Capítulo 27
Eric Morgan
Miedo. Espanto. Temor es lo que siento en estos instantes. Si le llega a pasar algo, si le ha pasado algo a mi pequeña no me lo voy a poder perdonar en la vida. Debí haber ido yo con ella, no la debería haber dejado sola. No volveré a cometer este error.
Voy a la mayor velocidad que el coche me permite. ¡Necesito llegar ya joder! Mi corazón late a gran velocidad de la angustia, preocupación e inquietud que tengo encima. Queda poco para llegar, ya veo el centro comercial a lo lejos, estoy llegando por fin. Llego a los aparcamientos y esta solitario, solo hay coches aparcados. Reviso cada coche en busca del auto de Alex, sigo buscando y finalmente lo visualizo y corro hacia donde se encuentra. Veo un charco de sangre, un nudo en el estómago se crea en mi interior al ver el cuerpo de Alex tirado en el suelo. Le tomo el cuello para comprobar el pulso y noto que no tiene. Esta muerto.
De pronto un grito se escucha, es una voz femenina, la reconozco, es su voz. Saco la pistola de detrás de mi camiseta y corro en busca de donde procede el eco de su voz.
<<Que no le haya pasado nada por favor, que este bien>> mi conciencia suplica.
Sigo corriendo en su búsqueda, el motor de un coche se oye. De momento mis ojos pueden detectar a una chica corriendo, es ella y un coche va detrás suya.
-¡LIA! –grito su nombre para que sepa que estoy aquí. Ella dirige su vista hacia mí mientras que yo corro en su dirección para alcanzarla. De repente el mundo se me cae abajo al ver como la ventanilla del coche comienza a bajarse y se asoma la punta de un arma.
<<¡NO POR FAVOR NO!>>
Con rapidez llego finalmente hasta ella antes de que el arma se dispare, la agarro fuertemente protegiéndola contra una de las columnas de los aparcamientos y sin demorarme empiezo a disparar al hijo de puta que está manejando ese maldito coche. Por desgracia no tengo mucha suerte debido a que se va alejando cada vez, los disparos no lo retienen y se escapa a gran velocidad. ¡Maldición!
Dejo de prestar atención al coche para centrarme en mi pequeña y cuando la miro mi cuerpo se congela. Su brazo está sangrando. Todo ha pasado tan rápido que no me he parado a pensar si podía estar herida o grave. ¡Maldita sea!
-Est..estoy bien Eric no pasa nada solo me ha rozado –intenta quitar importancia para que yo no este asustado, pero es imposible no estarlo. ¡Está sangrando joder!
-No no estás bien tengo llevarte urgentemente al hospital –mi voz es desesperada –Esto es culpa mía –me lamento y corto un trozo de tela de mi camiseta para ponérselo en su brazo para así presionar la herida y evitar que se siga saliendo tanta sangre.
-Mírame Eric –me pide y hago caso a su petición –No es culpa tuya ¿vale? Es mía, todo esto es por mi culpa –se echa ella misma la responsabilidad a la vez que sus ojos se llenan de lágrimas.
-¡No es tu culpa!
-¡Si la es! –esto lo dice con un fuerte grito notando su dolor y rabia –Todo es por mi culpa Eric, han matado a Alex por mi culpa –vuelve a lamentarse.
-¿Por qué dices eso? –no entiendo nada ¿Por qué dice que es su culpa? ¿Qué está pasando?
-Eric –comienza a decir –quién lo ha matado ha sido mi padrastro –confiesa y me quedo atónito por lo que acaba de decir. ¡¿Qué?! Estoy bastante impactado por la noticia. ¿Cómo sabe que ha sido él? ¿Desde cuándo sabe que está vivo? ¡Mierda joder! ¡En el fondo sabía que podía seguir vivo! Todo se ha complicado. Ahora definitivamente Lia está en peligro y tengo que protegerla como sea, cueste lo que me cueste. No voy a permitir que ese cabrón le haga nada. Esta vez no, ya no habrá más errores.
-Nada de esto es culpa tuya pequeña. Te prometo que mataré a tu padrastro. No voy a dejar que te vuelva hacer daño. No tengas miedo, todo saldrá bien ¿de acuerdo? –quiero que sepa que estando conmigo no tiene que preocuparse por nada. Yo me encargaré de todo, de darle su merecido y nunca más tendrá que sufrir.
-Prométeme que no te pasará nada a ti –sus brillantes y hermosos ojos marrones se clavan en los míos transmitiéndome su preocupación por mí –Es muy peligroso Eric, si te pasa algo...
-No me va a pasar nada –no dejo que termine porque no tiene que temer por mí. Ese tío no me da ningún tipo de miedo, al contrario, debería tenerlo él porque ni se imagina lo que le espera cuando lo encuentre. Será el peor día de su vida y odiará haber nacido –Te lo prometo, ahora vamos a llevarte a curarte eso.
-No es nada grave, me lo curaré yo sola –dice poniéndose en pie.
-Entonces llamaré a Liam –si no quiere ir al hospital haré eso –y no me contradigas –le advierto también ya que estoy conociendo que algo cabezona es. Ella me rueda los ojos como siempre hace las veces que le he avisado que no quiero que se oponga a mis órdenes.
Una vez que llegamos a casa, esperamos a que mi socio llegará viniera para que examine el estado de la herida. Lia se intentó curar ella misma mientras llegaba este. Finalmente, Liam la curó y me comentó que no era grave ni había que preocuparse por ello, que solo la había rozado por lo que fue algo de suerte.
Ahora son casi las diez de la noche y me encuentro en mi despacho terminando de leer algunos documentos que contiene información acerca de lo que le ordene a Aiden que investigará. No ha encontrado muchos datos que sean relevantes, pero tengo la esperanza de que algo pueda servir.
Antes de comenzar a leerlos, dos toques oigo que suenan en la puerta y esta se abre apareciendo la chica más hermosa que pueda haber visto. Esta medio dormida y eso hace que suelte una pequeña sonrisa. Después de curarla, la dije que descansara y se quedó en segundos frita encima de la cama.
-¿Cómo estás? –pregunto levantándome de la silla y acercándome a ella.
-Bien –me dedica una sonrisa y no puedo evitar darle un beso en sus apetecibles labios. -¿Qué haces? –cuestiona con curiosidad observando todos los papeles que tengo encima de la mesa.
-Pues trabajar, leer unos documentos... nada importante –contesto ocultando que es sobre ella, no quiero que se caliente la cabeza y este inquieta por este tema.
-Ya... nada importante... deberías aprender a mentir mejor –dice y es imposible que se me escape una risa por ese comentario.
-¿Crees que miento?
-Si y de hecho muy mal –me ha pillado eso lo sé, pero ¿Cómo que se me da mal? –Pero no te preocupes a mí también se me da mal –suelta unas carcajadas ante eso. Ella se aleja hacia la mesa de mi despacho y comienza a husmear entre los papeles muy curiosa.
-Oye... preciosa son cosas privadas eh –digo acercándome para evitar que siga fisgoneando.
-Si es sobre mí, es mi privacidad que tu estas invadiendo –no puedo responder ante eso porque tiene razón.
-Bueno... si es sobre ti ¿contenta? –me rindo. Ella gana.
-¿Y por qué me lo ocultas?
-No quiero que te preocupes –me siento de nuevo en la silla y hago que se siente encima de mí acariciando sus mejillas.
-Quiero saberlo –me reclama –No quiero que me ocultes nada por favor.
-Está bien. Aún no he leído nada, me lo entregó Aiden antes e iba a ponerme ahora con ello. Me ha dicho que no hay mucha información que sea interesante asique... -ella observa mi mesa y las carpetas que hay amontonadas en una de las esquinas. Coge una de ellas, la que más atención le ha llamado y no me extraña porque es la que tiene un color diferente al resto. Es la del asesino de mi padre. Dominic Moore. Mi interior se revuelve un poco al recordar todo lo que ocurrió, pero intento mantener la calma. Igual es buena ocasión para contarle sobre mi pasado.
-Dominic Moore... -lee en la pegatina que está en la portada de la carpeta -¿Quién es? –me pregunta y es mi momento de empezar hablar pero en el instante que voy hacerlo ella abre la carpeta, se levanta acelerada haciendo que los papeles caigan al suelo. Al levantarse se queda estática, paralizada. Me levanto también y su cara esta blanca. No entiendo nada ¿Qué ha pasado? ¿Qué ha sucedido? ¿Qué ha visto?
-Lia, Lia ¿qué pasa? –cuestiono alterado y muy preocupado. No dice nada, no responde sigue ahí de pie como si estuviera traumada. Me agacho a recoger lo que se ha caído, papeles y unas fotos que tengo guardadas de ese maldito.
-Eric... -al fin reacciona después de segundos -¿Quién es Dominic Moore?
-Iba a contártelo ahora. Es sobre mi pasado. Este hombre mató a mi padre. ¿Qué es lo que te pasa Lia?
-Ese hombre... ese tío que aparece en esa foto... es....es mi padrastro.
<<¡¿QUEEEE?!>>
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