6. Entre Líneas
YOON BO-MI
Resoplé.
—Sí, WooRi.
—¿De verdad? —Insistió.
— Ya te dije que él también pude venir.
Descendí del automóvil y por el espejo lateral revisé que el maquillaje estuviera en orden una última vez.
—¿Me juras que no hay problema? Jin dice que no sería apropiado que Taehyung vaya, que apenas y lo conoces. Mari-na lo apoya y a Bum le da lo mismo.
Puse los ojos en blanco.—Es una fiesta.
—Sí, pero una fiesta privada de una producción en la que no colaboramos.
—WooRi, tengo suficientes entradas como para llevar al condominio entero si yo quiero; además, desde la noche en que lo conocí he dejado claro que el chico me agrada. Debes llevarlo. El pobre tipo parece un perro perdido sin ti y Seokjin.
—¿En serio? — chilló mi amiga. — Gracias, gracias, ¡gracias! Te amo, ¿lo sabías?
Reí. —Sí. También te amo, te veo luego.
Mientras guardaba el teléfono en el bolso, una linda y alta castaña me dio la bienvenida con su sonrisa cordial que la hacía verse servicial. Era realmente bella de una forma muy natural, y si no hubiera sido por el intercomunicador que llevaba en las manos y el gafete distintivo de la casa productora que portaba altiva, habría jurado que se trataba de una actriz recién debutada.
—Hola.— le sonreí de vuelta.— Soy Yoon Bo-mi, estoy convocada para la lectura del guion.
—Mi nombre es Park Min-Young, asistente de producción. Es un placer tenerla en nuestro equipo de trabajo— me tendió un gafete parecido al de ella.— Durante el rodaje usted deberá llevarlo en todo momento. Ahora, si me acompaña por favor...
Amablemente me cedió el paso y me guio hasta el elevador que nos llevaría a la sala de lectura. Mientras veía los números del ascensor aumentar progresivamente, pensaba en lo que pasaría una vez que entrara. ¿Qué diría? ¿Tendría que presentarme y admitir mi inexperiencia? Me sentía como una niña jugando con los chicos grandes, nunca había estado en algo similar, era demasiada responsabilidad.
Las puertas del ascensor se abrieron, un grupo de corresponsales de diferentes televisoras me miraron con curiosidad preguntándose entre ellos quién era yo.
—No los mire. —Aconsejó la señorita Park, su voz tranquilizadora me brindó una recarga de confianza. —Sólo hacen su trabajo, ya se acostumbrará.
—¿Son todos siempre así?
—Esto no es nada, hay unos bastante peores. Son como un grupo de cazadores buscando una buena presa. Lamento decirle que es carne fresca; desconocida, pero fresca. Vamos.
Me pareció simpática. Dulzura pura transpiraba por su cuerpo, un dulzor casi tan empalagoso como el de su perfume al caminar moviendo esas pequeñas caderas. Quería empacarla en mi bolso y conservarla; es más, si bateara para el otro lado, Park Min Young posiblemente sería toda mi línea.
La habitación era similar al salón de reuniones de un hotel. Una gran y larga mesa estaba en el centro rodeada de varias sillas donde se encontraban sentados varios actores que reconocí de algunos dramas. En una esquina, entre la barra de bocadillos y la sección reservada para periodistas, se encontraba el productor discutiendo calurosamente con el hombre frente a él. Al escuchar que nos acercábamos ambos giraron, al verme, el director descruzó los brazos y su cuerpo se tensó de inmediato, a la defensiva cien por ciento. Estaba apretando con fuerza la mandíbula, y con ojos penetrantes intentó imponerse sobre nosotras.
Min-Young carraspeó con timidez
—Director, es la señorita Yoon. — me presentó.
El Productor Park me brindó una sonrisa paternal, después se volvió al hombre que tenía al lado. Jang Hyuk, recuerdas a Bo-mi, ¿cierto?
—¿Cómo olvidarla? —dijo en tono grave y sarcástico. —Por favor, no me decepcione.
Alcé la barbilla. Se veía limpio, informalmente elegante, serio y totalmente inflexible. Sabía interpretar a la perfección su papel de jefe; me gustaba.
Emanaba sexo, eso me gustaba aún más.
—No está en mis planes, señor. —Él era fácilmente cuarenta centímetros más alto que yo y aún así, su altura no lograba intimidarme del todo. — Se sentirá satisfecho, se lo aseguro.
—Ya veremos. —Me obsequió otra mirada fugaz antes de pasar por mi lado en dirección a la mujer de la puerta.— Tráenos los libretos.
La asistente asintió a la orden y salió rápidamente.
Luego de que tomáramos asiento el productor Park comenzó diciendo unas breves palabras agradeciendo la presencia de todo nosotros. Uno a uno, el equipo técnico y de post producción nos fuimos presentando, resaltando la labor que llevaríamos a cabo los próximos meses. Los actores fueron felicitados por el desempeño en su audición y se les dio un resumen acerca de la estructura de la historia y la descripción rápida de cada personaje. Se planteó que tipo de locaciones serían utilizadas y el tipo de vestuario que sería necesario. Al cabo de unos minutos, Min Young regresó junto con otros dos hombres y repartieron los pesados guiones. Después de un incómodo silencio se escuchó el ligero murmullo, la mayoría de los presentes nos sorprendimos al ver la primera página, la hoja de presentación, sin un título.
—Damas y caballeros, su atención por favor.— el jefe alzó la voz sobre el barullo, logrando que éste se disipara.— Antes de que empecemos con la lectura, me entristece informales que la película aún no cuenta con un título. Algo..., bastante inusual. — hizo una pausa para mirar a Jang Hyuk, el cual tomaba un trago de agua, o más bien, intentaba ahogarse en el vaso. — Pero muy pronto conseguiremos uno.
Con eso dicho, volvió a sentarse a mi lado. Me miró con expectativa, le di una ligera sonrisa antes de colocarme los anteojos y leer.
Era la historia de un hombre cuyo pasado lo asecha. El protagonista está enamorado de una mujer que lo ha abandonado hace años, pero una joven se entromete en su mundo, y su vida da un giro de trescientos sesenta grados. La trama estaba llena de drama, amor enfermizo, venganza, y realidad.
Era excelente.
Durante la lectura del guión, fue imposible no darse cuenta del como Jang Hyuk no había dejado de mirarme. Había capturado su atención, conocía esa intensidad, la había visto en las miradas de tantos otros hombres antes. Así que iba a profundizar en su interés y utilizarlo a mi favor.
Al terminar, cada actor dio su punto de vista respecto a la temática de la película. Jang Hyuk, que hasta ese momento se había mantenido con un perfil bajo, posó toda su atención en mí.
—¿Y usted qué opina, señorita Yoon? —preguntó secamente.
Hubo un momento de consternación por parte de todo el mundo, todos los ojos fijos en mí.
—Imagino que sus actores tendrán una idea más clara de lo que usted quiere escuchar. Pero si en verdad quiere mi opinión, pienso que la historia es muy realista, muy dura. — Me aclaré la garganta y me senté correctamente. — Respecto a mi área, me parece que tengo una idea clara de las fotografías que debo tomar, obviamente trabajaré sobre ello con el equipo que se me asigne.
Él reclinó su espalda en la silla acojinada con la decisión del reto brillando en sus ojos.
—Puedo sentir un: pero venir.
—Mis compañeros estarán de acuerdo que sin el título, no podemos trabajar. La prensa se encuentra aquí el día de hoy; podré ser una novata, pero hasta yo sé que dejar este desliz al descubierto fue un error bastante estúpido.
Las personas a nuestro alrededor jadearon ante la sorpresa de mi insubordinación. El señor Park tocó mi hombro pidiendo como favor personal que tampoco lo presionara demasiado. Vi la espalda de Jang Hyuk ponerse recta, y su mandíbula tensarse nuevamente en cuanto las cámaras comenzaron a lanzar flashes sobre nosotros, después de unos segundos, recobró la seguridad perdida y recargó los brazos sobre la mesa, me miró con un toque de soberbia y diversión.
—No es su reputación la que está en riesgo, señorita. Pero si está tan preocupada por lo que dirán de mí en los programas de chismes, le suplico me proponga un título digno con el que usted pueda empezar a trabajar.
Imité su movimiento, de tal forma que quedé en la misma posición, pero al otro extremo de la mesa, justo frente a él. Los demás repartían miradas entre nosotros, ida y vuelta como en un partido de tenis. La sala estaba en silencio, esperando que yo fuera lo suficientemente inteligente como para permanecer callada.
—Yo propongo que sea: A tu lado— intervino una actriz de reparto, justo cuando yo tenía mi respuesta en la punta de la lengua.
—No te pregunte a ti, Soo Ah. — espetó contra la mujer que estaba a su lado, demasiado pegada a él.
—Pero...—susurró ella.
—Pero nada. Le estoy preguntando al nuevo juguete del señor Park. —Gruñó, tomándose el tiempo necesario para degustar mi cuerpo con sus ojos.
—¡Jang Hyuk! —Nuestro productor se levantó de un solo movimiento corriendo la silla hacia atrás.
Él ni siquiera se inmutó. Me sonrió con altivez, sus ojos nunca dejando los míos.
—Estoy esperando tu respuesta, novata.
Mirándolo por encima de mis anteojos, pasé la lengua por mis labios antes de articular: —Tómame.
—La habitación permaneció en silencio unos instantes, esperando el siguiente movimiento del director. Al no haber respuesta, continué: —¿Qué le parece, señor director? — me llevé el bolígrafo a la boca y jugueteé con él entre mis labios.
—Es fresco, fácil y perfecto. —Dejando escapar su voz ronca, las pupilas se le dilataron, la ferocidad resbalando en gotas de sudor.
Mi interior se sacudió. Joder. Mordí mi labio, me fue imposible seguir mirándolo. Ningún hombre, nunca en la vida, me había hecho bajar la mirada. Nunca.
Luego del espectáculo que montamos durante la lectura, los actores principales, junto con el productor Park y Jang Hyuk, se presentaron a una rueda de prensa. Para la noche, todo el mundo hablaba de lo increíble que sería la fiesta, una fiesta a la cual asistirían varias personas famosas. Los más normales de ahí, seríamos mis amigas y yo.
Cuando llegamos al lugar, Min Young nos recibió con su sonrisa de comercial y nos asignó una mesa. El lugar era el punto medio entre salón de eventos y un club nocturno: música fuerte, láser de led, luces multi color y mesas redondas iluminadas desde la base. Para ninguno de nosotros pasó desapercibida la mirada que Taehyung le dio a la asistente de mi jefe, ni mucho menos las constantes preguntas que él me hizo para sacarme información sobre ella. WooRi terminó regañándolo y Seokjin defendiéndolo.
Patético.
Después de la cena, salí huyendo por algo de alcohol, dejando a los chicos en su mesa. El muchacho de la barra estaba fascinado por las celebridades que pedían sus servicios, y tardó bastante tiempo en entregarme mi bebida. Poco a poco las personas que estaban en la zona de invitados especiales se fueron disgregando. Detrás de ellos, estaba Jang Hyuk con algunos hombres sentados en un gran sillón rojo, y a su lado tenía a aquella actriz de nombre Soo Ah. Ella se restregaba contra su cuerpo y a él parecía no importarle. Me molestó verla acariciándole la entrepierna y hacer ruiditos como cualquier estrella porno. No supe durante cuánto tiempo permanecí ahí, viéndolos. Fue hasta que su mirada encontró la mía, que mi cuerpo reaccionó. Me di la vuelta, noté que se levantaba y avanzaba hacia mí.
Mis piernas dejaron de responder en el momento en que su esencia llegó a mis fosas nasales.
—¿Qué haces aquí?— vociferó.
Giré a enfrentarlo.
—¿Disculpe?— dejé mi vaso sobre la barra.— Soy parte de la producción.
—Sólo eres la fotógrafa. — me miro con desdén, pero dio un paso hacia adelante e instintivamente retrocedí.
—De mi trabajo depende la publicidad de su película. — con tranquilidad, me recargué en uno de los banquillos y crucé los brazos. Avanzó un poco más. —Necesita de mí.
—Puedo prescindir de ti cuando yo quiera.
Por como lucía, parecía un animal salvaje asechando a su presa, dispuesto a devorarla y destrozarla. El pensar en ser su próxima presa de pronto me hizo entrar en calor.
—¿Qué pasa? — Cuando no volvió a avanzar, me acerqué un poco. Sonreí. —¿Le intimida mi presencia?
—A mi ninguna mujer me intimida.
—Aquí podrías tener a la primera.
Puse mis manos sobre la cadera en actitud desafiante. Dio un último paso, nuestras respiraciones chocaron, me convertí en un fuego frío. Estaba lista para lo que vendría a continuación.
—No te conviene desafiarme, novata. — aseguró.
—No ha nacido el hombre que logre amenazarme.
—Aquí podrías tener al primero.
Juro que deseé matarlo, casi tanto como la misma intensidad con la que deseaba arrodillarme entre sus piernas. Él también lo quería, lo vi en sus ojos.
A pocos metros, quizá centímetros de distancia, escuché una voz gutural pronunciando mi nombre. Jang Hyuk desvió la vista al hombre tras de mí; la aparición repentina me tomó con la guardia baja.
Kim Taehyung pasó su mirada de mí al director y viceversa, luego dijo: —¿Todo en orden?
¡Dios!, pensé al notar la chispa de amenaza que rondaba su silueta.
Taehyung era sólo un niño a comparación del hombre frente nosotros. El muchacho era atractivo, no tan masculino como Jang Hyuk; y definitivamente alguien con mucho menos drama respecto a la falta de compromiso. Era una carta más fácil para jugar.
—¿Tú eres? — Me pareció escuchar también un gruñido por parte del director.
Mis ojos y los de Taehyung chocaron fugazmente. Él sonrió con malicia traviesa y pura mostrando sus dientes.
—¿Acaso está molestando a mi chica?
Jang Hyuk parpadeó, no creyó su mentira. Olvidándose por completo de su posible competencia, me retó con la mirada. Había dos opciones.
Elegí la más complicada.
Di un paso hacia atrás regalándole un guiño coqueto a Jang Hyuk, luego me abalancé sobre Taehyung y lo besé. Al principio permaneció quieto, sorprendido, pero al cabo de unos segundos, gustosamente me respondió el beso. Sus manos se quedaron fijas en mi cintura, las mías vagaron por sus brazos y espalda hasta llegar a su nuca. Nos besamos con toda la confianza que unos desconocidos que desbordan deseo sexual pueden poseer. Enredé mis dedos en su cabello y lo atraje hacia mí aún más, encajó su pelvis en mi estómago haciendo notoria su creciente excitación.
Sus dientes rasgaron sobre mi labio cuando me alejé.
Regresé la mirada a Jang Hyuk, él se encontraba absorto.
—Disculpe, señor, pero mi novio merece más mi tiempo que usted.—Apañé la mano de Kim Taehyung, dejando atrás al hombre que bien podría, si yo se lo permitía, trastocar toda mi estabilidad emocional.
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