Capítulo 15.
“Te amo, no me dejes"
Trunks.
—Pan tranquila, no estas viendo las cosas claras —le intenté persuadir.
—¿Y tú si lo haces? —preguntó.
—Eso no importa Pan ven dame la mano vamos a hablar te puedes caer por favor —supliqué acercando mi mano.
—¡No te acerques! —me gritó.
¿Es que no comprendía que esto no era un juego?
—Por favor pan —seguia con la mano extendida pero ella no me hacia caso a tomarla. En ese instante sentí un verdadero temor al pensar que le podía pasar algo, en cualquier instante se puede soltar, sentía una enorme presión en el pecho jamás me perdonaría que le pase algo no podría vivir sin ella—: ¡Maldita sea Pan hazme caso y toma mi mano!
—¡No!, ¡Se supone que ya no te importo así que no importa lo que me pase!
—¡No digas esas tonterías tú no eres así! ¡Tú si me importas y mucho!
—¿Entonces porque me quieres fuera de tu vida?
—Porque es lo mejor, yo solo te hago daño piénsalo Pan, por eso yo no te quiero mas conmigo.
—Pero yo sí a pesar de todo y ya que tomaste tú decisión y no me quieres contigo respeta la mía que es no querer vivir sin tí.
—No me hagas esto —rebatí.
—¿Qué cosa?
—Querer morir a mi causa ¿Cómo crees que me siento yo?
—No sientes nada, nunca lo has sentido.
—¡Mentira! Y aunque así fuera no hay razón para acabar con tu vida, ni para persuadir de esta manera.
—¿Persuadir? Yo no te dije que me siguieras.
—pero no estás viendo las cosas claras ¿Qué pasará con tu futuro?
—No quiero más un futuro.
—¿No lo quieres por mí no? Estas diciendo estupideces —Se quedó en silencio unos momentos.
Eso lo decía todo, quizás no debí intentaría sacar de golpe de mi vida, no pude evitar dejar caer unas lágrimas, es una tonta por hacerme sufrir de esta manera pero la amo.
Supongo que eso es lo que me quiere hacer ver, que es una estupidez todo lo que yo estoy intentando ¿Está cometiendo estupideces para que yo me dé cuenta de las mías? Que así serán nuestras vidas sin saber el uno del otro ¿Cómo si estuviera muerto uno de los dos?
—¿Crees que es correcto? —pregunta dejándome desconcertado.
—Pan por favor, ya no soporto este dolor y esta angustia ¡Toma mi mano de una maldita vez!
—Ese es el dolor que yo siento con tu rompimiento con que tú ya no quieras saber nunca de mí y quieras desaparecer de mi vida es como si fueras tú el que se intentara matar.
—Mi amor ven, siento lo que dije, por favor ven vuelve conmigo yo no podría vivir sin ti, olvídate de terminar amor pero ven.
—¿Y como puedo estar segura?
—¿No ves como sufro por tí? Te amo, no me dejes.
Pan.
Lo voltee a ver y estaba llorando me partió el corazón verlo así, no lo creí capaz de llorar por mí así que sin pensarlo retrocedí mi cuerpo y tomé su mano mientras me ayudaba a darme la vuelta con cuidado y luego me tomó fuerte ayudándome a subir y al llegar sobre la baranda me abrazó fuerte cargándome hasta pasar al lado donde estaba él.
Se dejó caer al piso de la terraza conmigo sobre él accidentalmente pero no nos importó seguíamos abrazados y nos besamos de inmediato, él me colocó aún más sobre él, luego de unos momentos se separó del beso.
—No vuelvas a intentar algo así nunca —me espetó.
—Lo siento —murmuré.
—Me asustaste muchísimo, me sentí morir Pan.
—Perdóname.
—¿Perdonarte? estuviste a punto de matarte ¿Estás bien verdad?
—Sí, perdón ya no me regañes, yo no quería matarme, en realidad no hubiera saltado.
—¿Qué?
—Se dice que cuando estás al borde de la muerte también piensas en tus seres queridos, intenté imaginar tú dolor y el dolor de mi familia, eso me daría las fuerzas para no hacerlo o almenos no por ahora.
—¿Entonces por qué?
—No quería perderte y tú solo decias estupideces ¿Dónde habían quedado las palabras de que luchariamos juntos contra todo? Sólo quería que sintieras lo mismo que yo estaba sintiendo y te arrepintieras de esa decisión de separarnos porque sé que tu eres muy decidido y no cambiarias de opinión perdón fui muy egoísta.
—¿Muy? Eres una controladora logras poner mi mundo de cabeza pero te amo y tú sabías que así era ¿No?
—Sí, si te hubieras alejado porque no me amas sólo me daría la vuelta renunciando a tí por más difícil que fuera continúar pero tus palabras decían una cosa y tus ojos otra.
—Me rindo contigo no puedo de verdad ya no puedo contigo Pan.
—Lo siento creo que soy muy excéntrica.
—Demasiado, en toda mi vida nadie me ha logrado dominar como tú en todo sentido y solo te perdono porque te amo pero ni se te ocurra volver a hacer algo parecido.
—Lo prometo pero tu promete que dejarás de decidir por mí, ni siquiera me dejaste opinar acerca de lo que yo pensaba y yo no quería terminar contigo —junté mis cejas observándolo, él pareció pensativo.
—Pero tus padres nunca me aceptarán por mi padre —me dijo sin apartar la mirada de mis ojos.
—Tú me prometiste que si eso sucedía nos ibamos a ir lejos o me ibas a raptar ¿no lo recuerdas? —me encojí leve de hombros y dió una sonrisa de labios cerrados.
—Ay Pan, claro que lo recuerdo bien pero ¿no tienes problema con mi padre?
—No puedo negarte que sí —acepté—. Pero yo en tu lugar también pensaría como tú, además no podría vivir sin tí, te amo demasiado.
—¿De verdad Pan? —preguntó con tono de duda.
—Así es, además tu hermana me cae super ya hasta me dice cuñis y yo la estoy viendo como una hermanita.
—Pan perdóname nunca me dejes eres la mujer que había estado esperando toda mi vida —susurró
Acercó sus labios a los míos, su roce fué muy suave, empezamos un beso muy lento, muy a pesar de todas las tonterías que habíamos dicho y hecho nos amamos mutuamente, no es un amor forzado y eso es nuestra única justificación para el comportamiento que tenemos el uno con el otro.
Enredé mis dedos en su cabello y el beso se empezó a volver mucho más intenso, su lengua jugaba con la mía dándole algunos chupones, bajó sus manos intentando subir mi falda pero en ese momento corté el beso observandolo.
—Aquí no Trunks —musité con la respiración acelerada.
—Necesito mucho más de tí —murmuró contra mis labios.
—Pero Trunks no aquí —repetí tragando saliva.
—Vamos a mi oficina —propuso.
—Ya casi es hora de salida —le recordé relamiendo mis labios.
—No tardaremos Pan.
—Trunks... —susurré.
—Esta bien pan —dijo con una sonrisa—, lo siento es que cuando estoy cerca de tí y te beso quiero mucho más que eso.
—Pues debes controlarte eh —le devolví la sonrisa quitándome de sobre él.
Se puso de pie al igual que yo pero cielos cuando me dí la vuelta se acercó y me abrazó por detrás apegándome a él, sentí su miembro en mi trasero ya lo tenía erecto y se acercó susurrándome al oido que ya no podría controlarse más ¿Y acaso yo podría? La respuesta era no.
Me cargó en sus brazos como si fuera una niña pequeña y bajó por las escaleras hasta llegar a la sala, al entrar a su oficina cerró la puerta con seguro, luego me sentó sobre su escritorio, yo lo observaba un poco nerviosa tratando de controlar mis nervios.
—¿Lista? —preguntó.
—Trunks... ¿En verdad haremos esto aquí? —mordí mi dedo índice viéndolo tratando de controlar los nervios.
—Si pero tranquila no tardaré.
—Pero es que... —corté mis palabras y tragué saliva.
Lo vi sacar del cajón una pequeña caja de condones y luego de desbrocharse y bajarse un poco el pantalón y el boxer se puso uno de ellos.
—Tranquila linda, no pasará nada y será rápido —susurró.
—Está bien hazlo —pronuncié con un tono de excitación en la voz.
Me abrió más las piernas colocándose entre estas, seguí con la mirada sus movimientos, hizo a un lado la tela de mis bragas, luego subió la mirada hasta notar que estaba observándolo. Acercó sus labios a los míos y empezó a besarme de forma tierna, entró en mí lentamente hasta que estubo por completo dentro dándo un suspiro de placer ambos separándonos del beso.
—¿Te duele? —preguntó.
—No mucho, casi nada —acepté.
—Eso está más que bien.
Comenzó a mover sus caderas hacia adelante y hacia atrás, no pude evitar dar gemidos de placer, intentando ahogarlos en mi garganta. Me abrió más las piernas y comenzó a moverse más rápido aún.
—Ahh Trunks uhmm —gemí.
Se movia demasiado rápido, sus entradas y salidas me causaban mucho placer, ya no podía intentar disfrazar la excitación, solo me dejaba llevar por lo que me hacia sentir, ni siquiera pude seguir abrazada a su cuello, lo solté y me apoyé en el escritorio cerrando los ojos definitivamente esto me gusta demasiado.
—Ay Pan me estoy volviendo adicto a ti —murmuró con la voz ronca.
—No eres el único yo también me estoy volviendo adicta a tí, esto es demasiado placer umm ya no puedo soportarlo quiero gritar —jadeé observándolo.
—No, ni se te ocurra Pan —respondió con la respiración acelerada.
Me besó haciéndome ahogar varios gemidos, nuestros labios hambrientos jugueteaban enmedio del beso, sentí que estaba a punto de correrme al igual que Trunks lo estaba pues su pene palpitaba, los dos sentimos ese orgasmo separándonos del beso.
Nos quedamos casi sin aire, me estremecí entre sus brazos, él salió de mí, quitándose el condón tirándolo a la basura.
—¿Estas bien? —preguntó.
—Sí amor —le aseguré.
Nos besamos y luego de calmarnos un poco nos arreglamos la ropa y salimos de la oficina ya era hora de salida y siempre acostumbro irme con papá realmente frente a los demás finjiamos no ser nada pero a solas no nos podíamos controlar.
Teníamos intimidad día a día en su oficina en cualquier lugar de ella sobre el escritorio, en el sofá, incluso sobre su aciento, en el suelo, incluso en el baño o hasta parados contra la pared creo que eso fué lo que mas me dolió pero algo no cambiaba siempre, siempre era extremadamente cuidadoso nunca estaba conmigo sin protegerse lo cual solo significaba que obviamente no quiere ser padre ahora y menos sin formalizar nuestra relación.
Los reclamos de mamá seguian ella no quería que yo siguiera con Trunks siempre dice que no me tomará en serio aunque el es muy lindo pero últimamente solo parecíamos reenes del placer de estar juntos y esto no podía seguir así.
—¿En que piensas amor? —pregunta Trunks sacándome de mis pensamientos.
—En muchas cosas, Trunks llevamos una semana estando juntos casi a diario.
—Tienes razón amor, deberíamos medirnos un poco más pero yo he sido quien te he inducido a esto, ¿Qué ha pasado con tu madre?
—Sigue pensando que jamás me tomarás en serio.
—Supongo que ha sido consecuencia de mis acciones pero te amo de eso no tienes que tener dudas Pan.
—Lo sé, pero a veces... No, olvídalo.
—Dime Pan.
—Quisiera que tuviéramos una relación normal sin tener que ocultarnos de nadie, salir juntos tomarnos de la mano incluso besarnos en público no solo detrás de estas cuatro paredes.
—Es lo que yo mas quiero Pan, tu lo sabes, te lo dije muchas veces antes.
—Sí amor esto es mi culpa yo... Yo debería decirle de lo nuestro a mi padre.
—Yo debería estar a tu lado cuando se lo digas.
—Sí gracias, es solo que es tan fácil pensarlo pero no sé como reaccionará.
—Amor, no podemos ocultar lo nuestro por siempre, yo ya no soporto fingir frente a los demás que me eres indiferente quisiera poder invitarte a cenar, a dar un paseo o que veamos una película juntos, incluso convivir con tus padres.
—Sí es lo correcto, no sé como pero tengo que decírselos.
—Bueno pero para empezar te invito a cenar esta noche.
—Trunks...
—Por favor, tengo algo muy importante para decirte.
—Bueno dímelo.
—No aquí —paseó la vista por su oficina y luego volvió a verme sonríendo—. Lo diré en la noche paso por ti ¿Sí?
—No lo sé ¿Qué le diré a mis padres?
—La verdad, que tienes una cita.
—Pero... —suspiré viéndolo—. Está bien amor.
—Vamos Pan no pongas esa carita —tomó mi mentón sonriendo—. Por lo pronto no tienes que decirles que la cita es conmigo pero que se vallan acostumbrando a que sales con alguien para que no les pegue tan fuerte la noticia.
—Esta bien amor asi será —nos dimos un corto beso antes de que saliera de su oficina.
Este día me la pasé pensando ¿Qué es eso tan importante que tiene para decirme que no me lo puede decir aquí? Bueno en realidad no se lo que sea pero se que me sorprenderá ya que Trunks es de esos hombres detallistas que les gusta que todo salga a la perfección.
Sí sé que mi padre se opondrá como mi madre cuando se entere pero lo tiene que saber tarde o temprano y que mejor que seamos nosotros quien se lo digamos y no se entere por otro lado.
Esta tarde se pasó volando y cuando menos lo esperaba ya me encontraba preparándome para esa cena, no me gusta usar vestidos pero tendré que ponerme uno esta noche, era de color negro ni corto ni largo y unos tacones altos de plataforma como no se a donde iremos no se que ponerme pero supongo que esto estará bien. Me veía al espejo maquillándome cuando escuché que entró alguien, era mamá.
—Así que saldrás —preguntó cruzándose de brazos.
—Así es mamá, es una cita.
—Me imagino que con él —observé por el reflejo del espejo como alzaba una ceja.
—Así es, iremos a cenar pero él a como lo llamas tiene nombre.
—Sabes que nunca estaré de acuerdo con esto de ustedes.
Pan:lo siento mamá pero lo amo y es mí decisión salir con él.
—¿Y que pasará cuando tu padre se entere?
—No lo sé —acepté sinceramente—. Pero solo espero que lo acepte aunque lo veo difícil seguro lo odiará tal como tu lo haces.
—No lo odio Pan pero entiende que tampoco puedo aceptarlo ya es suficiente con que salgas con tu jefe para que también sea hijo de un líder de la mafia, estoy arta de soportar y solapar esta locura Pan y lo peor de todo es que se que terminarás muy mal.
—Mamá, no exageres de verdad, ¿acaso que hablara contigo no te dice nada acerca de que va en serio?.
—Sí hija pero es lo que mas temo, no quiero que seas parte de esa familia, entiéndelo Pan, no nos causes este sufrimiento.
—Lo siento mamá pero él no tiene la culpa de ser hijo de quien es —suspiré y tomé un pequeño bolso.
Salí de la habitación ya es hora trunks debe estar esperándome pero papá estaba en la sala leyendo el periódico cielos ni modo al mal paso darle prisa.
—Qué hermosa —dijo sonriendo.
—Gracias papi, nos veremos más tarde.
—Princesa entonces ¿Vas a salir?
—Así es papá yo...
—Es lógico te veo muy arreglada.
—Amm sí es que... —desvié la mirada pensando, los nervios me dominan—. Emm yo... »vamos solo solo, te escucha...« Bueno tengo una cita con un chico.
—¿Eh? —exclamó confuso.
—Sí papá —él no cambiaba su mirada de confusión y asombro creo que lo que le dije no le cayó tan bien que digamos—. Saldremos a cenar y volveremos luego de la cena papá.
—No sabía que salías con alguien.
—Bueno pues eso... Amm él me gusta y estamos conociéndonos más.
—¿Y no nos lo presentarás?
—Todo a su tiempo papá, no quiero que lo asustes —le sonreí y el tambien correspondió la sonrisa—. Él es importante para mi papá.
—Está bien cariño no me expliques, mi hijita creció y se esta enamorando ouch ¿Cuándo creció mi bebé?
—Bueno pues que crezca no significa que dejarás de ser mi super papá y yo tu hija —me acerqué y lo abracé sonriendo.
—Sí hijita, bueno ve y diviértete pero tendrás que traerlo a casa lo antes posible y además contarme donde lo conociste —se separó del abrazo viéndome a los ojos—. ¿Quién es ese hombre que se quiere robar a mi mayor tesoro?
—No me quiere robar papá ademas él también quiere hablar con ustedes lo antes posible.
—Osea que ¿van en serio? —preguntó subiendo las cejas.
—Sí papá.
—Pues aquí lo esperaré pero no sé si él logre salir con vida.
—Ay papá —reí bajito y me despedí de él con un beso en la mejilla—. Te quiero nos vemos luego.
—Claro cielo.
[...]
Suspira viéndola salir mientras Videl se acerca a su lado.
—No creí que fueras tan comprensivo —dice sorprendida.
—No puedo negar que si estoy desconcertado, mi hija saliendo con un chico, sé que ya es mayor pero sigue siendo mi bebé, esto iba a pasar tarde o temprano, además merece divertirse se mata trabajando solo para pagar las deudas, creo que eso me ha hecho ser menos estricto con ella, no podemos evitar que se enamore ¿Cierto? —pregunta con nostalgia.
—No pero, a veces pienso que ese amor es un gran error.
—¿Cómo? ¿Tú ya conoces a ese chico?
—Pues un poco pero será mejor que ella te lo diga, además como tú lo dijiste ya es mayor y no le podemos prohibir nada.
[...]
Pan.
—Ya estoy aqui amor —pronuncié llegando a su lado. Me esperaba afuera de su auto.
—Preciosa —se acercó a mí abrazándome—. Estás hermosa.
—Gracias mi guapisimo novio ¿Ya me dirás a donde iremos?
—Es una sorpresa —pronunció besándome, abriendo a la vez la puerta de su auto al separarse—. Adelante.
—Gracias —subí al auto esperando a que Trunks también lo hiciera—. Ya dime.
—No, mejor tú dime cómo te fué con tus padres —comenzó a conducir.
—Mamá no lo toma bien pero papá extrañamente no se puso tan celoso, lo malo es que no sabe que se trata de tí.
—Es un inicio amor.
—Quiere conocerte formalmente.
—Uff ya me pusiste nervioso.
—Pero si lo conoces muy bien.
—Sí pero no como suegro sin embargo estoy feliz de que ya es un inicio para nosotros.
—Es verdad ¿Y a dónde vamos? ya dime —insistí.
—Ay pero que necia eres ya te dije que no.
—Debo volver pronto.
—Ya estamos cerca.
—¿De verdad? —veia hacia adelante y los lados pero no veía nada hasta que se estacionó afuera como de una pequeña capilla pero ¿que era?
Me abrió la puerta del auto y caminamos unos momentos por un pequeño camino donde habian árboles de cerezos a la orilla, ver caer esos petalos morados era hermoso. El lugar era mas grande de lo que parecía, era como un mirador con vista al mar no habia notado eso además dentro como de esa pequeña casa sin paredes habia una mesa puesta y alguien esperándonos.
—La cena está servida bom apetit.
—Gracias, señorita —pronunció él, me retiró una silla en la cuál me senté.
—Gracias, Trunks esto es hermoso —le dije sonriendo.
—No más que tú.
—¿Qué estamos celebrando? —pregunté confusa.
—Nada mi amor, no hay razón especial bueno no por ahora.
—¿A que te refieres? —lo vi curiosa y el solo sonrió empezando a comer.
—No comas ancias preciosa dejate sorprender —me sonrió y yo le hice un puchero antes de empezar a comer—. No insistas.
—Eres demaciado malo no me dices nada.
—No lo soy, todo a su tiempo.
—Está bien —cenabamos los dos muy felices mientras charlabamos.
Luego de unos momentos nos llevarón el postre, la noche no podía ser más perfecta la luna se reflejaba en el mar pero a pesar de toda la belleza de al rededor no podia apartar la vista de Trunks, siempre me la paso bien a su lado y no puedo parar de sonreír en su compañía.
—Bueno Pan —pronunció tomando una copa—. Propongo un brindiz por nosotros dos.
—Por nosotros —chocamos ambas copas y bebimos un trago, no podía parar de sonreír me hace sentir muy especial.
—Emm Pan —dijo llamando mi atención buscando algo entre de su saco.
—Dime —le sonreí y él a mí.
Sacó una pequeña cajita colocandola sobre la mesa, fué abriéndola lentamente pero al ver lo que contenia mi expresión cambió totalmente.
—Sé que nos conocimos de una manera extraña y llevamos poco tiempo juntos pero yo siento que ya te conozco de toda la vida y ya no me imagino mi vida sin ti, te amo sé que debo hablar con tus padres pero me harías el hombre más feliz del mundo si aceptas ser mi esposa, Son Pan ¿Quieres casarte conmigo?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro