Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

7.- Sonrisas verdaderas.

Me remuevo incómoda, quitando la colcha que cubre mi cuerpo y me acuesto sobre el lado izquierdo de mi cuerpo. Minutos después me volteo al lado derecho, luego me pongo boca abajo, para finalmente, ponerme boca arriba.

Suspiro con cansancio mientras cierro mis ojos con frustración. ¿Alguna vez les ha pasado que tienen sueño pero que no pueden dormir? Pues justo ahora me siento así. De un momento a otro me desperté porque mi celular había recibido un mensaje y desde entonces se me espantó el sueño, genial, ¿no? No sabía cuánto tiempo llevaba intentando volver a conciliar el sueño, pero justo ahora parecía una tarea muy difícil. Vuelvo a suspirar y me levanto de la cama para dirigirme a la cocina, no sin antes tomar mi móvil.

Reviso la hora; son las seis menos diez de la mañana. Suspiro de nuevo. Perdí la cuenta de cuántas veces lo había hecho, puesto que eran muchos y me aburrí de contarlos. El último que conté fue el número quince. Enciendo la cafetera mientras tomo un envase con agua y llenarla, para en otro compartimento, echarle café para colar.

¿Qué mejor manera que empezar el día viendo el amanecer? Era una de mis cosas favoritas por hacer, aunque no lo hacía tan seguido como quisiera, porque amo dormir y pues, me quedaba dormida...La razón principal por la que me gustaba ver el amanecer era que todo era silencioso, excepto el cantar de los pájaros, que era algo hermoso. Además de eso, era extremadamente relajante y podía observar cómo el cielo cambiaba de colores. Desbloqueo mi teléfono esperando encontrar algo entretenido en mis redes sociales, aunque lo dudaba, puesto que la mayoría de la gente aún se encontraba dormida. Después de un rato me aburro y lo dejo a un lado para después levantarme y servirme mi café.

Tomo un termo y lo lleno hasta el tope. Lo preparo ahí mismo, echándole azúcar y un poco de leche; al terminar, me regreso a mi habitación para ponerme unas botas y un abrigo antes de salir. La brisa haciendo contacto con mi piel causa que un escalofrío recorra mi cuerpo, haciéndome reír.

Debí traerme mi bufanda y mi gorrito.....ah, y mis guantes también, aunque no fueran necesarios los últimos, ya que me incomoda traerlos. Al fin de cuentas la temperatura de mis manos no cedía y quedaban igual de frías que antes, por no decir que todo lo que tomaba se me resbalaba de entre las manos. Aunque quisiera regresarme por las dos primeras cosas mencionadas, ya estaba alejada del apartamento y mi pereza no me permitía devolverme a por ellas. Le doy un sorbo al café y siento su calidez recorrer mi garganta, hasta llegar a mi estómago, haciéndome inmune al frío un segundo. Gracias a lo caliente del café, el termo se calentó por fuera, haciendo que mis manos no se congelen del todo.

Decido sentarme en la banqueta, donde me queda una vista perfecta para admirar el amanecer. Espero pacientemente mientras dejo que mi mente divague, y así perderme un rato de la realidad, solo viviendo en mi cabeza, en mi mundo, tomando café y estando relajada por la tranquilidad que recorre la ciudad. Cierro mis ojos y me concentro en lo que mis oídos captan.

El cantar de los pájaros hace que una sonrisa se dibuje en mi rostro. También puedo escuchar los motores de unos carros y cómo suena cuando pasan la carretera. Escucho el viento y trato de descifrar lo que quiere decir en los susurros que da; tal vez sea imposible, pero creo que si estás lo suficientemente callado y pones mucha atención, algún día puedas entender lo que éste quiere comunicarte. Mi abuelo me dijo eso cuando era una niña, y desde entonces cierro mis ojos, tratando de descifrar lo que el viento me quiere decir. Aún con los ojos cerrados, llevo el termo a mi boca y le doy unos cuantos sorbos cuando me doy cuenta que se ha enfriado un poco, pero al despegarlo de mis labios, la sonrisa que tenía antes pintada, vuelve a mí, y me llena.

—Nunca la había visto —dice la voz de un hombre a un lado de mí. Fue tanto mi susto que boté en mi lugar y grité con fuerza. Estaba tan absorta en mi mundo que no sentí cuando se sentaron a mi lado. Por fin decido dirigir mi mirada al intruso y me sorprendo de lo que veo, o más bien, de quién. Tal fue mi sorpresa al ver a Corey sentado a mi lado que se me olvidó el susto y me concentré en sus palabras.

—¿Qué cosa? —lo miro extrañada mientras pongo una mano sobre mi pecho para tratar de calmar el susto que me acabo de dar.

—Tu sonrisa...—estoy a punto de protestar, cuando me interrumpe—...tu sonrisa real. La "no fingida", tu sonrisa genuina. El poco tiempo que te conozco, cuando sonríes, se ve muy forzada y falsa —y yo que pensé que todos se la creían—. Deberías mostrarle al mundo más de esas y menos de las que a menudo le das. Más sonrisas verdaderas y menos falsas.

Me quedo pensando un momento ante sus palabras en silencio mientras miro el suelo. Cuando levanto mi vista, le sonrío.

—Ahí está. Qué bonita, ¿lo ves? —Sonríe de vuelta—. Como te dije y vuelvo a repetir, Soli: más sonrisas reales, menos falsas.

—Lo intentaré, Corey, aunque no prometo nada —le digo al ojiazul. El momento se tornó algo emotivo, así que abro mi boca para bromear un poco—. ¿Siempre eres así de profundo y emotivo en las mañanas? —pregunto burlona.

—Algo, sí. —ríe conmigo.

—A propósito, ¿qué haces despierto tan temprano? Apenas son las seis y media...

—Bueno, se me espantó el sueño y salí a caminar, y fue cuando te vi aquí sentada y tomé asiento junto a ti, aunque no me hayas sentido. Y vaya susto que te di, ¿no?

—Desde que te conocí me vienes dando sustos, literalmente. Me vendrás matando de uno —bromeo—. A la otra hazme alguna seña de que te encuentras ahí o juro que no respondo y tal vez te lleves un golpe.

—Bien. —asiente mientras se carcajea.

El silencio vuelve a reinar y nos quedamos así. Yo esperando el amanecer, él...no sé, pero me hace compañía. Extiendo mi brazo izquierdo y le ofrezco café.

—¿Es café? —Asiento— Genial —dice y me lo arrebata de las manos mientras veo cómo se lo termina—. Me estaba congelando, de verdad que s...

—Shh —lo interrumpo—. Calla y observa que la mejor parte está por suceder.

—¿Qué cosa? —pregunta y giro mi cara hacia él, tomando su barbilla en mi mano, dirigiéndola hacia el horizonte, para que pueda apreciar el espectáculo que nos dará la naturaleza en unos segundos. Suelto su cara y regreso mi mano al bolsillo de mi abrigo, dándole un poco de calor.

Miro hacia el frente justo como Corey y vemos como poco a poco la luz del sol va llenando el cielo, tiñéndolo de un color rosa, difuminándose en amarillo y finalmente convirtiéndose en azul. Un amanecer completamente genial y hermoso.

—Wow.

—Lo sé. Increíble, ¿no crees?

—Demasiado. No sé por qué nunca me había detenido a ver un amanecer, pero da por hecho que lo haré más seguido. —afirma.

Después de un rato, o tal vez horas, decidimos regresarnos a nuestras casas ya que el sueño me había vuelto a invadir. En cambio él, estaba con todas las pilas del mundo, diciéndome que no estaba cansado, que estaba listo para empezar el día y que me vería en la tarde —hoy era sábado, lo que significaba que iríamos al parque de diversiones. Todo lo anterior lo dijo con tanto entusiasmo y una enorme sonrisa pintada en sus labios, que me fue imposible no sentir la misma emoción y felicidad que él emanaba. Insistía, Corey era demasiado feliz.

Al entrar a mi habitación y hacer contacto con mi cama, caigo en un sueño muy profundo y me olvido de todo, sumiéndome en la comodidad que mi recámara me brindaba.

Puedo escuchar la puerta principal abrir y cerrarse, unas tres veces, separadas por unos segundos, minutos o tal vez horas. No sabía cuál era su intervalo puesto que yo estaba más dormida que despierta, pero no le tomé mucha importancia, lo más seguro es que estuviera soñando con que alguien entra al apartamento, cuando en realidad debería de ser Summer. Un rato después escucho pasos alrededor y cómo se pueden escuchar leves susurros, mientras tratan de ser silenciosos, según ellos.

¿Nos están robando?

Me levanto inmediatamente, sentándome en la cama y abriendo muy bien los ojos. Llamo a Summer en un grito pero el barullo que se escuchaba cesó por completo, y fue ahí que me di cuenta que la causa del ruido y movimiento no era ella, pues no escuché una respuesta a mi grito. Me paro rápidamente de la cama mientras busco algo con lo cual pueda defenderme. Tomo una sombrilla como escudo y es cuando se vuelven a escuchar pasos rápidos dentro del apartamento junto con unos "shh" de parte de los que se encuentran conmigo. El sonido de los sartenes llega a mis oídos y me en alerta. Lentamente me acerco a la puerta de mi habitación y giro el pomo con mucho cuidado de no hacer mucho ruido. Al abrir la puerta camino con pasos lentos mientras poso ambas manos alrededor de mi débil arma y me dirijo a la cocina.

Asomo mi cabeza por la entrada de ésta y mi respiración se agita cuando veo a tres personas moverse dentro de la cocina caminando hacia donde me encuentro yo.

Doy pasos hacia atrás y siento cómo ellos dan pasos hacia el frente, acercándose más a mí. ¿Por qué lo malo siempre me pasa a mí siempre? El miedo comienza a inundarme mientras retrocedo. Summer aún está dormida y no puedo creer que no se haya despertado. Simplemente increíble y ahora la que estaba a punto de morir de un infarto era yo, no ella.

Topo con la puerta de la habitación de Summer y me aferro más a la sombrilla que tengo entre mis manos. Los pasos dejaron de escucharse por unos segundos así que vuelvo a avanzar, armándome de valor para enfrentar a quienes sean que se encuentren aquí. De un salto me coloco frente a la entrada de la cocina y veo cómo el trío frente a mi hace el mismo movimiento, quedando así los cuatro de frente.

—¡AHHHH! —grito con todas mis fuerzas al encontrarme lo que se encuentra frente a mi.

***

¡He regresado! Espero les guste el capítulo, porque en lo personal, este me ha gustado bastante como salió y encontré todo muy tierno.

Déjenme saber si están de acuerdo conmigo ;)

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro