Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 11.

¿Sexo ó amor?

Este capítulo contiene escenas +18


Trunks.
—¿Es necesario? —preguntó Pan con un poco de nerviosismo.

—Sí, no tendremos otra oportunidad y como prueba de que voy en serio contigo ya verás —mencioné tomando mi teléfono, marcándole a mi abogado poniéndole el altavoz para que ella pudiera escuchar.

—Dígame señor —pronunció al otro lado de la línea.

—Escucha necesito que me ayudes con unos trámites —le dí una mirada a Pan sonriendo.

—Cuénteme los detalles señor.

—Iremos al banco central a cancelar una deuda ajena y quiero que levantes un acta de que todo será legal.

—Cómo ordene señor.

—Bien, te veo ahí en media hora —finalicé la llamada—. Lo ves Pan no perderán su casa —le coloqué un mechón de cabello tras su oreja y ella sonrió.

—Gracias Trunks.

—Ajam —levanté la ceja izquierda cruzandome de brazos.

—Digo amor, no me acostumbro aún.

—Pero yo sí —la besé tomándola por la cintura y la solté después de unos momentos acercándome a su oido—. Esta noche serás mia —susurré.

—Amor no quiero que nadie se entere —susurró también.

Me aparté de ella y acentí sonriendo.

—No te preocupes nadie lo sabrá —le anoté una dirección en una hoja y se la dí— es mi dirección no me falles.

—Pero dijiste que vives con tu hermana —me vió confundida.

—Sí —acepté—. En la casa pero ese es mi departamento personal.

—Ya me imagino para qué lo usas si es personal —desvió la vista de mí y yo reí bajito.

—Era donde vivía antes —aclaré—. Hace más de un año que no voy.

—Bueno ahí estaré —dijo volviendo la mirada a mí, sus mejillas se tornaron sonrojadas.

—Pan, otro favor —dije apegándo mi frente a la suya.

—¿Qué cosa? —preguntó relamiendo sus labios.

—Ponte el vestido que te compré hace tiempo muero por quitártelo te queda tan bien...

—Está bien —susurró—. Iré a prepararme.

Nos apartamos y la acompañé abajo, le dije que la llevaría aunque ella quería pedir un taxi pero terminó cediendo así que conduje hasta su casa y nos despedimos con un beso.

—Hasta luego preciosa —sonreí como idiota y ella se sonrojó.

—Sí hasta luego y, —me vió fijo, luego desvió la mirada hacia otro lado—. Hmm...

—¿Qué pasa? —pregunté curioso animándole a hablar.

—Te amo y lo digo de verdad —pronunció tomándome por sorpresa.

—Yo también te amo, demasíado —expresé.

Me sonrió y yo a ella, la vi salir del auto hasta entrar a su casa ¿De verdad la amo? Es una mujer muy diferente a las demás ¿Pero amor? ¿Será posible? puede ser después de todo no me imagino mi vida ya sin ella, adoro que me lleve la contraria en todo y sea tan enojada y tierna a la vez es increíble que se sacrifique tanto por su familia.

Si es definitivo, si quiero que esté conmigo siempre en mi vida es la mujer que había estado esperando, no solo serás mia esta noche Pan sino para siempre.

Conduje hacia el banco dónde me esperaba mi abogado y el gerente del banco, no hubo problemas en el procedimiento de pagar, ellos sólo querian su dinero así que lo debitaron de mi cuenta es una cantidad considerable pero no me afecta en nada es como si mi cuenta no hubiera disminuido nada con todo lo que tengo pero hubo un pequeño cambio en los documentos de propietario del inmueble.

Bueno es lo que corresponde a mi forma de ver las cosas, tomé una copia del nuevo documento y después de pagarle los honorarios al abogado conduje hasta mi apartamento por supuesto luego de comprar unas cosas este lugar tiene diez pisos no es muy grande ya que es propio pero es bastante bonito y solo vive ahí en el piso de hasta abajo la señora que hace limpieza.

Ella se extrañó de verme pero le dije que tendría una visita, me dijo que el último piso estaba impecable así que puse en marcha los arreglos para la noche incluso cociné y me dió tiempo de arreglar todo y a mi mismo porque después de cocinar quedé echo un desastre.

Pan.
—Ya estoy lista —me vi al espejo y sonreí.

Sé que no debería hacerlo pero me muero por estar con él, sé también que estamos escondiéndonos pero quiero disfrutar estos momentos, lo amo, por fin lo puedo aceptar sin miedos, lo amo y quiero aceptar ante todos que lo amo, lo amo esa es la verdad.

Me veía vestida tan elegante con el cabello suelto aún mojado y perfectamente maquillada pero sabía perfecto que esta no era yo, aunque a Trunks no le importa sabe perfecto como soy y me acepta así y sé que debería quedarme aquí en casa como se lo dije a mi madre pero no podía ya Trunks fue lo suficiente bueno conmigo y yo quiero compensarlo de alguna manera.

Tomé un abrigo largo, más largo que el vestido y pedí un taxi, me llevó directo a la dirección que me dió Trunks y wow ¿Este departamento es de él? Es enorme además precioso.

Sin embargo al verme aquí vinieron a la mente las palabras de mamá que no podía voltear a ver tan alto o terminaría muy mal pero tratándose de Trunks quiero correr el riesgo, ya estoy pérdidamente enamorada de él.

Toqué el timbre y me abrió una señora creí que me había equivocado pero al preguntar por Trunks me dijo que me esperaba en el último piso, al llegar cielos me temblaban las piernas estaba nerviosa y el corazón me latía muy rápido toqué la puerta y esperaba con la tentación de irme, de salir corriendo de aquí aún me siento mal por mentirle a mis padres pero pronto abrió la puerta sacándome de mis pensamientos y wow estaba guapísimo al parecer recién duchado vestido solo con una camiseta y un pants suelto se marcaba perfecto su figura.

El aroma a su losión me embriagó por completo huele tan pero tan bien, me recibió con un beso muy intenso que me hizo olvidarme de todo a mi alrededor, entramos besándonos y el empujó la puerta, luego nos separamos un momento.

—Preciosa creí que vendrías mas tarde —dijo un tanto confundido.

—Lo siento no pregunté la hora —confesé apenada.

—No te disculpes linda es sólo que no me dió tiempo de arreglarme.

—¿Acaso te pensabas arreglar más? —pregunté incrédula.

—Preciosa te adoro, ¿tienes hambre? por favor dime que sí porque me esforcé cocinando.

—¿Tú cocinando? —reí con gracia al igual que él—. Creí que querias ir directo al punto.

—No, quiero que disfrutemos esta velada ambos quiero que esta noche sea especial para ti.

—Ya es especial estando contigo —aseguré.

Me sonrió y tomó de la mano, me guió a pasar a su comedor, tenía una mesa con un mantel rojo, un candelabro con muchas velas las cuales fué encendiendo, platos, vasos de vidrio y copas, todo listo para ser servido, sus utensilios se veían muy finos.

—Tome aciento señorita —me dijo retirando una de las sillas.

—Muchas gracias Trunks —admirando su gestó me senté, el volvió a acercar la silla.

Luego lo vi ir a la cocina y regresar con una bandeja empezando a servir los platos no es por halagarlo pero eso se veía delicioso, carnes rojas acompañadas con arroz y aderezos, además sirvió las dos copas de vino, en otros vasos agua y luego de sentarnos brindamos por nosotros.

Empezamos a comer aunque seguia intranquila y al parecer Trunks lo notó.

—Pan se que no soy el mejor cocinero pero almenos quita esa expresión si no quieres no sigas comiendo —dijo llamando mi atención.

No sé si lo dijo en tono gracioso o apenado pero me hizo reír.

—No es eso Trunks, todo está delicioso me sorprende que cocines tan bien es solo que...

—No quieres estar conmigo es eso —relamió sus labios viéndome—. No te forzaré disfrutemos de la cena, luego podemos ir a cualquier otro lugar ¿Al cine? —preguntó.

—No, no, no —me adelanté a hablar—. Es solo que mamá dice que alguien como tú nunca me tomaría en serio.

—Eso no es cierto Pan, tu sabes que te amo.

—Y yo a tí pero nunca estaré a tu altura esto es ridículo —suspiré.

—Deja de llenar a nuestra relación de complejos, te amo por quién, eres por como eres, no quiero a alguien que ande detrás de mi dinero y esté conmigo por interés te quiero a tí ¿no te lo he demostrado ya?

—Sí muchas veces ¿Me prometes que no seré un juguete para ti? —le ví directo a los ojos y el de inmediato acintió.

—Sí, mil veces sí, te amo.

—No más de lo que lo hago ahora yo.

—Claro que sí, anda sigamos comiendo ¿Sí?

—Sí —terminamos de comer y Trunks fué apagando las velas del candelabro.

Luego se acercó a mí tomando mi mano, dando un beso sobre ella.

—¿Lista señorita? —preguntó.

—Creo que sí —acepté.

—Ven entonces —murmuró.

—Sí —me levanté sin soltar su mano, al momento me soltó y me cubrió los ojos con ambas manos— ¿Qué haces amor? —pregunté sonriendo.

—Bueno es una sorpresa amor —me empezó a dirigir para que caminara, aunque no veía absolutamente nada de esta manera, se detuvo unos momentos después—: Mantén cerrados los ojos Pan sólo un momento.

—¿Qué harás Trunks?

—Ya lo sabrás no abras los ojos y sin trampa —escuché que dije aunque sentía mucha curiosidad prefería mantener los ojos cerrados.

—Pero ¿Qué haces? —pregunté al escuchar algunos ruidos.

—Pues... —dijo guardando silencio por unos momentos más—. Listo puedes abrir los ojos.

—¿Ya? —pregunté sin estar segura.

—Sí, ya ábrelos.

—Bueno —susurré.

Abrí ojos y me quedé impactada de todo lo que había frente a mí, era hermoso, un camino de pétalos de rosa rojos hasta la cama y velas a la orilla del camino. Incluso visualizaba pétalos en la cama y mas velas al rededor de la cama pero suficientemente retiradas.

—Entonces ¿Te gustó la sorpresa? —preguntó aunque yo seguía atónita.

—Gustar es poco —respondí por fin—. Me encantó todo es precioso, te amo, gracias.

Trunks.
—Gracias a ti amor —la tomé por la cintura y nos besamos muy intensamente.

No pude evitar pasar mis manos hasta posarse en su cadera y apretar sus glúteos. Ella me abrazó por el cuello y se separó un momento del beso

—Tal parece que no te podré regañar esta noche por manosearme —rió en voz baja.

—No, pero si puedes disfrutar sin miedos de nada ahora solo estamos tú y yo.

—Creo que tengo mas miedo de tí —dijo haciendo un mohin con los labios y luego rió.

—Hay mi amor —sonreí y la tomé de la mano hasta llegar a la cama donde le ayudé a quitarse los zapatos altos.

Se quedó admirando el corazón de pétalos de rosas en la cama y yo la abracé por detrás apegando su cuerpo a mí, por fin la tengo esta noche solo para mí, esto lo desee desde que entró a mi oficina gritonéandome y ahora se hizo realidad será mía sólo para mí aunque ahora sentía algo más fuerte por allá que solo atracción.

Le dí la vuelta y la besé mientras ella se quitaba el abrigo dejandolo caer al suelo, mis manos se apresuraron a bajarle el cierre del vestido, me encanta como se ve con el sí se lo puso después de todo pero siempre fantasee con quitárselo no con verlo puesto.

Se lo terminé de quitar y lo dejamos caer al suelo dejando su cuerpo sólo en ropa interior y wow es hermosa y será solo mía este cuerpo lo he deseado demasiado.

—Así que ropa interior roja —cuestioné.

—Sí —dijo tímidamente.

—Hubiera preferido blanca —mencioné.

—¿No te gusta la roja? —preguntó incrédula.

—Sí, demuestra pasión pero hubiera preferido la blanca como tu pureza aún.

—Bueno ¿Qué le vamos a hacer? —preguntó riendo.

—Nada, muero por quitártela —me quité la playera y ella se quedó viendo a mi abdomen diciendo que estaba muy marcado.

Yo me incliné para besarla mientras ella acariciaba mis pectorales y tomé de nuevo su trasero, sonrió aún besándome, luego se separó leve de mis labios riendo.

—Eres un pervertido no quitas las manos de allí —dijo en tono juguetón.

—¿Qué te puedo decir? —contesté—. Ese trasero me vuelve loco —la cargué abrazándola a mi cuerpo y la besaba en el cuello mientras ella se aferraba a mí abrazándome.

Me dejé caer sobre ella ya respirando apresurado en su cuello, sentí una hermosa sensación al sentir su pecho junto al mío y su respiración intranquila, no pude evitar levantarme un poco y verla, sus nervios aumentaron ante mi mirada de deseo.

—¿Naturales cierto? —pregunté.

—Pues sí —me contestó nerviosa.

Mi mirada seguía fija en mis pechos, sonreí por media cara y me acerqué dando unos besos muy suaves sobre su piel, unos momentos después no pude evitar incrementar el ritmo de mi respiración y la intensidad de los besos, mordiendo suavemente su piel haciéndole algunos chupones dejándole marcas, gimió leve tomando mi rostro, guió mis labios a los suyos besándome lentamente

Mientras nos besábamos no pude evitar subir mis manos a sus pechos y apretarlos suavemente, continuamos unos momentos más entre el beso luego nos separamos lento, acerqué de nuevo mis labios a sus pechos pero ella negó con la cabeza, bien, no más marcas sobre las marcas, le sonreí de una forma inocente y pasé mis manos a su espalda quitando los broches de su sostén.

—¿Esta vez si me permitirás verlas? —pregunté.

—Supongo que sí —respondió.

—Menos mal porque traigo ese deseo desde esa vez que no me dejaste vernos —pronuncié con un tanto de descaro.

Le quité lentamente el sujetador sin tirantes dejandolo lejos y viendo sus pechos, ella se sonrojaba ante mi mirada que quizá era demasiado pervertida pero no pude evitarlo, se me llenó la boca de saliva y luego de tragar me mordí el labio inferior dejándolo escapar poco a poco esto es mas que perfecto son preciosos tan redondos y abultados ella trató de cruzar sus brazos y cubrir su pecho pero no la dejé los aparté y sin decir nada solo me acerqué y hundí mi rostro entre sus pechos, ella dió un gemido que me excitó mucho.

Ya estaba listo para entrar en acción pero quería disfrutarla aun mas así que comencé a lamer sus pechos y a meterme sus pezones a la boca succionándolos, me encantaban los gemidos que daba podía sentir que la hacia gozar muchísimo.

Me levanté un poco para quitarme el pants y el boxer a la vez, ella me veía ya muy excitada está mojada lo siento con solo verla al parecer logré despertar su pasión, se arrodilló frente a mí y se dejó caer besándome en el cuello, cielos es muy apasionada sentí sus manos en mi abdomen subiendo y bajando y sus pechos desnudos sobre mi piel ya estaba semi desnuda solo me faltaba quitarle algo, me di la vuelta y volví a colocarme sobre ella entre sus piernas.

—Estas muy exitada —murmuré.

—Tú me pusiste así —dijo entre jadeos.

—Me gusta verte así nena.

Pan.
—Pues acostumbrate por esta noche —dije con la respiración acelerada.

Lo volví a besar, sus manos subían y bajaban por mis piernas, se apegaba mucho más a mí haciéndome gozar demasiado, su piel desnuda provocaba un calor y una sensación muy satisfactoria y pues ya podía sentir su miembro muy erecto entre mis piernas me excitaba más sentirlo sobre la tela de mis bragas, más cuando se movia con simulando unas embestidas me hacia gozar demaciado. Una parte de mi rogaba por ser tocada como la vez anterior.

Me acerqué a su oido rompiendo el beso y le susurré que me tocara sonrió respirando agitadamente diciéndome que ya se imaginaba lo mojada que estaba, suspiré e intenté quitarme las bragas pero el se apresuró a hacerlo arrodillándose y alzando mis piernas de golpe para luego tomarlas de las rodillas y abrirlas de un tirón, lo veía respirando muy a prisa mientras él sonreía picaramente.

—Si supieras lo que me gusta verte de esa manera soñé con este momento mucho tiempo.

—¿Osea que ya lo harás? —pregunté permaneciendo con las mejillas ardiendo de sonrojadas seguramente.

—Aún no, haré algo mejor —murmulló.

—¿Qué cosa? —interrogué.

Apartó la vista de mí y se posó entre mis piernas tan solo con esa mirada tan sucia y pervertida con la que me veía me exitaba hasta el exceso, cerré los ojos al sentir como acercaba sus dedos pero no me acariciaba sino que solo abrió más mis labios vaginales, dejando mi intimidad a su vista, abrí los ojos para observarlo, su mirada era de un profundo deseo, bajó su rostro hasta dejarlo entre mis piernas y dió un respiro muy profundo aspirando y me hizo gritar de excitación.

Intenté sentarme apoyándome en los codos pero sacó su lengua comenzando a lamerme, dí un gemido muy fuerte y me dejé caer de nuevo a la cama disfrutando ¿Era un demente? La respuesta era sí pero no solo él sino también yo me encantaba lo que estaba haciendo incluso gritaba por momentos la textura tan suave de su lengua en puntos muy sensibles me hacia querer mucho mas seguir sintiendo más. Y más cuando deslizaba su lengua y lamía muy rápido ¿Él lo disfrutaba? No lo sé, pero yo sí y mucho.

Apretaba las sabanas de la cama con mis manos y tensaba las piernas pero solo me hacia sentir aún más, escuchaba mis propios ruegos porque siguiera y no lo podía creer, me escuchaba y no podía asimilar lo que decía no sólo lo pensaba lo estaba diciendo, no sólo diciéndolo se lo pedía a gritos. Le pedía que siguiera suplicando.

—Nena estas muy prendida —murmuró.

—No pares por favor —pedí.

—Claro que no nena pero baja la voz te escucharán.

—Lo siento no podía evitarlo.

—¿Sabes qué? Nena, me encantas no importa si nos escuchan, grita si quieres.

Bajó de nuevo lamiendome aún mas adentro por sus lados, me hacía gemir aún más fuerte, no podía disimular el placer y pedía aun más.

—¿Te gusta así bebé? —preguntó.

—Sí, sigue... ¡Ahhh! justo ahí umm sigue así no pares, sigue Trunks... sigue quiero mas, ¡Quiero mucho mas!... —gritaba mientras él lamía más rápido—. Cielos Trunks... ¡J-joder Trunks... Sigue cariño...

—Bebé estas muy elevada —susurró, luego subió su rostro hasta la altura del mío, apegó su frente a la mía al igual que su nariz, me vió fijo y siguió tocándome con los dedos—: eres deliciosa —agregó.

—Umm Trunks me encantas —dije entre gemidos.

Subí mis manos acariciándole los brazos y la espalda mientras seguia sintiendo sus dedos moverse sabe muy bien como mantenerme exitada.

—Nena ¿De quién eres? —preguntó tomándome por sorpresa.

—Tuya —respondí de inmediato.

—Dilo entonces, eres mía sólo mía nena.

—Solo tuya de nadie más solo tuya, siempre tuya.

—Ahh nena imaginé este momento pero me quedé muy corto —pronunció—. Eres una preciosidad, me encanta tenerte así.

—Quiero estar siempre contigo —confesé—. Amo tus caricias quiero ser tuya siempre, siempre.

—Siempre linda, eres solo mía, mía y mía. ¿Estas lista?

—¿Para que? —sentí que acercó la punta de su miembro a mi entrada que tonta pregunta es obvio a que se refería.

—Nena, quiero que sepas que no me cuidaré.

—¿No?

—No, quiero hacerlo así ¿Tú si estás protegida?

—No, creí que tu usarías condón.

—No esta vez, no contigo justo ahora quiero que sientas todo desde tenerme dentro hasta cuándo me venga en tí ¿Tomarás anticonceptivos?

—No tengo ni se como tomarlos —acepté—. Y si lo hago pues ya bebimos, mezclar alcohol con pastillas sería muy peligroso.

—Es verdad, no te preocupes nena, mañana tomas la pastilla del día siguiente y listo.

—Y ¿Funciona? —pregunté confusa.

—De seguro, entonces ¿Estás lista?

—Yo... —acentí y me aferré a él abrazándolo.

Sentí como se empujaba para entrar estaba lista o almenos eso creo no me arrepentiré de dejar que el sea el primero.

—Nena estas bastante apretada —susurró.

Avanzó un poco más adentro pero mientras más avanzaba sentía como si me estuvieran pellizcando por dentro, como si rompiera pequeños tejidos, pero el dolor era insoportable, me aferré fuerte a su espalda quejándome, se detuvo unos momentos respirando agitadamente, estaba llegando a lugares que ni siquiera sabía que existían, me vió fijamente pero yo solo podía observarlo con las pupilas dilatadas, talvez esperaba que dijera algo pero el dolor era fuerte así que permanecimos en silencio unos momentos.

—Trunks, me duele demasiado ya no sigas —susurré.

—Tranquila estoy a punto de lograr entrar, vas a ser solo mía, perderás tu virginidad.

—¿Aún vas a entrar mas adentro? —pregunté incrédula.

—Claro que sí, aguanta nena esto te dolerá.

—¿Qué? —lo sentí empujarse y entrar muy profundo y sentí que se me rompía algo por dentro.

No sé si dejé caer unas lágrimas el dolor fue horrible e intenté gritar pero ahogó el grito con un beso y aunque ahora sí sentía como las lágrimas empezaron a brotar por lo cuál se separó lento de mis labios.

—Ahora sí, eres completamente mía tu virginidad es mia, eres solo mía.

—Pero no dijistes que me dolería tanto.

—Amor ya no llores es porque es tu primera vez —dijo limpiando mis lágrimas con delicadeza.

—Me siento muy apretada me duele.

—Aguanta ya pasará.

—No, ya no quiero duele demasiado.

—Es porque soy el primer hombre en tu vida.

—Y el último —intervine—. Ya no quiero esto duele mucho.

—Vamos no puede doler tanto a mi me gustó demasiado, la siguiente vez ya no te dolerá.

—¿Saldrías por favor?

—No preciosa mírame, te amo esto que me diste es muy especial para mi gracias por entregarme esto tan valioso, te amo tanto estoy convencido me encanta tu inocencia y quiero pasar el resto de mi vida contigo.

—Yo también mi amor —acepté.

—¿Te imaginas cuando nos casemos? seremos muy felices.

—Mi madre quería que me casara antes de esto.

—Lo siento linda pero tranquila te amo, un día nos casaremos lo prometo.

—Ya casi no me duele —acepté.

—Justo esperaba que dijeras eso, me moveré muy lento, si te duele demasiado me dices ¿Está bien?

—Sí —suspiré y como lo dijo se empezó a mover muy lentamente.

Dolía pero ya no era demasiado además de que me besaba y me decía que me amaba eso me hizo sentir muy querida de su parte, empezaba a disfrutar de tenerlo dentro el dolor se fué poco a poco y ya solo quedaba la sensación de sentirlo entrar y salir. Me apegué más a él mientras se empezaba a mover mas rápido, pronto empezé a gozar demasiado, más que cuando me estaba lamiendo.

—Esto me gusta —pronuncié.

—¿Mucho?

—Sí mucho —lo sentía empezar a moverse mas rápido entrando y saliendo.

Yo gozaba aún más sus entradas y salidas, eran demaciado profundas, pronto ambos solo lográbamos hacer sonidos de placer entre suspiros, gemidos y gruñidos, él me besaba en el cuello mientras deslizaba sus manos por mi trasero acelerando los movimientos mientras yo me aferraba mas a él abrazándolo.

Oculté mi rostro en su pecho gimiendo cada vez mas, sentía que por cada momento que pasaba me hacía sentir aún más placer, no se detenía entraba y salia una vez tras otra, me elevaba a un lugar donde ya no lograba reaccionar solo existia el placer.

Abrí mas las piernas dejandolo moverse con mas facilidad y él se movió mas rápido apretando fuerte mis glúteos.

—Cielos Trunks —pronuncié excitada.

—Solo gózalo nena —susurró.

—Te mueves tan... ¡Ah...!

—Joder Pan me encanta estar dentro de tí...

—Muévete más... —pedí y él incrementó la velocidad—. Así Trunks, umm...

—Cielos nena, ahh no sabes cuanto soñé con tenerte así entre mis brazos,lo soñé demasiadas veces, fantasee con hacerte mil cosas pero mis fantasías se quedaron cortas esto es muchísimo mejor —gemí fuerte al escucharlo, sus palabras me prendían mucho más—. Me vuelves loco y eres sólo mía ningún hombre te había hecho gozar así y ni pienso dejar que nadie más lo haga, desde hoy eres solo mia, solo mia —susurró, sus movimientos eran tan fuertes y excitantes que por un momento comenzaron a dolerme.

Sin embargo me encantan sus palabras sucias, son tan provocadoras...

—Trunks ¡Ah me duele...! —dije entre jadeos.

—Shh es normal, ahhh me encantas.

—Trunks... —musité.

Se movía tan rápido y profundo que empezé a sentir dolor, lo disfrutaba pero dolía aun no me acostumbraba mucho a tenerlo dentro intenté tensar las piernas y un cosquilleo me recorrió todo el cuerpo joder me esta haciendo sentir demasiado, intenté calmarme y detener tantas sensaciones a la vez pero solo conseguí aruñarle la espalda y que el me mordiera fuerte el cuello justo en ese momento sentí un orgasmo que me hizo gritar su nombre y sentí como mi cuerpo temblaba entre sus brazos.

Lo sentí moverse de una forma muy plácida dentro mientras seguia tensando los músculos de mi intimidad ocultando mi rostro en su pecho de nuevo y ahogando los gemidos de placer hasta que sentí como se venia muy dentro de mí y suspiramos los dos dejando nuestros cuerpos inmóviles ya cansados de darnos tanta intensidad.

Nos quedamos un momento así apenas alcanzando aire intentando respirar por bocanadas y después de un momento me besó y lo sentí salir muy lentamente hasta hacerlo y darse la vuelta tomando mi cuerpo ya cansado en sus brazos sobre él dejando de besarme y viéndome tiernamente.

—¿No te lastimé mucho? —preguntó.

—No, fue maravilloso —contesté.

—Te amo tanto.

—Y yo a ti.

—Preciosa, quiero que estés siempre a mi lado.

—Siempre mi amor —le sonreí y me recosté sobre su brazo viendolo fijamente y acariciando su pecho.

Me encanta tanto es como estar en un sueño, se ve tan lindo así cansado y sudado a la vez con el cabello tan revuelto, toda la belleza masculina se resume en él, el es el hombre con quien quiero pasar el resto de mi vida.

—¿En que tanto piensas que me vez así? —cuestionó.

—En todo y en nada, en que te quiero siempre en mi vida.

—Yo también, si alguien me hubiera dicho que me iba a enamorar tanto de la chica caprichosa y mal educada que entró sin tocar a mi oficina gritoneando lo mando a volar.

—Y ¿quién diría que yo también me enamoraría del señor refrigerador?

—Señorita Son más respeto ya se lo dije soy el señor Briefs no le pasaré ni una más —pronunció seriamente y luego empezó a reír haciendo que también riera.

—Hay Trunks —pronuncié entre risas—. Tienes un genio insoportable.

—Pero mejora cuando estás cerca de mí, mi Pan, eres solo mía.

—Así y hmm —murmuré—. ¿Y si mis padres no te aceptan?

—Te secuestro y viviremos juntos —torció los labios hacia arriba encogiéndose de hombros.

—¿Y el anillo?

—El anillo tengo que comprarlo aún.

—Te amo pero, tengo sueño ¿Me llevas a casa?

—Claro que sí pero mañana, ahora duerme aquí, te amo.

—A primera hora he —le señalé con un dedo.

Trunks.
—Sí, sí lo que digas —nos cobijé y nos quedamos dormidos abrazándonos hasta la mañana siguiente.

Abrí los ojos despertándome y ella aún estaba profundamente dormida en mis brazos no fué un sueño si pasó cumplí lo que me prometí ella sería mía y así fue, como lo disfruté me encantó su cuerpo desnudo, levanté las sabanas viendola de nuevo y uff todo esto fue mío, ví a mi entrepierna y descubrí rastros de sangre es cierto fue su primera vez, también habían rastros de sangre en la cama, volteé a ver al reloj digital y se empezaba a hacer tardé así que me apegué a ella y la besé despertándola.

—Umm buenos días amor —murmuró somnolienta.

—Buenos días preciosa, ¿Amaneciste bien?

—Creo que sí.

—Bueno levantemonos ¿Sí?

—Sí —aceptó.

Me vió levantarme totalmente desnudo y en seguida apartó la mirada sonrojada, reí bajito acercando mi rostro al suyo.

—¿Aún te apenas? —ella asintió y yo le sonreí de nuevo besándola leve—. Tranquila no pasa nada ven —caminé hacia el baño y ella se deslizó hacia la orilla de la cama cubriéndose pero noté que hizo una cara de dolor—: ¿Estás bien?

—Me duele un poco.

—Mi amor ven acá —la tomé en mis brazos quitándole la sabana dejándola desnuda y noté que se sonrojó mas pero entre a la ducha cargándola, aunque al dejarla de pie de nuevo se quejó y se abrazó a mi sosteniéndose—: ¿Te duele mucho?

Pan.
—Poquito —le sonreí y él encendió el agua dejándola ni tan fría ni tan caliente mientras tomaba una esponja y me la daba llena de jabón espumante.

Hasta ese momento no había notado que había sangrado, no hasta que ví correr sangre junto con agua de entre mis piernas y mi pecho estaba con muchos lugares rojos y muchas mordidas en las que se marcaban perfecto los dientes de Trunks esto costará que desaparezca por el color de mi piel pero Trunks me sacó de mis pensamientos besándome en el cuello y haciéndome reir.

—Vuelve a la realidad Pan —murmuró contra mi piel.

—Trunks me haces cosquillas —dije riendo.

—Bueno es para que quites esa carita.

—Sí —terminamos de bañarnos y salimos en bata.

Trunks se ponía otro traje para ir a la empresa mientras yo me ponía la ropa del día anterior, que tonta debí traer otra o almenos el uniforme, por lo visto si trabajaremos hoy.

Pasaron unos momentos ya estábamos terminando de vestirnos y el se arreglaba el cabello con gel y olía delicioso, al igual que su losión a la que me estoy volviendo adicta huele tan bien, es una fragancia masculina pero tiene un olor tan fresco y profundo y el tan guapo que me hace derretirme de solo verlo.

—Pan ven quiero mostrarte algo —indicó viéndome unos momentos.

Me acerqué y me entregó un folder con un moño rojo, me extrañé por ese gesto y empecé a leer los papeles, sin embargo al hacerlo no pude evitar verlo entre confundida y molesta.

—¿Por qué la casa ahora está a mi nombre? —pregunté—. Es de mis padres.

—Por que se supone que eres única hija, es lo que corresponde no creo que tu padre se enoje.

—Pero ¿Por qué hiciste esto? Se supone que solo nos prestarías el dinero no tenías por qué cambiar el propietario.

—Hice lo que creí justo, además ¿No te dice nada el moño rojo?

—¿Qué insinúas?

—Nada, la casa es tuya de ahora en adelante y no tienes que pagarme nada esa es la tercera condición que puse.

—¿Qué? No, tú no puedes ponerme como condición de prestarme el dinero regalarmelo.

—Claro que si amor.

—No, te dije que yo te pagaría.

—¿Y yo que clase de hombre seria si dejara que mi novia pase años pagándome? Eso no pasará Pan eso no significa casi nada para mí así que yo decido regalarte ese dinero.

—Con esto solo me haces sentir como si me hubiera acostado contigo por este papel.

—Eso no es así pan yo te la estoy regalando porque te amo y si puedo ayudarte y no lo hiciera seria hasta un pecado.

—Trunks por favor no.

—Aceptaste las tres condiciones Pan así que esta es la tercera y la aceptas.

—Trunks...

—Amor por favor, un día todo lo mío será  tuyo también ¿Que hay de malo en adelantarnos un poco? Además quiero que me hagas otro favor.

—¿Otra noche?

—No Pan, que formes parte de mi equipo de propuesta en la empresa pero claro no dejarás de ser mi secretaria porsupuesto me ayudarás más y claro te subiré el sueldo.

—Pero yo...

—No lo hago por tí, lo hago por mí, seria una tontería desperdiciar tu talento.

—Acepto pero quiero pagar la deuda.

—Dije que no y punto pero está bien si quieres pagar sigue pagándome la otra pero solo los trescientos mil.

—Pero Trunks...

—Nada de peros.

—Uhmff ¿Qué voy a hacer contigo?

—Amarme, cómo yo a tí.

Pan.
—Eso no tienes que pedirlo amor —nos besamos muy tiernamente.

Luego salimos de su departamento se ofreció a llevarme a casa antes de ir a la oficina y acepté pero cuando llegamos afuera de la casa me dijo que me tomara el día libre y para que discutir con él siempre salgo perdiendo.

Luego de besarnos bajé del auto aunque aún estaba muy irritada, si que me duele, al llegar afuera de casa me despedí con la mano sonriendo y abrí la puerta pero en ese instante recordé que no pasamos por la farmacia y debía comprar esa famosa pastilla del día siguiente, intenté regresar pero él ya se había marchado, decidí que me cambiaría la ropa y luego saldría a comprarla pero al atravesar la puerta y levantar la vista vi que alguien me esperaba muy furiosa.

—¿M-Mamá...?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro