♥️Capitulo 27
Narra Cielo
-¿A donde vamos?
-Ya lo veras
-Quiero saber ¿Porque no puedo saber?ni que estuviera secuestrada
-Quizas si estas secuestrada y todavía no lo sabes-dijo mirándome con cara divertida
-No es gracioso Marcos ¿A donde vamos?
El vehículo freno de golpe, casi hace que me estampe contra el vidrio.
-¿Qué coño haces estas loco?
-Llegamos
-¿Como se te ocurre frenar así? Casi me rompo la cabeza contra el vidrio
-Que exageración, bájate
El abrió su puerta y salió.
Me quedé unos segundos quieta hasta que abrió mi puerta también.
-Baja, que parte de llegamos no se entendió
Baje mirándolo confundida.
Era todo verde, árboles por todos lados el lugar era realmente precioso.
-¿Donde estamos?
-Son unas cabañas que pertenecen a mi familia desde hace muchos años, eran de mis visabuelos
Conocía este lugar, no físicamente sino por foto, el tenía una foto aquí y yo la tenia guardada era de mis fotos favoritas se veía tan feliz.
-Sigueme-el sujeto mi mano tomándome desprevenida
La sensación de su mano generaba un cosquilleo en mi estómago.
-Es precioso-dije entrando a la cabaña mientras el me guiaba
Era una cabaña bastante grande, todos los muebles estaban hechos de madera, la mesa tenía formato de tronco.
Las lámparas eran antiguas pero su luz le daba un toque cálido al lugar.
-Puede haber un poco de polvo, no venimos muy seguido aquí, mi familia prefiere los hoteles, esto ya es herencia antigua para ellos al único que le interesa es a mi hermano, el las visita al menos una vez por año
-¿Viene solo aquí?
-Si, el dice que es su lugar seguro
-¿Porque me trajiste aquí?
El se sacó la campera y cerró la puerta ya que entraba el viento.
-Es un lugar tranquilo, y tenemos que hablar no podemos seguir así
-¿Así como?
-Así Cielo, un día nos odiamos a muerte y al otro nos deseamos el uno al otro ¿O me equivoco?
No supe que responderte así que empecé quede en silencio y lo dejé continuar.
-No me mires así sabes que tengo razón, estoy cansado del jueguito este
-No estoy jugando ningún juego Marcos, el que confunde las cosas aquí eres tu, fue solo un beso, y no te odio simplemente me fastidias a veces
-Dos
-¿Dos que?
-Fueron dos besos
-¿Eso cambia algo?
-Yo creo que eso lo cambia todo
El me miraba con esa sonrisa nuevamente y yo sentía que me derretía nuevamente.
Comencé a tener calor así que me quite la campera, estaba incomoda.
Todavía nose porque le hice caso y me subí a su auto.
-Mejor vamos a sentarnos así podemos seguir hablando-dijo el y camino hacia el sofá
Lo seguí y me sente allí a su lado con una distancia prudente.
-No quiero seguir con esto, me molestaba de todas las formas posibles pero cuando te veo no puedo evitar pensar en tocarte Cielo, realmente no puedo evitarlo y eso me jode la cabeza
-Que buena forma de decir que te gusto-dije riéndome el estaba realmente nervioso se rascaba el cuello cada dos segundos
-¿Te estas burlando?
-No para nada
Sus ojos me miraban con un brillo que me enloquecía.
Todas sus facciones llamaban mi atención cada detalle de su rostro, me gustaría mirarlo por horas hasta memorizar cada parte de el, sabía que algún día iba a querer repetir su imagen en mi cabeza.
El se acercó peligrosamente a mi.
-Estas muy callada
-No se que decir, creo que esta claro que me confundes, y odio confundirme
-Realmente te gusta tener el control de todo ¿Cierto?
-Así fui criada
-En eso coincido también me molesta cuando las cosas se salen de mi control
-Bueno ya tenemos algo en común
El seguía sonriéndome, y me contagiaba su sonrisa.
-Deja de mirarme así, me pones nerviosa
-Estoy siendo justo
-¿Justo?
-Si justo, si tu me puedes mirar con esa cara de ángel yo puedo mirarte como quiero
-Estas loco
-Quiero besarte
-¿Que?
-Que voy a besarte
-Vinimos a habl...-no pude terminar la frase que sus labios se estamparon con. Los míos
No pude evitar cerrar los ojos y perderme nuevamente en sus labios.
Eran la distracción más satisfactoria de toda mi vida.
Sus manos acariciaban mi rostro de forma suave.
Solo podía pensar en el calor que tenia, necesitaba más, mucho más.
Coloque mis manos en el dobladillo de su remera y tire de ella, el levantó los brazos y me permitió quitársela.
Me agarro de la cintura y me alzó para sentarme sobre su regazo.
Sus manos jugaban peligrosamente cerca de mi trasero mientras las mías explotaban su torso.
Mis uñas arañaban despacio su pecho.
Su respiración estaba cada vez más acelerada, y yo no podía dejar de suspirar.
Dejo mis labios y comenzó a besar mi cuello robandome un gemido.
-Tenemos que parar-dijo el
-Pero se siente tan bien
El soltó una carcajada al ver que había usado su misma Frase.
-Me vuelves loco Cielo, me vuelves loco desde el momento que te vi, cuando vi esos ojos no los pude sacar de mi cabeza en ningún momento
-¿Que diría tu hermana de esto?
-Me mataría, pero vale totalmente la pena
-Que estamos haciendo Marcos, tengo la sensacion de que esto no va a terminar bien
-Quizás, pero podemos disfrutar este día al menos
El coloco en mi nuca y me acerco a él para unir nuestros labios nuevamente, mi lengua busco la suya y sabía que por el momento no había vuelta atrás.
El se levantó del sofá conmigo en brazos y camino por un pasillo hasta llegar a una habitación.
Me dejo en la cama y se quedo ahí parado mirándome por unos segundos.
-¿Vas a seguir ahí parado observándome o vas a venir a terminar lo que empezaste?
-Solo quiero que estés segura de lo que vamos a hacer
-¿Segura porque?
-Porque después de esto no pienso dejarte ir Cielo
-Tampoco quiero que lo hagas Marcos
El se subió a la cama y se coloco entre mis piernas.
Sus manos jugaban con el borde de mi vestido hasta me lo quito.
Y quede expuesta ante el.
-Nunca vi algo tan perfecto en mi vida
-Callate y besame
El se reía de cada cosa que yo decía como si fuera el mejor de los chistes.
Nos besamos como si fuera nuestro único objetivo en la vida, sus manos acariciaban la silueta de mi cuerpo hasta llegar a mi pecho el quito con cuidado mi brasier.
Sus besos bajaron por mi cuello hasta llegar a mis senos, beso cada uno de ellos haciéndome gemir en el proceso.
Luego de jugar un rato el se quito los pantalones y se volvió a colocar entre mis piernas.
Y cuando se introdujo en mi, me di cuenta que este juego lo había perdido hace rato, para lo que estuve preparada toda mi vida, ya no lo estaba.
-Esto parece irreal-dijo el mientras me besaba
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