Me giro lentamente y alzo mi vista hacia arriba. En ese instante siento que mi mundo se paraliza al toparme con unos ojos azules eléctricos muy penetrantes. El pánico que se había apoderado de mi cuerpo no me deja reaccionar. Lo único que se me pasa por la cabeza ahora es que tengo que salir de aquí inmediatamente o probablemente algo malo va a pasarme.

Necesito reaccionar asique echo un paso hacia atrás para apartarme de él ya que se encontraba a pocos centímetros de mí. Al hacerlo puedo observarlo al detalle. Se trata de un chico de cabello castaño, su piel es blanca y está totalmente tatuado desde sus brazos hasta el cuello. Lleva puestos unos jeans vaqueros rasgados con una camiseta negra. Sus hombros son anchos y su cuerpo está bien trabajado y definido. Su mirada es seria, y puedo sentir como alrededor de él se desprende un aura un tanto oscura.

Tras segundos en completo silencio me vuelve hablar:

-¿No te enseñaron a que no se debe husmear en casas ajenas? - suelta a la vez que un escalofrío recorre mi cuerpo entero. No deja de mirarme a los ojos y yo no soy capaz de articular ni una sola palabra. Lo único que quiero hacer en estos momentos es salir corriendo de aquí.

-Te estoy hablando o es que también eres sorda? - vuelve a soltar en un tono algo enfurecido.

-Eh... yo... estaba buscando el baño- respondo muy nerviosa. Da un paso hacia adelante para quitar la distancia que yo había dejado y esta vez lo tengo a escasos milímetros de mí. A pesar de que tengo enfrente a un posible asesino y la sensación tan mala que me transmite, debo de admitir que es uno de los chicos más guapos que he visto en mi vida. Si os conté antes que Adam y Aiden eran guapos, este castaño es superior.

<<En verdad no sé porque estoy diciendo esto. Lia céntrate es un asesino, tienes que salir de aquí YA>> grito para mis adentros

-Ya has visto que este no es el baño.

-Lo... siento..., ya me voy –cuando estoy a punto de salir corriendo me agarra fuerte del brazo.

-¿Crees que puedes irte así de fácil? –vuelvo a mirarle y veo una seriedad en su expresión que hace que mi cuerpo se estremezca. En ese momento me doy cuenta de que puede que no salga viva de aquí. Intento pensar que hacer para escapar de él y lo único que se me ocurre es coger uno de los vasos que se depositaba encima de una mesa que estaba justo al lado de mí y sin pensarlo, se lo estampo en la cabeza. Al hacerlo, el castaño me suelta llevando sus manos a la cabeza a la vez que da un grito de dolor y finalmente salgo corriendo.

<<Dios mío que acabo de hacer>> me digo a mi misma

Bajo lo más rápido que puedo las escaleras y vuelvo a ver a todo el alboroto de gente que hay en la fiesta. Estoy temblando, el corazón me late muy fuerte, necesito encontrar a mi amiga y largarnos de aquí. Busco por todos lados a Amalia pero no la encuentro, hay demasiada gente y mi estatura no es de ser una chica alta precisamente. Sigo buscando y por fin la encuentro, está con Adam y sus amigos en el mismo lugar de antes. Me abalanzo corriendo hacia ella y la agarro del brazo separándola del resto.

-Amalia tenemos que irnos –le digo muy alterada.

-¿Qué? Acabamos de llegar Lia, ¿que te pasa? -dice muy extrañada y un tanto preocupada.

-Tenemos que irnos, este sitio es peligroso, luego te lo cuento, pero tenemos que salir ya de aquí.

-¿Peligroso? ¿Lia que dices?

-Amalia por favor, vámonos ya – le suplico.

-Tengo que decirle a Adam... -intenta decirme, pero le corto la frase.

-Olvídate de Adam, vamos – le digo agarrándola de nuevo del brazo y llevándola hacia la puerta de salida. Salimos por ella y caminamos muy deprisa por el enorme jardín.

-Lia que está pasando, dímelo ya no entiendo nada –me suelta parando su paso.

-Amalia cuando estemos en tu casa y a salvo te lo cuento, pero por favor, ahora hazme caso y muévete.

-Joder Lia, esta noche sería nuestra noche, no entiendo que te ha podido pasar para que digas que esta fiesta es peligrosa -me reclama enfadada.

-Sé que ahora no lo entiendes, pero te juro que si estoy haciendo esto es por nuestro bien ¿vale? Deja de intentar entenderlo estamos perdiendo tiempo -le suelto. Sé que está muy confusa que no entiende nada, yo también lo estaría en su lugar, pero ahora mismo no es tiempo de dar explicaciones sino de huir.

Además de que no me veo capaz de decirle que acabo de ver un hombre asesinado por un tiro en la cabeza. Se pondría pálida e histérica y entraría en shock como yo antes, y no es buen momento para que se ponga así.

Tenemos que salir de aquí ya mismo porque si nos llega a encontrar aquel chico no quiero ni pensar en los que nos puede hacer. Bueno a decir verdad que me haría a mí. Amalia no tiene nada que ver esto, no ha visto nada, la única culpable soy yo por ser tan curiosa y ahora encontrarme en esta jodida situación

-De acuerdo, pero en cuanto lleguemos a mi casa me lo explicas todo – me dice al fin rendida.

-Te lo contaré todo te lo prometo, vamos –le digo y cuando estamos a punto de seguir con nuestra huida veo a unos metros de nosotras una silueta de una persona. Es un chico y a pesar de que es de noche sus hermosos ojos azules resaltan dentro de la oscuridad y puedo reconocer perfectamente de quien se trata.

-Oh.. mierda –suelto.

-La noche aún no ha acabado para vosotras.