Esa misma noche, a escondidas del rey salieron Lin y Kohaku en busca de Kagura.

— Kohaku... ¿Cómo estás tan seguro de que podremos encontrar a Kagura?. Es de noche y no podemos ver nada — dijo Lin caminando entre la oscuridad de la aldea tomada de la mano del joven para no tropezar con algo

— iremos primero a su casa, puede que se encuentre ahí... Sino... Iremos a buscar a Sesshomaru — respondió, ni siquiera el sabía si encontrarían a la chica o no

— ¿Cómo es que te enteraste de todo?... Perdón por hacer tantas preguntas pero lo veo necesario —

Kohaku se detuvo volteando a ver a la princesa, sostuvo ambas manos y espero un momento antes de hablar

— Yo escuchaba a escondidas a su padre hablar... Intenté acercarme a usted varias veces para informarle pero algo se me atravesaba y ya no podía llegar — contesto, Lin se mantuvo en silencio

— Ya veo... Lamento los malos tratos de mis padres hacia ti... Por que supongo que ellos fueron los que te impedían acercarte —

Ahora fue el turno de Kohaku para permanecer callado, después de un rato intercambiando miradas continuaron su trayecto.

Con cada paso que daban, se oscurecía cada vez más impidiendo les llegar a un punto donde ya no podían avanzar. Para resguardarse de los monstruos u otras personas que los confundieran con bandidos se escondieron en una cueva

Kohaku durante un tiempo estuvo practicando con los exterminadores pero no tuvo mucha vocación a ese trabajo que terminó sirviendo a la familia real

— ¿Estaremos seguros aquí? — cuestiono la princesa viendo como Kohaku hacia guardia en la entrada

— Sí, no debe por que temer — respondió volteando a ver a la señorita pintando una sonrisa para tranquilizarla

Lin sonrió correspondiendole, la noche era algo fría, por más que intentaba la princesa cubrirse con sus ropajes, las ligeras ventiscas le provocaban un escalofrío

Kohaku estaba acostumbrado al frío de la noche después de años de dormir prácticamente en el establo del palacio, esa cueva para él se sentía bastante cálida pero para la princesa que nunca había pasado por necesidades, era el peor lugar para dormir

Lin desconocía sobre la vida del sirviente que ahora hacia de su guardia, pasaba que también pasaba por una fría. Lentamente se fue acercando hasta estar al lado de él y abrazarlo un poco

— ¿Princesa...? ¿Todo bien... ? — con un leve sonrojo preguntó sin querer corresponder al abrazo de la chica al no querer sobrepasarse

— Sí... Supongo que has de sentir frío... — respondió, Kohaku no tenía palabras para describir lo bien que se sentía de estar recibiendo un abrazo de la mismísima chica que tanto admiraba

— Usted descanse... Yo... Yo haré guardia por si acaso — dijo rompiendo el silencio — mañana por la mañana retomaremos el camino

Lin asintió, a los pocos instantes pudo concebir el sueño gracias al calor que emanaba el cuerpo de aquel joven que en ningún momento quiso alejarse

En la mañana, tal como lo había dicho Kohaku retomaron su curso, el chico sabía dónde quedaba el castillo de Naraku solo por qué algunas veces paso por ahí en el pasado

Tardaron mucho, pasaron por varias aldeas pero al fin pudieron llegar. Kohaku se detuvo en seco al encontrar cenizas y escombros donde antes estaba el palacio

— Kohaku... ¿Qué significa esto? — cuestiono la princesa soltando la mano del chico y caminando hasta los escombros

— ¡Aquí deberían de estar! —

Exclamó confundido, sabía que el rey sería capaz de todo pero ¿tanto como para desquitarse con toda la familia entera?

Lin caminó entre los escombros quitando de vez en cuando tablones de madera que antes formaban el techo, se mantuvo estática un momento al ver cadáveres debajo de algunas tablas hasta que la voz de Kohaku la logró volver en si

— Tenemos que seguir buscando —

Susurro el chico caminando un poco hasta donde estaba la peli negra para llevarla de regreso

— ¿Ahora en donde?, No sabemos dónde se encuentra Kagura o Sesshomaru — respondió con desgano caminando con Kohaku

— ¿Se acuerda todavía de dónde quedaba el palacio de Sesshomaru? —

Lin sonrió triunfosa al recordar el camino, paso al rededor de una hora pero al fin pudieron llegar. Uno de los sirvientes les ayudo a subir y para su suerte ahí estaba Irasue

— Princesa, querida, es un gusto volver a verte de nuevo — saludo Irasue rebosante de alegría

Lin se acercó un poco a ella mientras Kohaku esperaba en las escaleras

— Disculpe, pero necesitamos encontrar a Sesshomaru. Intentamos localizar a Kagura pero tampoco la encontramos — con todo el respeto comento Lin, la emperatriz se quedó pensativa un momento

— Desconozco el paradero de Kagura, Sesshomaru acaba de salir pero como siempre, no me dijo a dónde — 

Respondió desinteresada, pero notó la preocupación en el rostro de ambos jóvenes frente a ella

— Querida, si gustas puedes esperar a que regrese. No a de tardar —

Lin volteó a ver a Kohaku, el contrario asintió y esperaron pacientemente a que Sesshomaru regresara. Paso un buen rato hasta que el joven demonio se apareció mostrando su verdadera naturaleza

Sesshomaru tomó la forma de una persona y subió las escaleras seguido detrás de él por su nuevo sirviente, Jaken 

— Lin... — dijo en un tono de voz bastante serio al tener en frente de él a aquella chica en un pasado había sido su prometida

— Sesshomaru... —

Aunque le costará admitirlo, ella seguía sintiéndose ligeramente atraída hacia el demonio pero sabía que sus sentimientos no serían correspondidos. Dejando el sentimentalismo de lado, tomó de la mano a Kohaku para contarle lo que ya sabían

— Sesshomaru, hemos venido a buscarte para confesarte algo — dijo primero la princesa rompiendo con la tensión generada anteriormente

— No tengo tiempo, lárgate —

Reprochó el joven siguiendo su camino hacia su madre. Había escuchado que supuestamente la espada colmillo de acero se encontraba escondida en la perla negra

— Sesshomaru por favor, estos jóvenes vinieron a hablar contigo de algo importante. No seas grosero y habla con ellos... Yo no te eduque de esa forma... —

Haciendo un ligero drama actuado y fingiendo decepción comento Irasue, Sesshomaru suspiro para sus adentros volteando a ver a ambos jóvenes

— amo bonito, ¿Por qué debería de hablar con estos despreciables humanos? ¡No le haga caso a lo que su madre diga, recuerde que debe de mantener distancia con estos seres si quiere que lo respeten! — exclamó Jaken pero fue ignorado por Sesshomaru

— Calla Jaken — respondió, dirigiéndose después a su antigua prometida — ¿Qué ocurre Lin? —

Kohaku y la princesa se observaron mutuamente, no sabía cómo reaccionaria Sesshomaru a lo que posteriormente le dirían pero debía de hacerlo.

En el refugio del Rey

— La perla de shikon... —

Susurro el monarca contemplando la dichosa perla, aún no podía imaginarse lo que todos decían acerca de ella. Supuestamente Midoriko había sacrificado su vida para crearla pero... ¿Realmente era tan poderosa?

— Si es cierto lo que dicen quisiera pedir mi deseo.... —

El hombre no pudo ni siquiera pensar en lo que desearía al escuchar la puerta principal abrirse repentinamente de un golpe, al ir hacia allá vio a varios de sus soldados sobrevivientes muertos, unos que otros descuartizados y otros más incinerados

— ¿¡Pero qué ocurre aquí!? — gritó desesperado retrocediendo en sus pasos, guardo la perla en uno de sus bolsillos e intento buscar a Lin sin saber que ya no se encontraba en el refugio

Intento huir pero varios de sus antiguos guardias se levantaban del suelo con la intención de atacarlo, el rey tomó unas de sus espadas y los enfrento pero por más que los atacaba, al ya estar muertos no tenía como derrotarlos

En un momento de desesperación y temor incluso dejo de luchar, solo se protegía con su espada que ahora fungía como escudo.

Con su vida colgando de un hilo al ser un simple mortal, diviso a lo lejos una silueta femenina que se acercaba con movimientos agraciados y sensuales hacia él

— Kagura... —

La chica sonrió escondiendo aquella sonrisa detrás de su abanico, en vez de parecer una imagen bella o linda parecía más demoníaca, su sonrisa solo expresaba el profundo odio que le sentía a aquel humano y que en unos instantes ella misma mataría de la forma más violenta, tal como el lo hizo con su familia y que causo la separación de su relación con aquel demonio...

— ¿Me extrañó? —

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Notas del autor:

Después de un milenio al fin estoy aquí otra vez 😅

Perdón la inactividad, de verdad xD. Ya saben que aunque sea tarde pero actualizo.

Otra vez me disculpo y les prometo por el gran amor que le siento a Sesshomaru jsjsjs que no voy a tardar tanto en actualizar el siguiente (y quizás último) capitulo

Sin nada más que agregar, me despido. Gracias por leer y aguantarme después de tanto tiempo de estar inactiva jsjsjsjs 💙💜💙💜🌹