Capítulo 24
Lia Blake
Me despierto entre las blancas sábanas de la cama. No me acuerdo cuando me quede dormida la verdad. Eric y yo estuvimos hablando de nosotros al llegar al hotel después de lo sucedido. Decidimos hablar de nuestras vidas y dejar de lado los problemas y supongo que de un momento a otro el cansancio pudo conmigo. Volteo mi cara hacia un lado y hacia el otro y me percato de que el castaño no se encuentra. ¿Dónde está? ¿Se habrá ido?
-Eric? –digo con mi voz aún adormilada.
-Estoy aquí, tranquila - escucho como su ronca varonil voz me habla. Mis ojos parpadean para observar con detalle y veo que Eric se encuentra saliendo del baño y camina en dirección de vuelta a la cama hacia mí.
-¿Has dormido bien? –me pregunta tumbándose mientras que yo intento despertarme por completo y mi cerebro empieza a funcionar.
-Si, ¿qué hora es? –la verdad que he dormido súper bien, creo que no he dormido tan bien en mi vida.
-Las nueve –dice y de repente mi cerebro automáticamente se activa y caigo en la cuenta de que se me había olvidado de que tengo un trabajo y no puse ni el despertador. ¡¿Cómo puedo ser tan despistada?!
-No, no, no mierda tendría que estar ya trabajando –inmediatamente salto de la cama –Sara me va a matar, ¿cómo soy tan olvidadiza? ¿Por qué no me despertaste?
-Eh, eh no te alteres. No te he despertado porque no tienes que ir a trabajar. Tienes el día libre –responde y mi cara cambia a un desconcierto total.
-Como? –pregunto incrédula por lo que ha dicho. ¿De qué habla? ¿Cómo que tengo el día libre? Que yo recuerde hasta tengo que hacer doble turno.
-Hoy no va abrir el local, asique no tienes que trabajar hoy –responde, pero yo sigo sin entender nada de lo que está diciendo. ¿Cómo sabe eso? ¿Qué está pasando? Oh no... creo que el castaño ha tenido algo que ver por la sonrisa que me está poniendo en este instante.
-¿Qué has hecho Eric?
-Nada, solo ayudar a tu jefa.
-La has amenazado? –frunzo mi ceño -¿Por qué has hecho eso? –pregunto algo molesta por su acto. No tiene por qué hacer eso, como se atreve hacer eso. No puede ir por la vida amenazando a la gente como si fuera el más poderoso del mundo, como si tuvieran que guardarle respeto por ser como es. Eso no está bien.
-No la he amenazado, ¿Por qué piensas tal cosa? –esta vez se nota molesto por mi pregunta. La respuesta creo que es claramente obvia y mi cara es tan expresiva que se nota perfectamente mi razón. Él me mira captando la indirecta y comienza a reírse. –No soy tan cruel como tu mente piensa, deberías confiar un poco más en mí.
-Bueno que quieres que piense de alguien que se dedica a amenazar y matar personas, no eres muy fiable que digamos. Además, como me dijiste tu una vez la confianza hay que ganársela –creo que le acabo de callar la boca con eso y puede que también le haya cabreado porque su mirada no es muy amistosa.
-Ya veo que lo de ayer no se te olvida y estas molesta, ¿es eso no? Y para tu información solo hago mi trabajo, lo único que hago es quitar de en medio mal nacidos que no deberían estar en este mundo y que se creen que pueden tomarme el pelo.
-¿Esa es tu vida? ¿Matar a las personas que te fallan y te engañan?
-No lo entiendes Lia, déjalo –responde con voz seca y cortante.
-Pues explícamelo porque no lo entiendo, ¿por qué eres así? ¿Por qué... -pero un grito de la boca de Eric me hace callar y sobresaltar del susto.
-¡Deja de hacer preguntas, no te metas en mi vida! –siento un nudo en el estómago ahora mismo por sus palabras y por el tono en cómo me hablado y creo que estoy a punto de derramar lágrimas. Él enseguida se da cuenta de lo que acaba de hacer –Lo... lo siento...yo... -pero esta vez le interrumpo yo antes de que siga.
-No, no sigas –digo con mi voz un poco rota y cojo mi ropa y me encierro en el baño. Solo intentaba comprender por que es como es, por que su vida es así y que lo ha llevado hacer esas cosas. Sé que soy muy sensible y no debería ponerme como me pongo, pero no puedo evitarlo. Es que si no me cuenta su vida como voy a poder conocerle realmente. Igual todo esto es un error, no se si cabe una posibilidad de que haya un él y yo. Necesito pensar y estar sola, tengo que aclarar mi mente. Me pongo la ropa que llevaba ayer y decido que lo mejor es irme para reflexionar. Salgo del baño sin ni siquiera mirarle, y cojo mis últimas cosas para marcharme.
-A dónde vas?
-Quiero estar sola –respondo seca.
-Lia por favor... Siento mucho haberte gritado no era mi intención, no te vayas, vamos hablar –se disculpa, pero no sé por qué no me hace efecto sus palabras.
-Las acepto, pero ahora quiero estar sola –digo mirándole fijamente a los ojos segura de mi misma.
-No te vayas, todo iba bien...
-Sí parece que todo va bien pero no va Eric, estamos 5 minutos genial y luego todo se desvanece, y así, como si fuera un bucle. Necesito pensar y quiero hacerlo sola.
-Lia... -intenta acercarse a mí, pero me alejo de él, no puedo venirme abajo otra vez, tengo que ser fuerte. –Hablemos –dice con voz más suave.
-Hablar de que Eric? No sé qué estamos haciendo, no sé qué es lo quieres, estoy muy confusa. –suelto el bolso y me llevo las manos a la cabeza para desahogándome de todo lo que llevo dentro. –Es que no se es lo que tengo que hacer, al principio me amenazas, luego te comportas distinto, luego vuelves a ser tu otra vez, me buscas, me besas, y ayer te vi con esa chica... -se acerca a mí y me envuelve con sus brazos por la cintura -y dolió, me dolió Eric.
-Deja de calentarte tanto la cabeza y hacerte preguntas –sube una de sus manos para acariciar mi rostro –Siento que tuvieras que haber visto eso ayer. Ya te lo he dicho y te lo vuelvo a decir que esa chica no me importa. Solo tú me importas –miro a sus hermosos ojos azules y noto que dice la verdad. Entonces en ese momento acerca sus labios a los míos y me besa, me besa de manera suave, dulce y delicada que hace que no pueda resistirme.
Tras estar con Eric, decidí volver a casa para cambiarme y darme una ducha. El castaño no estaba de acuerdo en que viniera y me dijo que lo llamara de inmediato si pasaba algo. No quiere que Matt este cerca de mí por lo que paso anoche, pero no puedo huir, tengo que enfrentarme y hablar con él de lo que sucedió. Estaba borracho y probablemente no era consciente de lo que estaba haciendo, pero me sentí asustada al verle en ese estado porque nunca me había hecho nada parecido. Él es amable siempre, simpático, muy bromista y apenas lo he visto enfadado.
Entro por la puerta y escucho como pasos que provienen del pasillo se acercan a gran velocidad.
-¡Lia dios menos mal que apareces! ¡¿Dónde estabas?! ¡Te he llamado miles de veces estaba muy preocupado! –me grita a la vez que me da un abrazo. Al abrazarme siento una sensación de incomodidad y lo aparto de manera suave para que no se de cuenta.
-Estoy bien, ¿no te acuerdas de anoche? –me mira muy sorprendido y extrañado.
-De qué? ¿Qué paso? –se puede notar su desconcierto.
-Matt anoche estabas borracho –empiezo a explicarle un poco temerosa. Él me sigue mirando muy confuso como si no entendiera nada y no se acordara –te pusiste un poco violento –al decir esto se lleva las manos a la cabeza pareciendo que no da crédito a lo que le cuento. –Intentaste besarme –suelto finalmente.
-No puede ser. Lia te juro que no me acuerdo de nada. Dios ¿te hice eso? Lo siento muchísimo, te juro que no me acuerdo de nada, no no no puede ser –me dice alterado y conmovido. –Lia perdóname por favor, perdóname, no sé qué paso, bebí si, joder por favor perdóname –me suplica y yo la verdad que me siento extraña, como si hubiera perdido esa confianza que teníamos, estoy incómoda.
-Te perdono, pero no vuelvas hacerlo por favor me asustaste.
-Lo siento mucho, no volverá ocurrir –dice abrazándome de nuevo mientras yo solo pienso en que creo que no volveré a ser la misma con él.
Después del encuentro con Matt, fui a mi habitación a ducharme y me arreglé para irme de nuevo con Eric. Una vez lista salí por la puerta del cuarto y al llegar al salón vi que Matt se encontraba viendo la tele.
-Vas a salir?
-Sí, no creo que venga a dormir, asique no me esperes.
-¿Con quién te vas? –dice mientras se levanta del sofá.
-Con un amigo, no lo conoces –su cara me crea confusión. Es como si estuviera molesto y confundido. No sé qué decir exactamente.
-Vale diviértete –responde al final y vuelve a tumbarse en el sofá.
Salgo de casa un poco aliviada ya que notaba cierta tensión que se había creado en el ambiente. Las cosas ahora han cambiado, nose que pasara, la culpa no ha sido mía eso está más que claro, pero no puedo negar que su presencia me incomode a partir de ahora.
La noche con Eric se basó en ir a cenar a un restaurante que se encontraba a fueras del pueblo. La verdad que el sitio era muy bonito, y fue un detalle por su parte, pero mi mente estaba en otra parte, no dejaba de darle vueltas a todas las cosas y se podía notar que estaba ida. Eric se dio cuenta de ello y en cuanto terminamos de cenar volvimos de nuevo a su hotel.
-Sé que no estás bien, que han pasado muchas cosas, que estas confusa pero no quiero verte así –me dice cuando estamos dentro de su habitación.
Por mi parte no sale ninguna palabra, estoy pensativa y tampoco sé que decirle.
-Tengo que decirte una cosa pequeña –dejo de pensar al escuchar eso y le presto atención –Mañana tengo que volver –nuestras miradas conectan y mis ojos transmiten cierta tristeza.
No quiero que se vaya, no ahora que estoy confundida y llena de dudas. Necesito que se quede aquí conmigo para aclarar todo esto, pero tampoco puedo retenerlo. Tiene una vida en River Lake, su trabajo nada agradable y él es el jefe asique seguramente le necesitan allí. Iba a decirle algo, pero este vuelve hablarme.
-¿Por qué no vuelves conmigo?
Mis ojos se abren en sorpresa. Esa pregunta me ha dejado totalmente descolocada, no la esperaba para nada. ¿Volver con él? ¿A River Lake de nuevo? Mi vida está aquí ahora, era feliz aquí, bueno lo sigo siendo, no puedo dejar mi trabajo así porque si. Además, allí no me queda nada, solo Amalia que por cierto tengo muchas ganas de verla, pero... joder ¿Qué hago? ¿Vuelvo?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro