—Una camilla—dijo la doctora

—¿Dónde están sus padres?

—Ya vienen en camino

—¿Que nos encontramos?—dice la doctora

—Tuvo una hemorragia

—Llevarlo a cirugía. Este chico está muriendo

Flashback

—Eres mi todo—dijo el susurrando en el oído

—No, lo creo—dije

—Amor, no

—No ¿que?—dije molesta

—Te quiero

—Sabes algo—dije

—Ya se que me amas

—Julián, te quiero pero mis padres no admitirán está relación

—¿Y eso que más da?. Estamos juntos, nada más importa.

—Pero no podemos seguir así. Debemos contárselo

—Samanta quiero que me escuches con mucha atención.

¡No quiero conocer a tus padres!

—¿Pero si la otra ves estabas decidido ?¿Que cambio ahora?

—Nada.

—¿Porque ya no me demuestras tanto interés? Siento que esto, no está funcionando, unos días me dices amarme y luego otros días desapareces y vuelves como si nada hubiera pasado. ¿Que está pasando?—dije molesta

—Debo estudiar y trabajar. Mi amor todo esto lo hago por nosotros.

—Yo se todo. Y sigues mintiendo como siempre

—Yo nunca te he mentido

¡Eres un maldito!

¿Pido mucho de ti al caso Julián?

—Ayer me escribió tu amante. Me dijo que sueles estar con ella ¿Eso es verdad?

—... Samantha

¡No me toques !—dije evadiendo su abrazo

—Quería decírtelo.

—¿Cuando?...Al menos pensaste en mi cuando te la follabas

—Uno de hombre no piensa en nadie cuando lo hace, solo habían ganas y cuando las hay pasa y ya

—¡Fui una tonta!—dije pegándome en la cara

¡Deja el drama!—dijo el

—Confie en ti. Te conocí desde mis 14 años y esto me das de ti. Y llega otra y la eliges a ella

—El hombre siempre queda como el malo en la historia, tu también andabas con chicos y yo no decía nada

—Tu nunca me amaste —dije mientras sostenía las lágrimas

—El problema radica cuando crees, que la primer persona que conoces en tu juventud es amor de verdad. Yo llegue a tu vida para hacerte más madura. Eres joven muchas mujeres a tu edad se enredan con chicos que no saben dónde ir, ni que hacer. Soy ese chico y si, soy joven y voy a decepcionar mucho a la gente. Pero mírame Samantha tu no quieres una vida como las de tus amigas. ¿Quieres amarrarte con un chico de 20 años? No seas tonta.

—¿Ahora me estás dando sermones de mierda?

—No desperdicies lágrimas en tu juventud por un hombre que no sabe que quiere. Te he visto a veces estudiar. Y me doy cuenta que estamos muy jóvenes. Los adultos de 30 años nos ven como niños, aún no hemos conocido la vida cuando ya creemos que lo sabemos todo.

—¿Estás diciéndome todo esto porque?

—La vida es para disfrutarla, no te amarres en relaciones. Estudia mucho, consigue tus cosas y verás que después de unos años no necesitarás de alguien

—¿Ahora me terminas?—dije llorando

—...No...tomo mi cara—No llores por esto. El dolor te hace más fuerte.

Yo no lo miraba a los ojos.

—Mirame a los ojos Samantha

—No sabes cómo me estoy sintiendo ahora. Algo se rompe dije mirándole a los ojos

—Lo que se rompe no es lo que sentías por mi. Lo que se rompe es el saber que perderás a otra persona. No es nada más —dijo el

—¿Estás enamorado de ella?—dije limpiandome los ojos

—Si.

—¿Que harás entonces?

—Se lo dire—dijo

—Dijiste que nadie debería amarrarse. Toma eso para ti —dije cogiendo mis cosas del parque y alejándome

—No digo que nadie. Solo que a nuestra edad somos muy ilusos, tanto para empezar a planear hijos incluso una boda.

—¡Todos idealizaremos a una persona, por eso salimos lastimados!—lo dije en voz alta mientras corría lo más lejos que estuviera de el

Fin del flashback

Hospital.

—¿Puedo pasar?—dijo la enfermera con su tabla de preguntas

—Doctora. —dijo el

—No debe hablar —dijo ella

—¿Samantha se encuentra bien?

—Si.

—¿Que paso?

—¿No recuerda nada?—dijo la enfermera

—Solo recuerdo que sentí algo estirarse en mi barriga y después mi boca estaba llena de sangre. Sentía mucha sangre en la boca

—Debimos sacarte un órgano

El se giró del otro lado de la cama, quedando su espalda expuesta.

—Tengo 24 años y voy a morir—dijo el

—No piense en eso

—Digame algo doctora ¿Cómo le dicen a un niño que va a morir de cáncer sin decirle que se va a morir?

—Es complicado. Los niños no entienden lo que pasa a su alrededor

—Esta mal. Los niños cada vez aprenden más cosas por lo que ven y escuchan. Ellos saben lo que ocurre.

—Si sabe que puede morir porque no hace que la gente lo recuerde al menos

—Eso quise hacer con Samantha, pero ahora estoy aquí.

—¿Y si terminan de salir hoy?

—No puedo moverme

—Les arréglare una cita en la mañana.

—No arriesgue su trabajo —dijo el

—Solo arreglese, le diré a Samantha.

1:00 AM

La noche estaba cálida, las linternas del parque estaban alumbrando a los chicos. El estaba en silla de ruedas, y ella empujaba la silla. Ambos estaban muy callados, hasta que ella se detuvo en una banco. Y saco unos empaques de doritos.

—¿Quieres?—dijo ella

—No, me impidieron comer paquetes.

—Entiendo—dije

—Ojala este día se vuelva a repetir —dijo el suspirando, dejando su cabeza en mi hombro

—¿Te pico algo?—dije separandome de el

—Ahora que me he dado de cuenta, he cometido muchos errores.

—¿Hasta hora te diste de cuenta?—dije burlona

—Dejame hablar por favor. Quiero aclararte algunas cosas.

—te escucho—dije

—Quiero disculparme por tratarte tan mal durante mucho tiempo. Mi enojo están grande que quiero destruir a todo el mundo.

—Ahora que lo recuerdo. Cumpliremos 39 años sin haber salido del colegio —dije riéndome

—Samantha, no cambies de tema

—Es que no te entiendo. Desde que terminamos no volvimos a vernos. Fue después que te trasladaron a mi salón y hay empezamos hablarnos. Y siempre quise saber de ti. A pesar de todo por eso me moleste tanto cuando te vi. Por eso te buscaba y tú seguías evadiendome y después lo hice yo, contigo.

—Te voy a proponer algo. De ahora en adelante no nos vamos a separar. Quiero compartir contigo fuera del hospital, no quiero estar contigo en un hospital donde el único recuerdo que tengas sea esta silla de ruedas. Quiero verte en un parque, restaurante, con tus vestidos raros, con tu maquillaje corrido, quiero verte feliz. Y si me permites hacerte feliz.

—¿Porque me estás diciendo todo esto?

—porque ambos sabemos que uno de los dos se va a ir. Y ya todo el mundo sabe quién de los dos se irá, sin poder tener otra oportunidad

—Y todo lo que haremos. Se hará desde mañana?

—Mi chaparrita, lo haremos desde hoy.

—Esta bien—dije

—Podrías darme un beso en la mejilla—dijo Julián

—Ok—respondí

Me levanté de mi asiento para darle el beso en la mejilla, este giro su boca, ocasionando un beso, dos, tres, no lo sé.

—¿Y ese beso es de amigos?

—Los amigos también se besan—dijo el para continuar besándome, solo que esta vez yo me senté en sus piernas para intensificar el beso.

Minutos después el deja de besarme.

—¿Ya beso hasta mal?—dije

—No. Solo quiero decirte que pase lo que tenga pasar yo seguiré aquí, junto a ti. —dijo Julián abrazándome

Continuará...