NOTA DE AUTORA: DESAHOGO
¡Saludos y buenas tardes! Espero que en estos momentos tú y los tuyos se encuentren muy bien.
A veces pienso que sale sobrando hacer estas notas, pero a mí personalmente me ayuda a sacarme esa espinita de adentro y dar a entender mi punto de vista y hacerlo respetar, no necesariamente obligando a los demás a pensar del mismo modo que yo, pues todos somos diferentes, cada cabeza es un mundo.
Hoy me dirijo a ti, que me lees, no tanto como autora, sino como lectora y crítica de mis propias obras. Porque sí, soy bastante crítica y exigente conmigo misma, y es que si hay algo que amo, aparte de escribir, es autoanalizarme constantemente para no perder mi norte.
Muchas de las acciones de mis personajes no son algo que apruebe o haga la Natalia detrás de esta pantalla, sin embargo, son cosas que deben suceder por el bien del desarrollo del personaje y lo que me gustaría transmitir en el fondo.
Ahora bien, solo los escritores conocemos que cuando le damos vida a un personaje, no somos nosotros quienes se sientan a escribir su historia… son ellos mismos. Cada uno tiene su forma de ser, sus defectos, sus virtudes, sus miedos, sus valores, sus creencias, su manera de ver la vida. Y aunque parezca absurdo, les guardo un profundo respeto a mis personajes, porque cada uno actúa en la forma que creen que es la correcta y eso lo defiendo con uñas y dientes. Para mí, escribir no es un trabajo. Es una terapia.
Entiendo que no todo el mundo comprenderá la acción de Irene en estos momentos, y lo verán como algo cobarde e inmaduro, porque tal vez no están analizando ciertas cosas sumamente fundamentales e importantes.
Primero, aunque todo parezca miel sobre hojuelas, la realidad es que en el fondo, Irene ha dado señales bastante claras desde el día uno que esa vida no la hace feliz. Una cosa es que ame profundamente a Jedik y que se complementen íntimamente hablando, a sentirse “suficiente o realizada” como madre.
Es difícil para ella encontrarse en esta situación. En mi opinión, como lectora, dejando a un lado que soy la escritora, opino que es la mejor decisión que pudo haber tomado por lo pronto, no solo por el bienestar de su familia, sino por el propio. No hay peor sentimiento que sentirse insuficiente. En gran parte tiene mucho que ver el hecho de que sus embarazos todos fueron fugaces, por lo que ese apego o vínculo hacia sus hijos y esa relación no se ha desarrollado lo suficiente, además de claro, jamás ha tenido un ejemplo a seguir de cómo ser una madre y siente que no ha hecho nada más que fallar y ganarse el desprecio de sus hijos.
Evidentemente todos llegamos a un punto de quiebre y ella ha estado soportando demasiado en silencio porque ha querido aparentar que todo está bien, que tarde o temprano podrá acostumbrarse a esa vida, pero no lo está.
Jedik tiene su manera de lidiar con la situación, que tampoco es la correcta, como lo es patrocinar y darle luz verde a todo lo que sus hijos hacen o quieren hacer, pero en gran parte guarda una relación más estrecha y afectuosa con sus hijos, a diferencia de ella, que le cuesta tanto abrirse y expresar cómo se siente. Él estuvo con ellos desde que nacieron, pero ella no lo estuvo. Además, esta etapa que ellos están cruzando, es la más complicada. Mujer que conoce lo que es lidiar con un hijo adolescente, puede entenderlo perfectamente.
Muchas veces queremos desaparecer, porque nos sentimos insuficientes, infelices, nos cuestionamos si estamos haciendo lo correcto como madre en la crianza de nuestros niños, como también no sabemos cómo actuar en algunas circunstancias, y es natural, completamente normal. Es normal sentir inseguridades y miedos.
Por favor, normalicemos buscar la felicidad y la paz mental donde nuestro corazón la encuentre, no necesariamente ligada a una persona… si no eres feliz contigo misma, ¿qué te hace pensar que lo serás con alguien o que harás feliz a ese alguien sin perjudicarte a ti misma en el intento?
Para amar a alguien y ser feliz, primero debes comenzar por amarte y aceptarte a ti misma, sanar tus propias heridas, aceptar que no eres perfecta, que cometes errores como todo el mundo, eso es precisamente lo que te hace humano y diferente al resto.
Aunque nadie nace con un manual bajo el brazo de cómo ser un buen padre, debemos tener claro que no todos fuimos criados de la misma manera. No todos lidian con sus problemas y traumas internos de la misma forma y eso hay que respetarlo, porque solo quien está en esa posición puede conocer lo abrumador que es ser madre.
Todos sabemos que cuando Rhea despierte, culpará a todos, especialmente a Irene por haberle impedido que salvara a Killian, (a pesar de que él no tenía salvación, eso ella no lo ve) y obviamente por la pérdida de su bebé. Irene está huyendo precisamente de eso, porque no es lo mismo pensar que su hija la odia, como lo hace, a escucharlo de su propia boca.
Ella siente que se ha ganado el desprecio de todos sus hijos. Que solo ha sido un obstáculo en la felicidad de ellos. Ninguno le tiene el mismo respeto que le tienen a Jedik. Él es más abierto, mientras que ella ve el mundo en blanco y negro.
Y no, señoras y señores, el amor no va a cambiarte de la noche a la mañana, tampoco va a enseñarte a convertirte en un ser perfecto y de luz… Las mejores lecciones se aprenden equivocándose. No todo se soluciona con amor o sexo desenfrenado, también se debe ser valiente para tomar decisiones drásticas por el bien de nuestra salud mental.
Todos necesitan sanar. Las cosas bajo presión no funcionan. Por eso el tiempo determinará si todos ellos están destinados a terminar juntos… o cada quien por su lado.
En el momento que haga una novela color de rosa todo, donde los personajes sean perfectos, donde no haya dificultades para alcanzar la felicidad, reporten mi cuenta porque me hackearon y no soy yo… 😊
El motivo principal por el que comencé a escribir, de todos los motivos que tengo, es llevar un mensaje claro, una enseñanza de que somos seres humanos imperfectos, que nos equivocamos, pero sobre todo, a valorar muchísimo nuestra salud mental.
Si llegaste hasta aquí, gracias por leer mi desahogo. Realmente aprecio el tiempo que me dedicas. Para mí eso vale mucho más de lo que podrías imaginar. Y no existen palabras que puedan describir lo feliz que soy por tenerlos a cada uno de ustedes en mi vida… porque créanme, que cada uno ocupa un espacio en mi corazón. Los amo mucho. 😊💜
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