¿Alguna vez han escuchado la frase "pueblo chico, infierno grande"? Pues no muchos la entienden, pero déjenme explicarles.

Un claro ejemplo pueden ser los internados. Se sabe todo de todos, quien sale con quién, quien se acostó con quién, entre muchas otras cosas. Y es exactamente lo mismo en los pueblos o ciudades muy chicas. Lo peor de todo, es que si no tienen nada que hablar de ti, te lo inventan.

Toda mi vida se puede reducir a esa pequeña frase, desgraciadamente, o bueno, los últimos dos años.

Vivo en una ciudad muy chica, demasiado pequeña que ya no estoy segura si se le puede llamar ciudad o no. La población de mi ciudad es alrededor de ochocientas gentes. Los rumores corren muy rápido, más de lo que me gustaría. Pero como había dicho antes: si la gente no tiene nada qué hablar sobre ti, te lo inventan, y eso es exactamente lo que me sucedió a mí.

Al cumplir los dieciocho años, unas chicas empezaron a esparcir el rumor de que yo ya me había acostado con media ciudad. Ahora la gente cree que eso es cierto, pero eso no es lo mejor. Mi familia lo cree también a pesar de que yo les haya dicho lo contrario, y eso es lo que más duele.

Mi familia está conformada por ambos padres: Henry y Evelyn. Alex es el mayor de los hermanos, después está Drake, luego Sean, Beatriz, yo y finalmente el más pequeñín, Scott. Somos una familia algo grande, lo sé. Y los anteriormente mencionados me desprecian, menos Scott. No lo negaré, no ha sido fácil, pero lo único bueno que me queda de esta ciudad es mi prima Grace y mi hermano pequeño, no más.

—Ahí está la puta de la ciudad —dijo una voz lo suficientemente alto como para que yo pudiera escuchar, distrayéndome de mi lectura. Escuché como un pequeño grupito se reía, a lo que rodé los ojos y continué leyendo. No tenía ganas de discutir.

Resulta que Laura —la que habló— y sus amigas fueron las que empezaron todo el alboroto.

—¿Escucharon que le quitó el novio a Erika? —chismeó una de las secuaces de Laura. Todas asintieron al unísono.

Bueno, eso en parte era mentira y verdad. El novio de Erika vino a mí pidiéndome una cita, a lo que dije que no, porque vamos, tiene novia. Es territorio privado. O lo era. Pero su novia nos vio charlando y como buen dramática pensó que la estaba engañando conmigo, así que no dudó en abrir su boca y decirle a todo mundo.

Y ahora, cada vez que pasaba caminando frente a parejas, las mujeres me lanzaban miradas con una mezcla de odio y miedo.

Llevaba toda la mañana fuera de mi casa, porque no soportaba que cada cinco segundos estuvieran lanzándome indirectas y diciéndome que era una vergüenza para la familia. Checo la hora y decido marcharme al infierno que tengo por casa.

Al llegar, el único que me recibe con una sonrisa fue Scott.

—Te extrañé, Soli —dijo haciendo un puchero mientras lo estrechaba entre mis brazos y le daba un beso en la cabeza.

—No exageres, Scotty, no me fui tanto tiempo. Apenas son las cuatro. —solté.

Desde que mi hermano menor nació, yo fui la que lo cuidó, ya que mis padres trabajaban para poder mantener a ocho estómagos. Era curioso, ya que para Scott yo era su mamá, y prácticamente lo fui....

Cuando apenas estaba empezando a hablar me empezó a decir "mami", creyendo inocentemente que yo realmente lo era. Con el paso del tiempo dejó de decirme así ya que entendió que yo era su hermana, pero cuando estábamos nosotros dos solos, a veces se le escapa un pequeño "má".

Daría la vida por ese niño sin pensarlo un segundo.

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Eran las diez de la mañana cuando me dirigía al trabajo que conseguí alrededor de la ciudad (no, no soy prostituta).

Mis padres creen que los hijos deben aprender a ganarse el dinero, para aprender a valorar los esfuerzos que estos hacen por nosotros, y en mi familia, cuando cada hermano cumplió los trece años nos pusieron a trabajar, empezando con algo ligero, claro.

Yo empecé cuidando a los bebés de mis vecinas. No me pagaban mucho, solo trabajaba por una hora o dos pero todo ese dinero lo guardaba en mi pequeña alcancía, llenándola con el tiempo. Así fue como me pude comprar mis propias cosas, y a la hora del nacimiento del pequeño Scott, yo ya sabía cómo cuidarlo.

***

Estaba en mi cuarto peleando con Grace sobre si existía todo ese cuento de la brujería y demás. Resulta que hace poco descubrió a una bruja que supuestamente te decía todos tus males y podía ver el futuro.

—¡Es que es cierto! ¡Yo fui y lo vi con mis propios ojos! —exclamó la chica alegándome.

Mi prima era alguien muy supersticiosa y creía mucho en esas cosas del tarot y los signos aquellos, y yo ni sé cuál es cual.

¿Eran lo mismo? ¿Las mentiras eran las mismas?

Una noche en casa estaba haciendo zapping en la televisión y apareció una serie. El capítulo que estaban dando esa noche era sobre una mujer que decía ser bruja cuando no lo era; dieron una explicación sobre eso y yo les creí fervientemente. No me importa que fuera una serie, era mejor y más creíble que toda esa brujería barata.

—Lo que te haga dormir por la noche, Grace. —contesté burlona.

—¡No te burles! —se cruzó de brazos— Es más. Vamos a ir en este momento para que te diga todo y dejes de creerle a ese estúpido programa que viste y lo compruebes por ti misma.

Rodé los ojos.

—No es necesario.

—¡Claro que sí! Andando...

Se levantó de la cama de un brinco mientras tomaba su móvil y me arrastraba fuera de mi casa con ella.

Nunca he creído en esas cosas y nunca lo haré. Tal vez yendo le pueda probar mi punto a Grace, mostrándole que todas estas cosas son mentiras. Nos subimos a su pequeño carro y emprendimos camino hacia la casa de la bruja.

Al llegar, la señora nos atendió inmediatamente y nos hizo pasar a un cuartucho lleno de imágenes y telas por todas partes. Estaba oscuro y tenía un olor raro.

—Queremos que le haga una limpieza a ella. —dijo Grace apuntándome.

La bruja se me quedó viendo unos segundos, analizándome. Me erguí en mi lugar para mostrar seguridad en mi misma y demostrarle que no me intimidaba. Su mirada era penetrante.

Después de una charla a la cual no puse atención, la bruja me llevó a otro cuarto lleno de matas y hierbas y me hizo quedarme quieta en un lugar. Lo hice. Vi como la señora cogía cosas por aquí y por allá. No sabía lo que eran, pero dentro de las cosas que tomó, venía un huevo.

¿Para qué quería un huevo? ¿Haría que me lo comiera?

Empezó a cantar algo que se suponía que era de los antiguos dioses, como dijo ella, mientras con una planta me empezaba recorrer todo el cuerpo mientras que bailaba -más bien brincaba-, también.

Le eché un vistazo a Grace, que estaba detrás de mí. Estaba con los ojos muy abiertos, atenta a todo. No pude contenerme y solté una risa, cosa que hizo que la supuesta bruja detuviera todo el proceso.

—Tú no crees en esto, ¿verdad niña? —me preguntó.

Negué con mi cabeza y me miró a los ojos.

Lo siguiente que hizo me tomó por sorpresa: tomó el huevo en sus manos y empezó a decir no sé qué mientras lo pasaba por mi cuerpo, al igual que con la planta aquella. Cuando terminó, tomó un vaso con agua que estaba en una mesa y echó el huevo en él.

El agua empezó a sacar muchas, demasiadas burbujas en cuanto el huevo hizo contacto con el agua. ¿Qué carajos?

La bruja abrió sus labios—: ¿Sabes lo que significa esto?

—No.

—Querida...—soltó un suspiro—las burbujas significan toda la envidia y odio que sienten y tienen de ti. Cuando llegaste, sentí un aura muy peculiar sobre ti, pero no sabía lo que era hasta ahora.

No entiendo nada.

—¿Siempre has vivido en esta ciudad? —asentí— Pues niña, si sigues haciéndolo, nunca podrás ser feliz. Y de eso se encargarán los demás.

Me quedé estática. Eso no pudo ser coincidencia, ¿verdad? Agito mi cabeza de un lado a otro, sacándome esa idea de la cabeza. No se puede confiar en este tipo de personas.

De regreso en el carro con Grace no dije ni una sola palabra, ni ella tampoco, aunque tenía dibujada una sonrisa en los labios al verme pensar durante todo el trayecto, pero es que la bruja me dejó pensando...

¿Y si la bruja tenía razón y nunca podría ser feliz aquí?

《《《 》》》

¡Hola! Espero que les haya gustado el primer capítulo.
No me enojo si votan y comentan su opinión sobre lo poquito que lleva la historia hasta ahora jaja

Bueno, en fin, me despido. Nos leemos luego:)
Besos💋