♥️Capítulo 15
Narra Cielo
Marcos y Chloe me dejaron en casa, entre y mi padre me esperaba como siempre sentado en el sillón.
-La haz cagado-me dijo enojado
Me puse fría de pies a cabeza, ¿como se había enterado?
-Puedo explicarlo
-Que me vas a explicar Cielo conoces los riesgos, no puedes hacerme esto no después de todo, que quieres matarme
-No es así papá, no tenía elección
-Si no fuera porque llame al hospital probablemente no me habría enterado que llevaste a esa gente a ver a tu madre
Todo paso muy rápido me dio una bofetada que hizo que cayera al suelo, junto conmigo cayó un jarrón, me había intentado sostener de una mesita pero no lo logré, el vidrio cortaba las palmas de mis manos pero no me importaba.
-Después de todo, así me pagas, donde queda toda la confianza todo lo que te enseñado diecisiete años y te atreves a actuar como una mocosa malcriada
-Estaba en la casa de Chloe no tuve elección insistía en llevarme ellos prometieron no decir nada
-¿Y tu les crees?eres más estúpida de lo que pensé, pareciera que no tuvieras memoria
Me levante a pesar de que mis manos ardian por los cortes y mi mejilla todavía la sentía caliente por el golpe.
-No soy ninguna estúpida se perfectamente quien es su familia, lo recuerdo todos los días de mi vida, estas siendo injusto conmigo nunca pondría en riesgo nada mucho menos a mamá
-Mientes, lo veo en tus ojos, no te importa ni tu madre ni yo, tu madre está así por culpa de ellos, de su familia, la destruyeron y tu, ya no te reconozco
-¿Que no me reconoces? Soy tu proyecto, tu mejor plan o no lo recuerdas, me lo repites desde que tengo memoria, me lo decías incluso antes de que pudiera decir una oración completa, sabes perfectamente que no cometo errores
El me sujeto del brazo con fuerza acercándome a el.
-Te conviene que lo hagas Cielo
Me soltó y me fui de la casa.
No quería estar allí.
Mis manos seguían heridas largaban pequeñas gotas se sangre. Empecé a caminar sin saber a donde dirigirme lo mejor es que no volviera esta noche a casa.
Mi padre tenía razón cometí un error y merecía ser castigada por ello, como se me ocurrió llevarlos allí, mi madre está ahí por culpa de su familia, y yo los lleve arriesgandola a ella decepcionando a mi padre.
Cuando me di cuenta era de noche no frene en una plaza, la sangre de mis manos se iba secando,aunque las heridas seguían ahí.
Realmente espero que no se infecten.
Me sente en el banco de la plaza y me quede allí pensando, castigando mi propia cabeza.
Narra Marcos
-Chloe ¿Realmente vas a fingir que no paso nada hoy?
Mi hermana estaba como si nada después de lo que vimos, la madre de Cielo estaba viva y en un estado realmente depresivo, nunca vi a alguien así en mi vida y menos de esa edad, no sabía cuantos años tenía exactamente lo que si sabía es que seguramente parecía de más.
-Marcos no paso nada hoy la escuchaste a Cielo no podemos meternos, las familias tienen secretos, no es nuestro asunto
-Se que no podemos meternos pero tampoco podemos fingir que no pasa nada ella mintió como si nada
-No seas injusto por algo lo habrá hecho, a veces es más fácil negar la verdad que decirla y más en situaciones tan delicadas como el estado en el que está la madre de Cielo a nadie le gustaría tener que explicar que su madre está internada en un estado realmente horrible, no me quiero imaginar lo que han vivido Cielo y su familia
Ella estaba angustiada por su amiga se le quebraba la voz mi hermana podía ser realmente emocional, y desde conoce a Cielo se nota desde lejos la conexión que tienen.
Abrace a mi hermana, ella lo necesitaba, y me di cuenta en cuanto apenas mis brazos la rodearon se largo a llorar como si fuera una niña pequeña, no me gustaba verla así, nunca me gustó verla llorar.
-¿Que sucede Chloe?
-Es que Cielo es una buena chica no se merece esto, su madre tendría que estar bien, tendría que estar en su casa con Cielo, no se como ayudarla se que no puedo
-No seré experto en amistades pero lo mejor es que simplemente la escuches y acompañes no puedes pretender que puedes ayudarla en todo hay cosas que están hechas y por lo que vimos hoy lo de la mamá de Cielo viene desde hace años una persona no llega a ese estado de un día para el otro
Ella asintió con la cabeza y se despego de mi cuerpo.
-Me iré a dormir es tarde, estoy cansada mañana le preguntaré a Cielo si quiere que nos veamos
-Me parece bien, descansa, yo quede en ir con Fatima pero cualquier cosa me llamas y estoy aquí en menos de un minuto
-Lo sé te quiero hasta mañana
Subió las escaleras y yo me fui.
Mientras estaba manejando mi cabeza tenia mil preguntas pero había una que era la principal.
¿Que le paso a la mamá de Cielo?
Iba a ir a comprar algo para comer antes de ir a casa de Fatima, últimamente nos estábamos viendo muy seguido.
Baje de mi auto había una pizzeria, compre una pizza de muzzarela mediana y me dirigí nuevamente a mi auto.
Pero algo llamó mi atención.
Frente a la pizzeria había una plaza pero eso no fue lo que llamo mi atención sino la chica que estaba dormida en el banco de la plaza.
Guarde la pizza en el auto y me dirigí rápidamente hacia ella.
Cielo estaba acostada durmiendo profundamente allí, toque su hombro y despertó rápidamente asustada.
-Soy yo tranquila-le dije y me reconoció
-Me asustaste-dijo su mirada estaba algo perdida
¿Estaba drogada?
-¿Que haces aquí?
-Nada salí un rato de mi casa a caminar
-Cielo no soy idiota estabas durmiendo en el banco de una plaza a las doce de la noche ¿Que haces aquí?
Ella se paro de allí y empezó a caminar, la seguí.
-No me sigas, no es tu problema
La agarre del brazo para frenarla, no podía dejarla sola no se veía para nada bien.
Cuando la obseve bien me di cuenta que tenia una marca en su mejilla, alguien la había golpeado, mire sus manos y estaban llenas de sangre seca.
-¿Que te paso?
Realmente iba a matar al que le hizo esto, quien podría hacerle esto a una persona como ella.
A pesar de que nuestra relación no era la mejor, por eso no nos mantenemos cerca no merecía que la traten así, nadie lo merece.
-Te dije que no te importa
Se soltó de mi agarre y siguió caminando
-Me fastidia que seas tan terca, estoy intentando ayudarte
-no pedí tu ayuda, quedamos en que era solo la amiga de tu hermana así que métete en tu vida
-Exactamente lo que acabas de decir eres la amiga de mi hermana eso te hace importante para ella, y mi hermana es importante para mi se que ella me mataría si te dejo así
-Ella no se va a enterar de esto, no es su problema tampoco
-Si no me dejas ayudarte no me queda otra opción que llamarla y contarle lo que esta pasando
Ella freno en seco y se dio vuelta furiosa.
¿Llamaría a mi hermana?No, ya estaba bastante preocupada como para causarle más angustia.
¿La estaba manipulando?si, pero a veces no hay opción, y veo que con esta chica no hay mucha salida.
-No te atreverías
Saque el celular y fingí marcar el numero de mi hermana
-Esta bien, pero no te voy a decir que me paso
Por ahora me conformaba con llevarla a un lugar y ayudarla pero eventualmente me iba a tener que contar que había pasado.
-Bien, sube al coche
La guíe hacia donde estaba mi auto y se subió al asiento de copiloto.
-¿A donde vamos?
-A un hotel
Ella me miró confundida.
-Dijiste que no querías que mi hermana se entere, bueno por si no sabias mis padres son dueños de varios hoteles iremos a uno, no puedes dormir en la calle y necesitamos desinfectar las heridas
-¿Porque me ayudas?-pregunto ella
-Ya te dije, por mi hermana
Maneje en silencio mientras ella miraba por la ventanilla, cada vez que veía sus heridas más me enojaba sobre todo la de su rostro, podría ser tranquilamente un pecado pegarle a ese rostro.
¿Pero que idioteces estoy diciendo?
¿Pecado?
Sacudí mi cabeza saliendo de mis pensamientos.
Llegue rápidamente a el hotel, bajamos del auto y agarre la pizza.
-¿Tienes hambre? Porque compre hace un rato esta pizza, debe estar algo fría pero el sabor debe estar bien-le pregunte
Ella asintió con la cabeza no parecía con muchas ganas de hablar.
-Monica necesito la habitación del último piso-le dije a la recepcionista
Este era de los mejores hoteles de mi padre, aunque visitaba muy poco estos lugares lo sabía.
-Tiene suerte señor esta disponible.
Si no lo estuviera igualmente hubiera hecho que lo esté.
Ella me entrego la llave y subí con Cielo al ascensor.
Ella seguía completamente en silencio.
Entramos a la habitación, era realmente amplia.Una cama matrimonial, un sillón grande y negro,una televisión realmente enorme, y era la única habitación que incluía jacuzzi.
-¿Puedo darme un baño?
-Si seria lo mejor así se limpia bien la sangre seca de tus manos, pediré un botiquín a recepción
-Esta bien, gracias
Ella se encerró en el baño y estuvo allí varios minutos.
El botiquín llegó rápidamente,pedí dos cervezas también.
-¿Marcos?
-¿Si?
-Tengo un problema
-¿Cuál?
-No tengo ropa, la mía esta hecha un asco
Me quedé pensando un rato hasta que recordé que en mi mochila llevaba una prenda demás porque iba a lo de Fatima.
Mierda Fatima la deje colgada me olvide por completo que iba a su casa.
Toque la puerta del baño y ella me abrió el toalla, no pude evitar mirarla, creo que nadie con ojos podría.
-Deja de mirar pervertido
Sonreí y le di la remera junto con un bóxer mio.
Me cerró la puerta en la cara rápidamente.
Me sente y mientras esperaba le escribí a Fatima.
*No voy a poder ir*
Ella contestó rápidamente pero lo leí por pantalla
*¿Porqué?*
Le iba a contestar pero Cielo salió del baño con mi ropa puesta y fue algo que realmente me distrajo mi camisa blanca le quedaba por los muslos ella había abrochado cada botón menos los tres primeros.
-¿Que miras tanto?-me pregunto
Tenía la garganta seca.
-Nada, te queda mejor que a mi
Ella se sentó a mi lado en el sillón.
-Eso era obvio
-Creída
-Creída no cariño, realista
No iba a negarlo ella era atractiva y lo sabía perfectamente.
-Dame tus manos
Ella me dejo y comencé a colocar el alcohol mientras le soplaba para que no ardiera demasiado, ahora que sus heridas estaban limpias me di cuenta que eran pequeños cortes, pequeños pero bastante profundos.
-Esta claro que no me quieres contar pero ¿puedo saber con que te cortaste?
-Vidrio, de un jarrón, veo en tus ojos que tienes ganas de hacerme mil preguntas pero realmente no quiero contestarlas agradezco tu ayuda pero no puedo
Entendí, ella me suplicaba con los ojos de no indague y iba a respetarlo al menos por ahora.
-Esta bien
Le vende ambas manos y luego le coloque un hielo en el rostro.
-Yo lo sostengo
Se notaba que no le gustaba que la ayuden y no la juzgo a mi tampoco me gustaba.
Comimos la pizza mientras mirábamos rápidos y furiosos ya que era lo que estaban pasando por la tele y al parecer compartimos un gusto a ambos nos gustan esta clase de películas.
Ella miraba la pantalla con mucha emoción realmente vivía las películas y me encantaba todos los gestos que hacía al mirarlas.
Terminamos de comer y la película eventualmente también terminó.
-¿Compartiremos la cama?-pregunto ella
-Si quieres duermo en el sillón no tengo problema-le dije
-No, esta bien pero cada uno en su lado
Nos acostamos y caímos rendidos sin decir una palabra más.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro