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capítulo 25.

"De vuelta"


Pan.
—¿Q-Qué? —no lo pensé y le dí una bofetada casi llorando.

Él solo se quedó con la mano sobre la mejilla donde le había pegado viéndome sorprendido.

—¿Ahora lo vas a defender? —me cuestionó.

—No ¡Pero no permitiré que insinúes que él haría eso y que yo aceptaría! —espeté.

—¡Es un hombre!

—Claro el león cree que todos son de su condición, ¡yo jamás aceptaría acostarme con él ni con nadie más!

—Eso no puedo saberlo ya lo hiciste una vez —me encaró, me sentí terriblemente herida y ofendida.

—¿Qué? ¡¿Ahora me echarás en cara que acepté acostarme contigo por dinero cuando no fué así?! —pregunté alterada.

—Yo no lo estoy diciendo tú misma lo estás suponiendo —dijo haciendo que me quedara viendo incrédula.

—Esto no puedo creerlo, jamás pensé que tú pensaras así de mi ¿Y sabes que es lo que mas me duele? —lo vi comenzando a llorar, luego ya no lo soporté mas y sollozé apartando la mirada— lo que más me duele es que yo me entregué a ti esa y otras veces por amor, porque yo de verdad te amo demasiado pero ya no puedo más, en serio ya no puedo, tienes una actitud de superioridad y un carácter a veces tan hostil aparte de celos que no me gustan para nada ¿Cómo es que puedes dudar de mi amor? Pero está bien si piensas que soy una zorra que se anda acostando con quién se le ponga enfrente está bien, termina conmigo si tan inseguro estás.

—No Pan, perdóname, yo no pienso eso de tí es solo que a veces no sé que me pasa, soy tan celoso que no mido mis palabras, perdóname amor jamás dudaría de tí, ya no llores cielo.

—Es que contigo siempre es lo mismo, hablas mal de mí, dudas, dices cosas muy crueles y luego te arrepientes.

—Perdóname amor no quería hacerte daño ya no llores —intentó tomar mi mano pero me negué.

—¿Te perdono ahora y luego qué? ¿Seguimos como si nada? Tú sabes perfecto que te amo solo a tí, que he sido solo tuya ¿Y aún así insistes en seguir pensando mal de mí? Porque eso es lo que haces.

—No mi amor, lo que pasa es que soy muy inseguro porque te amo demasiado y temo no ser lo suficiente bueno para tí, no me creo mejor que nadie, soy peor que todos, tengo celos de todos porque ellos te podrían ofrecer lo que yo no, todo lo que te mereces, una familia, una vida tranquila, yo sé que es lo que quieres pero soy tan hipócrita que aunque te hago daño quiero mantenerte a mi lado.

—¿Y quién te dijo que me iría? ¿Este anillo en mi mano no te dice que sigo aquí contigo y estoy feliz de que nos casaremos y compartiremos para siempre nuestra vida? ¿No te dice que no me importa nada más que no sea el amor que nos tenemos?

—Sí, perdóname amor te prometo que cambiaré mi actitud, por tí trataré de ser mucho mejor de ahora en adelante te lo prometo ¿Me das otra oportunidad?

—Sí amor —nos vimos por unos momentos luego me jaló hacia él abrazándome muy fuerte creo que casi lloró y luego me soltó sonriendo.

—¿Estás mejor de tu pie amor? —preguntó.

—Sí, tú... Digo, la dueña de la cabaña me lo vendó.

—Te prometo que un día compensaré todo lo que has sufrido a mi lado.

—Ya lo haces estando a mi lado —nos besamos unos momentos.

Luego esperamos un largo rato abrazados pero la señora Bulma nos llevó algo de comer aúnque aún se cubria bien y no mencionó ni una palabra, ojalá no haya escuchado nuestra discusión aunque lo más seguro es que sí lo hizo. Se dió la vuelta y luego regresó a la cocina.

—Es raro que no nos hable.

—Comprendela, somos extraños para ella, ya hace bastante con ayudarnos.

—Tienes razón, bueno prueba la comida, todo se ve delicioso.

—Sí... Y lo está —dije probando con una cuchara el contenido de un plato—. Qué delicia.

—Me recuerda a las sopas de crema que hacia mamá —murmuró haciendo que levantara la vista a él.

—¿De verdad? —pregunté nerviosa.

—Sí, me encantaban.

—Entonces disfrútalo —respondí, le sonreí y probé el café pero no pude evitar hacer una expresión de asco y casi tuve que salir corriendo a escupirlo, está horrible.

—¿Qué pasa? —preguntó Trunks confuso.

—Es el café está horrible —respondí.

—¿El café? a ver —me quitó la taza bebió un sorbo mientras yo seguía cubriéndome la boca viéndolo fijamente—. ¿De que hablas Pan? está delicioso también.

—No, hasta el olor es horrible —aseguré.

—No, pruébalo de nuevo —me acercó la taza y yo me alejé rápidamente.

—Aleja eso de mí, ya no quiero comer nada.

—¿Qué te pasa pan? —me vió interrogante y algo confundido, yo sólo seguía viendo el café con asco y negando con la cabeza pero en ese instante entraron unos paramédicos.

—Hemos llegado muchachos los ayudaremos —pronunciaron.

—Muchas gracias —dije aliviada.

—Traigan unas camillas —ordenó uno de ellos.

—No —interpuso Trunks—. Yo ya estoy mejor y puedo caminar no será necesario pero sí para Pan por favor.

—No, yo también puedo caminar —agregué.

—No seas necia.

—Estoy bien solo me lastimé el pie.

—Podemos cargarla para salir de aqui hasta la ambulancia —dijo uno de ellos.

—No, como creen —mencioné.

—Gracias, si por favor —dijo Trunks tomándome por sorpresa—. Se los agradecería mucho.

¿Escuché bien? ¿Trunks les agradeció y se los pidió por favor? es raro, seguia viendolo incrédula y el se paró de la cama poniéndose los zapatos con una mano. Uno de esos paramédicos me tomó en sus brazos y otros apoyaban a Trunks hasta regresar a la cocinita dónde él le agradeció a la señora Bulma, ella sólo acintió pero sin hablar, luego volteó a verme y moví la cabeza asegurándole que podría confiar en mí.

Luego de salir de allí el trayecto hasta la ambulancia fué lento ya que Trunks prefería caminar en lugar de subirse a una camilla y al llegar ya estaban remolcado el auto con la ayuda de una grúa.

Abrieron la puerta de atrás de la ambulancia para que subiéramos y después de dejarme en un aciento Trunks se sentó a mi lado y tomó mi mano sonriendo un momento. Dos de esos paramédicos cerraron las puertas y nos acompañaban atrás, la ambulancia comenzó a avanzar pero sin las sirenas.

—Estaremos de vuelta —pronunció.

—Sí pero pronto todo será diferente —le aseguré.

—Pues no se porqué lo dices pero supongo que estoy de acuerdo en eso.

—Trunks ya no quiero ocultar mas lo nuestro, se lo diré a papá cuando lo vea.

—Estoy de acuerdo contigo pero justo ahora no es el momento, quisiera que se los digamos en una ocasión especial, podemos planear una cena en los próximos días ¿que dices?

—Está bien, será como tu quieras amor —le sonreí asintiendo.

Seguimos tomados de la mano hasta llegar al hospital dónde entramos por la puerta de emergencia aunque no era necesario pero allí nos separaron llevándonos a diferentes habitaciones.

En la mía un doctor me quitó la venda de el pie para ver que tenía en realidad pero solo quería saber como estaba Trunks, estaba preocupada por él no sé si hice bien en vendar su herida.

—Te has desviado el tobillo —dijo el doctor sacándome de mis pensamientos.

—¿Eso me traerá consecuencias? —pregunté.

—No a largo plazo pero ahora lo regresaremos a su posición, tendremos que ponerte vendas de nuevo y tú utilizar un zapato especial como caminador durante un par de semanas para no correr riesgos. Luego tendrás que esperar unos meses para hacer actividades físicas como salir a correr.

—Haré lo que digan doctor.

—Iré por unas vendas espera.

—Sí —dije únicamente.

El doctor salió y unos momentos después vi a Trunks parado en el marco de la puerta, después de sonreírme entró y se sentó a mi lado en la orilla de la camilla, traía otras vendas además ya tenía puesta una playera y un apoyador para sostenerle el brazo.

—Hola —dijo sonriendo.

—Hola —respondí devolviéndole la sonrisa—. Vaya también te inmovilizaron el brazo.

—No lo podré usar por un tiempo a menos de que sea realmente importante y aún tengo documentos por firmar, ¿Qué tal tú?

—Me desvié el tobillo, mira ahí viene el doctor —dije viendo a la puerta. Traía el la mano vendas y ese zapato que debía usar pero era horrible parecería un robot ya que era enorme además de ser en forma de una bota—: ¿Tendré que usarlo?

—Así es señorita —dijo viéndome, luego observó a Trunks—. Joven ¿podría salir? —le preguntó.

—Claro —respondió.

—Deje que se quede por favor —le pedí al doctor.

—Está bien —dijo suspirando—. Sólo porque esto le dolerá y debe soportarlo.

—Umm —murmuré.

Abracé fuerte a Trunks mientras trataba de acomodar en posición de nuevo mi pie, lloré cuando lo hizo eso si me dolió mucho y luego empezó a vendarme mientras Trunks me abrazaba mas fuerte y me acariciaba la espalda.

—Todo estará bien —aseguró Trunks.

—Sí —musité, el médico terminó de vendarme y luego me puso el zapato / caminador y tomó unos papeles.

—Yo saldaré la cuenta —se adelantó a decir Trunks— ¿Me la enviarían por correo?

—Amor...

—Ya dije.

—Bien así será —dijo el médico, luego me observó a mí—. Señorita ¿Querría que le hicieramos otros chequeos? A mi parecer se ve usted muy débil y pálida.

—No se preocupe no es necesario, estoy bien —aseguré sonriendo.

—Amor —intervino Trunks—. Concuerdo con el médico te ves pálida además de que traes ojeras, recuerda que me dijiste hace poco que te sentías mal.

—Basta un poco de sangre para saber que sucede, a lo mejor puede ser anemia —supuso el médico.

—No, yo estoy bien —insistí.

—Entonces solo completemos el expediente —dijo el médico—. ¿Ha consumido vitaminas últimamente?

—No.

—Le voy a recetar algunas pero para eso debo saber en qué condiciones se encuentra ¿Está tomando algún otro medicamento por enfermedad?

—No.

—¿Es alérgica a algo?

—Creo que no.

—¿Es posible que se encuentre embarazada?

—No doctor —intervino Trunks—. Eso es ridículo mi novia no lo está.

—Deje que sea ella quien responda —le pidió el médico—. Porque eso explicaría lo palida y débil que está, como médico tengo experiencia en esto.

—Eso no es posible doctor —respondí.

Trunks me veía entre preocupado y molesto con el cejo fruncido, el médico solo seguía anotando.

—¿Cómo puede estar segura? ¿Ya se ha hecho alguna prueba? —cuestionó.

—No pero eso no sería posible —insistí.

—Jamás hemos estado juntos sin protegernos —agregó Trunks.

—Lo siento pero no puedo darle vitaminas sin esos resultados ya que si le doy muy fuertes y esta embarazada se dañaría el feto —nos explicó el médico.

—Pero no lo estoy —volví a insistir.

—¿Cuándo fué la última vez que tuvo su período?

—Pues eso... —me quedé pensando y no lo recordaba, no anotaba porque soy muy irregular, era muy difícil saberlo pero mi silencio solo inquietaba mas a Trunks que movia el dedo índice muy inquieto—: no lo recuerdo, quizá hace tres, cuatro o cinco semanas, no lo sé exactamente, puede que más, soy muy irregular —acepté desviando la vista.

—Por lo mismo no le puedo recetar nada sin esos resultados.

—Pues hágale esa dichosa prueba pero saldrá negativa —dijo Trunks suspirando.

—No —espeté—. ¿Cómo les explicaré a mis padres que tuvieron que hacerme una prueba para darme unas vitaminas? Me cuestionarán de si he estado con alguien.

—Tengo que ver unos pacientes más —dijo el médico—. Si se deciden me dicen.

—Sí —respondí. Lo vimos salir, Trunks lo seguía con la mirada y cuando desapareció me tomó fuerte de la muñeca viéndome aun con el cejo fruncido, su mirada me dió mucho miedo—: auch me duele —me quejé.

—Júrame que no estas embarazada.

—No lo creo Trunks.

—¿No lo crees? ¿Osea que no estás segura?

—Trunks me estas dando miedo, no estoy segura pero es imposible, suéltame, de nuevo te estás comportando fatal.

—Lo siento —dijo en un suspiro soltándome tratando de relajarse pero seguía viéndome aún desconfiado—. ¿Estás segura que no lo recuerdas?

—No, pero de verdad no lo estoy, no sé porque ese doctor lo insinúa.

—Tienes razón, siempre me he cuidado contigo así que sería imposible que eso pasara, discúlpame es que tu sabes que no quiero bebés.

—Sí amor tranquilo no pasa nada —el suspiró tranquilizándose pero creo que a mí hasta me temblaba la voz.

Esa mirada con que me veía no la puedo olvidar, fué como si hubiera cometido un crímen imperdonable, sé que la señora Bulma me dijo que Trunks si quiere formar una familia pero cuando se comporta así creo que es todo lo contrario incluso temo que si un día llegara a salir embarazada fuera capaz de golpearme para que lo pierda y estoy creyendo que sus amenazas de si llegara a suceder me llevaría a abortar son ciertas.

¿Y si de verdad es cierto lo que dice el doctor y llegara a estar embarazada? Estaba por llorar pero entonces vi que mi familia entraba a la habitación y Trunks se levantó de la camilla.

—Hija aquí estás —dijo mi madre.

—Nos asustaste mucho cielo —acompañó papá—. ¿Cómo estás?

—Mejor ahora que estoy con ustedes —les sonreí.

—Nos diste un gran susto Pan —dijo mi tío.

—Hola tío Goten —le saludé.

—¡Hermanito! —exclamó Bra corriendo a abrazar a Trunks—. Me asustaste mucho.

—Auch enana me estas lastimando.

—Lo siento —se disculpó—. ¿Qué te pasó.

—Me hirieron con un arma.

—No puede ser hermanito, ¿Pero ya estás bien verdad?

—Así es hermanita.

—¿Qué te pasó en el pie cariño? —preguntó papá haciendo que dejara de prestarle atención a la charla de Trunks y Bra.

—Me lo desvié cuando intentábamos escapar.

—Esto es el colmo —dijo mi madre acercándose a Trunks—. ¿Acaso le parece bien que mi hija esté así por su culpa señor Briefs?

—No, lo siento mucho señora —se disculpó él.

—Deja de culparlo mamá —le pedí—. Él solo me protegió si no fuera por él ahora estaría muerta.

—¿Tan peligroso fue ese asalto? —me preguntó Bra.

—Así es, le debo mi vida a tú hermano.

—Estuviste en problemas por estar a su lado —me dijo mi madre.

—¿De qué hablan? —preguntó Bra muy confundida.

—De nada Bra —respondió mi tío— No hagas caso.

—¿Acaso ni tu hermana sabe quién eres realmente? —le preguntó mamá a Trunks.

—¡Basta Videl! —intervino papá—. Ya fué suficiente. Le agradezco que haya protegido a mi hija señor Trunks pero fué una experiencia muy dura para todos, le pido que disculpe las groserías de mi esposa.

—No se preocupe Gohan —pronunció Trunks—. Yo comprendo perfectamente, sabes que en parte tiene razón, bueno yo me retiraré para que conversen y no se preocupen la cuenta además de los gastos de recuperación, los pagaré yo, vamos a casa hermanita —dijo apoyando una mano sobre la espalda de ella.

—Gracias señor Trunks —dijo mi padre.

—Espera —pronuncié.

—¿Qué pasa? —respondió volteando a verme.

—No nada, nos vemos mañana en la oficina.

—Prefiero que descanses un tiempo no te presentes mañana.

—Pero estoy bien, no hay ningún impedimento para que no trabaje, excepto este feo zapato que no combina con el uniforme.

—Olvídelo usted debería resguardar su vida, no seguirá trabajando para mí.

—¿De que habla? tenemos una deuda que saldar no me puede despedir —aseguré viéndolo confusa.

—Será lo mejor, y lo de la deuda olvídenlo ese dinero no es nada para mí.

—Eso jamás lo aceptaremos, yo veré como pagarle —dijo mi padre.

—¡Tú no me puedes despedir! —exclamé tomándolo por sorpresa.

—¿Estás loco hermanito? —le preguntó Bra.

—No Bra —suspiró y luego volteó a verme de nuevo—. Lo siento Pan pero, con que no levantes una denuncia en mi contra por el peligro en que estuviste me daré por bien servido y sigues despedida con permiso.

—¡Vuelve acá! —le grité.

No me hizo caso y siguió caminando, observé que Bra le reclamaba hasta que desaparecieron de mi vista, de pronto las lágrimas me empezaban a correr sin permiso y no me importaba que mi familia me viera con rostros confusos por eso.

—Deja de llorar tonta —dijo mi tía.

Gohan.
—¿Mmm? ¿que sucede Pan? —pregunté, mi hija seguía llorando inquietamente sólo por estar despedida del trabajo, incluso se acostó abrazando la almohada. Sé que trabajaba para pagar la deuda y que ahora lo haré yo por eso está triste pero exagera demasiado llorando de esa forma, le dí palmaditas en la espalda pero cuando voltee a ver a Videl subió una ceja como para decirme que Pan está llorando porque siente algo por el señor Trunks pero la ignoré, eso es ridículo—: No llores así cariño.

—Él no me puede despedir —dijo sollozando.

—Ya veré como pago yo hija.

—No lo entiendes papá —siguió llorando—. Lo siento es solo que no quiero que tu tengas que pagar, no quiero que te falten tus medicinas.

—Pero no es necesario llorar.

—Sí tienes razón papá ya veremos qué hacer, por ahora quiero irme a casa.

—¿Y qué dice el doctor? ¿Sólo fué este golpe?

Pan.
—Sí papá, solo esto me pasó no te preocupes —me levanté de la camilla limpiándome las lágrimas.

Al menos ya podía caminar mucho mejor, afuera nos esperaba un taxi. Yo no podía dejar de estar triste, Trunks no me pudo despedir, no lo permitiré, no dejaré que me aleje de él y lo peor que no puedo ni escribirle porque ninguno de los dos tenemos nuestro teléfono con nosotros, lo único bueno o malo ya ni se bien es sólo que nadie ha notado el anillo que tengo.

Es lo único que me garantiza que Trunks no se quiere des hacer de mí pero aún así debemos hablar.

Al llegar a casa no tenía ánimos de nada, en el almuerzo comí muy poco ya que no tenía apetito, a la hora de la cena ya tenía mas pero papá notaba mi tristeza y me preguntaba que sí todo estaba bien, yo sólo mentía diciéndole que sí.

Mamá casi ni me hablaba, ella si sabe toda la verdad, sabe que estoy mal porque ya no veré a Trunks tan seguido, incluso parece más tranquila por eso, se nota a metros que ella no lo quiere.

Iba a llorar de nuevo pero de pronto sentí muchas nauseas así que me alejé sin decir nada tratando de llegar a mi habitación, al hacerlo y llegar al baño solo podía devolver todo lo que me había comido hasta dejar mi estómago vacío, saliendo del baño lloré más por el impulso de devolver todo pero ahí estaba mamá cuestionándo con la mirada, solo rodee los ojos ignorándola y me recosté.

—¿Por qué vomitabas? —preguntó.

—No lo sé, quizá me hizo mal la comida.

—Últimamente todo te hace daño, ¿Qué tienes realmente?

—Nada, ¿Te puedes ir? Tengo sueño no estoy para tus interrogatorios.

—¿Por qué ya no me cuentas nada?

—Porque odias a quien amo y eso me duele.

—Ya discutimos una infinidad de veces por lo mismo no pienso seguir diciendo lo mismo siempre, pero sigo pensando que el solo juega contigo.

—¡Vete mamá!

—Si te sigues sintiendo mal me avisas, ya no quiero llevarme mal contigo hija.

—Yo tampoco mamá, gracias —dije entre dientes.

—No es nada tu sabes que eres nuestro mayor tesoro, amor por favor tenme confianza esa vez... ¡Agh! No quisiera entrar en detalles porque no quiero aceptar lo que pasó pero cuando estuviste con él...

—No hablaré de como fué —le interrumpí sonrojada.

—No quiero saberlo pero... Pero... Esto es incómodo ¿Se cuidaron?

—Mamá...

—Sólo dímelo.

—Pues... No pero no pasó nada mamá estoy bien de verdad.

—No hablo sólo de enfermedades hija, ojalá no te haya usado para luego abandonarte ya con paquetito también.

—No seas ridícula mamá.

—Espero que no estés embarazada por tu bien hija ¿Ya te bajó cierto?

—Si mamá —mentí—. Todo esta bien no te preocupes.

—¿Segura Pan? Si no fuera así estarías a tiempo de...

—¿De convertirme en una acesina? —le interrumpí—. No quiero hablar más del tema mamá, tengo sueño, déjame sola por favor.

—Está bien.

—Gracias —suspiré y traté de sonreirle.

Cuando salió solo pude volver a llorar ahora hasta yo estoy sospechando que si lo estoy ¿Y si es así que haremos? Coloqué la mano sobre mi vientre con mucho cariño, yo no me des haría de él si es así pero todos quieren hacerlo desde Trunks hasta mamá pero si así fuera sería sólo mi decisión, preferiría escapar que perderlo.

Esta noche tenía mucho en que pensar y casi no pude dormir así que me levanté muy temprano y me vestí con el uniforme si se que trunks me despidió pero sé que lo puedo convencer de seguir trabajando para el, tomé un bolso y salí a la sala pero mamá ya estaba levantada a esa hora aunque creo que papá aun dormía.

—¿A donde vas? —me preguntó.

—A trabajar —respondí.

—Estás despedida.

—No creo que lo haya dicho en serio.

—¿Vas ir a dónde no te están llamando?

—No, voy a conversar con él, hay mucho de que hablar.

—No seas tonta es obvio que ya no te quiere ver más.

—Te equivocas mamá, él no me dejaría botada.

—¿Por qué no? ¿Acaso si hay una razón mayor para que no lo haga?

—Sí, que nos amamos.

—El amor no es nada para él ¿Acaso no viste como presumió ayer de su dinero frente a nosotros? Es obvio que nos ve como basura.

—Eso no es así mamá, si tan solo te dieras el tiempo de conocerlo pensarías diferente de él.

—Pan acepta que desde ahora las cosas serán diferentes ¿No ves que claramente te está tratando de alejar? Mejor ve olvidándote de él y espero que hayas disfrutado suficiente de las comodidades que te daba porque a partir de ahora ya no será así, buscará a alguien mas con quien divertirse.

—No, eso no es así mira mamá —le mostré el anillo y ella se sorprendió por un momento pero pronto volvió a la normalidad—. Nos vamos a casar.

—Se ve real pero es obvio que es falso, él nunca se casaría contigo.

—¿Por qué mamá? —la vi casi llorando y ella me puso una mano sobre el hombro con una mirada de comprensión.

—Porque será imposible que un hombre como él se piense casar contigo, su posición es demasiado elevada, hija tienes muy buenos sentimientos pero eso no basta para alguien como él, sólo piénsalo, además tú sólo has salido perdiendo ¿Qué has ganado de todo esto?

—Gracias a él no perdimos la casa.

—Pero te quitó algo muy valioso ¿No lo crees?

—Yo me quise entregar entiéndelo mamá.

—¿Y te sientes satisfecha de eso?, cuando te cases con alguien más a quien ames te arrepentirás de haberte entregado a él.

—No lo haré porque me casaré con el, lo amo.

—¿No hay nada que te haga dudar de querer casarte con él?

—Sólo una cosa, no quiere bebés.

—Lo ves, no quiere nada que te amarre a él.

—Lo sé y eso me duele porque...

—Porque ¿Qué?

—Porque... Porque yo si quiero bebés.

—No es solo eso ¿Qué mas sucede Pan?

—No estoy segura pero... Mmm... Creo que yo... No lo sé pero la verdad aún no me baja.

—¿Qué, qué? ¿acaso estas...?

—Shh no lo sé, quizás no, es solo que tengo mucho miedo —admití.

—¿Ya te hiciste una prueba?

—No.

—En la tarde iremos con un médico.

—No quiero, es sólo mi problema.

—Pero que necia eres ¿Acaso te quieres arruinar la vida con un mocoso?

—Si está aqui en mi vientre sí lo haría yo no soy ninguna acesina para matar a un ser inocente así se opongan tú, Trunks o el mundo entero y ya me voy, no sé a que hora regrese —abrí la puerta enojada pero mamá me habló antes de salir.

—Si no te quieres arruinar la vida no lo tengas si es que lo estas, si decides tenerlo asegúrate de sacarle mucho dinero ya que a él le sobra y si no te quiere dar nada amenázalo con que lo denunciarás.

—Yo jamás haría nada de eso —salí enojada y pensé en llamar un taxi pero no tengo mi teléfono conmigo.

Decidí caminar un momento y tomar uno de paso pero solo me preguntaba una cosa ¿Qué harás ahora Son Pan? No me quiero adelantar a sufrir la tormenta antes de tiempo pero no está de mas pensar que haré. Tengo mucho miedo pero no me acobardaré por nada.

Caminé un poco y luego me alcanzó el auto de Luzardo el cuál bajó la ventanilla al verme.

—¿Apenas te recuperas y ya estas caminando? —preguntó.

—No tengo mi teléfono para llamar un taxi y por lo visto no están pasando.

—Sube te llevo a dónde quieras.

—No gracias prefiero caminar.

—Anda sube o no dejaré de seguirte a tu ritmo pero en auto —dijo conduciendo a mi lado.

—Te lo agradezco pero no puedo.

—¿A dónde vas?

—A la empresa.

—Te llevo, en serio, me queda de camino.

—No gracias.

—¿Hice algo que te molestara? —preguntó tomándome por sorpresa.

—No, no tú te has comportado muy bien conmigo —le aseguré.

—¿Entonces?

—Trunks suele ser celoso y no quiero provocarlo más.

—Ay pan —dió una pequeña risa de labios cerrados.

—¿Qué es tan gracioso? —pregunté.

—Nada, es sólo que lo amas demasiado y haces de todo para mantenerlo feliz sin pensar en tí, te sacrificas demasiado y él en lugar de valorar eso te cela e te prohibe mas cosas, ojalá un día me encontrara con alguien como tú para poder amarla a como se merece en lugar de hacerla sufrir más.

—No opines sin saber de nosotros por favor.

—Entonces demuéstrame que me equivoco y dejaré de pensar en que realmente le tienes miedo a ese malhumorado frio y celoso noviecito que tienes. Sube al auto y cambiaré de ideas, además recuerda que tenemos mucho de que hablar ya me explicó todo la señora.

—Está bien —decidí aceptar ya que era ridículo que me negara, él se había comportado demasiado bien conmigo. Cuándo decidí subir el ya había salido del auto había dado la vuelta abriéndome la puerta, me sentía extraña de ir con él pero ni modo, sólo espero que Trunks no me vea llegar, seguia distraída, para cuando me di cuenta él ya estaba conduciendo y me hablaba—: perdón ¿Qué decias?

—Nada, solo que estás hermosa y tú dijiste que sí.

—¡Oye!

—Es broma, bueno te decía que la señora Bulma me dijo que tu nos ayudarías.

—Sí, buscaré esas pruebas y te las entregaré.

—No te veo muy feliz con esta decisión.

—Y no lo estoy, Trunks se enojará mucho o me va odiar.

—Tranquila el lo comprenderá.

—Es su padre...

—Y tú eres su futura esposa ¿No?

—Sí pero con todo esto no se que valla a pasar.

—Lo comprenderá.

—No lo hará, ya una vez lo escogió a él en lugar de a mí y aúnque ahora creo que... Bueno no nada.

—¿Qué pasa?

—Nada importante, confórmate con que te entregaré esas pruebas.

—Está bien, no te preocupes todo será confidencial y claro te pondremos protección a tí y a tú familia.

—Gracias pero solo me siento como una traidora, aunque es lo correcto.

—Si él no lo entiende puedes contar conmigo incondicionalmente.

—Gracias pero si él no comprende y me llega a odiar no sé si me queden fuerzas para seguir —detuvo el auto frente a la empresa y yo abrí la puerta—. Ya llegamos gracias por traerme —no esperé a que respondiera y salí del auto rápidamente.

Por suerte nadie me vió así que luego de caminar por el parqueo entré a la empresa y fuí directo al elevador, sé que no debí volver y a decir verdad no se que le diré a Trunks pero intentaré convencerlo de que me deje permanecer a su lado, aún es temprano así que no ha llegado o eso era lo que pensaba hasta que llegué al último piso y decidí ordenar su oficina para tratar de convencerlo pero cuando tomé la ferecilla de la puerta lo escuché hablar con alguien más adentro. Ya había llegado y la otra voz de la otra persona era también un hombre así que no me atreví a abrir pero tampoco a irme me detuve a escuchar aúnque no estuviera bien.

—Así que con esto queda todo resuelto —dijo Trunks.

—¿Está seguro señor? si firma no habrá vuelta atrás —le dijo el otro hombre.

—Totalmente, sé que ella se lo merece.

—Pero aun así es demasiado, ¿Está completamente seguro de querer dejarle...?

—Ya dije que sí, deja de repetir lo mismo, además esto no se llevará a cabo si no se cumplen las condiciones.

—Sí señor, entonces firme.

Hubo silencio un largo momento hasta que Trunks volvió a hablar.

—Listo y como le dije ni una palabra de esto a nadie, si no es necesario nadie tendrá que enterarse.

—Si señor.

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