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Capítulo once

Leon

Entré a la habitación de hospital en donde se encontraba mi madre recostada sobre la camilla, mientras sus signos vitales eran monitoreados en la máquina justo a un costado de ella. Por suerte, se encontraba despierta cuando llegué, así que, en cuanto sus ojos se cruzaron con los míos, su sonrisa se expandió en su rostro. 

Los moretones seguían allí, manchando su pálido rostro. Las heridas eran visibles y con tan solo verlas, algo dentro de mí ardía de dolor. Odiaba el hecho de que estuviese lastimada, y odiaba aún más no haber hecho nada para detenerlo. 

—Al fin llegas... —murmuró con voz cansada. —. Estuve esperando por ti todo el día. 

—Lo siento —me disculpé, avanzando hasta llegar hasta la camilla. —. Estuve con mi novia —contesté, tomando asiento a su lado, acercando mis manos a la suya para acariciarla. —. Hoy era nuestro aniversario...

—¿Ah sí? —sonrió con sorpresa. —. Enhorabuena, cariño. 

Sonreí levemente, aún sintiéndome extraño después de despedirme de Mimi y darme cuenta de que ella lucía diferente. Los gestos cariñosos que solían caracterizarla, estuvieron ausentes durante toda nuestra cita y, cada que intenté aferrarme a su mano, ella se alejaba...

No quise pensar en ello, ya que de todas formas, Mimi seguía siendo la misma. Y me lo había hecho saber en el instante en que me regaló aquel equipamiento de baloncesto el cual le enseñé a mi madre con orgullo.

—Esa chica debe amarte muchísimo —dijo, detallando la camiseta, mientras sus dedos tocaban la tela suave de la bandana. 

—Sí... —sonreí inevitablemente. 

—¿Y tú la amas? —preguntó de repente, posando sus ojos sobre mi rostro. 

Su mirada pareció ver a través de la mía, como si estuviese explorando mis sentimientos y lo que había en mi corazón. 

Lo cierto era que... sí, amaba a Mimi. Realmente lo hacía, pero... algunas cosas provocaban que mi corazón se sintiera en el lugar equivocado, como una pieza que no encaja perfectamente en el rompecabezas...

—Si Mimi no estuviese a mi lado... probablemente estaría acabado —murmuré en respuesta.

Porque ella era como... esa luz brillante que alegraba mis días. En los buenos y malos momentos, Mimi siempre estaba presente, apoyándome y siendo la única capaz de entenderme, por eso me era tan fácil abrirme ante ella.

—Puedo verme a mí mismo en diez años más... estando a su lado, viviendo juntos... formando una familia... Sé que ella me haría muy feliz... —agregué y mi madre sonrió nuevamente.

—Eso es lo que importa... —murmuró. —. Que estés al lado de alguien que no te haga sufrir. Que te cuide y enseñe que el amor es también, respetar y proteger...

Asentí lentamente, sintiendo la punzada que cruzó mi pecho en ese instante. Sabía que mi madre hablaba desde la experiencia, deseando que yo jamás deba pasar por lo que ella tuvo que vivir. Sin embargo, había algo más oscuro dentro de mí que no quería sacar a relucir...

—Cuando me recupere, me gustaría que hiciésemos algo los tres —agregó mi madre. —. Quizás un paseo o un almuerzo junto a la playa ¿qué te parece?

—Es una excelente idea —sonreí, de acuerdo con aquella idea.

En ese momento, la enfermera entró a la habitación anunciando que ya casi terminaría la hora de visitas, así que, tuve que despedirme de ella. Deposité un beso sobre su mejilla, prometiendo volver por la mañana para acompañarla y, posterior a ello, salí del hospital para marcharme a casa. 

Caminé a paso lento hacia mi auto aparcado en el estacionamiento, mientras sentía mi celular vibrar en mi bolsillo. 

Una parte de mí realmente esperó que fuese Mimi quien estuviese llamándome, pero no fue así. 

¿Estás libre esta noche?  —escuché la voz de Roxy al otro lado. 

—Sí, estaré libre... —contesté, metiéndome detrás del volante. 

¿Y tu cita? —preguntó con curiosidad. — ¿Dejaste a Mimi? 

—Sí, nuestra celebración de aniversario terminó antes de lo planeado —murmuré, omitiendo todo lo demás. 

Genial, porque quiero que me acompañes a un lugar —canturreó feliz. 

—¿A dónde quieres ir esta vez? —encendí el motor. 

Josh dará un concierto y quiero ir a verle... —confesó. 

—Si quieres coquetear con él, deberías ir sola —dije rápidamente.

¿Acaso estás celoso? —acusó riéndose. 

—Ya quisieras...

Venga, acompáñame... —suplicó. —, prometo devolverte el favor como más te gusta...

—Que así sea —declaré, tomando rumbo hacia su apartamento. —. Pasaré a recogerte en quince minutos. 

Estaré esperando en la puerta —se despidió antes de colgar la llamada. 

Sabía que estaba mal, pero... no podía detenerlo. La pieza que no encajaba en mi corazón, era también la que ella poseía. Por eso, no podía acabar con ello... 

Seguía diciéndome a mí mismo que en algun momento terminaríamos y entonces, las cosas con Mimi volverían a ser como antes. Ella jamás se enteraría y por eso, nadie sufriría por lo que hicimos. Roxy podría estar libremente con Josh, y yo seguiría junto a Mimi...

Jamás nadie sabría sobre lo nuestro, así que... solo necesitaba algo de tiempo antes de alejarme de ella. 

Cuando llegué a su apartamento, Roxy me esperaba junto a la acera. Me estacioné a su lado para que pudiese embarcarse, y una vez dentro, atacó mis labios con desesperación. 

Lo cierto era que... Roxy siempre me había gustado. Y siendo mejores amigos, jamás creí que esto pasaría...

Ni siquiera sabía en qué momento comenzó a ser así, pero... de repente todo se volvió más profundo. 

Mientras ella lloraba sobre mi hombro cuando Josh se marchó hace tres años, yo oía sus sollozos y la consolaba en sus momentos de soledad. Fue entonces en que me di cuenta de que quizás, nuestra amistad no era suficiente. Fue en aquel entonces cuando ella confesó sentir algo por mí, algo que jamás esperé y que nos hizo unirnos a partir de ese momento, envolviéndonos en este secreto. 

Un secreto lejos de los oídos de Mimi... porque ella no podía enterarse de esto. Si lo hacía... todo se derrumbaría. 

—Debemos apresurarnos. El concierto está por comenzar —dijo con la voz entrecortada debido a la falta de aire. 

Incluso en medio de un beso tan intenso, Roxy seguía teniendo todos sus pensamientos entorno a Josh. Siempre se trataba de él ¿no?

Comencé a conducir lejos de su zona residencial, yendo hacia el bar en el que Josh tocaría. Roxy arregló su labial, observando su reflejo en el espejo.

—No vayas a dejar nada aquí dentro —advertí.

Siempre me aseguraba de no dejar evidencia de nuestros encuentros dentro del vehículo porque eso podría encender las alarmas en el radar de Mimi. 

—Ya sé —rodó los ojos. —. ¿Qué es eso allá atrás? —preguntó girándose hacia el regalo de Mimi.

—Es un obsequio de aniversario... —contesté. 

—¡Déjame ver! —saltó de su asiento, moviéndose para alcanzar la caja. —¡Wow! es de Curry ¡la amo! —exclamó, extendiendo la camiseta. —¿Cómo se me vería?

—Es mía, así que ni siquiera pienses en usarla —se la arrebate de las manos. 

—Al final siempre termino usando las cosas que son de ella —me sacó la lengua. 

Desvié mi mirada hacia el frente sin decir nada para contradecirla. Solo sabía que no quería que ella ocupara esta camiseta... 

Cuando llegamos al bar, Roxy fue la primera en bajar, asegurándose de acomodar su falda de cuero y el top ajustado. Ella siempre era así, más atrevida frente a los demás, extrovertida y me gustaba eso. Me gustaba verla así, porque no podía evitar recordar el momento más bajo de su vida... aquel en el que estuvo desolada y atrapada en una profunda tristeza. 

Caminamos juntos hacia el interior, cruzando las puertas del bar. El lugar estaba atestado de personas, así que, tuvimos que abrirnos paso entre la multitud para poder encontrar una mesa. Sin embargo, la única disponible estaba a metros del escenario.

—Este lugar no me gusta —se quejó, tomando asiento de mala gana.

—Pues, es el único —señalé. 

—Josh no podrá verme desde aquí —hizo un puchero con sus labios. 

—Ya.

Alcé mi mano para pedir una cerveza para los dos, mientras el presentador anunciaba la entrada de la banda. 

El publicó aplaudió en el instante en que tres de los integrantes subieron, mientras los focos de luz los alumbraban revelando sus rostros. Ninguno de ellos era Josh, ya que él era el vocalista principal y debía ser el último en entrar.

Las botellas de cerveza fueron puestas sobre la mesa, así que, bebí una gran sorbo de ella, mientras observaba a Roxy, quien estaba expectante por ver la aparición de él...

Sus ojos brillaban con tan solo pensar en Josh. Esa mirada era la misma que solía ver en los ojos de Mimi cuando me miraba a mí, y algo en lo que ambas coincidían, era que eran capaces de demostrar sus emociones en un solo pestañeo.  

Si tan solo... esa misma mirada se girase hacia mí. 

—¡Los dejamos esta noche con West Coast! —anunció el presentador una vez más, dejando que la nube de humo llenara el escenario, provocando que las figuras de las personas sobre el escenario desaparecieran por algunos segundos.

Cuando el humo se disipó, pude ver el rostro de Roxy deformándose lentamente. No pude entender el por qué de ello hasta que me giré en la misma dirección que ella, encontrándome con la pequeña figura de mi novia, sentada junto a Josh en medio del escenario. 

Tuve que parpadear varias veces para poder asimilar que realmente era ella la persona que estaba allí. 

Y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo en ese preciso instante. Algo que jamás creí que sentiría, me embargó. 

Miedo de ella y de él... juntos.

—Las canciones que vamos a tocar esta noche, fueron escritas y compuestas por nosotros —declaró Josh a través del micrófono, mientras su mirada estaba fija en Mimi. —. Y, esta noche nos acompañará esta hermosa chica que está a mi lado...

Apreté mi mandíbula con fuerza en ese instante, sintiendo mi corazón acelerándose. 

—Por favor denle un gran aplauso a Michelle, porque... sin ella, estas canciones no se harían realidad —reveló y en ese momento, todas las personas aplaudieron por ella, provocando que ese rubor llenara sus mejillas. —¿Lista?

Ella asintió temerosa, llevando sus delgados dedos hacia el micrófono para acercar sus labios a él. 

Me giré hacia Roxy, encontrando esa mirada...

Pero no pude enfocarme demasiado en ella, ya que en el instante en comenzaron a tocar la primera canción, supe que todo se volvería peor. 

Mientras las estaciones pasan frente a mí, tengo el recuerdo del brillo que hay en ti... —cantó Josh, dedicándose a mirarla solo a ella, igual que siempre... igual que en el pasado. Y sus dedos se movieron lentamente sobre la guitarra, guiando el ritmo de una canción lenta. —. Entrecierro los ojos, buscando regresar al día en que te conocí...

Mi corazón continuó agitándose, mientras el pasado comenzaba a abrumarme al escuchar la letra de aquella canción. 

"Hay una chica... una chica nueva. Es hermosa...".

"Escuche que... a ti también te gusta... ¿es cierto?".

"Si vas a salir con ella... me gustaría saber que lo haces porque la amas, y no porque quieres competir conmigo".

"Siento que perdí... Después de todo, ella te ama a ti".

"Por favor, cuídala". 

Las palabras de Josh antes y después de marcharse... Podía recordarlas vívidamente porque jamás pude olvidarlas. Resonaban en mi cabeza una y otra vez cada que la culpa me embargaba, porque sabía que... no estaba cumpliendo ninguna de mis promesas...

Vuelvo a llegar demasiado tarde, porque veo a alguien llevándose a mi amor...

"Así que... Michelle y tú están saliendo ¿eh? Enhorabuena por ustedes..." 

Y creo que lo he perdido todo ahora que no estás aquí...

"Me iré lejos de aquí. Ya lo decidí". 

Josh continuó cantando, dirigiendo las letras en una sola dirección porque ambos sabíamos que esas canciones siempre serían para Mimi. Incluso si él jamás lo confesaba, siempre buscaría la forma de expresarle sus sentimientos...

Sigo persiguiéndote, sin querer dejarte ir... —la voz de Mimi resonó en el lugar y perdí el aliento en ese preciso instante, sintiéndome abrumado.

Pensé que conocía todo de ella...

Pensé que eso sería siempre lo que me haría estar por encima de Josh, pero... él había descubierto algo que yo jamás noté. Algo que solo ellos dos compartían. 

Si no eres tú quien desaparece, entonces seré yo quien tendrá que partir...

Aquella voz melodiosa, dulce y afinada, le pertenecía a mi novia. La misma chica que ahora cantaba, mirando solo al chico frente a ella sin siquiera detenerse a observar alrededor. 

Por primera vez, Mimi estaba posando sus ojos en otra dirección diferente a la mía. 

Ambos parecían estar sumidos en esa pequeña burbuja, correspondiéndose el uno al otro entre miradas, y sus ojos azules brillaban con tanta fuerza, provocando que extrañara ver ese mismo destello cuando se encontraba conmigo. 

Si hubiera llegado antes, no sentiría este dolor al saber que te perdí. Mi consuelo es saber que siempre esperaré por ti... —cantaron al unisono, uniendo sus voces las cuales se complementaban a la perfección. —. Ahora que has vuelto, mis promesas tienen sentido. Así que pido silenciosamente que no me dejes en el olvido... Seguiré deseando que me lleves contigo. Que nuestras manos vuelvan a tocarse, y tus besos sean míos...

¿Esto... es lo que sintió Josh todo este tiempo?

A pesar de los años... seguía teniendo estos sentimientos hacia ella. 

Pero Michelle era mía. Ella me amaba... Por eso, jamás la arrebataría de mi lado...

Jamás sentí miedo de lo que Mimi sentía por mí, pero... justo ahora temí por ello. Desde que Josh regresó, ella estaba cada vez más distante... 

Ya no decía a los cuatro vientos que me amaba ni se abalanzaba a besarme. No dormía conmigo, no correspondía a mis palabras y... me había mentido para estar con él. 

Mi mirada los reparó una y otra vez, y fue entonces... en que comencé a notar los detalles que hicieron que mi pecho ardiera y sintiera aquellas afiladas punzadas atravesando mi corazón.

Además de esas miradas, también estaban los gestos y sonrisas que se dedicaban. Josh llevaba el cabello atado y supe que ella había sido quien lo había hecho, porque... solía hacer lo mismo conmigo...

"Tu cabello está demasiado largo, así que, te haré una pequeña coleta para que no te estorbe durante el partido" 

Aquel vestido... parecía contrastarse metafóricamente al estar junto a él, porque mientras Josh parecía estar en la oscuridad, ella era esa luz brillante que lo acompañaba. 

Esas pequeñas cosas... sentí que me eran arrebatadas. Aquellas que consideraba solo mías...

Jamás pensé que me sentiría de esta forma. Como si todo se escapara de mis dedos, provocando que mi corazón latiera dolorosamente dentro de mi pecho. 

Tus ojos me recuerdan porque me enamoré de ti. Tu voz es mi sendero y ahora sé que debo oírte para no perderme nunca más...

Y cuando estamos lejos, cierro los ojos y vuelvo a ti. 

Desvié mi mirada en el instante en que noté a Roxy levantándose de la mesa con enojo, yéndose lejos de mí a toda prisa. 

El impacto de ver que nada estaba saliendo según lo planeado, nos hizo dar cuenta de lo que estábamos perdiendo. 

Corrí detrás de ella, mientras la voz de Mimi seguía persiguiéndome incluso al salir del bar. Y Roxy continuó avanzando lejos, hasta perderse en el estacionamiento. 

—¡Espera! —la detuve, aferrando mis dedos alrededor de su muñeca. 

—Quiero irme... —sollozó, dejando que las lágrimas resbalaran por sus mejillas. —. No quiero seguir oyéndolos... Por dios ¡Vámonos ahora! —gritó exasperada. 

El dolor era casi insoportable... Incluso yo estaba temblando, sintiendo los efectos colaterales. 

—Escucha... Mimi está conmigo. Ella jamás va a estar con Josh..

—Pero Josh... sigue enamorado de ella ¿qué no lo ves? —su expresión decayó, rompiéndose en pedazos. —. Ni tú ni él pueden alejarse de su lado...

—Te dije que iba a terminar con ella y... 

—¡Siempre dices eso, pero jamás lo haces! —gritó, provocando que las palabras quedaran atascadas en mi garganta. —. Al igual que Josh, la prefieres y la amas, pero ¿qué pasa conmigo, eh? 

Rápidamente envolví su cuerpo entre mis brazos, intentando tranquilizarla, pero lo cierto era que había todo un caos en mi interior, luchando por regresar al bar e ir por ella para alejarla de él. 

—Yo si te prefiero... —susurré.

—No me sirve saber eso... si viene de ti —contestó con voz fría. —. Lo nuestro ni siquiera tiene sentido si no estás con ella...

No pude entender sus palabras en ese momento, ni tampoco el por qué de su rechazo cuando lo único que había intentado en estos últimos tres año era estar para ella... Incluso poniendo en riesgo mi relación...

Lo único que sabía que mi mentira más grande era pensar en que podía terminar con Mimi, pero... no era así.

Porque la necesitaba a mi lado... 

Porque aunque mi corazón se sentía confundido, ella era la única pieza que me complementaba. 

****

Hice todo lo posible por subir dos capítulos hoy, así que aquí está. Espero que les haya gustado. 

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