La luz del sol se colaba por las ventanas de la clase de literatura, iluminando los rostros de los estudiantes. La maestra Choi, una mujer amable y apasionada por las letras, había propuesto a sus estudiantes una nueva tarea: escribir un poema sobre el amor. Un tema tan amplio como complejo, que invitaba a explorar las profundidades de las emociones y plasmarlas en versos. 

Mientras Penny observaba a sus compañeros sumidos en la tarea, su mente se posó en Seungmin, en ese momento una oleada de inspiración la invadió. Sin pensarlo dos veces, tomé su lápiz y comenzó a escribir. Las palabras fluían con facilidad, guiadas por la imagen de Seungmin y la fuerza de sus sentimientos. 

   Hilo rojo 

Dos almas entrelazadas, Unidas por un destino inquebrantable. Un hilo rojo que las guía, A través de la vida, inseparable.

En el laberinto del amor, Se encuentran y se reconocen. Sus corazones laten al unísono, Un amor puro y verdadero.

Juntos enfrentan los desafíos, Con fuerza y determinación. Su amor es su refugio, Su mayor inspiración.

El hilo rojo los protege, Los guía hacia la felicidad. Un amor eterno e infinito, Que jamás se desvanecerá.

Penny 

Durante una visita en casa de mis padres, mientras ordenaba mi habitación, me encontré con un cuaderno viejo lleno de poemas y escritos en mi época de estudiante. Entre las páginas amarillentas, encontré el poema que había escrito sobre Seungmin en la clase de literatura. Una oleada de recuerdos me invadió, transportándome a aquellos días de infancia llenos de sueños e ilusiones. 

Sin pensarlo dos veces, tomé una foto del poema y se la envié a Seungmin por medio del correo, junto a un mensaje anónimo: "Este poema lo escribí pensando en ti hace mucho tiempo, espero que te guste".   

No sabía si Seungmin reconocería el poema o si simplemente lo ignoraría, pero en el fondo del corazón, albergaba una esperanza pequeña de que este mensaje anónimo pudiera reavivar la llama de nuestro amor, que parecía haberse apagado con el paso del tiempo.