Pasado. 

01 de mayo del 2012

Hoy me volví loca. 

Loca de tus caprichos. 

Loca de tu sonrisa. 

Loca de tu ausencia. 

Loca de tu presencia. 

Loca de tus besos

Loca de tus caricias.

Me volví loca con la forma en la que penetrabas mi alma, esa intensidad con la que podías mirar,  hoy, me volví loca por aquellos sueños amargos que tuvimos. Me volví loca con el aroma de tu cuerpo, me volví loca con el papiro de tu piel, me volví loca por tu sonrisa, en ese entonces sonreías mas que yo, no se que fue lo que hice y tu me hiciste, solo se que ambos perdimos, nuestras sonrisas.  Me volví loca cuando nos despedimos bajo la lluvia, me volví loca cuando corríamos, de semáforo en semáforo y aun recuerdo cuando  las motos pitaban por nuestro amor. No se si era eso o porque nos pasábamos en rojo las calles, éramos una hermosa pareja. Cuando lo recuerdo mis ojos se cristalizan, tu sonrisa permanece en mi cabeza y cada vez que te recuerdo, recuerdo lo que perdí. Y al final me volví loca por no sentir tu presencia cerca de mi, me volví loca porque te deje por otra persona que no valía la pena. Solamente tu vales la pena, porque incluso tu sonrisa me hace sentirme completa. Todas aquellas  locuras terminaron en un sed de lamentos, te deje ir, mientras debí darlo todo, así como un día lo hiciste por mi. 

Para ti, Julián. 

Presente. 

01 de mayo del 2019

—¿Cómo vas con tu carrera de actuación?—dijo mi madre

—Bien, hice lo que tú querías .

—¿Cómo esta mi hermano?—pregunte

—Ya está en la escuela. Dentro de poco alcanzará a tu padre en estatura. 

—Me alegra

—¿Y ya tienes novio?—preguntó

—Eso ya dejó de interesarme hace mucho.

—¿Fuiste a visitar a Julián?

—No puedo ni acercarme a su familia, después de lo sucedido.

—¿Y como está tu bebé?

—Ya dentro de poco cumplo 8 meses.

—¿Es un niño?

—No—dije

—¿Niña?

—No—dije suspirando

—¿Entonces que?

—Son mellizos —dije

—Con razón te vez más gorda

—por algo será no. Son dos corazones que llevo—dije sonriendo

—¿Y como les vas a llamar?

—Aun no lo sé.

—Si gustas podemos escoger los nombres con tu padre.

—Mmm... Pienso que sería algo muy bueno.

—Aun no lo creo que vallas hacer madre tan joven

—Ya lo sé. Todos me dicen lo mismo.

—A tu edad por lo menos, estaba con tu padre y me ayudaba con los gastos y demás, pero tú... Interrumpí

—Si, estoy sola. Lo sé. Eso me pasa por ilusa y estúpida entregarme al primero que me dijera que era hermosa. Ya me los has dicho muchas veces.

—Puedes tener los bebés y entregarlos al instituto de adopción.

—No pienso hacer eso en cuanto yo viva. No dije 

—Tu trasplanté aún no te lo han dado. ¿Qué harás así?

—¿Así como?

—Enferma y embarazada, y sin contar los gastos del médico, ni tampoco lo que te tocará con las dos criaturas. Por eso tu padre no quiere ni verte, porque eres una niña estúpida.

—Como si alguna vez ustedes hubieran mostrado un poco de empatía conmigo. Y aún así se molestan.

—No vez todo a tu alrededor. Vives con tus abuelos, ellos pronto se morirán porque ni siquiera descansan por trabajar. Dime ¿Qué harás si llegas a quedarte sola?

—Yo ... Siempre he estado sola —dije con mis ojos cristalizados.

Pocos minutos de que ella se fuera llegó mi abuela, llevaba unas enormes rosas y una canasta.

—¿Ya se fue?

—Si, hace poco se fue. Y te dejo dinero

—Déjalo hay, después me reprochará todo lo que nos da.

—Tienes razón —dije

—Mejor arréglate, iremos al velorio de tu tío

—Ya lo había olvidado.

—Recuerda ponte algo más ancho para que la familia no hable. Recuerda que hace 6 años que no tenemos contacto con ninguno de ellos. Hasta ahora es que nos veremos las caras con todos.

—Pero si nada me está quedando. Necesito ropa de hombre.

—Ponte la de tu abuelo—dijo

—¿No sé pondrá bravo o si?

—No, el es muy relajado en eso. Quítale dinero y verás como se pone dijo riendo

Minutos después

Salí con un overol de mi abuelo. Mi abuela seguía riéndose de mi. Y  mi abuelo aún no creía que su ropa me estaba quedando a mi, dentro de poco competiría con el por la mejor panza. El abrigo que me coloque era de él. Mi abuelo era gordo y por ese motivo la ropa me ayudaba mucho.

—Mi nieta se ve muy hermosa —dijo mi abuelo

—No inventes, embarazada y me siento más fea.

—Eso es porque nadie te ha dicho lo hermosa que eres.

—¿Tu crees ?

—Es porque nunca te lo habían dicho ¿O si?

—Si alguien me dijo hace mucho que era muy hermosa.

—¿Julián?

—No—dije sobándome mi vientre 

—Después te hablare de el, ahora no. Ya estoy lista podemos irnos 

—Todos irán y tu hermano estará hay, de pronto puedas abrasarlo

—Si mi madre no me lo impide

No tardamos mucho para llegar a la iglesia, los funerales me causaban un poco de miedo, se sentía un frio impregnar en los pasillos, parecía como si el difunto estuviera hay, justo a mi lado. Me temblaban las manos por la causa del frio, justo en ese entonces cuando mi abuelo hablo de su hijo, todos comenzamos a llorar, mi padre nunca lloraba, aun no entendía eso. Había querido mucho a mi tío, pero no sentía nada cuando lo veía en la tumba, no me dolió tanto como otras personas que ya habían muerto. 

—¿Qué haces?

—Mire a mi abuela que estaba al lado de mi 

—¿Señora?

—Ya se acabo el funeral, vámonos

Íbamos caminando hacia el auto, mi madre no había llegado, nuevamente me odiaba. Mis familiares estaban esperándonos, pero ya mis rodillas estaban muy hinchadas por estar de pie tanto tiempo. Así que me fui con mi abuela para la casa. 

—¿Me seguirás contando de tu historia de amor?—dijo mi abuela 

—Es la única forma en la que puedo contar, lo que viví alguna vez—dije 

—¿Y en que íbamos?—Pregunte 

—En el beso, en el jardín

—No—dije 

—No importa cuéntame entonces desde el principio. Yo te escucho—contesto

—Me recuerdas cuando  el me dio un poema, hace mucho, es este. —Me levante de la cama para acercarme a una maleta, saque una carta y se la di a mi abuela. 

Y si muero antes asegúrate de no borrar nuestros recuerdos, guárdalos en una cajita  rosa, y cuando ya no los necesites, desaste de ellos. Así ambos no tenemos que rememorar nuestra básica historia de amor.  Te quiero Samanta. 

Con Amor: Julián

Continuará...