Capítulo 15 (El plan)
Horas después
-¿Que planeas?-pregunto, pegado a mi cuello lo cual hizo que me erizará.
-Ya me conoces, no soy de dejar nada pasar -respondí con sinceridad, soltandome de su agarre.
Mi celular vibró en mi bolsillo, lo saqué para comprobar que fuera de la persona que había estado esperando pacientemente. Exactamente era la persona esperada. El nombre de Ray apareció en la pantalla:
Te espero en mi casa...
<<Morirás>>
-debo irme-solté en lo que a paso apresurado salía de la casa. Para dirigirme a casa de Ray.
(...)
-Jess- me recibió con una sonrisa en sus labios.
-Ray, tenemos que hablar-digo fingiendo mi mejor cara de chica enamorada.
-claro que debemos de hablar.
Se separo de la puerta envitandome a entrar. Sabia hacia donde me dirigía, estaba entrando en la morada del enemigo. Camine hasta la sala, encontrándome con Jade amordazada en una silla, sus ojos llorosos se encontraron con los míos. Habían tanto miedo en ellos.
<<Así que vienes sin rodeos>>
-Oh, ya viste la gran sorpresa-hablo con su voz falsa.
-¡Que sorpresa tan encantadora!-Exclame con entusiasmo.
-Viste, quería darte un regalo de reconciliación- camino tomándome de meton obligandome a mirarlo- Mi amor, haremos las cosas facil. Tu vienes conmigo y suelto a la pequeña.
-¡Oh, mi amor! Lamento arruinar el momento, pero tú no eres el que pone las reglas del juego ahora-golpee con toda las ganas del mundo su entre pierna mencionado lo último.
Vi como caía arrodillado al suelo quejándose del dolor. Cómo sus ojos reflejaban dolor. Es encantador como ahora ya no se ve tan rudo.
-¡Hija de puta!-hablo en apenas un quejido.
-gracias, mi amor-dije sacando el cuchillo que traía guardado entre mis pechos.
Sus ojos recorrieron el cuchillo vacilante, una sonrisa cínica apareció en su rostro. Sus ojos vijilando cada movimiento que hago.
-Que honor, ser tu juguete-pronucio cada palabra con fascinación y vacilación.
-Es una pena, que no seré yo quien lo haga-respondí, con una enorme sonrisa en mi rostro.
Gire en mi eje sin dejar de observamos ni un segundo, en lo que soltaba a Jade.
-Ella... Es quien lo hará por mi.
-¿encerio?, ¿será, que aún sientes por mi?-su tono era pícaro.
-estas equivocado, Jess sentía por ti o mejor dicho eso creía. Yo no siento absolutamente nada, de nada por tí-afirme en mi lo que le entregaba el cuchillo en las manos temblorosa de Jade.
-eso es bueno, porque yo ni un segundo estuve enamorado de ti. Me dabas asco.
-Hay estás equivocado, tu sabes que te mueres por besar mis labios-hablo con una sonrisa en mi rostro. Señalando mis labios.
Camine hacia el tomandolo por el cuello de su pulover estampando mis labios contra los suyos. En un movimiento rápido, pero como si lo necesitará. Me tomo de la cintura atrayendome hacia el, su ritmo es desesperado, demandante. Su lengua pedía a gritos entrar en mi boca y jugar con mi lengua. Me estaba haciendo tanta gracia que para tentarlo más, di exquisita suave y despacio mordida en su labio haciendo que un jadeo se escapara de su boca. Rei en sus labios, zafandome de su agarre y haciendo que cayera al suelo de un empujón.
-Sabes, que te mueres por mi. Que lastima me da mi hermana, ni siquiera su novio la ama. Hasta tu me prefieres...Hasta me darás el honor de acabar con tu vida- dije entre risas. viendo su rostro de confucion.
-Es que la palabra hija de puta te queda corta-solto molesto.
-Lastima, tu padre experimento conmigo y yo voy hacer lo mismo con su hijo- Solté divertida-espero que lo disfrutes.
Mire directamente a los ojos a la niña que temblaba con aquel cuchillo que tenía en las manos. Sus ojos llenos de miedo. Camine hacia ella.
-Jade, Jade. Deja que te cuente algo, cuando yo tenía 12 años un hombre mato a mis padres, me secuestro a mi y a mi hermana. Me torturó-la tome de las manos-y mato a mi hermano, ahora su hijo. Y si tu madre está destrozada pero tranquila aquí está hermanastra Meg para ayudarte.
Sus ojos cambiaron de miedo a dolor, preocupación e odio. Camino en dirección a Ray. Sabía exactamente lo que iba hacer, así que antes de que hiciera algo lo cual la iba a torturar de por vida debía intervenir.
-No, no- la tomé por los hombros, quitándome el cuchillo de sus manos-la que acabará con el no seremos ni tú ni yo.
El rostro de Ray no cambiaba de esa expresión cínica de el. Pero sabía que lo que ocurría a continuación si lo haria. Porque si yo para muchos era mala. Ella simplemente era peor, porque la que mata es tan mala como la que sabe y guarda el secreto a pesar de saber que es una asesina. Y si me refiero a ella.
<< El amor y el odio van de la mano.>>
(...)
JESSIE
Al abrir mis ojos tengo un cuchillo en la mano, estoy algo confundida al ver a Ray en el suelo atado, a Jade llorando en un rincón del sitio. Pero tampoco soy tan estúpida para no entender, que fue el todo este tiempo mi enemigo.
-Jess, suéltame -su voz es suave. Pero yo estoy paralizada no se que hacer en estos casos, Meg siempre se a encargado de ello.
<<Y aquí estoy>>
<<¿Qué pasó?>>
<<Quiero que lo hagamos juntas>>
<<Yo no soy una asesina>>
<<No, pero recuerda que vamos de la mano. Recuerda lo que le sucedió a nuestro hermano, y fue el>>
El dolor y el odio tomaba control de mi. Cada recuerdo de mi hermano se repetía en mi mente, quiero abrazarlo y saber que ya no lo haré nunca me causa aún más dolor. Apreté el puño de mi mano.
<<¿Lo recuerdas? ¿Recuerdas como su padre experimento?>>
<<Yo...yo, quiero>>
<<¡¡Gritarlo!!>>
-¡voy a matarte!-exclame apuntando el cuchillo hacia el.
-Jess, soy yo-en su voz se sentía el nervio.
-no
-¿no, que ?
-Quiero que conozcas a mi odio, porque ya no queda nada de mi...Ustedes me mataron-prenucie cada palabra con firmeza.
Camine hacia el, ya teniéndolo frente a frente a mi encaje el cuchillo sin aviso en su pierna.
-¡Ahhh!-solto en un quejido.
-¡Ja,ja,ja!
Ya se lo que pensarían todos, lo acuchilló¿ pero como ?.Claro que no fui yo fue ella. Ahora mismo estoy observando todo como si viera una peli. Ella habla y actúa por mi, y lo mejor es que luego no recordaré nada. Siempre seré su cómplice y ella mi asesina. Mi gran secreto a guardar. Siempre nos hacemos compañía, yo amo por ella. Y ella odia por mi.
<<Mi mitad>>
-¡Oh!, Mi veneno está en acción-su voz hace eco en el sitio, aparte de los quejidos de dolor de Ray.
Sus pasos hacen que se me acelere el corazón. Siempre a sido el, como pude olvidarlo. Ya entiendo cada vez que Meg pronunciaba: "mi rey..." con cada beso que le daba a aquel Idiota. Yo amo a ese hombre, ese hombre nos acepta a las dos y nos ama con locura... Adriel.
-muevelo hacía una silla.
-claro.
-dime Ray, ¿quien mató a tu hermano ?
-Yo...disfrute con hacerlos pedazo, papá siempre tuvo razón siempre fue tan débil-rio entre dientes, aguantando el dolor.
Debo admitir que sus palabras me causaron dolor, sino fuera por aquel niño que el llama débil, yo no estuviera aquí. En verdad ese niño tuvo más huevos que el.
-Ese débil... Cómo tú lo llamas tuvo más cojones que tú, porque mientras tú temias a tu padre el se colaba en el sótano violando las reglas de tu padre. Ese débil, como dices me salvó la vida-volvi a acuchillarlo pero está vez en la otra pierna, haciendo movimientos circulares- Ese débil, como dices seguro lo mataste a traición.
-¡Ahhh!-jadeo del dolor.
-ups, creo que me altere un poco-suspire-mejor comenzamos de nuevo.
-¡¡eres una puta loca!!-grito.
-ya era hora que me dieras un elogio-una sonrisa se dibujo en mi rostro.
Antes de que volviera a pronunciar algo más. El puño de Adriel impacto contra su cara. Golpe iba y venía uno tras otro. Veía como su cara iba quedando inreconocible.
-perdón, me alteré-dijo soltandolo, caminando en mi dirección.
Sus puños están llenos de sangre de Ray, puso sus manos en mi rostro dando una suave caricia. Pego sus labios a los míos dejando un corto beso.
-I hate you-pronucio en mis labios.
<<I love You>>
Nos separamos y volví a centrar mi atención en aquel chico, atado y con la cara roto que nos miraba con odio. Las últimas palabras que pronunció fue las que hizo que Meg perdiera la cabeza por completo.
-yo fui quien le dije a Larry. Yo fui quien le dijo que tú mataste a sus padres, que matará a tu hermano-cada palabra fue un puñal.
-¡Ja,ja,ja!-reí- sabes lo lindo que te vieras con una sonrisa para siempre.
-Cariño, llévate a Jade.
-si.
Cuando ambos estuvieron fuera de la habitación, tome mi cuchillo en mano acercándome a el.
-que, comience el juego.
Lo tomo de la cara haciendo que mi mire, coloco el cuchillo a un extremo de su mejilla. Sus ojos conectan con los míos veo la expresión de superidad en su rostro. Así que sin aviso, coloco el cuchillo en un extremo de su labio rajando hasta llegar a su oído. Sus gritos era un canto para mis oidos la sangre teñia, bañaba mis manos. El aroma tan delicioso de esta invadía mis fosas nasales, frente a mi tenía la vista más hermosa. Sus ojos reflejaban dolor, temor. Hice lo mismo en el otro extremo dibujandole una hermosa sonrisa. Estaba sudando, su cuerpo temblaba.
Rasgue su ropa y con el cuchillo tomándolo como un lápiz, escribí el nombre del experimento el cual su padre estuvo tan feliz. En cada parte de su cuerpo grabé la palabra: Hate. Cada jadeo de dolor, grito, reflejo de dolor me satisfacía de una manera increíble. Se podía decir que sentía la humedad crecer entre mis piernas, esto además de gustarme me ponía demasiado. Si lo sé soy una puta enferma. No deje ni un espacio en blanco en su cuerpo, veía la sangre gotear al suelo, parecia el dibujo desastre perfecto. Cada gota de sangre que derramaba cayendo al suelo era maravilloso. Tenía un mar rojo bajo debajo de el. Venía como la vida escapaba lentamente de sus ojos, como se tornaba pálido. Cómo con cada toque o roce del filo del cuchillo en el, lo hacía temblar. Me senté a observar como su débil cuerpo daba los últimos suspiro de vida, y antes de que sus ojos se cerrará hice un fino pero profundo corte en su garganta. La sangre me salpicó, y su cabeza cayó hacia adelante.
Limpie toda la escena, confirme que no hubiera cámaras alrededor. Me apuñale a mi misma en el abdomen, sentí la piel siendo quebrada y el dolor haciéndose presente. La sangre corriendo mi ropa, prendí fuego a la casa. Tome mi celular marcando le a Adriel. El cual cogió al cabo de nada.
-de acordé al plan-pronucio.
-ya sabes -colgue.
Me deje caer en un punto en el suelo, haciendo preción en la herida. Inhale el humo quedandome al cabo de unos minutos inconsciente.
<<Meg, ¡estás loca!>>
<<Confía en mí>>
<<Solo es un pequeño desafío>>
Se que me había tomando mucho subir. Pero estuve y estoy muy ocupada con un problema familiar. Espero que entiendan. Pero lo más importante que disfruten del Capítulo. Déjenme sus comentarios y sus votos. Besitos nos vemos en la próxima ♥️
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro