Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo treinta y dos

Por mucho tiempo estuve enamorada de una persona por quien acepté con facilidad lo poco que me daba porque creí que eso era amor. Sin embargo, al entrar al apartamento de Josh y ver todo lo que él había hecho por mí, me di cuenta de que en los ojos correctos, ya nada sería suficiente... 

La calidez de su cuerpo envolvió el mío, recordándome lo bien que se sentía estar entre sus brazos. Sus labios acariciaron mi piel y sus manos rozaron mi cuerpo una y otra vez, como si tuviese que volver a recordar cada parte de mí, antes de marcharse.

No había querido pensar en eso último, pero necesitaba saber cuantas noches él permanecería a mi lado. Así al menos, podría prepararme para su partida una vez más...

—¿Cuánto tiempo nos queda? —susurré, girando mi rostro hacia el suyo.

Cualquiera fuese su respuesta, debía aceptarlo. Entre nosotros no existía posibilidad de permanecer juntos por más tiempo, sin importar cuánto lo quisiéramos.

—Hasta el domingo —contestó, observándome fijamente a los ojos.

Vale... eso era más tiempo de lo que imaginé, pero creo que nunca sería suficiente. Aún así, no dejé que mis verdaderas emociones salieran a flote y simplemente sonreí.

—Genial... —respiré hondo—. Te tendré tres noches más para mí —celebré.

Josh tomó su celular y abrió su calendario para poder enseñarme su pantalla. Su dedo apuntó hacia una fecha en especifico. 

—Para el 4 de julio viajaré otra vez —señaló—. Intentaré quedarme por más tiempo, así podremos ver los fuegos artificiales juntos. 

—Y para tu cumpleaños, seré yo quien viaje a verte —sonreí, señalando hacia la semana siguiente—. Con el dinero que me enviaron mis padres, sumado a mi sueldo, podré pagar mis boletos de avión y mi estadía en Nueva York... 

Esta relación era por parte de los dos y no podía dejar que Josh fuera el único que tuviese que venir a visitarme. Además, solo tendría que esperar un mes más para volver a verlo y nuestro tiempo ya no parecía tan incierto como antes. 

—Hablando de eso... —Josh apoyó su mejilla sobre su mano, viéndome con expectación—. ¿Cuándo podré conocer a tu familia?

Aquella pregunta me sorprendió viniendo de él. 

—¿Ya quieres dar ese paso? —alcé una de mis cejas.

—Ya conociste a mi hermano... Estoy en desventaja ¿no crees?

Aunque ya conocía a Jack, no podía decir que él me hiciera sentir parte de su familia. Además, él solía llamarme "cuñadita" como una forma para burlarse de mí.

—Tienes razón —abracé mis piernas, siendo envuelta por las luces de colores que giraban alrededor de la habitación.

Las estrellas se proyectaron en mi cuerpo y fue como si hubiese todo un universo sobre mi piel. Si hubiese podido detener el tiempo, probablemente habría congelado este momento; ambos recostados sobre la cama, abrazados después de hacer el amor y la música sonando a lo lejos, reproduciendo una de las tantas canciones que solíamos oír cuando estábamos juntos. Todos esos detalles hicieron de este cumpleaños, uno de los momentos más especiales para mí.

Ahora estábamos planificando nuestros próximos viajes para poder vernos. Quizás, durante las fiestas podría ir a casa de mis padres y presentar a Josh como mi novio...

—Esta bien, te presentaré a mi familia —asentí.

—¿Crees que les agrade? —preguntó.

—Presiento que van a amarte —pellizque su mejilla, juguetonamente—. Papá estuvo en una banda cuando era joven y, mamá es fan de The Smiths, así que, de seguro tendrán mucho en común.

—Vaya, ahora me siento emocionado —sonrió.

Mis padres vivían a veinte minutos de Boston, en una casa cerca de la playa en Quincy. A pesar de que nos llevábamos bien, quienes me criaron, fueron mis abuelos paternos, ya que, papá y mamá fueron padres jóvenes y no quisieron desaprovechar su juventud al tener que cuidar de mí. Sin embargo, tuve una buena infancia y jamás recriminé su ausencia. 

—Por cierto, ahora que lo mencionas... ¿Puedo... saber por qué tu hermano y tú se llevan tan mal? —pregunté, sintiendo curiosidad. 

Ahora que Josh conocería a mi familia, yo también quería saber más acerca de la suya. Y aunque sabía que la relación entre ellos no era buena, quería entender el por qué de ese resentimiento entre Jack hacia Josh. 

—Mmm... bueno, nunca hemos sido muy cercanos —murmuró, posando su mirada sobre el techo y las estrellas cambiaron de color, tomando un tono azulado—. Sin embargo, cuando éramos niños solíamos pasar mucho tiempo juntos. Él era todo lo que yo tenía, nuestros padres nunca fueron muy afectivos y si debía apoyarme en alguien, definitivamente él era la persona a la que podía acudir.

Supongo que eso respondía a mi pregunta acerca de si su relación siempre fue así de distante o si en algún momento ellos fueron cercanos.

—Aún así, cuando fuimos creciendo, nuestra relación se volvió más distante y a decir verdad, creo que ambos lo preferíamos así. Sin embargo, durante el primero año de universidad, comenzamos a vivir juntos y fue ahí donde todo empeoró.

—¿Por qué? —mi interés aumentó en ese momento.

—Jack solía meterse en muchos problemas... —suspiró como si recordar aquello le causara dolor de cabeza—. Habían noches en que sus amigos me llamaban para que pudiese recogerlo en algún lugar de la ciudad en donde él había iniciado una pelea o donde se encontraba tan ebrio como para poder razonar. Él quería ser libre, pero su concepto de libertad era llevar todo al límite... y jamás estuve de acuerdo con su forma de actuar.

A pesar de que parecía no llevarse bien con Jack, su preocupación era notoria. Si Josh no fuera la persona que es, probablemente habría abandonado a su hermano hace mucho tiempo. Pero ¿por qué Jack seguía viéndolo como el malo en todo esto?, ¿o más bien, como la persona que le arrebató todo?

—¿Alguna vez han estado de acuerdo en algo?

—Supongo que seguimos teniendo los mismos gustos cuando se trata de música —se encogió de hombros—. Y creo que lo de escribir canciones pensando en una sola persona también es algo que compartimos. Pero cuando su novia se fue de su lado, comenzó a odiar su propia música y, por eso... abandonó todo...

Ese era precisamente el punto al que quería llegar y sentí que mi corazón temblaba con tan siquiera pensar que hubiese alguien en la vida de Josh que oscureciera su pasado.

—Jack realmente estaba enamorado de ella... —sonrió con melancolía.

—¿Y qué pasó?

—No sé bien cómo fue que todo terminó, pero te diré algo... —sus ojos volvieron a conectar con los míos—. Cuando nosotros nos enamoramos, lo hacemos tan intensamente, que puede ser doloroso hacerlo. Esa es la parte oscura de nuestro amor... Y creo que eso fue lo que llevó a Jack a romper con todo.

No podía imaginar el amor de Josh como algo oscuro para mí, porque desde que llegó, fue como si todo se iluminará. Había estado envuelta en una relación que me absorbía cada día y que me hacía sentir como si no valiera nada, pero Josh era diferente...

—Hablas como... si tu amor fuera un defecto...

—Quizás lo fue en algún momento, pero ya no se siente de esa forma. Y te lo digo, porque no quiero que... te alejes de mí.

Sus dedos se deslizaron por mi cabello, acariciándome con delicadeza.

—Como sea, hace cuatro años dejó Boston después de que discutiéramos. Roxy y él habían terminado y...

—¿Qué? —me exalté rápidamente al oír su nombre.

Josh me observó confundido ante mi conmoción.

—¿Roxy y él...? —perdí el aliento.

—Pensé que lo sabías...

—¡Claro que no! ¿Cómo iba a saberlo?

—Porque en aquel entonces Roxy y tú ya se conocían.

—Pero siempre pensé que ella estaba enamorada de ti. O así fue desde mucho antes... —murmuré. 

—Fueron pareja durante algunos meses. Muy pocos en realidad. Allí fue cuando conocí a Roxy...

Dios...

En ese momento, las piezas encajaron tras la revelación que Josh me había dado y ahora... entendía que ella siempre sería el núcleo de todo. El resentimiento de Jack hacia Josh era por ella... Y todo estaba mal.

—¿Por qué te sorprende tanto?

—Porque Jack cree que tú le robaste a su novia y eso no es así —contesté, preocupada. 

—Pero yo jamás estuve con Roxy... Ni siquiera cuando se me declaró pensé en ella como algo más que una amiga. 

—Pero Jack tiene una idea equivocada de lo que realmente pasó. Y te odia por eso.

—¿Cómo lo sabes?

Esta vez fue él quien se levantó de la cama, sentándose a mi lado.

—Me lo dijo hace unos días... —revelé, viéndolo con preocupación—. Dijo que siempre te quedas con todo lo que le pertenece...

La expresión en el rostro de Josh pareció nublarse en decepción.

—...su banda, sus proyectos en la música y su novia... —finalicé.

—Él tiene una versión muy errónea de las cosas.

—¿Y no sería mejor aclararlas? después de todo, acabas de decir que él... solía ser todo lo que tenías.

—No sé si estemos a tiempo de salvar una relación de hermanos que está tan rota. Y dudo mucho que él quiera escucharme.

No quería entrometerme en su decisión y entendía que él se hubiese dado por vencido desde hace mucho tiempo. Pero lo que no podía aceptar era que Roxy estuviera en medio de ese quiebre... 

Me sentía aliviada de que Josh no fuese el culpable en todo esto, pero seguía sintiendo ese sabor amargo en mi paladar al enterarme de la verdad. Y lo que era peor, Jack estaba culpando a Josh por algo que jamás pasó.

—Si Jack no quiere escucharte... ¿crees que me escuche a mí? —pregunté.

—Él es muy terco, Mimi.

—Puedo serlo aún más. Además, si él vuelve a hablar mal de ti, no pienso guardar silencio. Voy a defenderte...

—Ya, no pienses más en ello — Josh murmuró, acurrucándose entre mis brazos y recostando su mejilla sobre mi pecho.

Era obvio que este no era un tema del que él quisiese seguir hablando, pero no podía evitar seguir rondando en ello.

Aún así, por el resto de la noche, nos quedamos conversando acerca de todo lo que en ese momento queríamos hacer en el futuro. Y aunque mis intenciones de ser maestra aún eran un poco vagas, por ahora solo quería concentrarme en terminar la universidad y graduarme cuanto antes. 

Finalmente, nos abrazamos mirando hacia las estrellas proyectadas en el techo, y lentamente comenzamos a caer rendidos.

****

Estaba medio vestida, intentando maquillarme frente a su espejo colgado en la pared de su cuarto. Sentí su mano acariciar mi trasero, antes de alejarse por completo y, lo miré a través de mi reflejo, notando la sonrisa picara en sus labios. 

—¿A qué hora empieza tu turno en la tienda? —preguntó.

—A las seis —contesté, mientras repasaba mi brillo labial.

—Entonces, tenemos tiempo para salir a almorzar, hacer algunas compras para la noche y...

Su celular lo interrumpió en ese instante, resonando desde su mesita de noche. Josh dejó su camiseta a un lado para poder contestar y entonces, respondió a la llamada. 

—¿Diga? 

Se sentó en el borde de la cama, mientras su mirada volvía a posarse sobre mí. Le enseñé mi vestido, modelándole y desconcentrándolo de su conversación.

—...sí, ya compré el boleto de avión para el domingo... —murmuró y sus ojos subieron lentamente por todo mi cuerpo, admirando en silencio—. ¿Volver antes?

Escuchar eso, hizo que entrara en alerta. 

Él notó el cambio en mi expresión y negó con la cabeza, asegurándome que eso no pasaría.

—Lo siento, pero este compromiso es muy importante y no puedo irme todavía —contestó y suspiré con alivio.

Aún así, me sentí preocupada por las consecuencias de este viaje. Quizás la agencia realmente lo necesitaba con urgencia y por eso su insistencia en su regreso...

—Dile a Xander que en mi habitación está el último demo —continuó hablando con aquella persona y decidí volver a lo mío para terminar de prepararme—. Bien, entonces nos vemos el domingo. Adiós, Less. 

Dicho eso, colgó la llamada y soltó un gran suspiro. 

—¿Quieren que vuelvas lo antes posible, verdad? —alcé una de mis cejas.

—Sí, era mi manager... —asintió, rodando los ojos.

—Parece un poco... controlador—murmuré.

—Más bien, controladora —rodó los ojos—. Se opuso a que hiciera este viaje en cuanto lo mencioné y cuando al fin logré que aceptara, solo me dio cuatro días. Ni más, ni menos...

—Pero... ¿todo va bien, verdad? 

—Sí, todo va bien —asintió—. Como sea, no es momento de pensar en trabajo. 

Volvió a recoger su camiseta, dejándola sobre su hombro.

—Por cierto, ese vestido se te ve... increíble. 

—Lo escogió un patrocinador muy guapo —sonreí—. Además, es muy cómodo y no necesita brasier —apunté.

—Aún mejor —sonrió de lado, guiñándome un ojo.

Le devolví la sonrisa antes de verlo desaparecer en el cuarto de baño. Sin embargo, no había podido evitar notar la tensión en su voz mientras hablaba por teléfono con esa persona...

Finalmente, salimos del apartamento para comenzar nuestro día. Había extrañado estos momentos en que nos comportábamos como una pareja normal que hace cosas tan cotidianas como ir de compras o pasear tomados de la mano por una plaza de camino a casa. 

Pequeñas cosas como esas me hacían tan feliz... y por momentos, olvidaba que en realidad no éramos una pareja normal. Estos momentos eran escasos, pero me aferraba a ellos porque eran especiales para mí. 

Cerca de las seis, tomamos rumbo hacia la tienda ya que, mi turno estaba a punto de comenzar. Sam no estaba en la ciudad, así que, Jack y yo nos estábamos haciendo cargo en su ausencia. Usualmente, él era quien recibía los paquetes, ordenaba la bodega y atendía a los clientes que venían por algún instrumento. Yo en cambio, atendía la caja, ordenaba las repisas y cerraba las cuentas por la noche antes de terminar mi turno. 

Cuando llegamos al lugar, Josh y yo nos adentramos en la tienda y por supuesto, Jack ya había puesto su ruidoso repertorio de música a todo volumen. Ya habíamos discutido por eso, así que, en cuanto tuve oportunidad, le bajé el volumen antes de que mis oídos lo lamentaran.

—¿Por qué le bajas? —Jack apareció de repente, cargando con algunas cajas. 

Al ver su expresión, supe que sería uno de esos días en que él estaba de malhumor. Y al parecer, todo empeoró cuando vio a Josh detrás de mí. 

—Estaba demasiado alto —contesté, dejándolo a un volumen adecuado.

Jack resopló molesto.

—¿Otra vez con tus inciensos? Apestan, Michelle  —se cubrió la nariz en cuanto vio que los sacaba de mi cartera.

—Lo único que apesta aquí, es tu actitud —señalé y noté la sonrisa que se escapó de los labios de Josh al oírme, pero volvió a quedar serio en cuanto Jack posó su mirada sobre él—. Además, ya casi es tu hora de salida ¿no?

—Gracias a dios —asintió, rodando los ojos.

Dejó las cajas sobre el mesón, sacando algunos discos de mala gana. 

Analicé la dinámica de ambos hermanos, prestando atención a su escasa interacción; Josh observaba a Jack como si quisiese hablarle, pero Jack lo ignoraba, actuando como si no existiera. Luego, Jack era quien le prestaba atención a Josh, mirándolo de reojo, y Josh era quien desviaba su atención hacia mí, viéndome incómodo. Era obvio que ninguno de los dos sabía cómo comunicarse y, lucían como dos niños pequeños a quienes castigaron y están obligados a tomarse de la mano para reconciliarse. 

En ese caso...

—¿Por qué no hacemos algo divertido esta noche? —anuncié, sonriéndole a ambos. 

Los dos alzaron su mirada, viéndome confundidos.

—¿Qué tal el karaoke? —sugerí y sin importar cuánto intentaran negarse, estaba decidida a intervenir. 

*****

Perdón por la demora, pero estos días no tuve descanso en el trabajo. No me odien. 

Muchas gracias por leer <3 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro