Advertencia:
Esta historia no tiene sentido aparente, todo lo que pase aquí es inventado, además de que no existe una pareja fija o protagonista.....                                                                                                                                                                                                           
                              •°×•°×•°×•°×•°×•°×•°×•°×•°×•°×•°×•°×•°×•°×•°×•°×•°×•°×•°×•°×•°×•°×•°×•° •°×•°•×•°•×•°                                    

Si bien, lo dije antes. No había aprendido nada. Solo estaba dolido y frustrado por no poder hacer nada por mejorar la relación que nunca estuvo bien.

- ¿Cómo estuvo tu día cariño? - cuestionó su madre apenas lo vió ingresar a la vivienda.
- ¿Enserio quieres que responda? - dijo con aparente sarcasmo en su voz.
- Por algo te pregunto - le sonrió con dulzura. Ella sabía que su hijo había estado irritable por todo en esas últimas semanas. Simplemente no quería ser un obstáculo más para que sonriera, pero no tenía idea del por que de su mal humor. Jungkook suspiró cansado.
- Mamá lo siento - dejó sus cosas sobre el sofá y abrazó a su madre por la espalda. - no me siento bien... - susurró escondiendo su rostro en la espalda de su madre.
- Lo sé... - susurró tratando de transmitirle confianza a su hijo. - ve a lavarte, pronto estará la cena - JungKook asintió y sin emitir palabra se dirigió a su habitación después de tomar sus respectivas cosas.

Jungkook ya habiendo lavado sus manos y cambiado su ropa, se sentó a la mesa con su madre, mientras ambos comían en un profundo silencio, abrumador e incómodo para la mujer.

- Así que... - inicio sin saber exactamente de qué hablar. - cariño, ¿Jinie no a hablado contigo? - cuestionó viendo como la expresión contraria cambiaba rápidamente a una de tristeza e impotencia. Sabiendo que ese era el tema que lo abrumaba continuó. - ¿Están peleados? - se quedó callada esperando una respuesta, suponía, hostil por parte de él.
- No lo creo - contesto casi en un gruñido. Su madre arqueó una ceja.
- ¿No lo crees? -
- No -
- Ajá... No quiere hablar contigo te evita y estás frustrado por eso, entiendo...  - JungKook la miró perplejo.
- Pero como... - su madre le sonrió murmurando en silencio algo que apenas y pudo entender, y siguió comiendo sin dar mayores respuestas.

«Cuida de Jin...»

°
°
°

- Mira Jin, lo siento. Quiero que volvamos a ser amigos y te dejare tener amigos y todo, pero recuerda que eres mío y... ¡Diablos! - interrumpió su propio discurso nervioso, suspiró pesadamente y sacudió su cabello en frustración. - esto no funcionará y jamás será como antes... - dijo con pesar y un nudo en su garganta que le hacía sentir como si tuviese una flecha clavada en ese mismo lugar.

Su cabeza dolía y sabía la razón de ello, sabía que era por tener el ceño fruncido la mayor parte del tiempo, sabía que era por como se sentía, aquella impotencia y tristeza. Aquella irá en su interior qué trataba de no dejar salir aún... Es que no era el momento.

El sonido de el timbre de llamada resonó por toda la habitación, causando que con fastidió evidente se acercará hasta el para contestar. Pero si expresión cambio notoriamente al darse cuenta de quién era el remitente.

«Llamada de Jinie♡»

Tan rápido como pudo descolgó la llamada y pego el artefacto a su oído, musitando un eufórico “¿Si?” al teléfono espectante por aquella voz que desde hace meces ansiaba escuchar.

— ¿Usted es pariente del Señor Kim SeokJin? —

Lo primero que sentí al escuchar una voz no perteneciente a él, fue desepción, que apenas y escuché la pregunta, que apenas y pude reaccionar a lo que vendría después de mi nuevo y ya característico, ceño fruncido.