♥️Capitulo 25
Narra Marcos
-¿Como se te ocurre decirle eso?
-Tranquilo no es para tanto estaba aburrida y de paso compartimos una anécdota vieja
-No la conoces
-Tu hermana confía en ella es su mejor amiga, creo que la conoce lo suficiente, aparte no le dije nada de otro mundo
Juliette se encontraba en mi cama mientras jugaba con los hilos del almohadón
-No viste su cara, casi se ahoga allí mismo cuando le contaste lo del trío es una cría, y mi hermana es muy confiada la conoce hace menos de un año
-Yo creo que su amistad es muy real Marcos, ¿O no te das cuenta lo mucho que se quieren esas niñas?
-Exageras, mi hermana quiere a cualquiera, para el próximo año seguro encuentra a otra persona y yo me libraré de ver la cara de la rubia molesta de por vida
-Algo me dice que hay rubia para rato, tu hermana no va a dejarla ir tan fácilmente y no creo que sea la única
-¿De que hablas?
-Marcos te conozco vi como la miras, la miras como si fuera un fruto prohibido niño
-Estas loca
-eso es verdad, pero no quita que lo diga también lo sea, te gusta, y espero que lo admitas rápido porque esa niña es un fuego y con esa cara de ángel que tiene debe tener muchos pretendientes
-No voy a negar que es preciosa pero lo molesta le opaca la belleza
-Eso no te la crees ni tu Marcos, estas perdido por aquella rubia, sino no hubieras ido hoy a decirle a Fatima que se aleje, nunca descartarías una mujer y menos a Fatima que la conoces hace mucho tiempo
-Le dije que se alejara porque su obsesión era cada vez más grande, que nuestros padres tengan negocios no significa que nosotros tengamos que estar pegados
-Mentiras y más mentiras
Tocaron el timbre y aproveche para salir de aquella habitación, Juliette podía ser muy intensa si se lo proponía.
Abrí la puerta y me sorprendí al ver a un señor allí parado.
-¿Disculpe usted es?
Era un señor canoso alto y flaco, de ojos grises.
-Soy el padre de Cielo, Hugo, no me atiende las llamadas, y necesito hablar con ella
-No puedo dejarlo pasar hasta que ella me confirme que realmente es su padre, espero que no haya ningún problema pero le tengo que pedir que espere y yo la voy a buscar, esta con mi hermana
-No hay ningun problema pero date prisa niño es importante-el señor parecía estar fastidiado miraba de un lado al otro
Cerré la puerta y subí las escaleras.
Toque la puerta pero nadie contestaba así que entre.
Chloe estaba dormida en su cama y Cielo también dormía a su lado.
Era una imagen bastante tierna, ambas dormían profundamente.
Me acerque al lado de Cielo sin hacer mucho ruido.
Ella dormía con la boca levemente abierta, hasta dormida se veía bien.
-cielo-dije en voz baja intentando no despertar a Chloe pero no funcionó, seguía durmiendo
Agarre la sabana con la que se estaba tapando y se la quite despacio, no fue una muy buena idea, ella no llevaba pantalones,llevaba unos muy pequeños shorts y una musculosa que dejaba una línea de su abdomen.
Sacudí la cabeza enfocándome en lo importante, su supuesto padre estaba abajo.
-Cielo-toque su hombro despacio y apenas hice ese movimiento todo paso muy rápido ella salto sobre mi y me dejo acorralado en el piso
La luz se prendió.
-¿Que sucede aquí?¿Cielo porque parece que vas a matar a mi hermano?
Estaba tirado en el piso con Cielo encima mio, cuando se dio cuenta se a mi pesar se levantó y me miro confundida.
-Lo siento me asustaste
-Solo intentaba llamarte, creo que tu padre esta abajo
-¿Mi padre?-su rostro se puso pálido
Salió de la habitación rápidamente y chloe quizo ir tras ella pero la detuve.
-Tranquila, voy yo tu sigue durmiendo cualquier cosa te despierto
Ella asintió ya que seguía medio dormida y se recostó en su cama.
Baje las escaleras lo más rápido que pude y estaba llegando a la puerta cuando escuche que estaban hablando.
-No nos queda mucho tiempo tenemos que adelantar los planes-le decía el señor a Cielo
-No creo que sea buena idea, hay que tomar las cosas con calma
-¿Te estas arrepintiendo?porque si es así estaría muy decepcionado Cielo
¿De que hablan?¿Planes?algo raro sucede aquí.
-Claro que no solo que estoy confundida son las cuatro de la mañana y vienes aquí planteándome esto, no estoy pudiendo procesar bien todo
-Lo siento hija, tienes razón , lo hablamos mañana en casa, no es momento quizás me apresure,puedo esperar un día más para explicarte, aparte no es buena idea hablar en la calle y mucho menos en esta casa, alguien puede oirnos
Me aleje de la puerta cuando escuche que se estaban despidiendo.
-¿Estabas espiando?-dijo ella mirándome se notaba furiosa
-No creo que se le pueda llamar espiar cuando estoy en mi propia casa
-No me interesa que sea tu casa, era mi conversación con mi padre y sigue siendo una mierda que te metas en los asuntos de los demás
Ella se dirigió a la cocina y se sirvió un vaso de agua.
-Escuche que hablaban de un plan ¿Planeas matar a alguien pequeño ángel?
Ella se ahogo con el agua nuevamente.
-Eso de ahogarte se te está haciendo costumbre ¿Las mentiras te estas asfixiando Cielo?
Me acerque lentamente hacia ella, quería que se sienta presionada, quería saber todos sus secretos cada uno de ellos, y algo me dice que tiene muchos.
-Tu estas realmente mal de la cabeza ¿Desde cuando eres policía y intentas hacer interrogatorios?no te metas donde no te llaman Anderson
-Nuevamente, angelito estas muy equivocada me meto donde quiero, mi juego mis reglas
-¿Y quien te ha dicho a ti que este es tu juego?
-Oh cariño estas en mi terreno, yo que vos no me sentiría tan confiada ¿Que pasaría si le hago saber a mis padres la extraña conversación de la amiga de su pequeña hija?
-Puedes hacer lo que quieras a ellos no les interesaría, ¿Porque les interesaría mi vida?
-Créeme mis padres son desconfiados mínima sospecha y esta relación que estas formando con chloe desaparece con un cerrar de ojos
Sus ojos me miraban fijamente, su mirada era tan angelical esos ojos celestes me volvían loco.
-Que bicho te pico ahora, ¿porque las amenazas?
-No son amenazas, son avisos
Nuestras miradas se cruzaban y nuestros ojos desprendían el mismo fuego que amenazaba con destruirnos.
Estaba cada vez más cerca y su cuerpo emanaba un calor muy apetecible.
En este momento no recuerdo como llegamos a este punto ni porque estábamos discutiendo.
Sus labios parecían la peor tentación y ese brillo que ella usaba los hacía ver demasiado bien.
-Alejate-dijo en un susurro ahogado
-¿O que?
Nuestras narices se rozaban y no pude aguantar más me lance a su boca de forma desesperada.
Mis manos fueron a parar a su cintura mientras mi cabeza quedó completamente en blanco.
En lo único que podía pensar era en lo bien que se sentían sus labios.
Mi lengua busco la suya, y fue cuando me di cuenta que comenzamos un juego el cual iba a ser realmente difícil ganar.
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