“Una maravillosa propuesta con una fatal condición"

Este capítulo contiene escenas +18

Trunks.
—¡Contestame! —gritó Pan.

—No me preguntes.

—¿Cuándo me vas a contestar? siempre me dejas con dudas.

—Ahora no pan.

—Y aceleras más, al parecer nunca me tendrás confianza.

—No es eso, solo te quiero proteger —revasé varios autos y aceleraba aun más. Pan seguia triste no es que no confíe en ella es que no estoy seguro de lo que está sucediendo realmente, si fueran espías de papá aunque no lo creo no se dejarían descubrir tan fácil, sin embargo tampoco pueden ser enemigos les hubiera sido fácil emboscar en ese bar, no lo se no puede ser a menos que... Ese tipo en el bar claro—: Creo que son agentes Pan.

—¿La policía?

—No pan, parecen más importantes y mas astutos que la policía deben estar investigándome por papá.

—Otra vez tú padre, creo que siempre nos perseguirá su sombra.

—No te molestes, tranquila no es nada con que no haya lidiado antes.

—¿Eh?

—Eso que oyes, antes también alguien andaba tras de papá hace mas de un año pero nunca pudieron probar nada, así que nos dejaron en paz.

—Tengo miedo.

—No temas, todo estará bien —aceleré mas dejando muy atrás a ese auto.

Por suerte no habían policías de tránsito así que seguí acelerando más hasta llegar a un lugar muy conocido para mí.

—¿Dónde estamos?

—En un lugar seguro —entré el auto al jardín y lo estacioné cerca de la casa y le sonreí—. ¿Me esperas aquí un momento? —salí del auto y escuché que ella salió un momento después—, porsupuesto que no ¿Cierto? —la voltee a ver sonriendo y ella también sonrió con las bolsas en las manos.

No puedo negar lo sexi que se ve solo con mi saco puesto pero voltee a ver a lo lejos y ví un auto azul estacionarse en la calle es obvio que me espían así que volví en mis pasos y la abracé por el hombro.

—¿Dónde estamos? —preguntó.

—Ya lo verás —la guié hasta la puerta de entrada y la abrí—. Pan welcome to my house.

—No seas sarcástico, espera ¿Qué? ¿Esta es tu casa?

—Así es, bienvenida a mi casa.

Pan.
—Pero... —me vi solo vestida con su saco y me dió mucha pena.

¿Y si está su hermana? ¿En serio aquí vive? es una hermosísima casa, muy grande por cierto solo la sala ocuparía el tamaño de toda mi casa y aun hay mas puertas y pasillos a otros lugares incluso un segundo nivel.

—¿Qué pasa?

—Esto es impresionante.

—¿Arrepentida de no aceptar casarnos? —me sonrió divertido y yo lo ví enojada.

—Sería mejor si no fueras un millonario empedernido, yo te querría así no tuvieras ni medio zeni y seria mejor, así no me sentiría tan poca cosa a tu lado.

—Pan ¿Otra vez con eso? Ya te dije que te amo por quien eres no me importa las diferencias sociales.

—Eso lo dices ahora, seguro luego te aburrirás y buscarás una mejor candidata de tu altura para tu esposa.

—Nunca linda —me tomó de la cintura y me besó pero me separé rápido.

—¿Y tú hermana? —pregunté viendo a los alrededores.

—Hmm —vió su reloj de mano—. Son las dos, no regresará por lo menos en una hora o dos así que tenemos la casa para los dos solitos.

—Pero esto no es correcto yo... —me tomó de la mano suavemente y me jaló para que caminara tras él.

Ya no seguí hablando y solo le sonreí siguiéndolo, no se porque puede convencerme de lo que sea con solo tocar mi piel, lo seguí y luego de subir por las escaleras caminamos por un pasillo y abrió la puerta de una habitación.

—Adelante —pronunció.

—¿Y esto? —pregunté.

—Mi habitación —se encogió de hombros dejándome pasar.

—Es enorme —entré observando todo.

En verdad que este lugar es gigantezco incluso en el centro hay una enorme alfombra y no cubre toda la habitación, incluso su guardarropas es enorme y tiene mil cosas más, sillones, mesas pequeñas, lámparas al lado de la cama incluso un enorme pabellón al rededor de la cama que también es enorme, me quedé asombrada y de pronto lo sentí abrazarme por detrás quitando las bolsas de mis manos dejándolas lejos sentí un beso en el cuello y un susurro en mi oido.

—Tengo ganas de hacerte mia.

—Trunks puede llegar tu hermana.

—Le puse seguro a la puerta te habrías dado cuenta si no estuvieras tan distraída admirando todo, además mi hermana nunca entraría a mi habitación —aseguró. Pasó sus manos adelante y me desabotonó el saco quitándolo y tirándolo al suelo—: ¿Me bailarías solo a mi?

—Claro que no, ni siquiera sé cómo pude subir a ese escenario.

—Está bien mmm, ponte cómoda ¿Sí? en seguida voy.

—Está bien —me acerqué a la cama sentandome y acariciando las sabanas es tan suave. Ví a Trunks entrar al baño y tardó varios minutos, me pareció raro así que entre abrí la puerta del baño y lo vi con los ojos cerrados y ya sin camisa frente al espejo parecía pensativo o cómo si se lamentara de algo pero parecía muy preocupado bajé la vista intentando pensar ¿Qué pasaba? No es normal verlo así pero luego sentí que se abrió la puerta y me vió espiándolo pensé que se molestaría pero no, incluso su mirada era triste y solo se inclinó besándome y cargándome hasta llegar a la cama dónde me sentó y se separó del beso—: ¿Qué pasa amor?

—No es nada.

—Te conozco ¿Qué pasa?

—Nada, estoy cansado es solo eso.

—No lo creo, de seguro ya te aburriste de mí.

—No es eso, es sólo que te amo demasiado ese es mi problema.

—Yo también ese no es problema.

—Sí para mí Pan, yo te amo quisiera tener una vida normal contigo pero no puedo, tu mundo es hermoso se puede decir que es la vida que yo siempre quise, quisiera poder estar en tu mundo donde todo es tranquilo pero sólo te estoy arrastrando a mi horrible destino.

—Eso no es cierto —le puse la mano en la mejilla obligándolo a verme pero su mirada era triste e colocó su mano sobre la mia también.

—Escapa mientras aun puedas Pan, tú no mereces vivir así.

—¿Así como? ¿Así de feliz a tu lado?

—Pan te estas equivocando conmigo, yo no soy el chico de tus sueños, no soy una buena persona te enamoraste del malo del cuento, yo ya estoy acostumbrado a vivir cada día como si fuera ser el último, ese es mi mundo, un mundo que al conocerte se volvió diferente creí que podía ser todo diferente a tu lado pero no, lo único que haré es hacerte daño lo se, lo compruebo cada vez que alguien nos sigue y tu sigues a mi lado.

—Trunks tu no eres el malo y entiende que te amo, no me alejaré de ti y claro que podremos hacer una vida juntos solo debes creerlo, no tengo miedo sé que tú estás a mi lado, siempre me proteges no temo nada a tu lado.

—No lo entiendes Pan, siento un raro presentimiento, algo que nunca había sentido tengo mucho miedo por tí.

—No temas por mí no me pasará nada —le sonreí y el quitó mi mano de su rostro y apartó la vista triste y muy serio me preocupó demasiado.

Trunks.
—Sé que un día voy a morir Pan y presiento que ese día está mas cerca de lo que creo, por favor si eso pasa cuida a mi hermanita te la encargo pan y no dejes que papá se acerque a ella, tú y ella son mas parecidas de lo que crees, son lo que mas atesoro en mi vida, sé que tu padre cuidará bien de ella y tu encontrarás alguien más a quien amar, yo siento que la muerte ya me está pisando los talones lo presiento bien —la ví, no me había dado cuenta de que estaba llorando muy bajito pero sus lágrimas corrían una tras otra así que le tomé la mano—: ¿Qué pasa?

—No me hables como si te fueras a morir porque no es así, te amo Trunks jamás nos separaremos.

—No llores mi amor.

—¿Cómo me pides eso? No morirás este amor no se podría enterrar.

—Linda yo solo quería que supieras lo que quiero que pase si algo me llegara a pasar.

—¡No te pasará nada!

—Amor ya no llores.

—Entonces vámonos Trunks a un lugar donde nadie nos conozca empezaremos desde cero.

—No puedo Pan.

—Que venga también tu hermana.

—No podemos irnos ¿Con que excusa? Está su universidad no puede perder semestres además mi trabajo a cargo de la empresa ¿Y qué hay de tus padres?

—Es que no quiero que te pase nada —siguió llorando.

—¿Qué puedo hacer para que dejes de llorar amor? —pregunté suspirando—. Me partes el corazón...

—Prométeme que estaremos juntos siempre.

—Pan...

—Prómetelo.

—Lo prometo ¿Ya estás mejor?

—Aún no, falta que lo cumplas.

—Estaré contigo por el resto de mi vida lo prometo.

—Entonces quiero ser tu esposa.

—¿Eh? —exclamé confuso.

—Que quiero que te cases conmigo, quiero que nos casemos.

—Pan es que eso...

—Eso es lo que quiero ¿Es demasiado pedir querer ser tu esposa?

—No Pan, no es demasiado pedir, eso es una locura que aun quieras compartir tu vida conmigo después de todo.

—Pero es la verdad te amo.

—Y yo a ti entonces pero...

—Ahora tu eres el que pone peros —me interrumpió.

—Está bien Pan ¿Te quieres casar conmigo?

—Sí, si quiero mi amor —contestó.

Nos besamos y puse mis manos en su cintura subiendolas luego a su espalda acariciándola, la jalé para que quedara sentada en la cama sobre mi con nuestras piernas entrelazadas mientras no rompíamos el beso y jugaba suavemente con sus labios, separándonos un leve momento.

—¿Sabías que eres hermosa? —pregunté.

—Siempre me lo dices.

—Pues lo repito, eres hermosa.

—Te amo tanto.

—Y yo a tí —la volví a besar con una gran sed como si no fuera haber mañana y mis manos solo se ocupaban en acariciar su cuerpo suavemente.

Su piel es tan suave y delicada, es la mujer con quién quiero estar siempre pero no sé hasta cuando me permita la vida seguir a su lado así que quiero aprovechar cada segundo con ella, mis manos se deslizaban suavemente por su espalda hasta encontrar el broche de su sosten y mientras se lo quitaba el beso se volvió mas lento nuestros labios se separaron por un momento y los volví a atrapar cuando pasaba mis manos hacia adelante acariciando sus pechos y estrujiéndolos mientras unos gemidos en su garganta empezaban a aparecer fue cuando rompí el beso y bajé mi rostro hundiéndolo en sus pechos, ella gimió fuerte y me abrazó apegándome más y se dejó caer a la cama conmigo sobre ella, quedé entre sus piernas las cuales abrazó a mi cadera.

—Te amo no puedo esperar a casarnos.

—Ni yo, pensar que siempre estarás conmigo me gusta demasiado —di un beso sobre sus pechos y me levanté un poco de ella viendola a los ojos—. Te quiero cada noche así y despertar a tu lado muy abrazados.

Pan.
—Yo también mi amor —le sonreí y el también bajando su vista con la cual recorrió todo mi cuerpo. Sus manos se posaron en mi abdomen y tomó las bragas bajándolas lentamente hasta llegar a mis tobillos y deshacerse de ellas, me sonrojé, aún tengo nervios de estar completamente desnuda ante él pero el se volteó, se sentó quitándose el pantalón y luego el boxer, se levantó de espaldas esos glúteos se ven tan firmes me encanta todo de él, me mordí el labio inferior cuando se dió la vuelta viéndome y yo observando su cuerpo ese abdomen, esos brazos y pectorales es como si se mantuviera en un gimnacio entrenando pero sin dudar lo que más me gusta es ese rostro esos ojos azules claros tan profundos y ese cabello lila adoro revólverselo—: ven —le extendí la mano y el sonrió viéndome de reojo con las manos en la cintura.

Volteó a ver a su entrepierna yo también lo hize y cielos ya lo tiene parado es obvio que está listo para la acción y Trunks solo se quedaba viéndome.

—¿Qué pasa? —pregunté.

—Nada, solo te observaba me encantas, a veces quisiera inmortalizar estos momentos ¿Te dejarias grabar?

—¿Qué?. No —respondí rápidamente.

—¿Qué tiene de malo? —preguntó con descaro.

—Todo, no quiero —me tapé con una sábana cuando dijo eso y el sonrió.

—Tranquila no haré nada que no quieras, solo no quería quedarme con la duda.

—No tendrás cámaras en la habitación también cierto? —voltee a ver hacia todos lados y el solo sonrió de nuevo.

—Puedo borrar las cintas luego.

—¡Ahora mismo! —le grité—. No quiero que me grabes ¿No lo entiendes?

—Tranquila no hay cámaras fué una broma —empezó a reír a carcajadas ¿Cómo podía reírse en un momento así?

—Mentiroso —le ataqué.

—Es la verdad revisa todo si no me crees.

—Estás loco quiero irme a casa —me cubrí mas y el se acercó quitándome la sabana y lanzándola al piso. Me jaló del pie dejándome recostada y empezó a besarme desde el tobillo hasta llegar a mi boca tomándome de la cintura apegándome más a él y solo me exitaba mas sentir su miembro en mi intimidad sin duda estaba muy duro puede meterlo en cualquier momento, sabe que no me puedo resistir a él pero no me gustan sus bromas ¿Y si es verdad que tiene cámaras? Me separé del beso y lo empujé quitándolo un poco de sobre mi—: ya no quiero.

—¿Por qué?

—porque no te creo que no hallan cámaras.

,—Te juro por lo que sea que no hay era una broma Pan.

—No me gustó esa broma.

—Sólo quería romper un momento triste.

—Me lo prometes.

—Claro, jamás te expondría.

—Es que —lo empujé más, me senté y el muy pervertido aprovechó para ver entre mis piernas—. ¡No me veas así!

—Estás muy mojadita.

—Pervertido.

—Quisiera pues...

—No —lo interrumpí con las mejillas ardiendo de sonrojadas—. No quiero que lamas es raro.

—No lo es, me gusta hacerlo.

—Pero no —abracé mis brazos a mis piernas y el los apartó abriendo mis piernas viéndome.

—Quiero hacerlo.

—No.

—¿Apostamos?

—No, no quiero entiéndelo.

—Eso lo dices ahora —me abrió más las piernas y como estaba sentada se recostó en la cama hundiendo su rostro entre mis piernas, aspiró aire y dí un fuerte gemido, sacó su lengua y al contacto con esta no pude evitar seguir gimiendo, traté de detenerlo pero no lo conseguí la excitación era mucha, me recargué en las manos hacia atrás abriéndole más las piernas, levantó leve el rostro observándome y empezó a tocarme con dos dedos—: Pan —pronunció.

—¿Hmm?

—Quiero intentar algo.

—¿Qué cosa?

—Ya lo sabrás —me besó mientras movía más rápido sus dedos.

Los bajó hasta llegar a mi entrada y sin preveerlo metió sus dos dedos causando que cortara el beso quejándome.

—Au ¡¿Que intentas?! Eso duele —me quejé.

—Sólo quería intentarlo como ya no eres virgen.

—Eso no quita que duela si los metes así de pronto así que basta Trunks.

—Okey lo siento.

—Ahora trunks —ordené y sacó sus dedos apesarado y yo me quejé algo del dolor luego se metió esos dos dedos a la boca—. ¿Que rayos?

—Eres deliciosa.

—Estás demente, estás completamente loco.

—Sí, por tí, por tu cuerpo, por querer estar contigo de mil maneras.

—¿No me digas que también tengo que hacerte algo similar?

—No si no quieres, además ya quiero hacerte mia —pronunció.

Me levantó poniéndome de rodillas y se levantó también de la cama buscando en algunos cajones.

—¿Qué buscas? —pregunté.

—Esto —me enseñó una caja de condones y tomó uno regresando a la cama a ponérselo.

—Trunks ¿Por qué siempre usas condón conmigo?

—Porque no quiero bebés.

—Entiendo que no ahora pero nos casaremos y...

—Shh ahora solo quiero disfrutar este momento —respondió empujandome suavemente por  el hombro hasta recostarme en la cama, se colocó entre mis piernas y luego de rosar su miembro en mi entrada tomó mis glúteos empezando a moverse lentamente.

—Ah Trunks... —gemí.

—Gózalo... —murmuró.

—Es lo que hago —me aferré mas a el sintiendo sus movimientos mas rápidos. Sus entradas y salidas eran muy exitantes y sus embestidas tan brutales que me hacían perder la razón y solo gemir mas fuerte—: umm, ahhh, quiero mas....

—Lo que quieras —susurró.

Se movía más rápido dentro de mí, tanto que no podía evitar llevar mis manos a su espalda y darle algunos aruños y gemir contra la piel de su cuello, sintiendo cada centímetro de su piel frotándose con la mía, su respiración agitada, los músculos de mis piernas contrayéndose, mis jadeos sin control cada vez que aumenta la velocidad, el orgasmo al que me estaba haciendo llegar.

—Ahh duele... Ahh para... —gemía aunque quería aun más. Lo sentía entrar aun mas mientras empezaba a correrme, estremeciendome entre sus brazos al parecer el también estaba a punto de correrse así que ambos sentimos un orgasmo que nos hizo quedarnos sin respiración y luego respirar agitadamente pero sentí que de pronto salió rápido de mí— ¿Qué pasa? —pregunté confusa.

—Se me rompió el condón.

—Tranquilo —terminó de correrse sobre mi vientre luego tiró el condón molesto—¿Qué pasa?

—¡Pasa que por poco me corro dentro de ti! —dijo elevando la voz.

—No te enojes por eso —suspiré viéndolo, tomó un pañuelo y me limpió.

—Lo siento.

—No te preocupes amor, déjalo así.

—¿No sentiste que me corriera algo dentro?

—No Trunks...

—De todas maneras tomate una píldora luego ¿Sí?

—No lo haré, no te corriste para nada dentro de mí.

—¿Estás completamente segura?

—Sí amor —lo abracé y me dejé caer sobre él en la cama— ya quita esa carita nada pasó.

—Sí perdón.

—Mi amor —le revolvía el cabello sonriendo y me recosté sobre su pecho acariciándole el abdomen—. Te amo.

—Yo te amo más.

—Yo más, pero hmm...

—¿Qué pasa?

—Tengo una duda.

—¿Cuál?

—¿Por qué tienes tanto miedo de correrte dentro?

—No quiero que te embaraces.

—Comprendo, no quieres que salga embarazada antes de la boda y te entiendo.

—No es que...

—En serio te comprendo ¿Cuándo nos casaremos? Debo decirles a mis padres que eres mi novio ya no podemos pasar mas tiempo sin decírselos, puede que no sea una noticia tan fuerte para papá después de todo te aprecia mucho y terminarás entendiendolo si se lo digo de forma correcta, estoy tan emocionada, ¡Nos vamos a casar! por cierto no hemos puesto fecha para la boda ¿Tú cuando quieres casarte?

—¿Te parece bien dentro de un año?

—¿Qué? eso es mucho Trunks, nos amamos y no tenemos dudas de eso ¿Cuál es el problema? Disminuye más tiempo.

—¿Medio año? No, es una locura.

—Aún es mucho —le acaricié el pecho haciendole un puchero pero seguia viéndome serio.

—No lo es Pan, es poco hay preparativos que hacer y debes decirle a tus padres, Gohan querrá matarme lo sé.

—Sí mejor lleva chaleco antibalas por si acaso —reí al igual que él—. Él te querrá y mamá te va aceptar tarde o temprano lo se aunque dará el grito en el cielo cuando se entere que ya tenemos un aproximado de la fecha de boda, ya me los imagino, perdón si acaso estoy hablando mucho pero estoy emocionada, ay ya me imagino a mamá cuando tengamos bebés parece dura pero los adorará... Tener nuestros bebés —me acaricié el vientre con una sonrisa dándole una mirada a Trunks—: ya me emocioné mucho seguro se parecerán a ti, yo quiero dos pero si quieres solo uno está bien para mí o si quieres más...

—No Pan para, te estas adelantando demasiado

—Lo siento me emocioné.

—Pan, quiero que sepas mi única condición para casarnos en medio año.

—¿Una condición? Ah ya sé, es que vivamos con tu hermana también cierto, claro que sí.

—También pero no Pan, has silencio y escúchame un momento.

—Bueno.

—No se como decírtelo —desvió la mirada suspirando—. Sé que tú quieres que nos casemos y formemos una familia pero yo... —volvió a suspirar devolviendo su mirada a mis ojos— bueno el punto es que mi única condición para casarnos es que quiero que nunca te embaraces, yo no quiero que tengamos bebés.

—¿Q-Que? —pregunté incrédula.