Lia Blake

Lo único que tengo claro en este momento es que la vida no está hecha para mí. Yo solo quería ser feliz, libre, tener una vida como cualquier chica de mi edad, pero claramente eso no estaba escrito en mi destino. ¿Pensáis que nuestro destino está escrito? Muchas personas creen que desde que nacemos nuestro destino ya está escrito, que todos estamos predestinados a algo, pero de verdad ¿este va a ser el mío? ¿Sufrimiento? ¿Dolor? ¿Conseguir que me maten? Porque eso es lo que me están dejando claro ver que es el mío, y me niego a aceptarlo. No voy a permitir que logren acabar conmigo ninguno de los dos, no pienso rendirme y haré lo que haga falta, lucharé  para poder sobrevivir.

Después de lo sucedido anoche y de la propuesta que me hizo Eric...bueno que más bien fue como una amenaza, o vienes o no te dejaré tranquila quiso decir, Adam nos trajo de vuelta a casa de Amalia. Antes de irme de casa de Eric, cuando salí de ese asqueroso sótano les conté a todos lo que había sucedido dentro y como os podéis imaginar, todos estaban sin poder creer lo que oían. Amalia estaba histérica, lloraba y se lamentaba por haberme traído. Adam no paraba echarse la culpa y lamentarse también, Aiden estaba furioso y solo me decía que hablaría con Eric para intentar convencer de esa gran locura, que cuidaría de mí y no permitiría que alguien me hiciese daño. Ethan seguía igual con su postura de serio y oyente en mis palabras, pero parecía también como si estuviese molesto y James opinaba igual que Aiden y me dijo que también me ayudaría asique por esa parte agradecí a todos por toda su ayuda.

Cuando por fin llegamos a su casa, no tenía ganas de hablar, no tenía ganas de nada, estaba tan cansada mentalmente que solo quería dejarme caer en la cama y dormir, y eso es lo que le dije a mi amiga y ella con una tristeza en sus ojos asintió.

Por la mañana me desperté tarde, era fin de semana y por tanto no había clases. Amalia aún seguía durmiendo y no quise despertarla. Estuve un buen rato pensando, analizando y procesando todo lo ocurrido. No se qué voy hacer, no se cómo voy a lograr conseguir ir. Me dediqué a pensar todas las opciones posibles para escaparme de casa sin que David se diese cuenta, y la verdad que no logré encontrar una buena forma. ¿Cómo lo haríais vosotros? Porque a mí no se me ocurren muchas ideas, mi imaginación no da para tanto. ¿Escaparme por la ventana? Esa sería una buena opción, pero la altura de arriba al suelo es un poco alta y seguramente podría romperme una pierna o yo que se que. También se me ocurrió la idea de darle somníferos y así se dormiría ¿esta os gusta más no? ¿a que sí?, pero hay un pequeño detalle y es que ofrecerle algo para beber a David? Ja, eso nunca ha pasado, va a ser raro y se va extrañar porque tonto no es, por lo que lo descartamos también. En verdad estoy pensando en cosas estúpidas y creo que lo más fácil sería decirle que me quedo un día más con Amalia asique si eso haré.

-Lia... -escucho la voz de Amalia y me quita de mis pensamientos.

-Buenos días –le digo con una dulce voz.

-Lia... no se muy bien que decirte... ni como ayudarte... –me dice apenada y confusa.

-Amalia no te preocupes, todo saldrá bien, iré luego a esa misión y todo habrá acabado –le digo intentado tranquilizarla e intentando quitar preocupación al asunto aunque estoy por dentro muerta de miedo y en pánico.

-Lia necesito que me digas que viste anoche para poder entender todo esto, vistes algo que no deberías haber visto y quieren callar tu boca.

-No puedes saberlo si te lo digo estas en peligro tu también, entiéndelo -ella asiente y se queda unos segundos pensativa. Luego vuelve hablar:

-Me arrepiento de haber conocido a Adam, si no lo hubiese conocido ahora... -intenta decir pero la interrumpo

-Deja de lamentarte Amalia –empiezo a decir agarrándola de la mano -Ya está hecho y no hay vuelta atrás, además parece buen chico bueno quitando a que pertenece .... –iba a decir a un grupo de asesinos –me refiero que se junta con gente peligrosa –digo finalmente.

-¿Tan peligrosa es esa gente?

-Mucho Amalia. Ten cuidado, no quiero obligarte a que dejes de ver a Adam, pero te recomendaría que dejases de hacerlo. No quiero que te pase nada –le digo muy preocupada.

-No quiero saber nada de él Lia, no después de lo que ha pasado. Tampoco quiero que te pase nada. Prométeme que no te pasara nada esta noche Lia, prométemelo –me dice desesperada.

-No puedo prometerte algo de lo que no estoy segura, pero te prometo que haré todo lo posible para regresar sana y salva –y dicho esto nos fundimos en un fuerte abrazo.

Era las dos de la tarde y seguía en casa de Amalia, me dijo que me quedará a comer con ella y acepte, total David no me había dicho nada ni a la hora que debería regresar asique decidí olvidarme de él y quedarme con mi amiga, pero desafortunadamente mientras estábamos comiendo la pizza que habíamos encargado, mi móvil sonó, era un mensaje de David.

<<Te dejo hasta las 6, ni un minuto más.>>

                                                                                                                  << Ok.>>

Fue lo único que le respondí, pero me extrañó que no escribiera ningún tipo de amenaza en el mensaje. Él suele hacerlo siempre, o estás aquí a esa hora o olvídate de tal cosa o no quieras saber las consecuencias que tendré para ti. No se me resultó un poco raro en él pero no le di mucha importancia.

Finalmente me marche de la casa de Amalia para regresar a la mía. Bueno la intención es volver asique me deje todas las cosas que me había llevado en su casa. Llegué a la puerta de casa y me prepare mentalmente para decirle a David que volvería a irme. Entre en casa y cerré la puerta. No escucho ruido, parece que no está.

-Hola? –pregunto para confirmar mis sospechas. Nadie contesta ni oigo nada. Camino hasta la cocina y de repente detrás de mí escucho una voz haciendo que sobresalte del susto:

-¿Te lo has pasado bien? –pregunta serio y me giro para observar su rostro.

-Eh... e-h.. s-i... b-ien.. –quería parecer convincente pero el temor puede conmigo cuando estoy con él.

-¿Te pasa algo? ¿Pareces nerviosa y preocupada por algo? –nerviosa no lo siguiente estoy y tengo que decirle ya que me voy.

-No, no... solo venia a decirte que... -lo miro fijamente –que hoy también me quedo con Amalia –suelto rápido. Él me mira frío con esa maldad que posee siempre en sus ojos. –Voy a por unas cosas y me voy –finalizo quitando la mirada y me dirijo hacia las escaleras pero cuando estoy a puno de subir el primer escalón:

-¿Te lo pasaste bien en la fiesta? –suelta en un tono malévolo. En ese momento mis ojos se abren de par en par, mi cuerpo se congela, mi corazón se detiene por lo que acaba de decir. Lo sabe. Sabe que le mentí. Esto es el fin.

Escucho como sus pasos se acercan a mí y de momento me acuerdo de todo lo que me dijo ayer, de que conocería su peor versión, de lo que es capaz de hacerme, y en ese instante:

<<Lia.. ¡Corre!>> me digo a mi misma ¡SAL DE AQUÍ YA!

Reacciono de momento y cuando estoy por salir huyendo este me agarra del pelo y me estampa contra la pared cayendo al suelo al segundo y suelto un grito de dolor.

-¡¿TE CREES QUE SOY ESTÚPIDO!? ¿¡TE CREES QUE NO LO SABIA DESDE UN PRINCIPIO!? –grita con toda su fuerza. -TE DEJE IR SI, TE DEJE IR HASTA VER CUANTO ERAS CAPAZ DE MENTIRME Y AHORA YA LO SE –dice y se va acercando otra vez a mí.

-No sabes cuánto he deseado que llegara este momento –dice con una sonrisa.

-Po...r fa-vor David... -suplico porque no se que me hacer, estoy tan asustada ahora mismo que creo que va a matarme.

-Por favor? Con eso no basta pequeña. A donde pensabas ir hoy? Has conocido a algún chico en esa fiesta? Eh? Porque si es así solo te voy a decir una cosa: ¡ERES MIA! –dice cogiéndome el rostro y soltando un guantazo y seguido de esto una serie de puñetazos. A continuación, me levanta y me tira contra la mesa de cristal que hay en el salón. Los cristales se esparcen por todos lados y muchos de ellos se clavan en mi piel por todas partes. Estoy mareada, mi nariz siento que está rota, me duele la cara, el labio, me duele todo el cuerpo, tengo sangre por todos lados y no tengo fuerza para poder defenderme. Oigo como de nuevo se acerca a mí al oír como pisa los cristales que hay en el suelo y se agacha para decirme:

-No quería hacerte esto, tú te lo has buscado. Sabes, pensaba que por fin te habías acostumbrado a esta vida pero ya me he dado cuenta de que no y que no lo vas hacer nunca. Asique no me queda más remedio que matarte porque Lia si no eres mia... ¡NO SERAS DE NADIE! –en ese momento saca un arma y empieza a apuntarme.

<<¡Va a matarte Lia! ¡No puedes dejar que lo haga, no puedes dejar que acabe con tu vida! ¡Reacciona! >> mi conciencia grita y rápidamente lo hago. Agarro uno de los trozos de cristal del suelo y se lo clavo en el pecho. Da un grito de dolor que hace que suelte el arma cayendo al suelo mientras que yo me levanto como puedo y salgo corriendo de casa. No se qué hora es, está casi oscuro, estoy mareada, mi cuerpo sangra y tengo que ir a casa de Eric o me matará él también. Camino con todo el dolor encima y voy en dirección a coger la carretera de Hightway, la única que hay para llegar hasta allí.

La carretera es larga, se tarda media hora en coche asique andando ya os podréis imaginar. Alrededor de ella solo se ve bosque, está casi oscuro y no puedo distinguir bien las cosas, no pasa tampoco ningún coche y empieza hacer frío. Estoy sola, andando casi a tropiezos por la gran paliza que he recibido. Nose ni como me mantengo en pie, estoy muy cansada, se me agota las pocas fuerzas que tengo y lo noto al sentir que me falta el aire, al darme vueltas la cabeza, estoy...estoy empezando a ver borroso. <<No no puedes rendirte ahora Lia, tienes que seguir... no... no... va-m..os.. Lia, tu...tu... pu..ed...>>  pero finalmente caigo al suelo perdiendo la consciencia.