Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 07.

"Un dia en la boca del lobo"
parte 1/2


Trunks.

—Nos van a matar —repetía Pan entre murmullos sin dejar de llorar.

—No lo harán —repetí dándole un vistazo, si yo la metí en esto debo sacarla a salvo.

Luego de unos momentos por fin visualicé los autos que nos perseguían, eran tres, ya habíamos salido  de los lugares citadinos y solo había  una carretera federal por delante, si conozco bien estos lugares nos emboscarán mas adelante otros autos, seguir una marcha así no era lo mejor sería ir a nuestro propio funeral.

Hice lo que debía tomar un atajo inesperado pulsé el acelerador lo más rápido que podía, crucé un callejón acelerando rápidamente tomando otra ruta hacia otro lugar calle por calle pero no lograba perderlos seguian persiguiéndonos por suerte no había tránsito y podía acelerar al maximo.

Aunque ya casi no lograba ni girar y seguramente Pan estaba aterrada así que debía buscar una forma de perderlos rápidamente, decidí apostar mi suerte y me crucé por delante de un trailer hacia otro carril por poco hago que nos embista pero los otros autos no lograron pasar antes de que se detuviera y bloqueara la calle por el  susto que le había provocado lo cuál me dió tiempo para perdernos en mas calles encrucijadas acelerando lo mas rápido posible y así continué por un largo rato no podía detenerme pueden seguir buscándonos así que decidí cruzar la ciudad conduciendo.

Salí de ella y tomé un camino de terracería, había conducido  por horas y no me podía detener, no me sentía  seguro aún, estaba atardeciendo y eso sería más peligroso al caer la noche, no podría transitar bien debido a la poca visibilidad, ya estábamos muy lejos de la empresa y de toda la cuidad pero no lo suficiente para llegar a otra ciudad, esta en sus afueras era lo suficientemente grande, tardaría tres o mas días conduciendo para ello, sí así de grande es este país pero conduje como por dos horas más saliendo de la carretera de terracería llegando a otro lado de la ciudad parecía más un pueblo, solo había tomado un atajo y nos hizo alejarnos hasta un lugar muy lejano, me detuve enfrente de un centro comercial, un lugar público, no hay garantía de estar a salvo pero almenos tenemos un cincuenta por ciento de probabilidad de eso.

—No te detengas nos alcanzarán —pidió Pan, ya casi no podía escuchar su voz.

Estaba ronca de tanto llorar, había sollozado en todo el camino hasta acá, era una tortura verla tan intranquila y nerviosa lo peor de todo era que yo no podía aliviar ese sentir por ahora.

—Tranquila ya los perdí —dije en tono suave.

Quité la vista de ella y abrí la guantera del auto confirmando que aquí guardaba cierta sustancia prohibida, tomé un pañuelo que guardaba entre mi saco y abrí el recipiente untando este un poco, volviendo a dejarlo en mi abrigo, dejé el frasco en su lugar luego de cerrarlo, pasándome luego hacia el aciento trasero, ella seguia recostada temblando entre gimoteos y llorando del miedo, se veía tan indefensa no pude evitar el impulso y la tomé en mis brazos abrazándola fuerte.

—Tranquila estas a salvo —murmuré contra su cabello.

—Nos van a matar —gimoteó.

—No, no llores, eso no pasará ya estamos muy lejos —acaricié su cabello y cerré los ojos por un momento.

—¿Dónde estamos? —preguntó.

—Lejos muy lejos Pan y aun no llegamos a nuestro destino aún nos falta —mi respuesta fué vacía, sabía que se quedaría con dudas.

—¿A dónde vamos? —cuestionó contra mi pecho.

—No puedo decirte, perdón pero estarás a salvo —tomé mi teléfono y le marqué a la única persona que sé que seria capaz de hacer algo así— padre —murmuré entre dientes, dándole un beso a Pan sobre la cabeza.

—Qué sorpresa creí que ya no llamarías —dijo al otro lado de la línea.

—Quiero verte —suspiré.

—¿Dónde estás? —preguntó.

—Creo que lo sabes después de lo que trataste de hacer.

—¿De qué hablas? —pronunció, parecía muy confundido.

—No hablaré de esto por teléfono estoy cerca ¿estas en casa? —cuestioné.

—Si, ¿vienes hacia acá?

—Así es no tardaré tanto en llegar espero que no me recibas con ninguna sorpresita ¿comprendes? —espeté finalizando la llamada.

—¿Por qué hablas tan raro? —preguntó Pan elevando sus ojos llenos de lágrimas hacia mí.

—Tranquila todo estará bien —respondí juntando las cejas.

—Llévame de vuelta a mi casa tengo miedo —suplicó dejando correr más lágrimas.

—No puedo Pan, nos perseguirían y pueden hacerle daño a tus padres —dije limpiando sus lágrimas.

—No quiero que les pase nada.

—Tranquila eso no pasará pero al lugar donde iremos tendrás que obedecerme en todo y veas lo que veas no te asustes ni mucho menos hagas preguntas —ordené.

—¿De qué hablas Trunks? estoy sintiendo mucho miedo —dijo entre sollozos.

—Tranquila no tienes porqué solo que discúlpame tendremos que meternos a la mismísima boca del lobo.

—¿Qué cosa? —preguntó.

—Olvídalo desearia que no estuvieras aqui pero ya no puedo hacer nada sin embargo haré de todo para protegerte —suspiré viéndola seriamente.

Ella me veía confundida, ahora no lo comprendería, yo no dudé en sacar el pañuelo y colocarselo en el rostro sobre la boca y la nariz repentinamente, al principio batallaba forcejeando conmigo queriendo gritar pero luego se fué tranquilizando mientras su fuerza se debilitaba hasta quedar inconsciente en mis brazos y no la había asfixiado, simplimente la había dormido por unas horas.

Fué allí donde aproveché para recostarla y volver al aciento del piloto me espera un camino largo por recorrer.

Y así fué conduje hasta llegar a casa de mi padre Pan seguia inconsciente y era lo mejor, no quería que recordara la dirección de este lugar, el lugar era enorme rodeado de electricidad por el techo, enormes muros y un portón metálico que se abrió unos minutos después que comprobaran mi presencia.

Al entrar este portón varios escoltas me dieron el permiso de seguir conduciendo por un largo pasillo oscuro hasta el parqueo.

Al bajar del auto querían revisarlo pero no se los permití y lo dejé con llave ya un vidrio estaba roto así no se asfixiaría Pan y con suerte no la descubrirán así que seguí a los escoltas hasta entrar en la casa principal y llegar a una recámara donde papá tenía una oficina y ya me esperaba cómodamente en un sofá.

—Creí que ya no querias verme —pronunció.

—Eso no te da derecho a seguir metiéndote en mi vida —espeté negando con la cabeza.

—¿De qué hablas? —preguntó confuso.

—No mientas padre y acepta que planeaste un atentado con francotiradores para matarla —seguí viendolo enojado pero él seguía pareciendo confuso y como si no supiera de lo que hablo.

—No te entiendo.

—Hace varias horas nos persiguieron varios de tus hombres disparándonos a matar.

—¿Qué? yo jamás ordenaria matarte hijo.

—¿Entonces que pretendías?

—Yo absolutamente nada ni siquiera he ordenado que te sigan.

—¿Y quieres que te crea?

—¿Crees que buscaría matarte? —preguntó arrugando el cejo.

—No pero...

—Entonces no me reclames y cierra la boca, alguien quiere matarte —toma su teléfono marcandole a alguien poniendo altavoz—. Hey tuerto mi hijo sufrió un atentado, quiero que los responsables de esta barbaridad paguen entiendes.

—Si señor pero ninguno de nuestros hombres ha salido a ninguna tarea que no le fue asignada, asi que creo que fueron de nuestros rivales señor.

—Investigalo y hazlos pagar entendiste —finaliza la llamada—. Ves no fueron mis hombres.

—Pues alguien trató de matarme pero me se cuidar sólo, tenía la duda de si habías sido tú pero ya que no es así adiós papá ya nos veremos después —di un par de pasos a la puerta pero sus palabras me hicieron detenerme.

—No puedes irte hijo si te vas sin que los atrape pueden cumplir su prometido.

—No pienso quedarme aquí —le dí un vistazo y el suspiró con preocupación.

¿Preocupación? Nunca lo había visto de esa manera, no habían aires de egocéntrismo en su voz ¿Desde cuándo actuaba tan bien? Él nunca ha escondido sus oscuras intenciones.

—Almenos quedate hasta mañana y si no lo soluciono te puedes ir pero te escoltarán mis hombres hasta llegar a casa —sugirió.

—No lo sé padre —dije guardando las manos en mis bolsillos.

Pero él tenía razón en algo, si me voy tiene razón podemos volver a correr peligro, no me preocupo tanto por mí sino por Pan si nos siguen serían capaces de matarla incluso a su familia y ya que nos perdieron la pista no puedo volver a ser un blanco.

—No te obligaré, tú decides hijo.

—Está bien padre me quedo hasta mañana, ocuparé la misma habitación de la última vez asi que no te tomes atenciones.

—Esta es tu casa y lo sabes así que tranquilo.

—Gracias padre —salí de esa habitación.

Lo siguiente fué llegar al auto y abrir la puerta del piloto hasta alcanzar la guantera y sacar una pequeña arma de fuego que oculté en la parte de atrás de mi pantalón junto con unas municiones y volví a cerrar la puerta para abrir una de las de atrás.

Pan seguía profundamente dormida así que la tomé en mis brazos, salí cargándola y cerré la puerta de un empujón. Todos los guarudas se quedaban viéndome al notarla en mis brazos.

—¿Y ustedes qué? fíjense en sus tareas no en mí —les dije volviendo a entrar en la casa.

Subí las escaleras, la cargué hasta llegar a mi habitación recostándola en la cama esta era de dimensiones  grandes estando pegada a la pared al centro de la habitación y arriba una alfombra con un símbolo de fuego y las alfombras rojas a los lados de la cama e delante. Al lado derecho hasta el fondo estaba la puerta de baño y unas enormes ventanas con balcón todo bastante lujoso pero eso no me interesa.

Ahora ¿Qué haré contigo Pan? Me quité el saco y me senté a su lado pero no pude evitar deslizar mi mano acariciándole las piernas subiéndole un poco la falda, uff me atrae demasiado pero no puedo aprovecharme ahora, sigue inconsciente y sería como violarla.

Me alejé con dificultad acercandome a la ventana estamos muy alto y esta casa está vigilada por todas partes, tardé un rato viendo hacia afuera, casi anochecía espero no haber exagerado con esa sustancia, la voltee a ver preocupado y me senté de nuevo en la cama por suerte empezó a reaccionar unos momentos después.

—Hasta que despiertas dormilona —me vió confundida y se sentó de golpe en la cama.

Observó hacia todos lados, sabía que el ambiente no le parecía nada familiar, asustaria a cierto punto, se notaba un poco angustiada, me vió de nuevo y se puso las manos sobre el pecho viéndose.

—¿Dónde estamos? ¿qué es este lugar? —preguntó en una voz suave, esa voz seguía afectada por haber llorado tanto.

—Tranquila no te alteres.

Pan.
—¿Qué hago en esta cama? ¿Qué me pasó? lo ultimo que recuerdo es que tú... —lo vi a punto de llorar al recordar que utilizó algo para dormirme.

¿Qué hago aquí? ¿Dónde estoy? Ya no lo soporté y comenzé a llorar, él pudo hasta violarme y no me dí cuenta nadie que sea capaz de dormirte puede ser una buena persona ¿Qué me pasó? Intenté gritar por ayuda y salir corriendo pero me sujetó fuerte tapandome la boca y llevándome contra su cuerpo cayendo ambos a la cama de nuevo trataba de soltarme pero el tenia demasiada fuerza.

—Shhh cállate Pan no grites o te matarán, escúchame muy bien sí tú gritas ahora vendrán mas de veinte escoltas dispuestos a matarte prométeme que no gritarás tranquila no te he hecho ni te haré daño ¿ya estas calmada? —preguntó.

Moví la cabeza diciendo que sí y fué entonces que me soltó lentamentr y se apartó de mí al notar que no gritaría pero no pude evitar seguir llorando en voz baja.

—Tranquila Pan, mírame todo está bien.

—¿Qué es este lugar Trunks? —cuestioné viendo a los alrededores, todo era demasiado grande, bonito y lujoso.

—La casa de mi padre, estamos en mi habitación pero él no sabe ni debe saber que estas aquí.

—¿Por qué dijiste que me matarían? —cuestioné.

—No preguntes —me vió fijo—. ¿Recuerdas que te dije que tenia una relación complicada con mi padre?

—Sí.

—Pues ahora no te puedo dar mayores detalles por tu seguridad, entre menos sepas mejor pero lo que si es verdad es que si te descubren correrás peligro.

—Entonces ¿que hacemos aquí? —no me parecía lógico estar en un lugar peligroso.

—Si lo recuerdas nos perseguían y este es un lugar seguro, aquí no nos pasará nada, además ya está anocheciendo.

—Quiero irme a casa.

—No podemos Pan lo siento, quizá nos iremos mañana.

—Trunks mi padre se preocupará.

—Tranquila no pasa nada yo me encargo —dijo mostrándome su teléfono.

—¿Qué harás? —pregunté.

—Ya lo verás shh —me indicó con un dedo sobre los labios colocando altavoz al parecer—. Hola Gohan soy yo Trunks —dijo, abrí grande los ojos al saber que hablaba con mi padre.

—Hola jefe ¿pasa algo? —preguntó papá.

—Así es —dijo Trunks—. Cómo sabrás ya es tarde y no regresamos pero no te molestes con tu hija esta muy preocupada y tenia miedo de llamarte.

—¿Preocupada?

—Así es, vinimos al otro lado de la ciudad para una reunión pero apenas salimos y cuando traté de prender el auto no funcionó y nos quedamos varados en este punto de la ciudad —dijo con algo de pesar en la voz, me sorprendía su habilidad para mentir.

—¿Pero están bien?

—Claro Gohan pero aquí es peligroso en las noches nos sugirieron hospedarnos en un hotel esta noche y regresar en taxi hasta mañana si no pueden reparar mi auto.

—No puede ser.

—Lo sé Gohan pero estarás de acuerdo conmigo con que será mejor quedarnos antes que sufrir algún robo ¿no lo crees?

—Pues si pero estoy preocupado por mi hija.

—Bueno pues esta bien solo que es muy necia quería regresar hoy preocupada por tí ya que no regresaremos hoy pero logré convencerla de quedarse aunque yo debía explicarte.

—¿Podrías pasarmela? —preguntó mi padre.

Extendí la mano para que me diera el teléfono pero Trunks sólo negó con la cabeza haciéndome de nuevo una señal para que guardara silencio.

—No imposible, yo estoy en mi habitación y ella en la de ella asi que llámale tú.

—Bien, gracias señor Trunks ya le llamaré —finalizó la llamada.

—Listo pan.

—Eres un completo mentiroso —espeté.

—Tú fuiste quién me dijo que temías por tu padre —se encogió de hombrps empezando a escribir un texto en el teléfono.

—Tonto —musité y escuché como vibraba mi teléfono—. Hay de tí si hablas —advertí, lo ví enojada y el hizo una seña como si se cerrara un ziper en la boca sin apartar la vista del teléfono entonces contesté la llamada—: hola papá.

—Hija ¿Estás bien? —preguntó.

—Si, emm ¿ya te llamó el señor Briefs?

—Si y me explicó todo.

—Papá yo si quería regresar pero...

—No te preocupes hija es mejor que regreses mañana.

—Gracias por comprender papá.

—¿Se quedarán en un hotel?

—Si de hecho ya estoy en la habitación.

—¿Y me podrías comunicar al señor Briefs?

—Si papá pero tendría que ir a tocar la puerta de su habitación. No sé si ya se encuentre durmiendo.

—Déjalo así hija.

—Mañana estaré de vuelta en casa.

—Aquí te esperaremos, entonces ahora te dejo descansar cuidate.

—Sí —dije colgando la llamada.

—Lo vez todo salió bien —dijo Trunks sin apartar la mirada de su teléfono escribiendo—. Pequeña mentirosa.

—Aprendí de tí —respondí acercándome un poco— ¿A quién tanto le escribes? ¿a tú ex novia? —bromeé.

—No, a mi hermanita pero me está haciendo un drama que ni te cuento.

—¿Por qué? —pregunté dudosa.

—No por nada —levantó la mirada a mi observándome picaramente.

—¿Qué sucede? —cuestioné de nuevo.

—Nada mira me esta llamando —me mostró su teléfono y puso el altavoz—. ¿Acaso no me crees hermanita?

—No te creo nada asi que deja de alardear —respondió una chica al otro lado de la línea.

—Pero es la verdad Bra —pronunció Trunks, así que así se llama—. ¿Quieres comprobarlo?

—No, porque no te lo creo y ya dime donde estas en realidad —le cuestionó ella.

—Yo no miento y te lo comprobaré —mencionó Trunks con cansancio dándome su teléfono— saluda a mi hermanita —se encogió de hombros así que no me quedó más que tomar el teléfono.

—Ho-hola —tartamudeé

—Hola, ¿Tú eres pan? —preguntó con un tono de extrañeza.

—He si... —musité.

—Pues no lo creia y veo que sí —respondió, volteé a ver a Trunks y él todo los ojos con ironía.

—Bueno y ¿Cómo estas? —le pregunté.

—Bien —respondió secamente—. Espero un dia conocerte en persona —agregó tomándome por sorpresa ¿Conocerme a mi por qué?

—Si yo también —dije para no quedar mal quizás seríamos  amigas no veo porqué ella lo mencionó—. Tú hermano habla maravillas de tí.

—Que bueno ¿me lo pasas? —cuestionó con voz rara.

—Si y hmm gusto en hablarte —le devolví el teléfono a Trunks y él lo recibió con una amplia sonrisa.

—¿Y entonces que hermanita? —le preguntó él—. ¿Acaso mentí?

—Pues creo que no —respondió ella aún con un tono raro.

—Bueno ya que lo comprobaste, te dejo porque la noche es larga y la disfrutaremos al máximo —me observó con una mirada lasciva y yo quedé desconcertada.

—Te cuidas hermanito —se despidió ella, pero su tono de voz seguía siendo raro.

—No se si se me va dar la gana —respondió él de inmediato—. Quizás tu cuñis y yo busquemos darte un sobrino hermanita, chao te quiero —dijo finalizando la llamada.

—Espera ¿¡Qué!? —exclamé elevando la voz.

—Shh no grites, sólo le dije a mi hermanita que pasaríamos la noche juntos pero no me creía así que tú se lo comprobaste al hablarle.

—¿Q-que? ¿Yo le comprobé que si estaríamos juntos? —lo ví con cierta incertidumbre pasándome las manos sobre el cabello hacia atrás sin poder creerlo.

—Así es pero tranquila —dijo en tono relajado ¿Por qué a él no le preocupaba?

—¿Cómo me pides eso? ¿que va pensar de mi? —cuestioné empezando a entrar en pánico.

—Nada malo somos mayores ¿No?

—Eres un idiota —espeté acercándome intentando darle golpes sobre el pecho por mi enojo pero Trunks sólo reía divertido.

—Shh calma —dijo entre risas sujetándome de las muñecas—. Si quieres lo hacemos realidad.

—Nunca imbécil —murmuré.

—Pues dormiremos juntos y a mi me gusta la acción —dijo mordiendo su labio inferior de una forma sexy pero no caería.

—Suéltame no te atrevas a tocarme —amenacé, en ese momento escuchamos que tocaron la puerta ambos nos quedamos en silencio.

—¿Quién? —preguntó elevando la voz.

—Soy yo hijo —pronunció una voz masculina con un acento muy marcado.

—Escóndete —susurró Trunks—. En el baño rápido.

Acentí rápidamente mientras él me soltaba hasta entrar en la única puerta de la habitación que no era la de entrada.

—Pasa papá —escuché que dijo.

—Ya casi es hora de cenar podrían venir si quieren —dijo su padre.

—¿Podrían? —le cuestionó Trunks.

—Mis hombres me dijeron perfectamente que traías una mujer contigo.

Oh no, ya me habían descubierto.

—Valla que chismosos son —escuché que rió Trunks.

—¿Cómo te atreviste a traer una desconocida? —le preguntó su padre.

—No es una desconocida padre.

—¿Entonces ya sabe quién soy yo?

¿Que si lo sabía? Claro que sabía que estábamos en casa de su padre.

—No —dijo Trunks para mí sorpresa—. Te pido que te comportes y no intentes nada padre, no sabe ni donde está la traje inconsciente.

—Ya lo veremos ¿Dónde la escondes eh?

—¡Pan ven acá! —exclamó Trunks elevando la voz, en cuanto dijo eso salí un tanto incómoda y con timidez del baño, los ojos de ambos recayeron sobre mi, su padre lucia intimidante, me sorprendió el enorme parecido de ambos, claro Trunks era mucho más joven, el mismo que me extendió una mano así que la tomé—: te presento a mi padre —dijo volviendo la vista a él.

—Un gusto señor, Son Pan —me presenté extendiéndole la otra mano, él la tomó y beso, al parecer tenía muy buenos modales.

—Un placer señorita, Vegeta Oiji mejor conocido como el oscuro.

—¿Qué? —lo vi asustada retirando mi mano.

“El oscuro" ya había escuchado de él antes en las noticias internacionales, es el líder de una gran mafia tanto aquí en Japón cómo internacionalmente sin embargo nadie hasta ahora conoce su identidad ¿¡El padre de Trunks es ese mafioso!?

—¡Padre! —exclamó enojado Trunks.

Alterné la vista entre ambos dándo un paso hacia atrás.

—¿Qué? ¿acaso dije algo que no sea cierto? —le preguntó su padre con total normalidad.

—U-usted e-es... —tartamudeé sin poder articular ningúna frase.

—Así es el líder de la mayor mafia no solo aqui sino internacionalmente —aclaró con tranquilidad—. ¿Te sorprende?

—Quiero irme de aqui ¡ustedes son unos delincuentes! —grité asustada.

—¡Cállate! —espetó Trunks tomándome del brazo.

Su mirada me recordaba que estaba en un lugar peligroso pero esto ya no era un juego, su padre era el mayor mafioso en este país.

—¡¡¡No me callo!!! —grité histérica—. ¡Tu padre es un acesino! —agregué viéndolo con rabia.

—Vaya, que honor ser tratado así en mi propia casa por esta morrita pero tal parece que no es una espía —torció los labios hacia arriba.

—No le hagas caso papá se impresionó —contestó Trunks con total tranquilidad también.

—¡No puedo creer que tu lo supieras y cubrieras! —le espeté a Trunks, lo creía una persona buena pero veo que no es así.

—¡Cierra la boca! —me gritó.

—¡¡¡No!!! —exclamé—. En cuanto salga de aquí los denunciaré ¡¡¡malditos acesinos!!! —grité de nuevo.

Era cierto, estaba metida en la mismísima boca del lobo.

—Esta sacó boleto directo —dijo el padre de Trunks observándome.

Parecía que sacaría algo de entre su saco pero Trunks fué más rápido.

—No padre —suspiró tranquilamente, sacó un arma de su pantalón y me la puso sobre la frente, estaba fría y yo sólo podía observar a  ese par de ojos azules que me habían atraído en un principio, no pensé que fueran ojos de un asesino, uno que  estaba a punto de matarme al parecer—: Yo fui quien la trajo y yo solucionaré el problema.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro