S5. No te vayas
—Con esa expresión es evidente que lo sabes todo.
—¿Esto es lo que planeabas hacerme esa noche? ¿Planeabas convertirme en uno de tus experimentos?
—No, las cosas no son así. Solo necesitaba ayuda y pensé que estabas lo suficientemente capacitada para hacerlo.
—¿Para hacer qué? ¿Para desgraciarle la vida a más mujeres? Eres un monstruo, Athan. Siempre supe que había algo extraño detrás de ti, no era normal tu comportamiento, la forma de hacer las cosas. Pese a eso, pasé por alto lo que me hiciste, decidí callar y no contarle lo que pasó a la policía, porque en el fondo quería creer que te habías pasado de copas y por eso me drogaste. Quise justificar lo injustificable. ¿Ahora dónde estabas? ¿Desgraciándole la vida a alguien más?
—Estaba asegurando nuestro futuro.
—¿Nuestro futuro? ¿Verdaderamente crees que tú y yo tendremos un futuro? ¿Qué hacías? ¿Estabas con ella?
—Sí, pero no es lo que piensas. ¿Qué harás con eso? — le señalé las fotos, y suspiró.
—¿A qué le temes? ¿Qué es lo que en sí quieres saber? ¿Si entregare esto a la policía? Si digo que sí, ¿qué vas a hacer? ¿Vas a lastimarme? ¿Vas a silenciarme como lo hiciste con esa mujer de la foto y sabrá Dios con cuantas más?
—No, no, no, no te hare eso.
—Entonces, ¿qué harás?
—No voy a hacerte nada. ¿Realmente me crees capaz de hacerte algo? Estás esperando a nuestro hijo.
—¿Y si no lo estuviera esperando qué?
—Te dije que no voy a hacerte nada.
—Fue un error haber venido a vivir contigo.
—¿Te arrepientes de todo lo que ha pasado entre los dos durante este tiempo que hemos convivido?
—No, de lo que me arrepiento es de haberme hecho ilusiones con alguien como tú.
Sus palabras fueron un trago amargo, pero en mi cabeza no encontraba qué decirle, pues nunca me había encontrado en una situación así, donde tuviera que medir todo lo que digo por temor a las consecuencias.
—No digas esas cosas. Se siente desagradable.
—Voy a recoger mis cosas.
—No, eso no. No puedo permitir que te vayas. No es justo que me abandones ahora.
—Si esto es lo que tanto te preocupa, puedes estar tranquilo, ya tenía planes de quemar hasta la última foto.
—No es justo que quieras acabar con esto.
—No se puede acabar algo que ni siquiera ha comenzado.
—Yo sí quiero que esto comience, y más ahora de lo que hice por nosotros.
—¿Qué fue lo que hiciste, Athan?
Llevé mis manos a la nuca, recordando todo lo que me dijo Estefanía. En este momento debía darle razón, y ese hecho me enfurecía, pero no con ella, sino conmigo mismo.
—Tenía que hacerlo, o nuestro bebé y tu iban a estar en peligro. Ella iba a ser capaz de hacerles daño, así como lo hizo con todas las mujeres que se me acercaban, esos eran sus planes. Incluso después de muerta sigue jodiéndome la vida y te puso en mi contra intencionalmente para destruir esto que tenemos.
—¿Después de muerta? Athan, no me digas que tu...
—Sí, la maté. No voy a ocultarte las cosas más, pero a cambio quiero que me escuches. No te voy a pedir que me entiendas, tampoco que me perdones, solamente que no te vayas, por favor. Hazlo por ese bebé que estamos esperando, ¿sí?
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