11.- Una más.
-¿En qué tanto piensas? -me asusto al escuchar la pregunta de Dan. Estaba tan sumida en mis pensamientos que una simple pregunta me asustó.
En estos momentos estaba extrañando tanto a Grace y Scotty que dolía, dolía mucho. Saber que tal vez ellos estén mejor sin mí ahora hace que me sienta feliz y destrozada a la vez, pero era algo que no podía evitar. Trato de contener las lágrimas que se acumulan en mis ojos, desviando la mirada hacia cualquier otro lugar para que no lo noten y puse la sonrisa más falsa que pude dibujar en mis labios.
Sentí la mirada de Corey atravesarme y volteé hacia él. Esta vez no sonreía, sino me miraba serio, con un atisbo de curiosidad y preocupación en sus ojos. Creo que me descubrió.
Después de un segundo que parece nunca acabar, desvío mi mirada hacia Dan.
-En ti, Dan. Pienso en ti. -respondo juguetona cuando giro mi rostro nuevamente hacia él y los demás. Dan solo atina a sonreír con autosuficiencia mientras voltea a ver a Corey, que sigue mirándome, pero ahora con una diminuta sonrisa.
-Lo siento amigo, lo has escuchado; Soli solo piensa en mí, no en ti -se burla éste y Corey solo ríe mientras niega la cabeza. Relajo mi cuerpo al saber que no se han dado cuenta los demás -a excepción del castaño- de mi estado de ánimo porque justo ahora era un momento feliz que no quería arruinar-. Creo que deberías rendirte porque yo soy más guapo que tú...no quería decírtelo, pero ya está. No quería ser yo quien te diera la noticia pero alguien tenía que hacerlo. -le da unas palmaditas a su amigo en la espalda para reconfortarlo y yo solo atino a ver al ojiazul, recordando la rosa, cuando mis ojos nuevamente se encuentran con los suyos.
Madre santa. Son preciosos. Lo miro seria, con profundidad y él me mira con la misma intensidad, pero nuestro contacto visual se interrumpe por las palabras de alguien más.
-Eres un idiota y medio, Dan, de verdad.-dice Drew y Corey asiente dándole la razón mientras que Summer y Claire están riendo.
Después de un rato es cuando por fin consigo animarme un poco y logro olvidarme del tema de Scotty y Grace. Hoy los chicos han decidido traerme a comer algo y no logro descubrir el motivo detrás de ello.
Cuando estamos a punto de terminar de comer es cuando no logro callarme más y hablo-: Bueno, ¿y para qué me han traído? -pregunto ansiosa.
-Ya decía yo que estabas tardando mucho en preguntar. No puedes estar en paz hasta descubrir la razón detrás de cada cosa, Soli -dice Summer riendo.
Era cierto. Los últimos dos años aprendí que todo tiene una razón de fondo, sea buena o mala, pero eso sí que yo no lo aprendí de la manera bonita. He aprendido demasiadas cosas en tan poco tiempo a las malas que todo eso me ha hecho lo que soy ahora, desconfiada, atenta, observadora, fuerte, pero sobre todo, infeliz. Por eso no río, por eso no sonrío como solía hacerlo, porque antes de todo...eso, era alguien con vida y familia, amigos y felicidad, pero la vida me golpeó tan fuerte de un día para otro que no supe cómo manejarlo, y después de dos años, heme aquí, huyendo de todo aquello.
¿Si me alejaba de algo que era dañino, tóxico, se le consideraba como huir? Tal vez sí, tal vez no.
Yo me negaba a pensar que eso era lo que estaba haciendo, y me decía a mí misma que era lo mejor que yo podría hacer para poder tratar de ser feliz de nuevo, que me estaba dando la oportunidad de serlo una vez más. Aún no la sentía...la felicidad, tal vez era porque solo llevaba dos meses aquí, pero esperaba que el sentimiento de amargura no tardara mucho en marcharse; que empezaran a curarse mis heridas, si es que podían ser curadas.
-Espera a que terminemos de comer, entonces te diremos. -responde Claire igual de ansiosa que yo, o hasta más.
El tiempo que tardamos en terminar nuestra comida pasó muy lento y yo me ponía más nerviosa con cada segundo que pasaba, sin poder averiguar la razón del estar aquí, además de las miradas que me echaba Corey de vez en cuando.
Desde que sé que le gusto a Corey, me siento incómoda, cohibida frente a él, pero de solo imaginar que puede llegar a desarrollar algo más que un simple "gustar", me asusta, y también me asusta saber que yo pueda desarrollar algo más por él. Me corrijo, me aterra solo pensarlo.
¿Acabo de realizar que me gusta? No, imposible. Yo no estoy lista para abrirme de nuevo, ser vulnerable, porque cuando uno se enamora, se hace débil y es ahí cuando es más fácil quebrarte. Yo no quiero ser vulnerable ante una persona, no otra vez. No quiero que alguien pueda lastimarme de nuevo.
Unos dedos empiezan a chasquear frente a mí y vuelvo a la realidad, una vez más.
-Despierta, Soli, hoy has andado muy distraída -recalca Summer. Después de unos segundos mirándome se rinde, a lo que yo solo le regalo una sonrisa de lamento mientras me encojo de hombros-. Bueno, bueno, ya que te has estado quebrando la cabeza tratando de descubrir un motivo detrás de esta comida, en lugar de que esto haya sido una sorpresa, la diré ya. -se acomoda en su asiento y se voltea hacia mí y saca una caja con un moño de su bolsillo. Es pequeña, pero bonita.
-Sabemos que esto no es la gran maravilla, pero es nuestra forma de decir que ahora te has convertido, oficialmente en una más de nosotros -Drew dirige su palabra hacia mí por primera vez en el día-...y también es como decir un "te queremos" sin decirlo realmente, aunque ya lo dije pero eso no importa.
Me pasan la pequeña caja blanca, que a mi parecer, es casi del tamaño de un anillo de compromiso, ésta siendo un poco más grande y plana. Sacudo la caja y se escucha un tintineo y mi curiosidad crece aún más. Deshago el pequeño moño que amarra la tapa con la caja y la abro, pero para mi sorpresa, es algo simple, a decir verdad, algo extraño, pero qué más podía esperar de personas tan únicas e impredecibles como este grupo que se encuentra ante mí.
-¿Gracias? -frunzo el ceño y trato de formular una sonrisa de agradecimiento que solo resulta en un gesto torcido por la extrañeza, alzando en manojo de llaves entre mis manos- Está....¿bonito?
En ese momento todos rompen a reírse, tal vez de mi reacción o por un chiste que yo no escuché. Hasta Drew soltó una risa, pero fue inaudible gracias a las demás sobrepasándola. Usualmente Drew es muy serio y sarcástico a la hora de contestar u hablar, así que cuando lo vi reír, me puse nerviosa y me uní a las risas de los demás no sabiendo qué pasaba.
-Serás idiota, Soli. ¿En serio no sabes lo que significa? -Negué con la cabeza- Bien, ¿recuerdas cuando casi nos moríamos del susto aquella vez cuando pensaste que nosotros éramos intrusos en su apartamento? Bueno, después de eso descubriste que todos teníamos llaves de la casa de cada quien.
Asentí.
-Las llaves que nosotros te hemos dado son las llaves que dan a nuestras casas...-Summer termina de explicar el significado detrás del regalo- Aunque ya tengas la llave a mi apartamento, pero ya sabes, vives conmigo, no te daría otra llave.
-¿Qué? ¿En serio? -miro embobada las llaves mientras intercalo la mirada de éstas hacia ellos, que me miran expectantes, asintiendo con la cabeza.
No respiro, no parpadeo, no me muevo, solo me quedo viendo aquellas llaves en mis manos mientras siento un pinchazo en el corazón. Tal vez esto sea lo más insignificante de la vida, pero es una manera de decir que me están aceptando en sus vidas y que tal vez, solo tal vez, quieren que me quede en ellas. Mis ojos empiezan a llenarse de agua, pero esta vez porque sé que ahora tengo unas cuantas personas con las que puedo contar.
-Jamás pensé que alguien pudiera llorar por un manojo de llaves -Dan decide romper el silencio haciendo que todos riamos. Cuando escucho su voz es cuando decido alzar la vista para mirar a las cinco personas que se encuentran conmigo, todos mirándome con una sonrisa en sus rostros. Incluso Drew.
-Gracias por aceptarme en su vida, chicos. -alcanzo a decir con la voz entrecortada mientras sonrío.
Como solo fui capaz de recitar esas palabras por el momento, solo atino a levantarme mientras que los demás me imitan confusos. Me tomo el tiempo de abrazar a todos; primero a Summer, que es la que se encuentra a mi lado, después sigue Drew, que envuelvo mis brazos tan rápido alrededor de su cuerpo que no le di tiempo de evadirme, para después de unos segundos él darme unas palmaditas en la espalda, reacio. Río por su sequedad. Mi siguiente objetivo es Claire, que casi puedo ver las lágrimas escurrir por su rostro.
-Ay, qué bonito momento -expresa mientras me jala hacia ella.
Para cuando termino de abrazar a la castaña, Dan ya tiene sus brazos abiertos, listos para recibirme. Me apresuro en corresponderle y apretarlo muy fuerte, ya que él es el más cercano a mí; me mece de un lado a otro mientras me susurra al oído "gracias por las galletas, Soli", para después romper el abrazo y darme un beso sonoro en la frente.
Miro detrás de Dan para encontrarme con otra persona. Temía que este tiempo se acabara demasiado rápido, porque eso significaba abrazar al restante del grupo: Corey. El chico de ojos azules al que últimamente no consigo sacar de mi mente. Y me aterra.
Me quedo quieta por un momento, viéndolo ahí, parado mirándome, expectante a que lo abrace igual que los demás. Muevo mis pies un poco indecisa hacia él y veo cómo con cada paso su sonrisa se ensancha cada vez más, sus ojos no apartándose de los míos. Siento mi corazón acelerarse un poco y me digo a mi misma que no debe ser así. Extiendo mis brazos hacia él y me recibe gustosamente, envolviendo sus brazos alrededor de mi cintura mientras entierra su rostro en mi cabello y, al igual que Dan, él también me dice algo al oído.
-Al contrario, bonita. Gracias a ti por llegar a mi vida.
***
¡Hola, gente! ¡Feliz año nuevo!
Sé que he estado ausente por unas semanas, pero es que no tuve el tiempo de actualizar hasta ahora, me disculpo por los que me leen y espero les guste el capítulo de hoy.
Diría que nos leemos la siguiente semana, pero no sé cuándo vaya a tener tiempo de actualizar, pero trataré de que sea lo más pronto posible, lo prometo ;*
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