capítulo 28.
"Un fugitivo"
Ante penúltimo capítulo
Pan.
—Hija ¿puedo pasar?... —preguntó mamá luego de tocar dos veces la puerta, seguramente al escuchar que no le respondía entró y me vió llorando recostada en la cama—: ¿Qué pasa mi amor?
—Eché todo a perder —murmuré.
—No llores así ¿Qué pasó? —me acarició la espalda mientras yo sólo sollozaba.
—Se lo conté a Trunks, le conté que denuncié a su padre y se enojó muchísimo.
—¿Pero por qué se lo dijiste hija?
—Porque pensé que podría hacer algo para que no atraparan a su padre, yo lo denuncié porque estaba enojada pensé que me había mentido.
—¿De que hablas?
—Él me prometió que si tendríamos hijos, me lo juró y luego lo escuché murmurar que lo perdonara por prometerme eso, que no lo cumpliría y al final si decidió cumplir su promesa. Bra en la llamada me contó que quería que fuésemos a vivir a otro país, otra ciudad y comenzar de cero.
—Pero no todo está perdido.
—Tú no lo conoces, se trata de su padre, nunca me perdonará esto.
—Tú hiciste lo correcto hija, además no te preocupes si estas embaraza...
—¡No mamá! —le interrumpí—. Jamás utilizaría a un bebé.
—¿Ni siquiera si se tratara de tu futuro?
—No mamá además eso no es posible porque no estoy embarazada.
—¿Qué?
—Lo que escuchaste, la prueba salió negativa.
—¿Estás segura de que la hiciste bien?
—Sí mamá.
—No puede ser...
—¿Por qué te entristece? Deberías estar feliz.
—Porque por un momento creí que tu vida seria mejor, no quería que terminaras mal, ya no llores por él cariño.
—¿Mamá? -la ví incrédula, me limpié las lágrimas y la ví derramar un par de lágrimas a ella entonces me senté y la abracé—: ¿Qué pasa?
—Yo quería un futuro mejor para tí mi cielo —correspondió fuerte el abrazo me dió un beso en la frente.
—Pero si estoy feliz con la vida que tenemos.
—¿Estás feliz con tener que trabajar para pagar deudas? ¿Estás feliz con esta vida?
—Sí mamá.
—Pero yo no hija, yo quería que tu tuvieras la vida que yo no pude tener, yo quería que tú fueras feliz y sólo terminaste con el corazón roto y con todas tus iluciones destrozadas.
—¿Acaso tú no eres feliz con papá?
—Lo soy pero, eso no quita lo que sufrí antes, yo tuve que dejar de estudiar para ponerme a trabajar y llevar comida a la casa en un tiempo en que papá enfermó, fué muy duro dejar atrás todos mis sueños, yo quería superarme y tener una profesión, sufrí mucho en los trabajos que conseguía, en algunos sufría de acoso como en un bar que trabajé, en una casa de millonarios dónde el señor de la casa me acosaba y en otros lugares más hasta que conocí a tu padre. Era un joven soñador con una visión de salir adelante que nadie tenía, con el tiempo nos volvimos novios y él me consolaba, me ayudó a encontrar un mejor trabajo, al terminar su carrera él me propuso matrimonio y nos casamos, vivimos una vida feliz, tú llegaste a nuestras vidas, nunca nos sobró nada pero tampoco nos faltó, no hasta que le descubrieron esa enfermedad del corazón; él no se merece tenerla, desde entonces y desde la muerte de papá todo se fué a la ruina caímos en esa infinidad de deudas que hasta tú estás pagando.
—Pero Trunks nos perdonó la deuda y solo le pagaba la otra porque quería que siguiera cerca de él.
—Pero ya no será así, ahora el querrá meternos a la carcel, se acabó hija, a nosotros no nos importa ir a prisión pero tú no puedes hacerlo, tú eres nuestro tesoro. Yo creí que tú aún podrías salvarte, pensé que ya que tanto dices amarlo un bebé seria tu salvación.
—Lo amo mamá pero jamás lo obligaría a hacerse responsable de mí, además no lo estoy, no voy a tener un hijo de Trunks, mamá saldremos adelante nosotros solos —le sonreí apartándome de ella y ella también lo hizo.
—Prométeme que ya no llorarás.
—Sí mamá tranquila.
—Bueno duerme, yo me voy o tu padre me cuestionará.
—Sí mami —le sonreí mientras salia de la habitación.
Luego volví a quedarme seria y saqué la prueba de debajo de las cobijas aun sellada, perdón mamá aun no lo sé pero ahora no quiero saberlo, quiero solucionar un problema a la vez, la guardé en mi bolso y volteé a ver mi teléfono esperando la llamada de Trunks pero nada.
Trunks.
—Papá —golpeé el timón del auto muy enojado y volteaba a ver a lo lejos desde la parte alta de una carretera, tenía vista perfecta al lugar, no veía que lo capturaran pero tampoco se iban entrando y saliendo de la casa, de pronto escuché que mi teléfono sonó era un número desconocido pero contesté—: Sí bueno.
—¿Por qué me llamas tanto? —preguntó mi padre al otro extremo de la línea.
—¿Papá? ¿Estás bien? —pregunté preocupado.
—¿Crees que me dejaria atrapar tan fácilmente? —rió confiado.
—¿Dónde estás? —le pregunté.
—Jamás te lo diría por teléfono y por otra razón también.
—No importa papá, lo bueno que estas bien.
—Casi no la cuento por culpa de tú noviecita.
—Papá ella se equivocó pero...
—¡Nos traicionó! —gritó al otro extremo del teléfono.
—No lo hizo con mala intención.
—¡Pero lo hizo! Así que te lo advierto terminas definitivamente con ese problema o lo haré yo.
—No le voy a hacer daño.
—Bien sabía que eras un cobarde, yo acabaré con ella.
—No papá ¿Qué harás? —ya no me respondió nada colgando la llamada rápidamente.
¿Qué va hacer? La quiere matar, no yo no lo permitiré ¿Por qué nos metiste en este lío Pan? ¿Y cómo se enteró papá que fuistes tú?.
Encendí el auto y comencé a conducir rápidamente hacia casa de ella, no dejaré que le haga daño.
[...]
—Señor ¿Qué vamos a hacer?
—Creyeron que les sería fácil atraparme pero fué buena idea tener un escape de emergencia para una situación así —sonrie por media cara caminando por un túnel subterraneo.
—Señor, esos desgraciados seguirán buscándonos y no nos dejarán en paz.
—Nos ocultaremos por un tiempo en mi fortaleza, ahora ya saben quién soy, tendré que cambiarme de país e incluso recurrir a una cirugía plástica.
—¿Preparamos un vuelo privado?
—No, ¿Alguna vez me marché sin saldar una deuda?
—No señor pero...
—Exacto, debo matarla o no me quedaría tranquilo, a ella y a su familia, pero antes me voy a divertir muchísimo con ella.
—¿Cuándo daremos el golpe?
—En el momento perfecto...
[...]
Pan.
—Trunks.... Sé que nunca me perdonarás —intenté no llorar de nuevo, de pronto escuché vibrar el teléfono era él—. Mi amor.
—Sal afuera.
—¿Estás aquí? —ya no me respondió nada colgando la llamada decidí tomar mi bolso y salí cuidadosamente de la habitación sin hacer ruido ya era tarde y mis padres deben de estar dormidos, caminé lentamente por la sala ya que aun tenía el caminador y no me dejaba avanzar con rapidez, logré salir de la casa sin que lo notaran y sí ahí estaba Trunks afuera del auto esperándome aunque ya estaba oscuro y solo nos iluminaba un poco la luna—: amor...
—Sube al auto —dijo en tono serio.
—Amor sé que estás enojado pero...
—Que subas al auto no quiero formar un escándalo aquí.
—¿Y a dónde iremos?
—Sin preguntas, sólo sube.
—No lo haré, yo no voy a ningún lado a estas horas —traté de retroceder un poco y lo escuché sonreir, luego ponerse serio de nuevo y sacar un arma apuntándome—. Trunks...
—Al parecer no has entendido, subes o subes esas son tus únicas opciones.
—No lo son, Trunks baja esa arma de da miedo —lo ví acercarse hasta poner el arma sobre mi frente, en ese momento cerré los ojos llorando ¿Qué se propone ahora?
—Yo no quiero hacerte daño así que no me obligues a hacértelo —me dijo furioso.
Sentí que apartó el arma de mi frente pasándola para un lado de mi cabeza, se colocó detrás de mí y me empujó para que caminara al auto.
Abrí los ojos para sentarme en el lugar del copiloto, dió la vuelta y cerró con seguro las puertas luego de entrar, empezó a conducir mientras yo sollozaba bajito.
—¿A dónde vamos?... —le pregunté pero solo guardaba silencio—. Trunks por favor... —le vi rogante pero no volteaba a verme, tampoco me respondía permaneciendo con el semblante serio y la vista en la carretera, está enojado, muy enojado lo sé—: ¿Acaso me llevas con los acesinos que aún ha de tener tú padre? ¿Me van a matar?
—Cállate y deja de llorar —me espetó.
—Amor...
—Que te calles.
—Trunks... —seguí llorando pero él ya no respondió nada más.
Luego de conducir un rato se estacionó y salió del auto para luego abrir la puerta dónde estaba y sacarme casi a jalones, aúnque ahora que lo noto yo ya había estado aquí, es el hotel dónde lo hicimos por primera vez, me tomó del brazo obligándome a entrar y luego subimos al elevador hasta llegar al último piso donde abrió la puerta de la habitación y luego de entrar me empujó bruscamente a la cama.
—¡¿Por qué Son Pan?! —me gritó— ¿Por qué me hiciste eso?
—Perdóname amor —dije entre sollozos.
—¡Deja de llorar! ¡¿Por qué has denunciado a mi padre?!
—Perdóname yo creí que era lo mejor y...
—¿Lo mejor? ¡Te dije mil veces que no lo hicieras!
—Cálmate por favor.
—¿Dónde conseguiste esas pruebas?
—Yo... —lloré sin decir nada.
Él se subió a la cama aprisionando mis muñecas contra el colchón mientras me veía fijamente muy enojado.
—¿Dónde las conseguiste?
—Me lastimas...
—¡Respóndeme!
—En tu casa, en la habitación de tu madre, ella quería denunciar a tu padre.
—¿Y cómo puedes saberlo? ella está muerta ¡Y por culpa de lo que hicistes tambien corres peligro!
—Ya le dijiste a tu padre y sus acesinos que fuí yo ¿verdad? -le cuestioné.
No era el momento para decirle que su madre está viva, eso le corresponde a ella.
—No fué necesario decírselo, él ya lo sabía.
—¿Pero como?
—¿Qué no entendiste lo que te dije tantas veces? Tiene infiltrados en la policía.
—Pero solo se las dí a Luzardo.
—¡Maldito Luzardo! A ver para empezar también él puede ser uno de ellos o alguien de sus ayudantes.
—Pero...
—Cometiste la peor estupidez que podías haber hecho Pan.
—¿Me van a matar?
—Él quiere que yo lo haga.
—¿Lo vas a hacer? —lo ví sin dejar de derramar lágrimas y él sólo me besó y acarició mi rostro al soltárme de una mano.
—No quiero hacerlo ¿Por qué lo hiciste?
—Te escuché cuando me dijiste que no cumplirías tu promesa.
—No puede ser, creí que estabas dormida ¿Por qué no me preguntaste?
—¿Para qué? Todo estaba claro, hasta que Bra me contó lo que tenías planeado.
—Lo siento, fué mi culpa también aunque eso no justifica lo que hiciste.
—Entonces si soy tan culpable, mátame si eso te hace feliz.
—No quisiera pero papá no me deja otra opción.
—Entonces hazlo.
—No, nunca lo he obedecido en sus planes así me considera débil o indigno de ser su hijo, yo te protegeré con mi vida pero dime algo ¿Estarías dispuesta a venir conmigo y con Bra lejos sólo los tres?
—No, no quiero irme y dejar a mis padres.
—¿Entonces qué haremos eh?
—¿Ya capturaron a tu padre no? Ya no corremos peligro, no tenemos porqué irnos y tú no tienes porque obedecer lo que quiere.
—Ay Pan ¿No has entendido por qué estoy tan preocupado verdad?
—¿Por las represalias de los ayudantes de tú padre? —lo vi confundida y el negó con la cabeza y apartó la vista preocupado como si algo muy grave pasara— ¿Entonces?
—Él escapó —dijo casi en un susurro volteando a verme, mis ojos se llenaron de lágrimas de nuevo—. Ahora es un fugitivo y quiere matarte.
—¿Lo hará?
—Mi padre jamás ha perdonado a los traidores y tampoco ha dejado deudas sin cobrar.
—Osea que es cuestión de tiempo para que acabe muerta —aparte mis ojos de él con la vista perdida y él tomó mi rostro haciendo que lo viera de nuevo.
—Pan yo te protegeré pero debemos irnos ya.
—No quiero.
—¿No lo entiendes? Esto no es un juego ya es un asunto de vida o muerte, tú eres su presa y no quitará el dedo del renglón.
—Está acorralado y sin salida, miles de policías lo buscan, lo van a encontrar.
—Esos policías le hacen los mandados, jamás podrían contra él, yo lo conozco, cuando el león está acorralado es cuando mas peligroso es.
—Mis padres —me senté en la cama quitándome de debajo de Trunks pero cuándo intenté salir corriendo me tomó de la cintura haciendo que volviera a la cama.
—Ellos estarán bien.
—¿Tú padre irá por ellos no? —su silencio fué mi respuesta intenté salir corriendo de nuevo pero era inútil me apresaba fácilmente—: ¡Debo advertirles!
—¡No puedes!
—¿Por qué?
—Porque no debes exponerte.
—¿Y debo dejar que ellos mueran?
—No morirán.
—¿Cómo lo sabes? ¿Vas advertirles?
—Sé que papá te quiere a tí no a ellos así que no les hará daño.
—¿Y porque no les has advertido?
—Quizá solo los alarme en vano.
—¡No importa tienen que estar precavidos!
—No...
—¿Qué? ¿Es venganza contra lo que hice?
—No lo es.
—¡Sí lo es! ¿Ojo por ojo no?
—Cree lo que quieras...
—¡Ellos son inocentes! Tú padre ha sido muy malo ¿No lo ves?
—¡No hables así de mi padre!
—Trunks... por favor, te lo ruego, salva a mis padres.
—No te prometo nada.
—¿Por qué? —lloré más fuerte viéndolo pero él sólo se levantó de la cama dirigiéndose a la puerta.
—Porque no he sido capaz ni de protegerte a tí —dijo con una voz dolida—. Espérame ya volveré.
—¿Trunks? ¡Trunks! —corrí a la puerta pero ya la había cerrado, lo peor que con llave, me dejó encerrada—. ¡Trunks!
Trunks.
—Lo siento Pan, es lo mejor para tí, pero antes... —tomé mi teléfono llamándole a Gohan el cuál me contestó adormecido.
—¿Señor Briefs? —preguntó confuso.
—Sí soy yo, escucha se lo que hicieron en contra de mi padre y...
—Nos denunciará también -se adelantó a decir.
—No, no debes preocuparte por eso, jamás lo haría pero mi padre sabe que ustedes fueron así que deben andar con cuidado.
—¿Pero cómo?
—Por sus infiltrados en la policía, escucha Gohan tú y tu esposa deben cuidarse pero a quién quiere es a Pan, tú sabes como es de vengativo pero no debes preocuparte por ella yo la cuidaré bien.
—¿Cómo? Espere ¿Qué?
—Me siento responsable así que la cuidaré y estará bajo mi protección hasta que atrapen a mi padre, nos vemos mas tarde en la empresa, llevaré a Pan para que se despida de ustedes luego te explico todo —colgué el teléfono sin esperar su respuesta.
Bajé en el elevador sacándo de nuevo el arma que había conseguido a poco precio pero era de buen calibre aunque no quitaba lo de dudosa procedencia e ilegal pero la necesitaba.
¿Te crees muy listo padre? no lograrás lo que te propones, así tenga que escribirle a una de estas balas tu nombre.
[...]
—Pan... —susurró Gohan intentando comprender las cosas.
—¿Qué pasa amor? —le preguntó Videl un tanto adormecida.
—Pan corre peligro.
—¿Qué?
—Vegeta escapó, me lo dijo el señor Briefs, quiere matar a nuestra Pan.
_¡¿Qué?! ¿Dónde está Pan? ¡debemos...!
—No lo sé Videl —le interrumpió—. Sí sé que debemos protegerla pero al parecer no está en casa.
—¿Qué? ¿Dónde está nuestra niña?
—Me llamó el señor Briefs, al parecer esta protegiéndola él, me dijo que se sentía responsable pero ¿Cómo es que estan juntos? ¿Qué no estaba dormida en su habitación? Tengo muchas dudas pero hay una que me tiene mas inquieto.
—¿Cuál?
—Lo último que me dijo es que llevaría a Pan a la empresa para que nos despidiéramos de ella y colgó ¿A que se refería con eso?
—¡Oh no! —exclamó Videl dejando correr unas lágrimas—. Él no puede llevarse a nuestra hija, es nuestra niña.
—¿Por qué lloras Videl?
—Es mi culpa debí decírtelo desde antes y acabar con esa tontería, luego solo pensé que sería lo mejor para ella pero no quiero a nuestra niña lejos de nosotros.
—A ver cálmate Videl ¿A qué te refieres?
_No te lo puedo decir pero no podemos dejar que nuestra hija se valla, es nuestro tesoro.
—Ya basta de ocultarme cosas Videl ¿Crees que no me doy cuenta de que tú y Pan me esconden algo desde hace tiempo?
—Pan te lo debe decir Gohan, yo no puedo, no me corresponde debemos arreglarnos e ir a la empresa.
[...]
Trunks.
—aún no amanece —conduje el auto pasando por varias calles dónde sabía que papá tenía de sus hombres.
Lo mas seguro es que me encontraran y se lo dijeran, no me equivoqué después de avanzar por varias cuadras se me atravesaron muchos autos dos por delante y como tres por detrás, un sujeto salió de uno de los autos y se acercó abriendo la puerta de mi auto.
—¿Qué lo trae por aqui joven? —me preguntó fumando un cigarrillo.
—¿Dónde está mi padre?
—Ah caray, eso si está complicado de decirlo joven.
—¿Crees que yo lo traicionaría?
—Pues quien sabe.
—No vengo acompañado —lo ví serio y salió otro de esos malechores y le silbó como en claves, él respondió de la misma forma.
El otro se acercó a mi y me hizo una señal de que papá estaba dentro de una casa del otro lado de la calle, caminé hacia allá y los autos despejaron la carretera, otro de ellos cuidaba la puerta creí que me revisaría a ver si llevaba algo pero no, simplemente me dejó pasar. Dentro estaba papá sentado en un sofá con una copa en la mano.
—A quién tenemos aquí...
—No creí que estuvieras tan tranquilo.
—¿Gustas? —me preguntó moviendo la copa que tenía en la mano.
—No.
—¿Lo hiciste?
—¿Crees que lo haría?
—Eres un cobarde pero está bien así disfrutaré mi venganza.
—Tú no le harás nada a ella.
—¿Y quién lo impedirá? ¿Tú? —sonrió por media cara muy confiado moviendo la copa.
—No me subestimes.
—Tú novia es una traidora, la mataré pero primero me divertiré un rato con ella, la convertiré en una zorra dejando que mis hombres también la disfruten.
—¡Vegeta! —saqué el arma y le apunté mientras él levantaba la vista, por un momento se sobresaltó pero luego volvio a sonreir de nuevo.
—Tú no te atreverías a matar ni a una mosca y menos a tu padre.
—Tú no eres mi padre, aléjate de mi novia o te juro que aquí mismo te mataré.
—¿No soy tu padre? Eso es una tontería.
—No lo es, puede que lleve tú sangre pero no soy como tú. Jámas me enseñaste a ser un verdadero hombre.
—Te dí todo lo que necesitabas ¿Y así me pagas?
—Me diste todo menos tú cariño.
—No digas cursilerías de viejas ¿Tan noble te volvió esa mujer para que hagas todo como un perro fiel por ella?
—No son cursilerías, y no soy un perro para ella, no permitiré que nadie la agreda porque esa mujer me enseñó lo que es el verdadero e incondicional amor, ese amor que yo jamás conocí, ese que mamá no tuvo a tú lado, ese que de verdad vale la pena.
—Ya sólo dices cursilerías sin sentido, esa maldita mujer te convirtió en su títere.
—¡Te dije que no hablaras mal de ella!
—Nunca dejaré de hablar mal de ella ¿Qué esperas para dispararme? Ó es que no te atreves? La voy a matar.
—Maldito... —ya me centellaban los ojos del odio que sentía hacia él.
Quería callarlo pero si lo mato me convertiré en un acesino, si lo mato cargaré con ese cargo en mi conciencia toda mi vida pero se trata de defender a Pan, si él le hace algo a ella o a su familia jamás me lo perdonaré tampoco, el está jugando con mis debilidades, no quiero matarlo y no quiero que dañe a mi Pan.
Pensé en jalar el gatillo pero sentí un golpe por detrás que me hizo soltar el arma y al darme la vuelta me dieron un puñetazo quise responder de la misma forma pero me dió un rodillazo en el estómago, luego otro puñetazo de verdad que papá tiene buenos golpeadores, le intenté dar otro puñetazo pero fué en vano otro de ellos me detuvo la mano y luego se dio la vuelta sosteniéndome por detrás mientras el otro me golpeaba consecutivamente, quise defenderme dándole patadas e impulsandome para que el otro me soltara pero cuando lo conseguí se metió otro a la pelea dejándome en el suelo luego de varios golpes, ví que la pistola seguia en el suelo e intenté alcanzarla pero papá me pizó la mano.
—Lástima, nunca sabremos si acaso serias capaz de matarme.
—¿Lo matamos señor?
—Déjalo, recibirá su castigo de otra forma.
—Maldito —me sonrió quitando el pie de mi mano e indicándole a sus hombres que salieran tras de él.
Intenté levantarme pero era difícil aun tenía lastimado el brazo y con esta golpiza esos imbéciles me lastimaron más, tras un momento logré ponerme de pie y salir afuera pero se llevaron hasta mi auto maldición.
Salí a la calle y no tardó mucho en que pasara un taxi por suerte traigo dinero conmigo pero no puedo ir al hotel puede que me sigan y sin un auto propio no puedo perderlos así que fuí a casa, luego de pagar entré apresurado me llevaré el otro auto de color rojo, aún no amanece asi que estoy a tiempo de ir por Pan.
Pensaba en eso cuando subí las escaleras, no me tomó mucho tiempo encontrar las llaves aunque me llevé una sorpresa al ver que Bra estaba en la sala llorando.
—¿Hermanita?
Bra.
—Trunks —encendí la luz, cuándo pensaba reclamarle lo vi muy golpeado— ¡¿Qué te pasó?! —exclamé alarmada.
—Me asaltaron se robaron mi auto y....
—¡No mientas! —seguí llorando y me acerqué abrazándolo fuerte— ¿Fué papá verdad?
—No ¿cómo es que...?
—Ví las noticias, el nombre de papá está en todos los canales con un letrero de "se busca" ¿Por qué nunca me dijiste que él es El Oscuro?
—Quería protegerte pero ya no puedo hacerlo ya lo sabes, perdóname por mentirte.
—Perdóname tú a mí por tantas veces que te reclamé que tu no dejabas a mi padre estar cerca de nosotros, ahora comprendo todo.
—Hay muchas cosas que no sabes.
—Ya me las contarás luego entonces.
—No hay tiempo, mira te lo resumiré, Pan consiguió las pruebas en su contra y ahora que papá escapó quiere matarla y yo no permitiré eso por eso...
—Nos iremos del país, se lo que piensas hermanito —le interrumpí, volví a dónde estaban los sofá y tomé unas maletas ya hechas—. Podemos irnos cuando quieras.
—Gracias por comprender hermanita, pasamos por Pan, resuelvo un par de cosas más y nos vamos.
—Pues hay que llevar las maletas al auto ¿En el mío o cuál?
—En el deportivo rojo que había comprado para Pan, el tuyo puede tener algún dispositivo GPS. Vamos hermanita.
—Claro vamos —luego de llevar las maletas al ir de camino veía a mi hermano muy preocupado y volteaba a ver muy seguido por los espejos retrovisores, seguro teme que nos sigan pero yo ahora aunque no me quiera ir solo puedo obedecer, es cuestión de vida o muerte, lo siento Goten ya habrá tiempo luego para nosotros, ahora sólo importa la vida de Pan y mi hermano, llegamos afuera de un hotel que recordaba poco pero si se me venían a la mente recuerdos de este lugar, Trunks estaba feliz al comprarlo y celebramos eso hace años cuándo aún vivía mamá, subimos al último piso y al abrir la puerta estaba Pan sentada en la cama llorando—: Pan.
—¡Bra! ¡Trunks! ¿Qué pasó? —nos preguntó buscando respuestas en nuestros ojos.
—Estos golpes fueron causados por los guardias de papá, no pude matarlo —le respondió mi hermano a lo cuál solo aparté la vista—. Ellos me quitaron el arma.
—¡¿Qué?! —le gritó ella—. ¿Por qué lo querías matar?
—Alguien debía ponerle un fin.
—¡Pero no tú!
—No lo hice.
—Debemos irnos Pan —dije interrumpiendo, ella me observó confusa.
—Bra ¿Tú...?
—Sí —me adelanté a decir—. Lo sé, ya sé a qué se dedicaba en realidad mi padre, está por todos los noticieros así que debemos irnos.
—¿A dónde?
—Ya compré boletos, iremos a América, queda al otro lado del mundo ahí comenzaremos una nueva vida los tres.
—Mis papás...
—Ya les avisé —le dijo mi hermano-. Nos esperan en la empresa, para que nos despidamos de ellos.
—No Trunks por favor.
—Vamos Pan sabes que es la única solución, ya nos esperan.
—Espera Trunks —dije observando a Pan—. Pueden reconocerla.
—¿Y qué planeas?
—Una cosa —saqué una pequeña caja de pintura para cabello de mi bolso, Pan negaba con la cabeza pero no había opción.
Le terminé pintando el cabello del color que yo lo tengo, luego le presté parte de mi ropa unos jeans rotos azules, una blusa roja corta manga larga y una chaqueta azúl además de gafas oscuras así parecerá que soy yo y no ella, la maquillé un poco también, no es por presumir pero se parece demasiado a mí casi no se nota la diferencia.
Mi hermano tambien se cambió la ropa manchada y rota que tenía, así podrán ir tranquilos a la empresa, yo me quedaré aqui esperándolos, esto era lo mejor para los tres.
—Gracias Bra —dijo Pan aún con la voz llena de tristeza.
—No es nada —respondí—. Deben darse prisa, los vuelos salen en la tarde, regresen antes del mediodía.
—Mi cabello... —dijo suspirando observando los mechones perfectamente teñidos de azúl.
—Así está perfecto —le dijo mi hermano, por más duro que pueda parecer ella es su debilidad al parecer—. Vamos tus padres nos esperan.
—Espera mi bolso —recordó ella y yo se lo entregué.
—Rápido Pan —le apuró mi hermano, luego volteó a verme—. Gracias hermanita.
—De nada y no se tarden mucho.
Trunks.
Le abrí la puerta a Pan, salió delante de mí, no tardamos mucho en salir afuera y entramos al auto, no puedo negar que Bra es ingeniosa logró que Pan se parezca a ella además tomó lo de papá mejor de lo que esperaba, pensé que se enojaría o se llegaría a deprimir mucho pero no, fué todo lo contrario se volvió muy comprensiva y me está apoyando, creció mas rápido de lo que creí...
Al llegar a la empresa salimos del auto y allí afuera estaban los padres de Pan, ella corrió a abrazarlos, yo les indiqué que pasaran a la sala de la empresa ahí les explicamos que papá la busca y los planes que tenemos pero ninguno de los dos se atrevía a confesar que tenemos una relación.
—¿Por cuanto tiempo? —nos preguntó Videl.
—Al menos hasta que atrapen a papá ya que no me atreví a matarlo —acepté desviando la mirada con impotencia.
—Hija —le dijo Gohan—. No quisiera que te vallas.
—Yo también no me quiero ir —le respondió, volví mi vista para verla y ella me observó fijo—. Trunks por favor, estaré bien.
—No —le respondí—. No dejaré que papá te haga daño, es por eso que debo protegerte, es culpa de mi padre que corras peligro.
—Me duele aceptarlo —me dijo Gohan viéndome, luego volteó a ver a Pan con una mirada nostálgica—. Sin embargo sé que el señor Briefs tiene razón Pan y aunque no le corresponde a él cuidarte sino a mí yo no tengo los medios y tu seguridad es lo mas importante para mí.
—Pero papá —le protestó.
La entendía, tendría que alejarse de ellos por mucho tiempo, no planeaba reclamar por querer quedarse.
—Sin peros hija, es lo mejor —le dijo Gohan, luego volvió la vista a mí—. Le agradezco señor Briefs pero sin embargo le suplico que respete a mi hija en dónde estén.
—Sí señor —me sorprendí a mi mismo diciendo eso, por primera vez sentí que nuestra conversación no era de jefe y empleado sino de yerno y suegro—: no se preocupe no vamos solos, mi hermana nos acompaña así que ellas se la pasarán juntas.
—Tú cabello está hermoso —le halagó su madre.
—Sí —respondió—. Eso no lo puedo negar aúnque no me lo quería pintar. Los extrañaré papás.
—Y nosotros a tí, no te imaginas cuanto —le respondió su madre.
—Bueno pasen un rato solas -les interrumpí—. Pero no salgan de la empresa, nosotros tenemos una reunión —hice una pausa y volteé a ver a Gohan— ya convoqué a los inversionistas, te dejaré encargado de mi puesto.
—Señor es un honor pero...
—Confío en tí —le interrumpí—. Te aseguro que lo harás bien, bien vamos las dejamos chicas —agregué poniéndome de pie.
Pan.
—Sí —respondí viéndolos alejarse.
Mamá volvió a abrazarme muy fuerte tomándome por sorpresa.
—No quiero que te vallas mi princesa, perdón por lo que dije antes.
—Mamá todo lo malo ya quedó atrás, no te disculpes por eso —me aparté de ella sonriéndole—. Te extrañaré pero me iré con el amor de mi vida.
—Me alegra verte feliz, aunque debieron decírselo a tu padre.
—Si lo hacíamos es posible que ya no me hubiera dejado ir, tálvez hubiera discutido con Trunks y si me iba me odiaría para siempre, luego se lo diré mamá.
—Es tú decisión hija pero no dejes todo a última hora.
—Lo sé mamá yo... —ya no pude seguir hablando colocándome la mano sobre la boca—. Debo ir al baño murmuré.
Fuí lo más rápido que pude hacia el baño devolviendo ahí lo poco que tenía en el estómago, luego me senté sobre la tapa del baño ¿Por qué las náuseas? Revisé mi bolso y encontré la prueba que me había dado mamá.
¿Y sí...? Ya no soporté la curiosidad quiero saberlo de una vez por todas si fuera asi esto cambiaría drásticamente las cosas, abrí el empaqué y leí cuidadosamente las instrucciones antes de hacerla tal como decía al pie de la letra.
Luego salí del baño esperándo los cinco minutos que pedía pero estaba muy nerviosa, me veía al espejo y veía la hora en el pequeño teléfono, luego de que dejé transcurrir el tiempo tomé la prueba y cerré los ojos.
Vamos Pan sé fuerte debes saberlo, me animaba a mí misma, abrí lentamente los ojos y al ver el resultado los abrí mucho más muy impresionada, las manos y las piernas empezaban a temblarme y unas lágrimas corrieron por mis mejillas, aún así no pude evitar curvar los labios en una pequeña sonrisa.
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