Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 2


Son las 5 de la tarde y me encuentro enfrente de la casa de Amalia recordando todo lo que me ha pasado anteriormente con David. No sé si me estoy empezando arrepentir de lo que ya he decidido, pero intento olvidarme de todo, de él y solo pienso en que es momento de disfrutar, aunque sea una noche, total David no puede enterarse de ninguna manera.

¿Cómo se va a dar cuenta?

No puede saber dónde es la fiesta porque ni yo misma lo sé, asique es absurdo pensar que se va a enterar y de que lo he engañado. Decidida llego hasta la puerta de la casa de Amalia y toco al timbre y espero unos segundos hasta que me abre la puerta.

-¡Lía! –grita emocionada -Que bien que estés aquí, lo has conseguido, como ha ido esta vez, ¿te ha hecho algo? - me pregunta preocupada.

-No tranquila, no ha sido para tanto y no me ha hecho nada, no te preocupes -le digo ocultando un poco la verdad de lo ocurrido.

-Está bien, bueno vamos tenemos que prepararnos a las 8 nos recoge.

-¿Quién nos va a recoger?

-Pues quien va a ser Lia, Adam- me dice en un tono donde se supone que tengo que dar por hecho que es su amado quien nos va a recoger. Que a decir verdad tiene razón. ¿Qué otra persona nos podía recoger? En fin, vamos a olvidar la pregunta tan absurda que acabo de hacer. Sobre Adam, no tengo mucha información que contarles, solo se su nombre, que tiene 19 años, va a la universidad y según mi amiga como ya os he mencionado antes, para ella es el chico más guapo de esta ciudad. Siempre que conoce a un chico dice que es el más guapo, asique no sé si será el más guapo porque aún no lo he conocido en persona, pero sí puedo decirles que es el que más ha conseguido que mi mejor amiga este loquita por él.

Se conocieron hace dos semanas en una noche mientras ella volvía en bici a su casa de la biblioteca, al girar en una de las esquinas de la calle se chocaron, bueno más bien mi amiga lo atropelló, y desde ese momento este chico se ha convertido en su centro de atención.

Subimos a su habitación y ella ya tiene encima de su cama algunas de las ropas que ha pensado ponerse para esta noche. Hay algunos vestidos un poco provocativos y demasiado cortos para mi parecer. A ver yo no estoy acostumbrada a llevar ese tipo de cosas a no ser que quisiera un enfado y posiblemente un guantazo por parte de David.

Cuando aún estaba mi madre y era libre, alguna vez he ido a una fiesta que celebraron algunos de mi clase en sus casas y he llevado algún vestido, no de ese estilo, pero aun así era un vestido. Algo es algo ¿no?

Ahora ni se me pasa por la cabeza ponerme algo de ese tipo. Me he traído unos pantalones negros y un top que tenía guardado para alguna ocasión especial que me compre con el dinero que había ahorrado hace tiempo y obviamente lo escondí para que David no se enterara. Es muy bonito, es un top de tirantes color blanco con escote en forma de corazón. Cuando lo vi en la tienda me enamoré de él, asique decidí ahorrar para poder comprármelo y al final, pude conseguirlo. Os puede parecer que sea un top sencillo, nada del otro mundo, vale os lo acepto, pero así soy yo sencilla y ese top es perfecto para mí porque se ajusta con mi estilo y además sé que yo no suelo decirme esto, pero me queda muy bien.

-Lia no sé qué ponerme aún, ¿qué te parece este vestido? -me pregunta mientras señala un vestido color rojo de una sola manga. La verdad que es bonito, es sencillo como a mi me gusta y solo tiene ese detalle de la manga.

Ella tiene el cabello castaño oscuro largo y sus ojos son de color miel, asique creo que ese vestido le quedará genial. Bueno a decir verdad Amalia es una chica atractiva, tiene buen cuerpo y buen gusto en cuanto a la moda. Por tanto, siendo sincera cualquier cosa que se ponga le sentará bien no como a mi que no tengo nada bonito que digamos. A ver eso es lo que pienso sobre mí. Siempre he sido una chica bastante insegura conmigo misma. Tengo el pelo color rubio oscuro, mis ojos son marrones y mi cuerpo es más bien delgado. No me veo para nada atractiva y por ello me infravaloro bastante. Eso es una cosa que no debería hacer y aprender a quererme porque son mis pensamientos y eso no quiere decir que sean ciertos. Mama y Amalia siempre me han dicho que soy preciosa asique debería hacer caso y olvidarme de todos los pensamientos tan negativos que tengo en mi cabeza, aunque cuesta hacerlo teniendo una baja autoestima.

-Creo que ese te quedará genial -le digo finalmente.

-¿De verdad? ¿O este? - me señala otro vestido. Esta vez es de color blanco con un escote de palabra de honor que también me resulta bonito, pero no sé para mi gusto creo que el rojo le sentará mejor.

-Si de verdad, el rojo es perfecto para ti -respondo, aunque la veo bastante insegura y parece que no le convence mi respuesta, pero tampoco soy yo una experta en moda. Ella es la experta y, además, como he dicho cualquier cosa que se ponga le quedará genial.

-Está bien te haré caso y me pondré el rojo –contesta segura de una vez.

-Oye... ¿dónde va a ser la fiesta? Porque no tengo idea a donde me vas llevar.

-Es una fiesta en una casa de uno de sus amigos en las afueras de la ciudad. No sé exactamente donde es, Adam me dijo que no se encuentra muy lejos y que vendría a por nosotras a las 8 y luego nos volvería a traer.

-Bueno espero que esta noche merezca la pena -informo ya que me estoy jugando mucho por ir a esa fiesta.

-Lo pasaremos bien te lo aseguro. Esta será nuestra noche no te arrepentirás de haber ido -afirma con una sonrisa en su rostro.

Los padres de Amalia no se encuentran en casa. La mayoría de las veces pasa los días sola, sus padres trabajan mucho y a menudo tienen que irse de viaje. Por esa parte la envidio, porque ojalá que a mí me pasara lo mismo y que David tuviera que viajar y trabajar todo el tiempo. Sin embargo, él se va por la mañana y vuelve al medio día incluso trabaja por la tarde, pero lo hace desde casa asique mala suerte para mí. No obstante, me voy en ese tiempo a la biblioteca, pero solo me deja hasta las 6 de la tarde y el resto de día me toca pasarlo en casa y aguantarlo.

Al no estar sus padres en casa tenemos libertad para hacer lo que queremos esta noche y eso vamos hacer. Las horas pasan mientras que nos arreglamos para ir a la fiesta. Amalia me maquilló y me hizo unas ondas en el pelo, aunque le dije que no quería. No suelo maquillarme en mi día a día, ni hacerme peinados, solo tengo dos opciones para eso: ir con el pelo suelto o me hago una coleta, no hay más. Cuando terminó de maquillarme y peinarme, me giro hacia al espejo para mirarme y me cuesta creer lo que estoy a punto de decir.

Realmente por una vez en mi vida me veo bien conmigo misma, me veo como nunca me había visto nunca, me veo guapa.

Ya son casi las 8 de la tarde por lo que bajamos a la sala de estar a esperar a Adam. Exactamente a las 8 en punto tocan el timbre por lo que debe ser él. Amalia se va corriendo para abrir la puerta. Me voy tras ella y cuando abro la puerta puedo ver a un chico alto, moreno y con ojos verdes. Como dijo mi amiga, es muy guapo, demasiado guapo enserio, asique ahora entiendo como Amalia es tan pesada y como la trae tan loca como para no estarlo con un chico que parece sacado de una película.

-¡Hola Adam! -saluda mi amiga a Adam dándole dos besos en la mejilla.

-Hola Amalia, estás preciosa –dice el chico observando a mi amiga de arriba abajo mientras luce una preciosa sonrisa. Si su sonrisa es preciosa, todo lo que hay a simple vista, es decir, su físico es perfecto, no hay nada malo que opinar sobre él.

-Mira Adam te presento a mi amiga Lia -dice mi amiga apartándose a un lado para que podamos vernos del todo.

-Hola – digo simplemente pareciendo un poco seca y sosa, pero es que no sé qué decir la verdad que estoy un poco nerviosa y me ha salido decir solo eso lo siento.

-Encantado de conocerte Lia, Amalia me ha hablado mucho de ti y también he de decir que te ves preciosa.

-Gracias -digo ante su comentario que me causa sorpresa y puedo hasta notar como mis mejillas empiezan a sonrojarse. Intento disimular para que no se den cuenta. Ningún chico me ha dicho antes algún comentario de esa clase y como comprenderéis la razón es obvia, no he salido con ningún chico en mi vida. Puede que me haya gustado alguno que había en el instituto incluso hubo chicos que me dijeron de quedar, pero eso fue cuando mi madre estaba con David y este me prohibió salir con ellos. Yo solo obedecí e hice caso por tal de no tener problemas y al final, el tema de chicos lo he tenido olvidado y apartado en todo este tiempo.

-Bueno, ¿listas para irnos chicas?

-Si- ambas decimos a la vez agarrando nuestros bolsos, salimos de casa y nos montamos en el coche de Adam.

Mientras nos dirigimos a la fiesta Adam y Amalia estuvieron hablando y riendo mientras que yo solo me dedicaba a escuchar sus conversaciones. En un momento determinado Adam me preguntó sobre mi vida, y en ese momento me quede un poco pensativa, no sabía exactamente qué contestarle. Mi vida como ya sabéis es un desastre, aparte de todo lo que tengo que soportar y sufrir, solo se resume en ir al instituto, biblioteca y casa, excepto algunas veces que consigo ir a casa de Amalia porque no puedo hacer otra cosa, bueno no me deja hacer otra cosa. Las horas que paso en mi habitación me dedico a leer, aunque también suelo ver películas y series. Me encanta leer todo tipo de novelas juveniles, novelas románticas y también de misterio y thrillers. Leer me transporta a otro lugar y me hace olvidar en el mundo que me ha toca vivir en estos momentos, además de todas las sensaciones y emociones que te pueden llegar a transmitir, y que podría decir incluso que es mejor que ver una peli.

Asiqué eso es lo que le conté finalmente que además de estudiar para mi futuro, era una gran amante de los libros.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro