—Volveré en la tarde 

—¿Qué harás?—dijo Mauricio

—Iré a la escuela y luego iré a una pijamada 

—¿Una fiesta?

—Es una Pijamada además no irán muchos chicos 

—¿Ira tu amiguito?

—Aun no lo se, espero que valla, además desde el incidente en el hospital no lo he vuelto a ver 

—Estaré despierto hasta que llegues. Salúdalo de mi parte.

El cielo gris era el principal testigo de un nuevo amanecer, aun cuando estaba caminando, no podía dejar de pensar en mi vida en las cosas que he dejado atrás y las que ahora quiero olvidar, pero aun así siempre recuerdo algo de mi pasado, lo cual me impide avanzar y ver  nuevos horizontes, quería ir en busca de mi propia vida que nunca pude tener. 

—¿Volviste?—dijo Saray

—Si, profesora. 

—¿Te encuentras bien?

—Por el momento estoy bien, gracias por preguntar.

—Eres de mis alumnas mas queridas en la institución. No es nada —dijo sonriendo

—Se que es muy tarde, pero debo hacer los exámenes para poder graduarme

—Ven conmigo.

—¿Seré la única que los presentara, hoy?

—No, hay mas chicos de hecho—dijo mientras habría el salón para que yo pasara

—Por el momento eres la única —¿Quieres ir empezando?

—De hecho si—respondí

Momentos después

El salón estaba muy lleno, muchos estábamos ansiosos por acabar y por saber los resultados, no eran evaluaciones finales pero la presión de salir como mejor bachiller hacían que todos nos esforzáramos y estudiáramos mas. No se si he sido la única persona del mundo que tenga un presentimiento malo o bueno, en ese momento fue bueno. Comencé a mirar a todas partes y me encontré con un chico moreno, mirándome a los ojos tan profundamente. Hubieron momentos en los que recuerdo cuando el sonrió, lo note, mas no pude verlo bien por la falta de visión y porque justo antes de aquel hecho, había quitado mis gafas. 

—Se acabaron las evaluaciones pueden irse. 

Me levante de la silla y tome mis cosas, al mismo tiempo el chico se levanto, quedamos frente a frente, me quede esperando que me dijera algo o solo me sonriera, pero nunca lo hizo, solo pude presenciar mi soledad, se notaba que el ya había renunciado a nuestro amor, el había renunciado después de darse cuenta que ninguno iba a vivir.

—¡Samanta¡—dijo un chico 

—Si—dije emocionada esperando que fuera aquel chico moreno

—Te ves muy hermosa—dijo un amigo de Julián 

—Gracias—dije bajando mi mirada, estaba decepcionada de que el si pudiera decirlo y Julián no. 

—Te veré en la pijamada

—Es una pregunta o afirmación—dije riendo

—...Pregunta

—Si, hay estaré. 

—Entonces te veré mas tarde—dijo el

Suspire cuando el salió del salón, no me gustaba ser el centro de atención para nadie y cuando lo era me incomodaba. 

2 horas después 

—¿Puedes tomar licor?

—No, estoy medicada

—Ahh—Entonces ¿Que?

—Jugo, café con leche, tinto o chocolate

—Lo bueno de ser colombianas es que nos gusta comer de todo.

—Tienes razón. 

—Bueno, los dejo porque estoy segura que ahorita llegan los demás amigos de Aylin. 

—No haremos mucho ruido—dijo Aylin

—Eso espero.—Contesto su madre 

Me baje a el patio cuando vi que ya parecía una fiesta dentro de la casa de Aylin, todas habían esperado que los padres de Aylin se durmieran para hacer la fiesta, lo peor no era hacer esto sino que yo estaba con pijama y la mayoría con sus hermosos vestidos. 

—¿Qué haces aquí?

—Lo mismo digo

—Responde primero—dijo el

—Me invitaron

—¿Quien?

—Aylin

—Tienes mas amigos que yo.

—Eso no es cierto, tu tienes mas.

—¿Cómo cuales?

—Tienes a Maicol, Johan a Joseph, a tus hermanos y tu padre.

—Ellos no son mis amigos. 

—Si yo tuviera a una familia como la tuya, no la dejaría nunca

—Pues si quieres te la vendo

—¿Por qué estas actuando así conmigo?

—Actuó así contigo porque tu tienes mas que yo, incluso tienes mas amor que yo.

—Se suponía que ya dejaríamos este tema atrás ¿Por qué sigues insistiendo en hablarlo?

—Tus padres le pagaron mucho dinero a los míos, si me alejaba de ti, aparte te están buscando un donador, están planeando cosas ilegales y aun así me dices porque te detesto mas.

—¡Julián¡—¿De que me estas hablando?

—¡Vivirás¡

—¿De que hablas?

—Todo saldrá bien.

—Dime las cosas sin rodeos 

—Yo seré tu donador. Ya firmamos el contrato, recibirás vida, eso es lo que querías. 

—¿Qué hiciste?—dije llorando

—No me queda mucho tiempo, tus padres vinieron a mi, me hicieron los exámenes y salimos compatibles, ellos le pagaran a mi padre después de que te de mis tres órganos.

—¡No me hagas esto¡—dije 

—Te estoy salvando—dijo el

—No lo haces, estas salvándote a ti, no a mi.

—Si

—Si, ¿Que?—dije enojada 

—Lo estoy haciendo por mi. —Respondió

—¿Todo esto es por dinero?

—Mi padre esta en quiebra debe criar a todos sus hijos, el esta solo.

—¿Crees que eso  va ayudar en algo?. El dinero no te va a dar amor, ni siquiera te va a devolver la vida después de que te vallas 

—te equivocas Samanta, el dinero salva a la gente sino fuera así entonces la gente no mataría por dinero. El dinero te salva, pero no  siempre de la vida. 

—¿Por eso ya no me miras, como lo hacías antes?

—No confundas las cosas

—Entonces ¿Por qué estamos mirándonos como si aun no pudiéramos olvidarnos de nosotros?

—Me gusta otra chica, además cualquier chico puede verse a los ojos con otras chicas, son solo reflejos de lo que deseas que pase. 

Negue con la cabeza varias veces para convencerme de lo que el decía.

—¿Nunca me viste como algo mas?

—No

—Mientes, tu no eres así. Yo si te veía como algo mas. Todo esto lo dices porque arriesgaras tu vida por mi.  

—Los últimos meses estaremos juntos en exámenes así que la gente hablara de nosotros, debemos ser mas discretos. 

—Siempre cambias de tema—dije

El me dio la espalda, pero el enojo y la verdad me hacían expresar lo que poco hacia con los demás. 

—Siempre te mire con una mirada seductora, pensando que tu también estabas sintiendo lo mismo que yo,  resulta que tu mirada siempre fue neutral, nunca sentiste ese resplandor al mirarme, mientras que cada vez que te veía pasar por mi lado, con tu mirada dispuesta a observar al suelo y no a mi, me dabas mas opciones para alejarme de ti , yo  me emocionaba con esas pequeñas cosas. Cada día que te veía mi corazón latía tan fuerte, mis emociones por verte sonreír aumentaban, mis ojos querían  penetrar tu alma, pero lo único que falto en toda esta historia del desamor es que tu quisieras penetrar mi espíritu porque yo estaba dispuesta abrir mi alma por ti.  —Aun así me dices que te olvide, pero me enamoro mas, disculpa si actuó como una niña, pero aun lo somos, y necesitamos a alguien que nos haga ver las estrellas de otros colores y tu lo haces—dije esperando que el volteara y viera mis ojos hinchados de tanto llorar, por el y por mi. Pero eso nunca paso. 

Continuará...