Narra Cielo

Hoy ingresaba al colegio Alba Azul, mi padre había luchado muchísimo para que yo ingrese a este colegio, ya que no tenía contactos y este era un colegio muy privado y caro.

Aunque solo estoy ingresando para terminar mi último año yo se que esto es un esfuerzo gigante de su parte y tengo que aprovecharlo.

-Cielo, se te hace tarde, ya habíamos hablado de esto, es muy importante no cometer errores y llegar tarde es un error van a ser las siete y aun no te veo lista

-Padre, son y media recién me fastidia tu mala forma de leer la hora.

Se acercó a mi a mirarme con lujo de detalles si pudiera usar una lupa creo que la usaría sin dudarlo.

-¿Terminaste de examinarme?¿pase tu inspección?

-Cielo, sabes que me parecen una falta de respeto tus chistes, no son graciosos, tiene que salir todo perfecto

-Lo sé

Nos dirigimos al auto y estaba todo perfectamente listo.

-Quiero que prestes atención a todo y lo hagas perfecto, los errores sobran en esto, eres mi hija perfecta y estoy orgulloso de ti pero te lo repito para que no lo olvides sin errores

El estaba serio y tenso, se lo veía nervioso.

Llegamos al lugar, era enorme, gigantesco.

-Cielo no te podre recoger porque no coincide tu horario de salida con el de mi trabajo, espero que sepas resolverlo.

Me fui hacia la gran puerta y ingrese justo a tiempo, la gente recién estaba llegando, no tenía ni la menor idea de adonde ir pero el universo parecía estar a mi favor, se prendieron los altavoces.

-Alumnos y Alumnas, se los espera en las canchas para dar inicio a este ciclo lectivo.

No sabía dónde estaban las canchas así que empecé a seguir a la multitud de alumnos.

Me sente en las gradas lo más alejada posible.

-Bien espero que estén todos porque voy a dar comienzo a la charla-dijo una mujer con un megáfono.

-lo siento-dijo una voz femenina

Estaba intentando pasar pero mis cosas se lo evitaban así que las corrí y ella siguió su camino.

-Como sabrán nuestra escuela esta dividida en dos, nivel secundario y la parte universitaria. Para los nuevos vengo a explicarles que la parte derecha de la escuela es la secundaria y la izquierda la universitaria.
Como saben para nosotros es muy importante que no se mezclen así que cuento con que cumplan las reglas que serán entregadas en este momento por algunos de sus compañeros.

Un chico moreno y alto me dio mi papel,más que papel parecía un libro completo de la cantidad de hojas que tenía.

-No la voy a estirar mucho porque estamos cortos de tiempo, quiero que cada uno vaya a sus aulas en la página dieciocho tienen un mapa, lean las reglas y sepan cumplirlas o habrá consecuencias, entre ellas la expulsión.

Todos empezaron a levantarse de sus sitios y a retirarse.

Esto fue más rápido de lo que pensé.

Ni siquiera dijo la palabra bienvenidos.

Me levante y salí a los pasillos intentando ubicarme con el pequeño mapa con letras tan chicas que eran prácticamente ilegibles.

Choque nuevamente con la chica de antes, esta vez pude detallar su rostro.

Tenia unos hermosos ojos celestes mezclados con un gris muy sutil eran realmente hipnotizantes, tenía facciones muy delicadas como las de una niña.

-lo siento-me dijo

-Esta bien,yo también estaba distraída-dije mirando el pequeño mapa

-¿Que clase buscas?

-Matemáticas

-Al fondo la tercera puerta a la izquierda

No llegue a agradecerle ya que se había marchado muy rápidamente.

Seguí sus instrucciones contando las puertas y cuando la encontré entre directamente.

-Llega tarde

-Lo siento me perdí

-¿Y el mapa?

-La letra es demasiado pequeña

-Tiene razon-dijo una chica con unos anteojos que ocupaban casi todo su rostro

-Bien,pero que sea la última vez señorita...

-Chevalier

-Siéntese señorita Chevalier

El profesor era joven y atractivo en mi anterior escuela los profesores eran ancianos que luchaban por quien se jubilaba antes, creo que  prestaría más atención si todos los profesores fueran así.

-¿Alguien quiere pasar a hacer el ejercicio?

Levante la mano ya que nadie parecía querer pasar y la verdad yo estaba bastante aburrida.

Me acerque y el profesor me dio el marcador.

-Gracias profe-le dije con una sonrisa

-Prosiga-me dijo el y me observo de pies a cabeza

Resolví el ejercicio rápidamente, era bastante sencillo.

-Termine-dije y le devolví el marcador

Me dirigí nuevamente a mi lugar y seguí observando a aquel profesor con mucha atención.

Era moreno de ojos verdes parecía no tener más de treinta.

La clase se paso volando, ya era hora del almuerzo, salí del salón y me dirigí al patio de comidas.

Agarre una manzana ya que parecía lo único comestible en este lugar, la educación sería la mejor pero desde luego la comida no.

Una chica con rizos me invito a sentarme en su mesa, creo que estuvo en mi clase.

-Puedes quedarte con el lápiz si quieres, estoy segura que lo necesitaras para las próximas clases

¿Lápiz?

Al hacer memoria me di cuenta de que le había pedido un lápiz a esta chica, si no hubiera estado tan ocupada mirándole el trasero al profesor quizás la hubiera recordado más rápido.

-Muchas gracias

-Soy Valeria

-Cielo, un gusto

-Nunca conocí a nadie con ese nombre

Había recibido cumplidos por mi nombre toda mi vida, aunque yo lo creía bastante simple.

-bueno ahora me conoces

El almuerzo terminó y fui a tirar lo que quedaba de mi manzana a la basura pero un idiota tiro una lata de gaseosa lanzándola y en el proceso me mancho, no estaba vacía para mi mala suerte.

-Lo siento bonita-me dijo un rubio acercándose más de lo que me gustaría

Vi que en la mesa de donde había venido el chico había una rubia que me miraba con muy mala cara, la novia claramente.

-Bonita es tu novia y fíjate la próxima si no quieres terminar con la lata en lugares desagradables

Le guiño un ojo a su novia y eso cambió su humor paso de su cara de enojo total a una divertida, no me metería nunca con un chico con novia, menos un idiota como ese.

Las clases pasaron rápido y estaba agotada así que apenas terminaron fui la primera en salir de aquel lugar.

Cuando salí me encontré en un rincón a el profesor fumando un cigarro así que aproveche y saque uno de mi mochila.

-¿Si le pido fuego me mandaras a dirección?-le dije sorprendiendolo

-Estamos fuera del colegio así que técnicamente no puedo castigarle señorita Chevalier.

Me extendió el encendedor ayudándome a encender mi cigarro.

-Ya que estamos fuera del colegio prefiero que me digan por mi nombre si no es mucho pedir, me llamo Cielo

-Lindo nombre, pero creo que sería poco ético

-Si usted dice, es solo mi nombre no creo que influya mucho

Nos quedamos un rato en silencio fumando mientras nos observábamos.

-¿Puedo preguntarle cuantos años tiene?

-No tendría que contestar esta pregunta ya que es personal, pero estoy de buen humor hoy, tengo veintinueve

-Pensé que un requisito para ser profesor era ser viejo canoso gruñón o pelado de baja estatura

Mi comentario lo hizo reír

-Quizás sea así dentro de unos años, pero por ahora no quiero averiguarlo

Ambos cigarros se habían terminado y ya quedaba poca gente.

-Tengo que irme pero gracias por el fuego

-Un placer señorita Chavalier-dijo con una sonrisa muy seductora

-Cielo-corregí

-Señorita Cielo-dijo resignado

Me despedi con la mano y me dirigí a la parada de autobús.

Parecía que no llegaba más,había comenzado a llover un auto paso rápido y me salpicó de pies a cabeza.

-Hijo de puta!-grite y lo único que recibí en respuesta fue un bocinaso de parte de aquel auto negro de vidrios polarizados

El autobús llegó minutos después y para cuando llegue a mi casa me bañe y me caí rendida en mi cama.