Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 20

Lia Blake

No sé cómo debo sentirme en estos momentos. Siento que mi corazón bombea a un ritmo descontrolado y mi cuerpo no puede reaccionar porque no da crédito a lo que ven mis ojos. ¿Qué hace aquí? ¿Cómo me ha encontrado?

Ahora mismo lo último que se me podía pasar por la mente es ver al castaño de ojos azules parado en la puerta de casa. Muchas veces me he acordado de todo lo que paso aquella noche ya que al fin y al cabo cambió mi vida días después, fue el detonante que hizo que por fin me librará de la amargura de vida que llevaba.

Recuerdo a la perfección todo lo que sucedió, cada detalle, de lo que sentí y lo que tuve que presenciar en esa dichosa fiesta porque es algo de lo que no me puedo olvidar. No se puede olvidar algo que te deja marca. No se puede. Por mucho que quieras no se puede. También hay días en los que me acuerdo de él, la manera en cómo lo conocí, lo que sentí la primera vez que lo miré a sus ojos, a sus hermosos ojos azules y por supuesto el miedo que me provocó, las crueles amenazas a causa de la oscuridad que posee en su interior y por otro lado me acuerdo de cómo se comportó conmigo el día que desperté después de la gran paliza que recibí y que casi acababa con mi vida.

Ese día fue diferente, él se comportó diferente, tan diferente que parecía otra persona y eso me gustó. Su preocupación, la manera en cómo me trató y la sensación tan gratificante que mi cuerpo sintió al tocar su piel. Si me gustó no voy a negarlo. Y tampoco puedo negar que me encantaron aquellas palabras que salieron de él, aunque me dejara confusa y confundida y puede que igual no fueran enserio, no lo sé al cien por cien, pero mi interior quiso creer que si que lo fueron.

Sin embargo, luego todas esas sensaciones buenas se esfumaron al día siguiente cuando sentí que volvió a ser otra vez como era. Cuando desapareció por días y no supe más nada de él, y a día de hoy sigo sin entender el por qué lo hizo, por qué no quiso verme esos días, por qué después de decirme que le importaba ni siquiera tuvo la valentía de venir. Y después de mucho tiempo reflexionando creo que me he dado cuenta de que fui una ilusa al intentar creer que le importaba.

Por eso me fui, me fui sin decir nada, sin despedirme de nadie solo de mi mejor amiga y porque fue todo gracias a ella del que hoy esté aquí y haya empezado una vida nueva. He contactado con ella un par de veces para hacerle saber que estoy bien y que no se preocupase por mí. Y para informarla de que le iba a llegar el dinero que me había dado como préstamo ya que mi trabajo me ha permitido devolvérselo. Pero jamás imaginé encontrarme con esta situación ahora.

Recordaba que era un chico guapo, pero ahora mismo me parece que está muchísimo más atractivo de lo que me creía, supongo que de tanto tiempo sin verlo lo he olvidado un poco. La expresión de su cara no sabría cómo interpretarla, pero siendo él diría que no está muy contento que digamos.

-¿Ni un hola vas a decirme? –pregunta ya que por mi parte no sale la iniciativa de saludar.

-Eric... ¿qué... qué haces aquí? –pregunto anonadada mientras sigo intentado asimilar su presencia.

-¿Tu qué crees? –me responde con otra pregunta y en ese momento la voz de Matt nos interrumpe.

-Eh hermosa, ¿quién es? –dice caminando hacia mí -¿Todo bien? –pregunta cuando llega a la puerta y ve en frente al castaño de ojos azules y contemplo como este tensa su mandíbula al ver a Matt y la expresión de su cara cambia a enojo.

-Todo bien no te preocupes Matt, se ha equivocado –digo sintiendo una cierta temible sensación por lo que acabo de decir y a la vez cerrando la puerta mientras veo como el furor de la cara de Eric aumenta.

<<Lia, creo que las liado un poco>> mi consciencia me habla.

-Qué raro era ese tipo, ¿no?

-Si... muy raro –digo con mi voz entrecortada. Matt vuelve hacia su habitación para terminar de arreglarse. En ese momento mi mente empieza a dar vueltas. ¿Ahora qué hago? No puedo evitar esta situación, me ha encontrado y no puedo cerrar la puerta como si no pasara nada. Como si así se solucionara el problema. Tengo que saber que quiere, por qué ha venido y para eso tengo que hablar con él. Entonces vuelvo sigilosamente hacia la puerta y la vuelvo abrir. Sigue ahí, aún no se ha ido. Esta sentado en uno de los escalones de las escaleras del rellano del edificio.

-Dame unos minutos, estaré sola enseguida y escóndete que no te vea cuando se vaya –le digo y veo como solo asiente ante mi petición. Cierro la puerta nuevamente y me dirijo hacia la habitación de mi compañero de piso.

–Oye Matt... -comienzo a decirle -Podrías ir tu solo a la fiesta, me estoy empezando a encontrar un poco mal, la cabeza me duele y prefiero quedarme en casa –le pido. No puedo ir a esa fiesta, además tampoco me apetece mucho, quiero hablar con Eric.

-Jo, hermosa me lo prometiste –dice un poco decepcionado y triste - ¿Te duele mucho?

-Si... lo siento enserio, quiero descansar mejor.

-Está bien. ¿Quieres que me quede contigo?

-No, no, no te preocupes, tu ve y disfruta. Además, yo me voy a dormir.

-De acuerdo, pero si necesitas algo, me llamas enseguida ¿vale?

–Sí, tranquilo. Disfruta la fiesta.

-Bueno pues me voy ya –dice mirándose por última vez en el espejo –Que te mejores –da un beso en mi mejilla y se marcha. Pasados unos minutos el timbre suena y camino hacia la puerta mientras que noto como mis nervios comienzan aparecer por lo que me viene ahora.

-¿Se ha equivocado? ¿Enserio Lia? ¿No se te ocurrió nada mejor? –me suelta enojado.

<<Empezamos bien la conversación>> La verdad que eso no estuvo bien por mi parte, aunque siendo sincera no me siento mal por ello, se lo merece un poquito.

-Lo siento no sabía que decir, no.. no te esperaba. Pasa –intento defenderme mientras me aparto de la puerta para que pueda entrar.

-¡Pues tan sencillo como decir que soy un amigo, joder! –me reclama molesto.

-¡¿Un amigo?! ¿Desde cuándo tú y yo somos amigos Eric? –le respondo fastidiada a la par que desconcertada. Eric no me responde, obviamente no sabe que responder porque llevo razón y lo único que hace es observarme a escasos centímetros de mi con la mirada enfurecida que siempre tiene.

-¿Quién es él?

-Que te importa –le respondo sin despegar mis ojos de los suyos y noto como eso le irrita más.

-¡Contéstame! ¿Quién es él? No me hagas enfadar más de lo que ya estoy.

-¿Enfadarte más? ¡Si siempre estás enfadado, tu mal humor está incluido en tu persona! Aquí la pregunta es ¡¿qué haces aquí Eric?! ¡¿A qué has venido?!

-¿Qué qué hago aquí? ¡Te marchaste Lia! ¡Te fuiste sin decirme nada! ¡Maldita sea! ¡¿Por qué te fuiste?!

-¿Por qué me fui? ¡Porque estaba harta de la vida que he tenido que soportar este último año! ¡Estaba harta de sufrir, de vivir con miedo! ¡Quería una vida nueva, comenzar de nuevo, ser feliz, por eso me fui!

-¡Sin decirme nada! –me reclama.

-¿Qué querías que hiciera?

-¡¿Pues esperar a que volviera y decírmelo y no tener que estar tres putos meses buscándote, por ejemplo?! –dice y siento que por una parte tiene razón pero por otra no. No es nadie para que yo tenga que darle explicaciones de lo que hago y dejo de hacer.

-No tengo que darte ninguna explicación –le respondo y le dejo solo mientras me dirijo hacia mi habitación. No tengo más ganas de discutir y gritar me está empezando a doler la cabeza de verdad y escucho como sus pasos me persiguen.

-No quería que nuestro reencuentro fuese así ni gritarte –me dice en un tono de voz algo más calmado.

-Pues lo has hecho –le protesto molesta.

-Joder, vale lo siento. No se me da bien esto.

-¿El qué? ¿Hablar como personas normales? –le pregunto de forma irónica, pero en el fondo sabemos que es cierto.

-No. –me mira irritado por mi pregunta. –Me refiero a... -no termina la frase y me desespera.

-¿A qué? –pregunto impaciente.

-Olvídalo –me responde finalmente.

-Si has venido porque aún piensas que soy capaz de decir algo sobre ese día 3 meses ha sido tiempo suficiente para que te dieses cuenta de que, si no lo he hecho, no lo voy hacer –digo puesto que puede que la razón de que me buscase haya sido esa. No encuentro otro motivo de su visita.

-No he estado tres meses buscándote para eso –dice frunciendo el ceño.

-¿Entonces para qué? –no obtengo respuesta. -¿No vas a responderme? –entonces me da la espalda tratando de evitar la pregunta. –¡Te estoy hablando!

-Cálmate –me dice sin seguir mirándome a la cara.

-¡No! ¡Respóndeme! ¿¡Porque evitas la pregunta!? Dios Eric, eres la primera persona que me saca de mis casillas. ¿Puedes hacer el favor de responderme? –le exijo, pero no hace caso a mis reclamos.

-Si no vas hablar te pido que te marches de esta casa –le anuncio, pero no veo que tenga la intención de hacerlo. Bueno si no se va él me voy yo. Aunque sea mi casa, me iré a la fiesta con Matt y cuando venga espero que se haya marchado.

-Bien, si no te vas tú me voy yo –informo de nuevo.

Quiero irme de aquí. Nunca una persona me había hecho estallar tanto como me lo ha hecho hacer él hoy. Necesito relajarme y calmar este estado de furia que noto en mi interior porque no aguanto más.

Camino decidida y segura hacia la puerta para marcharme y dejarle aquí solo, pero cuando paso por su lado siento como su mano me detiene el paso haciéndome girar. Entonces en ese instante siento como sus labios chocan contra los míos. Una sensación placentera recorre mi cuerpo y dejándome llevar por el acto le correspondo fundiéndonos en un beso profundo, ansioso y desesperado, el cual me hace saber que esta era la respuesta que yo necesitaba y que él no era capaz de darme.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro