, permitió que su cachorro tomara las cosas con calma.

"Mamá, Louis no me ama". Los ojos verdes chocaron con los de Alice y el corazón de la omega se rompió cuando vio el corazón roto de su cachorro.

"No puede ser de esa manera, Ha- "Alice negó, y fue interrumpida por el grito del rizado.

"Mamá, el fingió" sus ojos verdes cayeron en su vientre. "Fingió para obtener a mi cachorro, todo fue su plan. Todo para dárselo a su ex amante y obtener un heredero".

Unos pasos resonaron en el piso de mármol de la habitación, los omegas llevaron sus ojos a la entrada y ahí estaba Marcus en su mano un vaso de alcohol. "Si no te amara lo suficiente, no hubiera enviado una carta al consejo. Una carta donde rechazaba la corona".

"No puede rechazar la corona, es el rey". Alice susurro sin entender muy bien lo que deseaba decir su esposo. "¿Quién tomaría su lugar?"

Marcus llevo sus ojos en dirección de Harry. "La corona puede ser tomado por su consorte, solo si este es un heredero a la corona. Escucha Harry, Tomlinson te está entregando su reinado, es para ti y no para ese ex amante del que tanto mencionas".

"Papá, no le entiendo". Harry limpió sus lágrimas sin embargo estas seguían cayendo. "No lo entiendo, ¿Por qué me lo ha dado?"

"Porque te ama cachorro" fue la respuesta de Marcus.

"Debo regresar con mi esposo". Harry susurra, y con un poco de dificultad se levanta de su cama en busca de los guardias reales. "Preparen el barco, debemos viajar a mi hogar".

"Harry" Alice lo llama a sus espaldas. "No puedes viajar, puedes dar a luz en cualquier momento".

"Alteza," dice una voz baja. Es Anlin un beta de mediana edad. El mensajero real "Ha llegado una carta con el sello del rey Tomlinson".

Para Harry Styles de Tomlinson.

Su excelencia, espero que se encuentre estable y el cachorro goce de buena salud. Prefería no tener que tomarme el atrevimiento de escribirle, pero no he podido conciliar otra opción más que orar por su regreso. El reino ha sido tomado por el pueblo, desean proclamar a una nueva reina y me temo decirle que nuestra majestad el rey Tomlinson no ha decidido tomar ninguna represalia en contra de los traidores a la corona.

El rey y el pueblo, lo necesitamos.

Atentamente su Edin, su fiel sirviente.

"No puedo quedarme de manos cruzadas madre, no cuando mi pueblo y mi Alfa me necesitan. Tengo entendido que mi cuerpo es sabio para enseñarme lo que debo de hacer en caso de comenzar labor de parto".

"Iré contigo, no dejare que cruces el océano solo". Marcus sentenció. Y Harry aceptó, durante la madrugada el barco fue preparado y embarcaron.

La primera noche en el océano fue tormentosa, las náuseas no paraban y sus pies comenzaron a volverse hinchados, su cabeza dolía demasiado. El médico real que los acompañaba decía que su presión era demasiada alta y estar en medio del océano no era de mucha ayuda, su padre Marcus había solicitado regresar, estaban a menos de un día de Maelia pero a cuatro del reino de su Alfa.

"Dímelo, ¿puedo sobrevivir?" Harry le preguntó al médico, mientras esté colocaba paños húmedos en un intento de bajar la fiebre que sacudía, su cuerpo.

El beta lo miro por unos segundos, "Me temo que no mi alteza, su vientre está demasiado extendido en cualquier momento el cachorro intentará presionar en su corazón y este parara".

Harry asintió. "Escúchame, no importa si el dolor me consume o mi corazón se detiene. Mi cachorro debe nacer en el reino de su padre, solo de esa manera el pueblo estará satisfecho, tendrán un heredero".

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Louis había puesto toda su atención en lo que fuera que tenía que resolver. Era más fácil enfocarse en lo que podía resolver y aunque reflexiono durante días sobre todo lo mencionado por Harry. Fue una semana después que sucedió.

Las noches eran complicadas sin la compañía de su omega, agotado de no poder conciliar el sueño. Salió en busca de obtener un poco de aire y ahí lo escucho. Era uno de sus guardias no sabía su nombre ni tampoco recuerda cruzar alguna palabra con el hombre.

Su voz era tranquila y serena. El Alfa le susurraba a su compañero de guardia que se estaba follando al antiguo esposo del rey. Se follaba a Henriette. Louis espero sentir una pizca de celos en su interior sin embargo no sucedió, lo único que lo incendió fue escuchar lo siguiente.

"Lo morderé, él me ha dejado hacerlo. Es como una muñeca, si tan solo lo vieras como lo he visto yo en todo su esplendor".

Su compañero guardó silencio y después de unos segundos respondió. "¿Te ha dejado? ¿Un simple guardia?"

El Alfa gruño. "Le he prometido entregarle al heredero. Henriette lo desea y por eso omega soy capaz de asesinar a la propia reina".

Louis nunca se sintió más traicionado. Henriette lo había apuñalado, el omega de ojos marrones era lo más cercano a lo que era una familia, pero, Louis sabía que la familia también traicionaba. Sin alertar a nadie tomó uno de sus caballos y cabalgó a donde encontraría al omega. La cabaña se visualizó frente a él. Tocó dos veces hasta que Henriette se visualizó frente a él.

Llevaba una bata azul con su pecho descubierto y varios chupetones esparcidos al mirar al Alfa rápidamente se tapó. "Louis, no es lo que imaginas".

"¿Fuiste tú?" sus ojos azules se cristalizaron. "¿Mataste a Liam?"

Henriette dejó escapar un suspiro largo y en seguida se hinco sobre sus rodillas. "No quería hacerlo, era mi amigo. No quería hacerlo".

Louis rápidamente se retiró las lágrimas que se escaparon de sus ojos. "¿Era tu amigo, pero dejaste que sufriera hasta morir?"

Henriette lloro desconsoladamente. "No quería, no era él. No debía ser el".

"¿Zayn?" Henriette volvió asentir. "Has acabado con todo lo que he amado, asesinaste a mis únicos amigos, nuestros amigos. Has jodido todo sobre mi". Louis susurro y dio la vuelta en dirección de su caballo.

"Lo hice por nosotros," la voz de Henriette lo detuvo. "Debió ser ese omega, él tenía que morir en lugar de Liam. Porque somos Henry y Louis, siempre juntos ¿lo olvidaste?"

"Henriette, se ha ido. Harry me dejó, se fue con mi cachorro porque te elegí sobre mi omega". Louis dice, su mano sigue sujetando a su caballo.

"Lo hiciste porque me amas. Somos destinados Louis por eso me has elegido sobre él, aunque él es tu omega me has elegido porque en tu corazón te pertenezco". Henriette musito iluso sobre el corazón de Louis. 

Nos pertenecemos.

"Henriette, te elegí porque eras lo único que me recordaba a mi madre. Mi madre fue la mujer que te educo, fue tu institutriz. Pensé que eso me acercaría a ella de alguna forma, pero me equivoque no eres como ella, ella mi madre jamás desearía asesinar un ser inocente ni mucho menos alejar a un cachorro de su madre. Lo sé, llevarte a mi cachorro y alejarlo de Harry. Solo puedo sentir náuseas por ti". 

Primera parte del capítulo final:).