Desde que aquella relación termino hace 2 meses, Emma siempre lloraba en el parque del centro, y después cuando ella se entero de que Steven su ex novio se iba a casar, sus días desde entonces se volvieron aún más oscuros, así que se vio obligada a ocultar su tristeza en una resplandeciente sonrisa. Ella solo quería que todo su sufrimiento se fuera y que dejara de sentir ese amor que siempre le tuvo a Steven pero hasta ella sabía que eso no iba a ser posible, ella lo amaba tanto, tanto que dolía. Pero ella tenía que aceptar que el no era más de ella.

Emma dio vuelta en la esquina así dejando menos camino por recorrer. La castaña se estaba haciendo la fuerte por no estallar en llanto en frente de las pocas personas que caminaban por el paso peatonal.

Al llegar al gran edificio entró pasando por recepción y llendo directamente al elevador, donde presionó el numero 7.

Los ojos de la castaña estaban rojos, tal vez por haber llorado mucho o tal vez por estar reteniendo las ganas de hacerlo en ese mismo instante. Recuerdos inundaban su mente a diario, el recuerdo de aquel chico al cual había amado incondicionalmente.

- Oh vamos Em - el castaño le suplicaba a su novia. - No estés molesta - la abrazo por la cintura.

- odio con todas mis fuerzas el que puedas convencerme o quitarme el enojo con un abrazo. - las castaña bufo molesta.

- Tal vez lo haces por que me amas - la castaña sonrió débilmente - como yo te amo a tí Em - la siguió abrazando - nunca me separaré de tí.

¿Pero quien lo iba a asegurar?

- Yo te amo mucho mucho mucho - dijo la castaña llenando de besos el rostro de su amado.

- Estoy tonto por tí...