Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

capitulo 23.

“Escapando de la muerte"


Trunks.
—Maldito... —me agaché sosteniéndome el brazo derecho que empezaba a sangrar.

—Ahora ¿Te mato a tí o a tú novia primero?

—¡A ella no la tocas! —le di rápidamente una patada en la mano haciendo que soltara el arma y como estaba en el suelo lo pateé haciendo que cayera también, trató de alcanzarla pero me le lancé encima tratando de golpearlo.

Pan.
—Trunks... —lo veía asustada llorando desde dentro del auto, los dos estaban tratando de golpearse en el suelo pero Trunks estaba herido, lloré mas fuerte ¿Qué podía hacer para ayudarlo? De pronto recordé que Trunks guardaba... Si eso es. Abrí la guantera del auto y ahí estaba esa arma, la tomé con la mano temblorosa y bajé del auto, ellos seguían batallando en el suelo pero vi que ese sujeto le dió una patada en el estómago y un puñetazo a Trunks haciéndolo caer hacia atrás y de nuevo tomó el arma apuntándole, Trunks ya no podía hacer nada y ese tipo lo va a matar, subí el arma apuntándole en la cabeza pero ¿Lo mataré? ¿Me convertiré en una acesina? Vamos pan es la vida de Trunks, pero yo... No lo pensé y me acerqué rápidamente dandole un fuerte golpe con la tolva del arma en la nuca y el cayó al suelo tirando el arma pero se volvió a sentar a pocos centímetros de Trunks viéndome— ¡No te muevas! —le grité.

—¿Qué rayos? —preguntó viéndome.

—¡No te muevas o juro que dispararé! —grité.

Trunks y ese sujeto me veían sorprendidos pero el otro tipo se burló diciendo que jamás me atrevería a disparar entonces jalé el gatillo impactando una bala en el suelo enmedio de sus piernas volviendo a cargar el arma.

—Oye tranquila —dijo alzando las manos.

—¡No hables y no te muevas o esta vez si te daré a ti! —las manos me comenzaban a temblar de nuevo, Trunks se levantó tomando el otra arma apuntándole acercándose a mí.

—Tranquila amor ya baja esa arma —me pidió en voz baja.

—Si intenta algo lo mataré.

Trunks.
—hey mírame —le ordené, pasaba por una crisis nerviosa a simple vista—. Ya está todo bien bájala cariño —yo seguía apuntándole con su arma al tipo y con la otra mano trataba de bajar el arma que tenía Pan aúnque ese brazo me dolía mucho, después de un momento cedió a bajarla asustada y me abrazó llorando—: shh todo estará bien...

—Trunks tuve mucho miedo.

—Tranquila amor —la solté y me acerqué dandole una patada al tipo haciéndolo caer al suelo y le quité el arma a Pan quedándome con las dos—: vámonos amor.

—¿A dónde?

—A algún hospital, me duele demaciado —me acerqué a la puerta del piloto le abrí la puerta— sube Pan.

—¿Qué? Yo no puedo conducir.

—Hermosa el auto es automático no hay velocidades que cambiar sé que podrás —me subí al lado del copiloto al dar la vuelta y pan ya estaba con el cinturón puesto y muy nerviosa—. Amor tu puedes tranquila, préndelo —le dió vuelta a la llave encendiéndolo y yo le dí al botón enmedio de los sillones para retroceder después de quitarle el neutro, se puso muy nerviosa frenando de golpe cuando retrocedimos un poco—: tranquila amor utiliza sólo un pie en los pedales ¿Sí?, es fácil hay un pedal para freno y el otro para gasolina o velocidad.

—No puedo —dijo sollozando de forma descontrolada.

—Tú puedes confio en tí —la tomé del hombro y ella volvió a soltar el freno y cuando retrocedimos lo suficiente volteó el giro del timón y cambié el auto quitándole el retroceso para que pudiera avanzar y ella aceleró lentamente—; eso es vas muy bien —rasgé la manga de la camisa de donde estaba herido y me la amarré fuerte arriba de la herida formando un torniquete, por suerte no me quedó la bala y aunque fué un rozón me rasgó la piel y me sale mucha sangre—: pan aumenta la velocidad.

—Trunks tengo miedo...

—Tranquila —la voltee a ver, ella estaba temblando sujetándose fuerte del timón y seguia llorando, tambien tenía rastros de sangre aún en su rostro—: siento todo esto.

—Deja de disculparte, ¡Sólo quiero llegar a un hospital y dejar de conducir esta cosa Trunks! —gritó y yo reí levemente—. ¿De que te ries?

—De nada amor no me hagas caso, creo que son los nervios.

[...]
pero mientras tanto...
—Se me escaparon los sujetos... Así es van en dirección al oeste... —dijo el tipo volviendo a subir a su auto al haber recuperado la consciencia.

Pan.
—No se como puedes reír en un momento así —espeté.

—Dicen que cuando tu muerte está cerca te sientes felíz.

—¡No digas cosas estúpidas!

—Siento haberte metido en este problema.

—¡Deja de disculparte! Eso ya pasó —le grité viéndolo de reojo notando que observaba por el espejo retrovisor.

—No es así, nos siguen aún, ellos se han propuesto matarnos.

—No, no, no puede ser —lloré más fuerte pisando más el acelerador.

—Es inútil, nos matarán, en serio lo siento Pan, sabía que un día pasaría algo así.

—¡¡¡cállate idiota!!!

—¿Eh?

—¡Si te vas a sentar a lamentar hazlo! Pero si aún crees como yo que podemos escapar deja de quejarte, no hay peor lucha que la que no se hace —sentí que me veía sorprendido pero una bala rompió el vidrio de atrás.

Creí que se deprimiría de nuevo pero al parecer se armó de valor, bajó la ventanilla disparándoles hacia atrás a los neumáticos.

Trunks.
—Te voy a sacar de esta, no sé como pero lo haré Pan —aseguré con determinación.

Les disparaba a los autos por la ventanilla con el arma que le quitamos a ese tipo pero se hacía tarde, estaba empezando a oscurecer por lo cuál no visualizaba bien para disparar pero logré que un auto de los dos que nos seguian perdiera el control y se estrellara con otro.

Logramos avanzar un poco pero otros autos salieron por delante, tuvimos suerte de que los visualicé cuando aún estaban lejos era obvio que como venian juntos eran compañeros de los otros sujetos así que le dije a Pan que parara y así lo hizo salí rápido del auto con Pan tras de mí, le dí mi arma sujetándola fuerte por la muñeca y comenzamos a correr hacía abajo lo mas rápido posible.

—¿Qué haces Trunks? —preguntó confusa.

—Sólo corre Pan, trataremos de escapar a pie, nos jugaremos el todo por el todo, escapamos o morimos.

—¿Por qué no nos quedamos en el auto?

—Adelante venían más autos cómo tres o más jamás sobreviviríamos si nos quedábamos allá, solo corre mas.

—No puedo correr mas rápido.

—Tienes que poder —seguía corriendo sin soltar su mano.

Ya todo estaba oscuro, solo se veían los árboles y la sombra de estos provocados por el viento fuerte, pisábamos hojas secas a nuestro paso, nos estábamos internado mucho en el bosque, un lugar completamente desconocido para nosotros, Pan sollozaba inquieta, tanto que en un momento tropezó y cayó por el suelo pero la levanté de inmediato.

—Pan... Vamos sigamos —insistí.

Sin embargo en ese momento noté que al quedarme parado había dejado muestras de sangre en las hojas así que me quité la camisa rodeándola a mi brazo.

—Trunks ya no puedo, me duele mucho el tobillo.

—Vamos Pan o nos matarán.

—No puedo ni apoyar el pie Trunks creo que me torcí el tobillo —dijo intentándolo.

—Maldición... Vamos Pan —la tomé por el brazo ayudándola un poco.

Era verdad casi no podía apoyar el pie así que ibamos mas lento y yo con el brazo lastimado no puedo cargarla, lo peor que oía voces a lo lejos y disparos sin dirección, nos estában siguiendo la pista, de pronto también escuché que abajo había un rio así que tratamos de apresurar el paso y un conejo salvaje se me atravesó por delante por lo cuál tomé el arma apuntándole.

—¿Qué haces? —preguntó Pan.

—Lo siento por el conejito...

[...]
—Pasaron por aquí señor...

—Sigamos rápido o se nos escaparán.

—Sí señor, rápido vamos...

[...]
Trunks.
—Eres muy cruel —susurró Pan.

—Shhh, súbete —me agaché para que se subiera en mi espalda.

Una vez que lo hizo dejé tirada esa otra arma y tomé al conejo ya muerto dejando rastros de sangre corriendo para llegar al río.

[...]
Momentos después.

—Señor hay un arma.

—No estában tan lejos debe ser de ellos.

—No pudieron adelantarse mucho además seguíamos disparando.

—Aquí hay rastros de sangre —dijo uno de ellos señalando las hojas.

—Así que la presa está herida, eso hace mas interesante la cacería, sigan adelante.

—Sí señor, sigan los rastros de sangre...

[...]
Trunks.
—¿Qué vas a hacer? —preguntó Pan.

—Nada —tiré el conejo al rio y seguí corriendo río abajo, si tengo suerte creerán que lo cruzamos o morimos en el intento ya que las aguas están caudalosas, espero que sea así o estaremos perdidos. Me alejé bastante de aquel lugar y sentía que mis fuerzas ya no eran suficientes, subí un poco hacía arriba entre los árboles ya maleza alejándonos del rio pero cómo estaba tan cansado me dejé caer sobre un montón de hojas secas con Pan sobre mí—: lo siento no puedo más —susurré.

—Amor... Ven —me susurró también.

Nos arrastramos un poco mas adelante hasta caer en un pequeño agujero echo en la tierra cubierto de hojas, ella trataba de cubrirnos con ellas por completo.

—Es inútil, nos encontrarán.

—No lo harán, confío en ti.

—¿Y de qué te sirve confiar en mí si están a punto de matarnos?

—No nos matarán.

—Tú no los conoces, ellos no se rentarían el corazón para hacer daño, serían capaces de matarnos a todos, por suerte no saben que mi hermana existe ya que cuando nos atacaron y murió mamá solo estábamos mi padre y yo, pero ahora tengo miedo por tí, ya te conocen y no descansarán hasta matarnos tanto a tí, a tu familia y en un futuro...

—¿Nuestros hijos? —interrumpió— Claro ahora entiendo todo.

—No, no es eso.

—Sí lo es.

—No, y fin del tema, ni una palabra más Son Pan...

—Sólo unas más, te amo...

[...]
—Los rastros acaban aquí.

—¿Cruzaron el río?

—No lo sé, está muy impetuoso.

—Lo lograron cruzar o la corriente los arrastró.

—La mitad cruzen el rio y busquen adelante, los demás quédense acá y busquen cerca...

[...]
Pan.
—¿Cómo me puedes amar aún? —pregunta—. Mejor discúlpame.

—Shh —bajamos la voz a pequeños susurros y me incorporé más sobre él pero sin rozar su brazo para no lastimarlo, me acurruqué en su pecho abrazándolo, hacia frío pero su cuerpo me daba calor y las hojas casi nos cubrían—: te amo.

—¿Aún me amas después de todo esto?

—Mucho más —respondí—. Hiciste de todo para protegerme

—Pero si no estamos a salvo aún, esos tipos siguen persiguiéndonos.

—Pero a tú lado me siento muy segura.

—No te logro entender pan, deberías odiarme, por mi culpa te lastimaste y nos siguen persiguiendo.

—No Trunks, te amo más, mucho más porque tú no tienes la culpa yo vi como peleabas para protegerme, te hirieron por eso.

—No sé que hice para que me ames así, yo no lo merezco.

—No digas eso amor yo... —ya no pude seguir hablando.

Me coloqué la mano sobre la boca respirando lentamente, de nuevo esas nauseas que no me dejan en paz ¿Qué rayos?

—¿Estás bien?

—Sí amor, perdón.

Trunks.
—Ahora eres tu quien te disculpas —musité. Hicimos silencio los dos y escuchamos a esos hombres que nos perseguían hablar buscándonos aunque se escuchaban alejados. También escuché a Pan susurrando algo muy suavemente y le hablé también así— ¿Estas rezando o orando algo?

—Es lo mismo, y sí.

—¿Ya aceptaste que moriremos ahora?

—No, mis abuelos siempre insisten en que hacer esto es lo mejor en situaciones de peligro.

—¿Y les crees?

—Porsupuesto ¿Tú no?

—Yo... Yo no lo sé, hace tanto tiempo que no oro ni rezo ni nada parecido.

—Pues muy mal hecho, yo te ayudaré.

—No quiero, creo que estoy peleado con alguien allá arriba.

—No seas rídiculo ¿Cómo te puedes pelear con él? Se supone que a todos nos ama así te alejes mucho, te cansarías más tu de pelear que él de perdonarte.

—No me regañes, esta bien enséñame.

—Y no sólo eso, cuando nos casemos la boda será en la iglesia.

—Pero Pan...

—Prómetelo.

—Te lo prometo ¿Contenta?

—Sí, mucho, ahora acompáñame repitiendo, Padre nuestro que estás en el cielo...

[...]
—No hay rastros señor.

—¿Y acaso insinúas que se los tragó la tierra o qué?

—No señor pero lo los encontramos.

—Señor, el río debió haberlos arrastrado.

—Busquen hasta por debajo de las piedras pero los quiero aqui frente a mi ¡¿me escucharon?!

—Sí señor...

[...]
Mientras tanto
Bra.

¿Dónde te metiste Trunks? —estaba a punto de llorar no sabia que hacer.

Nunca se le había hecho tan tarde a Trunks, no sin avisarme que se tardaría o llamarme pero ni me contesta, mucho menos Pan, ¿Por qué me dejan en esta angustia? No se si estén juntos pero no se vale que me hagan esto.

Tomé el teléfono pensé en llamarle a papá pero Trunks se enojará si no pasa nada y solo lo preocupo, entonces vi que tenía agendado el número del tío de Pan, no debería marcarle pero es una emergencia, apenas llamé comenzó a sonar un pitido hasta que lo escuché contestar.

—¿Hola? ¿Quién habla?... —preguntó haciéndome quedar en silencio, era la primera vez que escuchaba su voz a solas—: ¿Eres tu pan?.... —preguntó, pasaron unos momentos hasta que volvió a hablar—. Esto no es gracioso dejen de molestar.

—No espera, no cuelgues —dije rápidamente.

—¿Quién habla?

—No sé si me recuerdes, soy Bra, la hermana de Trunks el novio de Pan.

—¡¿La linda Bra?! —exclamó haciéndome sonrojar—. Digo si claro que te recuerdo Bra —repuso.

—Disculpa que te marque pero Pan me dió tu número, sabes estoy preocupada por mi hermano, no me contesta ni tampoco Pan, pensé que talvez...

—¿Cómo? —preguntó confuso—. ¿No aparece también Trunks?, yo voy a casa de mi hermano que está muy preocupado, no sabemos nada de Pan desde el medio día y es la hora en que no aparece.

—No puede ser ¿Les habrá pasado algo? Ojalá que no sea así, estoy sola y muy preocupada en la casa.

—Bueno ven a casa de mi hermano, es mejor que nos acompañes a que estés sola, puedes decirle a mi hermano que puede que estén juntos pero aún no le digas que son novios creo que no lo sabe y no nos corresponde a nosotros decirlo.

—Sí está bien.

—Bueno pues anota la dirección...

[...]
Trunks.
—Escucho sus voces cerca.

—Shhh, no nos encontrarán.

—No harán pan.

—No y cállate.

—Tú no debes morir, me quieren a mí, no han visto tu rostro les diré que escapaste, me entregaré —hice un esfuerzo por levantarme pero Pan me sujetó con fuerza colocándose más sobre mí.

—No Trunks, tú no harás eso nunca, no lo permitiré.

—Si no lo hago nos matarán a los dos.

—Pues que lo hagan, moriremos juntos.

—¿Crees que es así de fácil? De seguro nos torturarán antes, ellos te violarían cuantas veces se les antoje ¿No lo entiendes? Prefiero morir antes de que alguien más te ponga un dedo encima.

—Entonces sigamos confiando en que no nos descubrirán.

—No Pan, me entregaré y no lo impedirás.

—Si lo haces iré tras de tí.

—No te atreverias...

—¿Quieres ponerme a prueba? Sabes que no juego cuando me propongo algo.

—Te quedarás aquí.

—No, tú siempre decides que hacer y yo obedezco pero aquí no eres mi jefe, eres mi prometido y ahora como tal te exijo que te quedes aquí a mi lado o si no lo haces iré tras de tí.

—Eres tan terca, está bien, me quedo te amo.

—Y yo te amo a tí, shhh....

[...]
—No los encontramos.

—Maldición se nos escaparon.

—¿Seguimos buscando?

—No, es muy tarde y hay animales salvajes además de que puede venir la policía al descubrir que invadimos territorio ajeno, ojalá los haya arrastrado el río.

—Sí eso esperemos ¡Muchachos nos retiramos!...

[...]
Pan.
—¿Oiste eso?

—Sí pero shhh.

—Sí

[...]
Goten.
—Mira la hora que es y no aparece —espetó Gohan yendo de un lado a otro.

—Ya vendrá hermano —dije intentando que se calmara.

—Cuando venga la castigaré durante meses.

—Pero ya no es una niña hermano.

—¡Pero es mi hija!

—Calma gohan no te estreses —intervino Videl.

—Es que solo mira la hora que es y ni siquiera contesta el teléfono.

—Lo sé Gohan, quizá esté con sus amigas.

—Ó con ese novio que quién sabe quien es —dijo, intercambiamos una  mirada con Videl y luego escuchamos el timbre—: debe ser ella, ¡Me va a escuchar!

—Calma Gohan —repitió Videl.

—Yo voy —dije levantándome rápidamente del sofá, corrí a abrir la puerta ya que mi hermano y mi cuñada estaban muy alterados. No creo que sea pan y efectivamente no era pero era una hermosa chica de ojos tan hermosos e azules cómo el mar—: bienvenida pasa.

Bra.
—Gracias Goten —nos saludamos con un beso en la mejilla.

Luego me indicó por dónde pasar hasta que llegamos a la sala donde estaban los papás de Pan, seguro deben ser ellos porque conozco al señor Gohan lo he visto en la empresa pero no a la señora.

—Emm... —dijo Goten aclarandose la garganta—. Bueno Gohan, videl les presento a Bra una amiga.

—Hola un placer —les saludé.

—Igualmente niña, pero sientate —me mostró un lugar vacío en el sofá.

—Gracias —pronuncié sentándome.

—Tu eres la hermana del señor Trunks ¿cierto? —preguntó Gohan.

—Así es.

—Goten —dijo la señora Videl viéndolo—. No ne digas que es tu novia —nos volteó a ver sorprendida, ambos nos sonrojamos viéndonos mutuamente.

—No Videl eso no es cierto —dijo Goten.

—Sólo somos amigos —dije sonriendo dulcemente—, Pan también es mi amiga y me lo presentó. Disculpenme que haya venido es que le llamé a el y dijo que podía venir.

—Lo que pasa es que Bra está preocupada porque su hermano no aparece y no le contesta —explicó Goten.

—¿Cómo? ¿él también desapareció? —preguntó Gohan.

—Ahora entiendo todo —murmuró Videl.

—¿De que hablas videl? —cuestionó Gohan.

—De que no deberiamos preocuparnos tanto, de seguro están juntos.

—¿Insinuas que aún estén trabajando?

—Mejor olvídalo, ella ha de estar bien y no han de tardar.

—No esté tan segura señora —intervine—. Trunks nunca se había tardado tanto y además siempre me avisaba si se iba a tardar y ahora ni me contesta.

—No puede ser ¿Y si les pasó algo?, ¿Por qué ninguno de los dos aparece? —cuestionó Gohan preocupado.

—Sólo nos resta esperar... —dijo Goten.

[...]
Pan.
—Ya se deben de haber ido —susurré.

—Duérmete es tarde y mañana cuando todo esté claro nos iremos.

—No me dormiré, si me duermo tú te irás.

—No me iré duérmete.

—No quiero —nos besamos un largo rato disfrutando cada segundo a pesar de que estábamos heridos y después seguimos en la misma posición creo que durante horas porque sentí que habiamos durado una eternidad así, creo que me dormí un momento y me desperté asustada pero Trunks seguía debajo de mí abrazándome con un brazo, al parecer también se durmió y sonriendo, toqué su rostro pero su piel estaba ardiendo como si tuviera fiebre—: amor despierta, ¿Trunks? —lo moví y después de un largo rato comenzó a reaccionar.

—¿Pan? —preguntó débilmente.

—Ya casi amaneció es hora de irnos.

—¿Dónde estamos?

—En el bosque debemos irnos.

—Ya no tengo fuerzas, tengo frío.

—Vamos amor tu puedes —me levanté y al apoyar el pie casi lloré del dolor no se si me torcí el tobillo o sólo fué porque me lo doblé pero me duele mucho y la herida del brazo de Trunks aunque ya no sangra se ve muy mal—: vamos haz un esfuerzo por favor.

—Debemos ir hacía arriba y yo ya no puedo avanzar hacia allá.

—Entonces busquemos otro lugar —lo ayudé extendiéndome la mano y se levantó con mucha dificultad.

Nos apoyamos entre los dos caminando por un rato rio abajo, a lo lejos logramos visualizar una pequeña cabaña quizá ahí nos ayuden, podremos descansar un momento, caminamos hacia allá muy lentamente y al llegar tocamos la puerta de madera pero nadie abría y luego de empujarla un poco se abrió solita.

No era una cabaña muy grande, si máximo era para una persona aunque se veía muy acogedora. Estaba muy preocupada por Trunks que seguía ardiendo en fiebre así que entramos, adentro se veía todo más grande, parecía una pequeña cocina a la que entramos y otra sección dividida por unas cortinas la cuál cruzamos en dónde había una cama parecía una pequeña habitación así que lo recosté casi a la fuerza.

—Pan esto no está bien, esta no es nuestra propiedad —dijo preocupado.

—Es una emergencia debo tratar de limpiar y cubrirte esa herida o se infectará —le quité los zapatos y la camisa casi a la fuerza.

Luego sosteniéndome de la madera de los lados regresé a esa cocinita buscando un poco de agua y algo para calentarla pero en ese instante se volvió a abrir la puerta y entró una mujer cargando unos leños, al verme los dejó caer. Me asusté por su preferencia que olvidé agarrarme y caí al suelo.

Escuché a Trunks gritar preguntando que había pasado pero yo solo podia voltear a ver asustada a esa mujer que tenia el cabelo cubierto con un gorro y un pañuelo sobre la nariz y la boca solo lograba ver dos ojos azules los cuales parecían furiosos.

—¿Quién eres y que haces aquí? —preguntó molesta a la ofensiva.

—Lo siento —me disculpé—. Lamentamos haber entrado pero nos perseguían, querian matarnos y estamos heridos, se lo suplico ayúdenos mi prometido está herido.

—¿Qué? ¿Cómo que hay dos extraños en mi cabaña? No pueden estar aquí.

—Por favor no nos eche de aquí, se lo suplico ayúdenos pero mas a él, está muy herido.

[...]
—¿Dónde está? —la ignoré y crucé las cortinas viendo hacia mi cama.

Estaba furiosa pero al ver a ese joven en la cama sentí que casi se me va el alma del cuerpo y pensé que el corazón se me saldría del pecho, solo quería correr a abrazarlo muy fuerte y llorar, ese joven... Ese joven es mi hijo...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro