Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

S4. Arreglo

Sus nervios jugaron a mi favor, ya que por ese instante en que sus manos temblaron, vi la oportunidad de intervenir a tiempo y evitar una irremediable desgracia. Le arrebaté el bisturí de las manos y lo arrojé lejos nuestro. 

—¡¿Qué demonios pasa por tu cabeza?! — presioné su cabeza contra mi pecho, sintiendo una fuerte opresión que me hacía difícil respirar—. ¡¿Cómo te atreves?!

Esta vez no se trataba de un juego de los suyos, como había creído que era. Estuve a solo una fracción de segundos de perderlo todo frente a mis ojos. Pasé muchas cosas desapercibidas. Jamás noté que ella estuviera sintiéndose de esta manera. Creí conocer todo de ella a la perfección y entenderla, pero no supe lo equivocado que estuve hasta ahora. 

Por mucho tiempo adopté la costumbre de solo pensar en mí; y nada más que en mí. Desde que perdí a mi mamá, me tocó enfrentarme a la cruda realidad, a luchar solo, a sobrevivir a aquel infierno, a pesar de no tener ni una razón para mantenerme con vida. 

Ella llegó de la nada, cambiando esa visión tan cerrada y errónea que tenía a causa de esa monótona y solitaria vida, poniendo mi mundo de cabeza y enseñándome que una carga compartida es más liviana. 

A pesar de las vicisitudes y carencias, pude soportarlo todo porque ella siempre estuvo en esos momentos conmigo; porque se convirtió en esa única razón para aferrarme más a la vida. 

Los dos hemos cambiado mucho, pero hay algunas cosas que nunca cambian; y considero que este sentimiento que guardo hacia ella es una de esas cosas que, sin importar el tiempo que transcurra, sigue ahí intacto. Aunque trate de odiarla, de guardarle rencor, de sacarla de mi vida y de mi cabeza, es imposible. 

Pensé que el tiempo y la distancia podría ayudarme a superarla, que seguir mis sueños y alcanzar mis metas sería suficiente para sentirme completo, pero no; ella es esa última pieza que necesito para completar el rompecabezas de mi vida. 

Mis brazos no querían soltarla. Escucharla llorar tan intensamente solo me hacía sentir mal, porque sabía que esta vez quien la cagó fui yo, por idiota, por no haberle creído, por enfocarme en lo que sentía e ignorar lo que ella podía estar sintiendo. 

—¿Por qué no me hiciste entrar en razón? ¿Por qué simplemente no buscaste convencerme de que era cierto tu embarazo? 

—Porque la manera en que lo asumiste me hizo pensar que no querías esto conmigo. Ni siquiera ahora mismo sé qué piensas, si realmente esta noticia te alegra como a mí o si te disgusta. 

—¿Por qué habría de disgustarme por cargar a mi hijo? Por supuesto que me alegra saber que es mi bebé, lo que me molesta es que no buscaste la forma de convencerme que realmente era mío. En la forma que me lo dijiste, por supuesto que iba a pensar que era mentira. ¿Por qué no pensaste en nuestro bebé antes de llevarte ese bisturí a tu cuello? Eres una necia y testaruda.  Vuelves a hacer algo así y no respondo, Estefanía. 

—Lo siento. Entonces, ¿también estás feliz con la noticia? — levantó la cabeza. 

—Sí, es solo que me tomó por sorpresa y todavía no lo proceso. Jamás se cruzó por mi cabeza que algo así iba a suceder. 

—¿Crees que sea un niño o una niña? — sus ojos cobraron un brillo peculiar al mencionarlo. 

—Con que no sea igual de necio o necia que tú me conformo — liberé sus manos y me fijé en la marca de su dedo. 

Localicé el anillo en el costado de la camilla y me doblé a recogerlo para entregárselo. 

—Fue debidamente despojado. 

—¿Me estás pidiendo matrimonio indirectamente? 

—Cállate y póntelo. Luego encontraremos uno mejor. 

—Eso es un sí… — sonrió ladeado, y me sentí muy incómodo. 

—Espero estés consciente de que tienes prohibido abandonarme. Esta vez, sin importar las dificultades que puedan atormentarnos, prométeme que seremos igual de inseparables que antes. No estoy dispuesto a dejarte ir nunca más. 

—Te lo prometo. 

Sostuve su mentón en mi mano y, aunque hubiera querido añadir muchas cosas, las palabras se habían quedado atoradas en mi garganta. Esa expresión que había visto, la cual me alertó de que algo no andaba bien, se había borrado por completo de su rostro. El brillo de sus ojos no podía encontrarlos más deslumbrantes que ahora. Tal vez por eso, en el momento que nuestras miradas se encontraron, las palabras sobraron. Hace mucho que no me sumergía en el embriagante sabor dulce y la suavidad de sus labios.

La vida me regaló una nueva oportunidad para enmendar todo lo malo que le hice, la cual no estaba dispuesto a desperdiciar. Quizá no merezco emocionarme por tenerla de vuelta aquí conmigo, pero aunque no sea el momento o las mejores circunstancias, esta vez por ningún motivo pienso dejarlos ir. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro