El hombre rico

Recibí 30 llamadas de un número desconocido, aún no tenía el nombre de la mujer, pero decidí contestar, hablamos varios minutos hasta que tuve que ir a mi trabajo, no me había acordado del cumpleaños de mi hermana y no solo era eso, sino que debía de llamar a mis padres para confirmarles una cita, ambos habían firmado unos papeles y yo los tenía en las manos, aquellos los entregaría ese mismo día al doctor, que atendía a mi hermana

Al llegar al médico todo estaba hermoso, la habitación de mi hermana era nueva o así seria como estaba decorada, le di un beso en la frente a mi hermana y hable con ella, no solo estaba llorando, sino que hay junto a mí estaba el doctor, él me pidió ciertos papeles y yo se los entregue

Espere a que el doctor me hablara y luego procedimos a lo demás, aquel día solo llame a mis padres diciéndoles que todo había resultado aunque sabía que ellos estaban mejor. Yo no lo estaba porque yo mismo había condenado a mi hermana

—¡Cómo tenía Cáncer debe de ser quemada!—dice el doctor

Yo solo estaba llorando, el doctor sabía que sufría, pero no dijo nada, solo se fue. Momentos después llegaron a recoger el cuerpo de mi hermana, además necesitaban abrirlo para mirar que órganos podían servirle a otro ser humano

Hasta que finalmente suspire, pero no porque había desconectado a mi hermana, sino que el siguiente en estar en su lugar era yo.

Cambio de escena

Era de noche, estaba viendo la luna fugaz, brillaba tanto que no paraba de hacerlo, quisiera ser como ella de grande y brillante. Justo escuche a mi padre entrar a mi habitación al verlo no lo vi a el sino vi, lo que llevaba en sus manos, él tenía el teléfono en la mano en aquel momento prendí mi lámpara que estaba ubicada en la mesa de noche.

—¡Me asustaste!—le digo a mi padre sacándole de sus pensamientos

—Es Lily

Mis ojos soltaron una pista de felicidad, tome lo más pronto posible el teléfono, ella había Sido amiga mía del hospital. Aunque era mucho menor que yo siempre la Vi como mi madre, recordandome siempre, lo mucho que le importaba.

—Que milagro...dime ¿Que tal vas?¿Nos veremos mañana?

—¡Mañana es la velación de mi hermana!—Antier falleció

Retome el aire en cuanto el celular dejo de funcionar, aún no entendía como ella, Lily había mostrado una gran fortaleza. Como una persona tan fuerte puede morir lentamente..

...¡Porque!

—Entiendo perfectamente tu dolor.

Negué con la cabeza mientras innumerables lágrimas caían rendidas.

¡Ayer fui con ella a la biblioteca!—¡La lleve a pasear con su silla de ruedas!¡Ella estaba bien!. Olivia se acercó brindándome su consuelo, no quería que me abrazara solo necesitaba respuestas

—Es que...no lo entiendo, un día estás bien y a las 3 horas ya estás mal.

—No debes culparte de eso, suenas muy alterada. Sus manos temblaban más rápido.

—Respira, no te desmayes. Recuerda que no es bueno que te enfermes.

El timbre había sonado múltiples veces. Mi madre no quería que me acercara a l puerta. Hay estaba el, con sus ojos rojos de tanto llorar.

—...li...lo abrase lo más fuerte que pude, ambos necesitábamos esto. Yo lo necesitaba.

—Tus padres estarán molestos, así que me voy.

—Ya se les pasará...espero mañana verte en el velorio

—Le prometimos que estaríamos con ella, obvio que iré.

Sus ojos se conectaron en cuanto ella cerró la puerta, se podía observar los interesantes sonidos, que hacían cuando ambos se veían. El canto de las ranas, el sonido de las tejas raspar, las goteras que caían con suavidad. El canto de los gallos, las avispas a su alrededor, sonaría extraño pero esto sonaba más a un cuento de terror que de amor juvenil.

—¡De negro!

—Quiero irme diferente, ella no le gusta el color negro. Detestaria si me voy de ese color.

—Alguien te está esperando en el comedor, llegó hace poco. Tu padre está hablando con el, así que debemos dejar que arreglen problemas.

—¡Alberto!

—¿Que pasa con el?

—¿El bebé es de el?

—¡...no...claro ... no

—Lei tus conversaciones de WhatsApp con el.

—Es mi amigo. Además ¿Porque miras mis cosas si yo no miro las tuyas, si tengo algo con alguien es mi problema

—Lo se, pero por tus malas acciones estás haciendo más difícil esto. Papa no tardará en pedirte la prueba de ADN

—Hija...estás muy alterada, trata de calmarte. No voy aya porque sabes que no me gustan los funerales, así que ve con tu amigo.

En cuanto baje por las escaleras, el estaba ahí, esperandome impacientemente. Sonreí intencionalmente, me gustaba la forma en la que el me hacia sentir. Segura

—!Adiós ma!

Los árboles tambaleaban más fuerte en las casas, los laberintos eran más largos, no encontrábamos la dirección, el autobús daba vueltas y más vueltas.

El arcoiris resucitó, hace tanto que no veía uno igual. Últimamente estaban haciendo días de sol, y justo el día en que Lily había fallecido, había hecho un hermoso sol. Estaba tan enferma, que me la pasé la mayor parte del tiempo en el baño, solo quería vomitar..

—Este año, hemos perdido a muchas personas. Ahora que hemos perdido un hermana más a la edad de 14 años nos entristece más. Después de largos años luchando con su enfermedad, hoy se pudo ir en paz. Me provoca algo de resentimiento, que ninguna persona se le halla permitido a decirle unas últimas palabras.

De todas las personas quién estaba ahi, quien más estaba afectada era yo. Mis ojos ya estaban hinchados.

—¡No, Lily no!—¡Porque mi Lily!—me había roto en cuanto ví su cuerpo quemarse.

—¡Saque la de ahí, mi Lily no merecía esto!

Observé que Samantha no podía controlar lo que decía, su cuerpo estaba tan débil que yo la sostenía. Largas horas pasaron cuando todos los familiares salieron del cementerio sin siquiera hacer unas pequeñas oraciones. Tardamos en salir de allí hasta que ella le dedicó unos poemas los que posteriormente me quebraron a mi y juntos lloramos

—Lily, no podré con esto. Siento impotencia y quiero sentir que nunca te fuiste, pero ya no logro sentir.

Continuará...