Advertencia:
Esta historia no tiene sentido aparente, todo lo que pase aquí es inventado, además de que no existe una pareja fija o protagonista.....
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¿Recuerdan la llamada?

"No pudimos comunicar con sus padres", "Él está en el hospital". A penas le había escuchado nombrar aquellas palabras, salió como alma que lleva él diablo hacia el lugar donde sabía le podría ver. A este punto, mientras corría, mientras imaginaba lo peor del mundo, ya que. No había dejado que la joven le explicará las cosas, sus lágrimas salían sin control y ya no importaria cuántas veces se haya caído en su cruzada, ya no importaba el dolor en sus pies, puesto que había salido sin colocarse siquiera los zapatos. Y a penas pudo, tomo un taxi directo al hospital.

Al llegar salió corriendo hacia las instalaciones sin antes pagarla al taxista, quien le gritaba que le pagará. Se posó en recepción y llamo la atención de la mujer a cargo de la computadora.

Jungkook apenas y pudo formular las palabras correctas, las cuales salieron como una sola palabra de lo rápido que la pronunció, con su pulso acelerado y el aire casi saliendo completamente de su ser.

- Pude repetirlo - dijo la mujer calmadamente sin siquiera apartar su vista de la computadora
- El paciente Kim SeokJin, ¿Dónde está? - repitió, ahora, entendible para la mujer quien tecleo algo en la computadora.
- Segundo piso, habitación trescientos uno -
- ¿Él está bien? - cuestionó antes de irse.
- Accidente de auto, el Joven sufre de graves lecciones, y la muchacha lleva consigo lecciones leves -

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- Jin... ¿Que fue lo que pasó? - cuestionó mirando desde fuera de la habitación atraves del cristal a un SeokJin inconsciente. - ¿Que fue lo que te hizo ella? - posó su mano sobre el cristal. - ¿Cómo es que ella está bien... Muestras tú mueres aquí? - apartó la mirada y cerró su mano en un puño. Las lágrimas no tardaron en caer.
- ¡Es tu culpa! - escuchó gritar mientras era tirado de un fuerte empujón al suelo.

Jungkook miró con furia a la chica delante de él, era ella, aquella que le quitó a su Jin, si, su Jin. Ella tenía rasguños esparcidos en su piel, llevaba consigo una sola muleta ayudándole a apoyarse y tenía vendas en la cabeza y pierna derecha. Ella lo miraba con furia, culpandole tanto en voz alta como en silencio, sus respiraciones se escuchaban débiles y parecía estar sudando.

- ¡Por culpa tuya, SeokJin está en esa situación! - exclamó con furia apuntando al susodicho.
- ¡¿Yo que tengo que ver en esto?! - cuestionó de la misma manera levantándose del suelo. - ¡Tu eres la que ha ido a su lado! ¡Incluso es sospechoso que no te sucediera nada comparada con él! - exclamó acercándose a la chica. - ¡Estás tratando de ocultar tu culpa! ¡Tu le has hecho daño! - la chica lo miró con desagrado.
- Aqui el único que le ha hecho daño eres tu - sonrió con ironía. - tu fuiste la causa del choque... -

No lo podía creer, ¿Como es que yo era el causante de aquel accidente? Aquel en el que nisiquiera estuve presente.